Partida Rol por web

El combate transcurrió de forma extremadamente violenta. El verdadero enemigo eran los canes, los cuales atacaban con ferocidad y la habilidad para tumbar a sus oponentes. Aún así, con esfuerzo lográsteis matarlos.

Dos de los bandidos, el que parecía ser el líder y otro de ellos, habían logrado huir aprovechando la parte del camino menos enredada. Así, perecieron tres personas y dos perros. Teníais ahora un botín de un arco compuesto, tres arcos largos, tres espadas cortas, tres armaduras de cuero, 30 monedas de oro. Además, habían sobrevivido tres caballos, pero dos de ellos habían logrado marcharse, por lo que teníais uno.

Tras hablar entre vosotros acerca de vuestro próximo paso, decidísteis dividiros, enviando un grupo de cuatro a buscar pistas.

Eso fue hace cinco horas. El grupo que se había marchado no había vuelto, y Svetlana os había preparado algo para comer mientras esperábais noticias.

Irina permanecía con vosotros, de modo que érais tres los presentes.

Vuestros pasos os habían llevado al fin hasta el puesto de Oleg, el pequeño enclave al que os habían impelido acudir en primer lugar. Veníais cada uno por una ruta diferente, sin saber aún quiénes eran las otras personas contratadas para la tarea de mapear las Tierras Robadas.

Portábais entre vuestras pertenencias la patente del alcalde de Restov, que os otorgaba licencia para explorar y cartografiar la zona conocida como "El Cinturón Verde".

"Se hace saber que el portador de esta patente ha sido enviado por los señores de la espada de Restov, quienes actuando en virtud de un bien superior y por la autoridad que les ha sido concedida por la oficina del regente del Trono de Escamas de Dragón, le han otorgado el derecho de exploración y tránsito por la región agreste conocida como el Cinturón Verde. La exploración deberá limitarse a un área no superior a 36 millas tanto al este como al oeste y 60 millas al sur del puesto comercial de Oleg. El portador de esta patente también deberá combatir el bandidaje y cualquier otra conducta ilegal con la que se encuentre. El castigo a cualquier bandido que no se arrepienta de sus actos será, como siempre, la ejecución mediante espada o soga. Así queda visto en el 24º día de Calistril, bajo la atenta mirada del Señoría de Restov, y la autoridad concedida por Lord Noleski Surtova, regente del Trono de Escamas de Dragón."

El puesto fronterizo que os habían indicado era una antigua fortificación rodeada de murallas de madera con cuatro torres, na por esquina. El estado de la madera no era el más óptimo. La construcción era antigua y se podían ver en ella los estragos del paso de los años. Algunos maderos estaban ya podridos. Se veía que alguien se había tomado el tiempo necesario para limpiar las plantas que se habían acumulado durante tan largo tiempo.

Al entrar, se podía contemplar un almacén, un establo, un edificio pequeño y otro algo mayor, que parecía al que debías dirigiros.

Al llegar a la entrada de la fortificación, advertísteis restos de sangre reciente justo en la entrada, así como numerosas pisadas de cascos de caballo y patas de perro. Las puertas del lugar estaban abiertas.

Miro todo con atención, tratando de averiguar todo lo posible sobre el ataque leyendo la historia que para mi han dejado las huellas. Presto también atención a las miradas que nos dirigen los habitantes del fuerte, que yo me haya acostumbrado a su presencia no quiere decir que ellos se hayan acostumbrado a la mia...

Cuando estoy satisfecho con mis observaciones me giro hacia mi compañero: -Amigo ssera mejor que habless tu con elloss antess. -Me esfuerzo en pronunciar bien su idioma, sin embargo las palabras me salen extrañas, como ideadas para una boca más ancha- Ssi han ssufrido un ataque rezzientemente quizza sse muesstren rezzelossoss a alguien tan diferente como yo
 

-Al final las cosas no salieron tan bién como lo esperado Dijo el inexpresivo mago que pese a jaberse pasado 4 de las 5 horas durmiendo aun mostraba signos de fatiga -Pero he aprendido algo,y he ajustado mi magia para el próximo encuentro. Le dijo a sus compañeros -El resto están tardando un poco, no os parece?

Sulmavate, como era habitual, se me había adelantado para escrutar el fuerte desde la lejanía. Desde que estamos juntos me ha demostrado lo hábil que es como explorador: me siento seguro con su arco cubriéndome las espaldas, aunque a él aún le falta acostumbrarse a nosotros, los humanos. Cuando la compañía de mercenarios ya no tenía más trabajo para nosotros, nuestra amistad hizo que permaneciéramos juntos a la búsqueda de un nuevo empleo. Lo encontramos en la tarea de mapear las Tierras Robadas. Aunque no eramos especialmente buenos cartografiando, nuestras habilidades nos convierten en hábiles guardaespaldas y por ello no dudamos en presentarnos candidatos. Ahora habíamos viajado hasta un fuerte fronterizo, para encontrarnos con el resto que habían aceptado el contrato.

Cuando nos acercamos pudimos ver manchas de sangre reciente. Contrariamente a lo que parecía pensar Sulmavate, a mí esto me parece más bien un fortín abandonado y me preocupa que la sangre fuera de los aventureros con los que nos habíamos de encontrar. Por precaución, desenfundo mis espadas atento a todo aquello que pueda pasar.

- Me parece que si ha habido combate en el fuerte los luchadores deben seguir cerca. - le advierto al reptiliano. - Cuento contigo para que apuntes a cualquier cosa que parezca sospechosa.

Listo para cualquier imprevisto, empiezo a atravesar las puertas buscando a los causantes de los rastros.

Asiento con la cabeza, sin decir nada más, y saco mi arco, lo mantengo bajo, es una actitud que procura ser lo menos amenazante posible, casi como si lo llevara en la mano por que es más cómodo que llevarlo atravesado en la espalda, pero listo para comenzar a descargar muerte si fuera necesario, ajusto el paso para situarme junto a Solimán, y me mantengo ojo avizor

Al acercaros un poco más pudísteis ver que tras la puerta del emplazamiento se habían levantado unas empalizadas rápidas, consistentes en un carro ladeado y tablones apilados, de tal forma que había que pasar un pasillo de varios metros. Todo parecía preparado para un enfrentamiento.

Un poco más allá, se vió a una mujer vestida como una trabajadora, que salía del edificio. Oteó en vuestra dirección y os pudo ver, fijándose en el hombre reptil. Pareció atemorizarse y retrocedió, pretendiendo entrar de nuevo por la puerta de la que había salido.

- Vaya, no estarán acostumbrados a ver reptiles humanoides muy a menudo. Aunque admito que yo tuve la misma reacción cuando te vi por primera vez. - bromeé amigablemente con Solimán. Más tranquilo después de ver que el fortín seguía habitado y bien defendido, enfundé las armas para evitar malentendidos. - Deberíamos seguirla al interior.

Me acerqué a la puerta del edificio a paso tranquilo, esperando encontrar a más gente que pudiera recibirnos.

Tras la lucha con aquellos matones, Eren se encontraba sentado a la mesa, junto al mago, dando buena cuenta de una de esas cervezas que tanto le habían gustado. Lo consideraba un gran manjar y no entendía porque. O la había probado antes. Al oír a Nihljem hablar quiso contestarle.

- Es extraño. Puede que hayan ido por su camino, pero no podemos estar aquí mucho mas sin hacer nada, aunque seguimos necesitando de alguien que sepa explorar. Ahora no contamos con la presencia de ese hombre con capucha que si que conocía el oficio. Espero que demos con una solución. ¿Tu magia puede hacer algo al respecto?

Tras ver que el enclave no sigue en peligro guardo el arco en la funda que tengo aprovechando un hueco de la mochila. Cuanto menos amenazador parezca mejor.

-Parezze que el fuerte fue atacado por varioss hombress a caballo, da la impressión de que traían perross con elloss, ssin embargo esso -  digo señalando un montón de plantas destrozadas por el camino- no tengo ni idea de a que sse debe.

Cuando nos vamos acercando a la puerta aminoro mi paso, para que Solimán pase primero... -Esspero que a esstoss humanoss sse less passe el miedo pronto, no querría que ssi hay otro ataque me tenga que preocupar máss de mi esspalda que de loss enemigoss- Comento olvidando que estoy hablando con otro humano, me es fácil acostumbrarme a ellos, sin embargo el shock al verlos sigue siendo casi tan fuerte como el que sienten ellos al verme a mi... son demasiado blandos, y rosados.... pensar en ello me da algo de repelús, y me cuesta reprimir un escalofrío cuando finalmente llegamos a la puerta

Nilhjem mira a Eren y le responde mientras niega con la cabeza como ha visto hacer a otros muchas veces -No, mi escuela se especializa en el viaje instantáneo, no en guiarte en el viaje, eso es cosa de adivinos y la adivinación no entra en mis prácticas más comunes la verdad, quizas tu diosa de la llama pueda guiarnos con un presagio. Responde con su monótona voz

Svetlana había salido del pequeño edificio en busca de agua, llevando un odre consigo, pero entró apresuradamente al poco de abandonar la construcción.

- Por todos los dioses del bien. Se acercan dos hombres extraños. Uno no es un hombre, es un reptil. Nunca había visto nada igual.

La mujer os interrogó con la mirada, indagando si sabíais algo sobre aquello. Los tres tuvísteis que levantaros para pertrecharos, tomando vuestras armas por si había combate. En ese tiempo se pudo ver que efectivamente se acercaban dos personas. Un hombre con un color de tez atípico y ese gran hombre-reptil que no podía pasar desapercibido.

Caminaban a paso normal. El reptil portaba un arco, pero apuntaba hacia abajo, y el hombre llevaba armas, pero iban enfundadas.

- Por todo lo sagrado... ¿Que es esa cosa? ¿Eso es uno de esos seres que llaman dragones? Creí que serían más grandes... Debemos estar preparados, noble Nihljem. Pon tus hechizos a punto e impediremos que nos ataquen.

Espetó a su compañero el clérigo de Feronia, que poco o nada sabía sobre aquellas dos personas que se aproximaban, mucho menos de la raza a la que pertenecían. Lo único que hizo fue desenfundar su espada bastarda y acercarse a la puerta para ver que hacían aquellos dos visitantes.

-Eso no es un dragón, los dragones tienen alas eso es un... un ... no tengo ni idea de que es eso... interesante... responde. -Pero teneis razón no sabemos sus intenciones será mejor prepararse. Dice mientras da indicaciones a brillos para que vuelva a lugar seguro...

Ya estábais a medio camino hasta el edificio principal y a través de la puerta vísteis algunos hombres con aspecto de aventureros observaros y prepararse para luchar. Una mujer de cabello rubio embutida en armadura y con escudo de torre se asomó, mirando extrañada también a Sulvamate.

Irina había tomado su escudo de torre, el cual mostraba el conocido símbolo del dios Abadar, dios de las ciudades. Al mirar por la puerta, no pudo negar que el aspecto del hombre lagarto era llamativo, casi amenazador.

- Hablad con ellos. Si son agresivos, dejemos pasar al hombre y después trataré yo de bloquear la puerta, para que no lleguen flechas de ese saurio.

"Vaya, no me sorprende, estos humanos tan hostiles como siempre", pensé mientras levantaba los brazos imitando un gesto que les copié que al parecer les tranquiliza... no entiendo por qué una actitud que a la mayoría de los animales les resulta provocativa con ellos es al revés, pero así de raros son.

-Todoss tuyoss- le susurro a Solimán - ¿Creess que la mujer essa puede sser ssu lider?. Muesstraless el papel, sseguro que loss tranquilizza... a loss vuesstross parezzen tranquilizzaross loss papeless

-Alto! Quien va? preguntó el mago desde el otro lado del pórtico mientras mantenía pose firme... -Y el de atras... que eres, un hombre lagarto un kobold o quizas un Vishkanya? preguntó con una voz monónotna que hacia que costase diferenciar una afirmación de una pregunta pese a estar algo forzada por los gritos que tubo que emitir para que le pudiesen oir