Partida Rol por web

Shichiro no lo vio venir, Ariasu iba detrás del pequeño Shecharinawa, quería alcanzarlo para ver como estaba, al pobre lo habían empujado en la escuela y derribándolo, sus cuadernos habían salido despedidos, y ella había tomado uno de los cuadernos y no había alcanzado entregárselo al joven, y dijo su nombre, sin embargo el chico no la escuchó, hasta cruzar la calle de la escuela, era día viernes y ya los arreboles del crepúsculo pintaba de violeta el cielo.

- Shecharinawa-san - intentó llamaro, pero cuando el chico la escuchó, se detuvo en mitad de la calle, no venía nada, ahí ambos se  vieron y sonrieron, pero se escuchó el rugir de un motor y luego, las ruedas contra el asfalto sonaron con violencia, Shichiro sólo vio un automóvil negro directo hacia él, zigzagueando, pero  al llegar donde el chico, iba directo hacia él. Ariasu grita su nombre con fuerza, y Shichiro vería el automóvil  contra él, paralizado, imaginó que ese sería su fin, aunque no fue su deseo, era un buen día, se dijo, se había levantado temprano, había desayunado exquisito, y aunque lo habían molestado, había conversado con Ariasu durante el almuerzo, la joven, un año menor que él, era muy buena persona y ambos se habían hecho amigos... pero ahora, su fin había llegado...

Segundos antes de que el auto lo golpeara, sintió que lo empujaban del costado, y él salía despedido en dirección del otro lado de la acera,  cayó con fuerza, y rodó por el suelo, golpéandose con la cuente  el codo y la frente, pero abrió los ojos y vio del delicado cuerpo de Ariasu volar por los aires y luego caer metros más allá, en una posición poco natural... eso fue lo último que recordó ver.

Un día viernes al fin y muchos volverían a su casa, se dijeron, y luego del entrenamiento en Basquetbol, los dos chicos tomaban sus cosas y bromeaban un poco del juego, Tsubasa había perdido la apuesta con Tetsuya y tendría que comprarle una gran hambuerguesa,pero las risas duraron poco,  un chico, compañero de clases de ambos, entró apresurado al camarín donde se estaban cambiando de ropa.

- Iseki..Iseki-sempai -tomó aire, estaba pálido como el papel - tú hermana,  la atropellaron en la salida de la escuela, - a noticia caería sobre ambos como un balde de agua fría, ambos se habían hecho amigos en el equipo de basquetbol, y en las demás, clases, y Tsubasa había ido a casa de Tetsuya, y conocido a la prodigiosa hermanita de su amigo. Los dos tomaron sus cosas, y salieron corriendo hacia la entrada, pero cuando llegaron, ya estaban las ambulancias, era dos, y una de ellas partía a gran velocidad. 

Con la policía estaba la directora, con un rostro de preocupación, y les hablaba,  también los demás, estudiantes, conmocionados por lo visto. Tetsuya  buscaría nervioso respuestas, pero sólo las encontró en su maestro de historia, que le dijo que subiera al auto, que él lo llevaba al hospital, él había llamado ya a casa de los Iseki,avisando lo que había pasado...

Todos llegarían al hospital en momentos distintos, primero las ambulancias, y luego Tetsuya con Tsubasa y su profesor, al rato llegaría el padre de Tetsuya, angustiados como todos, lo malo fueron las noticias que los médicos les dieron, la pequeña Ariazu estaba con riesgo vital, el golpe del auto y la caída casi habían sido mortales y luchaban  con la hinchazón de su cerebro, no sabían si sobreviviría y si lo hacía, como iba a quedar. Los médicos habían sido claros, sólo quedaba esperar nada más.

Cosa distinta era la suerte de Shichiro, había resultado lastimado, y con el brazo roto, además, de una brecha en la frente que requirió algunos puntos, pero nada más grave, pero la culpa -aunque no se tenga responsabilidad - juega peligrosamente  con la mente de las personas y él no podría aun quitarse la imagen de su amiga volando por los aires, como si de una película en cámara lenta se tratase...

El profesor los dejó, y el padre de Tetsuya, y una tía que llegó, fueron a comer algo, ya eran cerca de las dos de la madrugada, y los chicos se habían enterado que Shichiro no había recibido visita alguna, se encontraba ne la habitación 416, en cuidados medios, lo dejarían en observación durante la noche.

Seguramente Tsubasa podía notar lo nervioso que estaba. Mi hermanita. Mi pequeña princesa. Estaba sentado, con las manos cruzadas, los codos apoyados en las rodillas y las manos cerca de mis labios. Pero en esa postura tal serena, estaba inquieto. Movía mi pierna de arriba abajo, y mi cabeza no paraba de pensar. No a ti...no puedo perderte a ti... Ariasu era lo único que me quedaba. Con mi padre no podía contar e incluso en una situación como esta, el estaba prestando mitad atención a los médicos y mitad al celular. Sabia que si había ido a comer era para aprovechar a responder mails, y decirle a su secretaria como debía manejar las cosas, cuando programarle el pasaje y demás... Mis pensamientos se movían de un lugar a otro. Mi hermana, el accidente, mi madre, su muerte, que pasaría de perder a Ariasu, de nuevo la muerte de mi madre, mi padre, su estupidez, mi pobre hermana, la escuela.... Un momento....¿Qué hacia Ariasu ahí? y...¿Porque Shichiro estaba en la misma escena?. Finalmente deje de moverme, solo para pararme.

-Yo...voy a dar una vuelta.- Se lo decía a Tsubasa, pero no lo miré cuando lo dije, así que no vi como reacciono o si me había seguido. Mi mente estaba ya en otro lugar, el lugar al que me dirigía, la habitación 416 de cuidados medios...La habitación de Shichiro, la habitación de las respuestas....

Me encontraba tendido en la cama con la vista baja.

Había visto a Ariasu salir volando ante el golpe. Todo eso lo había visto a cámara lenta, de hecho seguía viéndolo cuando cerraba los ojos, pero no tan lento como para que pudiera hacer nada.

Aunque la tratara de onee-san la verdad es que yo era el mayor. Se suponía que era quien tenía que protegerla.

En lugar de eso era ella la que había recibido el golpe que iba para mí.

Lagrimas de rabia y desesperación caían mojando mi cama sin saber como mirarla a la cara cuando la volviera a ver.

Porque Ariasu Iseki no era alguien débil al que algo como esto rompiese.

No me lo puedo creer. Es como rebobinaran una película delante de mis narices una y otra vez y yo solo pudiera mirarla embobado. Las escenas pasaban con celeridad y saltaban del partido a la ambulancia, el trayecto, el padre de Tetsuya...

No sabía como pero allí me encontraba, en el hospital. La cruda realidad me golpea una y otra vez con la cara de Ariasu encamada, entubada. Impasible ante todo el revuelo a su alrededor.

Me acerco un par de veces a Tetsuya y ante la incapacidad de articular una palabra, me limito a estar a su lado en todo momento. Como una sombra guardiana. Quiero que sepa que me tiene ahí, pero estoy seguro de que ahora Tetsuya no es consciente de todo lo que ocurre a su alrededor. 

De pronto, es como si hubiesen parado la película a mitad de una secuencia y por fin, alguien le diera al play. Acelero el paso en pos de Tetsuya, con la certeza de que acabaremos en la 416.

Y efectivamente, allí está Shecharinawa. Pobre Shichiro, tan afligido, tan culpable... ¿Qué haría allí mi amigo? ¿Con la hermana de Tetsuya? 

Me apoyo en la pared de enfrente de la cama y espero a que Tetsuya se arme de valor para enfrentarse cara a cara con el accidente.

Entre en la habitación rápidamente, y me detuve de golpe quedando parado frente a la cama de aquel que era mi amigo. Aquel por quien tantas veces me metí en problemas, con quien compartí tantas cosas. Apreté fuertemente mis puños y guarde silencio un momento. De golpe, hablé. -Shichiro...¿Que pasó? Tu...tu lo viste...¡¿Qué pasó?!- Necesitaba respuestas, necesitaba pistas, algo que me hiciera sentir menos perdido. No noté que Tsubasa estaba al lado mio hasta que ya había preguntado. Me hacía bien saber que mi amigo estaba ahí, pero en ese momento no pensaba en nada más que en las respuestas que quería obtener...

-Me la encontre a la salida del instituto, como tantas otras veces.- No podía levantar la cabeza de la cama. No tenía valor para mirar a Tetsuya a la cara-

Algunos de los matones me habian emboscado y me dierón una paliza con lo que iba aturdido y me deje un cuaderno.

Ella lo habia visto y lo recogio para darmelo avisandome cuando estaba cruzando el paso de cebra. Al oir su voz me detuve para hablar con ella. No había ningún peligro pues no habia coches.

De pronto sono un chirrido y un coche vino a toda velocidad haciendo zig zags. Entonces se coloco recto para lanzarse contra mí.

Estaba paralizado y me hubiera pillado pero Ariasu me empujo y...-

No podía soportarlo más así que me levante lo que pude de la mesa y agarre a Tetsuya de la camisa

-¿CÓMO ESTA ARIASU? ¿CÓMO ESTA MI ONEE-SAN?

Se que el coche la golpeo pero ella es fuerte. Muy fuerte. No la ha podido pasar nada ¿verdad? ¿VERDAD?- sin poder contenerme las lagrimas corrían fuerte por mis mejillas mientras tiraba de la camisa de Tetsuya exigiendole respuestas.

-Me la encontre a la salida del instituto, como tantas otras veces.

No entendía que estaba pasando. ¿Ariasu había venido al instituto? ¿Porque? ¿Para que?

A medida que Shichiro me contaba la historia era como si su voz sonara dentro de una botella, y el mundo a mi alrededor se volvía asfixiante, pequeño, oscuro...pero no quieto...no, daba vueltas. Muchas vuelta.

-¿CÓMO ESTA ARIASU? ¿CÓMO ESTA MI ONEE-SAN? Se que el coche la golpeo pero ella es fuerte. Muy fuerte. No la ha podido pasar nada ¿verdad? ¿VERDAD?-

 Cerré mis puños con más fuerza... ¿Porque Shichiro la conocía tanto?

-¡¿DE QUE DEMONIOS HABLAS?!- No pude contenerme, pero una vez hube gritado me di cuenta de que no debía hacerlo, y baje mi tono de voz, pero aun se notaba en el todo lo que sentía -De que...hablas? ¿Como que mi hermana y tu se veían a la salida del instituto? ¿Porque? ¿Desde cuando?-

Decido acercarme a mis dos amigos. El ambiente comienza a ponerse tenso y yo aún no he despegado los labios, pero no quiero que llegue a más. 

Los dos se miran, crispados, con los nervios a flor de piel. No tengo muy claro qué debo hacer, por lo que vuelvo a colocarme al lado izquierdo de Tetsuya y cerca de Shichiro. 

¿Su Onee-san? tenían una relación más estrecha de la que pensaba... y a espaldas de Tetsuya ¿Por qué? No creo que le pusiera trabas a su amistad... el no es de esos...

Miro a Shichiro y me siento dolido pero me muerdo la lengua. Ahora no es el momento de rencores adolescentes. hay mucho más en juego y siempre he sabido mantener la cabeza fría. 

-Tranquilo Shichiro. Ariasu está...- tomo aire -entubada. Inconsciente. Los médicos le están haciendo pruebas.

Y en ese momento escucho un crack. Un corte en el aire enrarecido de la habitación. Un stop en el VHS de esta película de locos. El sonido de un corazón roto por la pena y la culpa, un chasquido que al parecer solo llega a mis oidos.

¿Ha sido el tuyo, Shichiro?

Y entonces miento. Una frase que sale de una boca que parece no ser la mía pero que en este instante veo más que necesaria. Miento para relajar a mi pobre amigo que ha vuelto a tumbarse en la cama con los ojos desenfocados. Como si el también se estuviese apagando como Ariasu.

-Pero de momento está estable. Tenemos esperanza. 

Y se que yo ya la he perdido completamente. 

Al escuchar las palabras de Iseki me di cuenta de que no habia sido justo con él. Era su hermana y tenía derecho a saber de ella

-Ariasu-kun vino a verme hace unas semanas.

Te habia notado extraño y le preocupabas así que acudio al insitituto, que parecía la base de tus problema a ver que sucedia.

Me encontro, como de costumbre, siendo machacado por los matones de costumbre y cuando se fuerón se preocupo por mí.

De hecho le sorprendio que hacia un estudiante de secundaria allí -sonreí recordando ese momento -Le explique un poco de la situación pero no quise contarle demasiado para no meterle en problemas.

Siguio volviendo de vez en cuando y pidiendo que le contase más cosas. Además me pidio que no te contará nada para no preocuparte.

Poco a poco empezamos a tratar de otras cosas, creo que me veía como algo indefenso y le gustaba la ídea. Así empezamos a quedar para tomar algo, salir a dar paseos, contarnos lo que nos pasaba.

Era agradable. Supongo que es lo que siente ella cuando esta contigo, Tetsuya, o lo que sentiras tu con ella. Para mi era novedoso y muy...-

En ese momento escuche las palabras de Tsubasa y me quede paralizado

"¿Entubada? ¿Inconsciente? No podía ser"

Un murmullo salio de mi garganta como dando voz a mis pensamientos _{-¿Qué he hecho?-}

De pronto agarre mi sonda intentando arrancarmela.

-No es verdad. No puede ser verdad. ¿Por qué me mientes, Kado? Tengo que verla.- intente levantarme y apartarlos de mi camino -Quitaos de en medio. ¿Donde esta?-

No es que no quisiera a Shichiro o que estuviera celoso. Shichiro era una buena persona y sobretodo era mi amigo, pero su vida era demasiado complicada y era obvio que si mi hermana era parte de ella sería objeto de los acosos de quienes odiaban a Shichiro, pero claramente el no había pensado en eso. -No vayas a verla.....- Dije seriamente. -...no quiero que la veas nunca más, Shichiro.- Era horrible tener que decirle eso a uno de mis mejores amigos. Además se caía de maduro que a ella le importaba el, aunque no estaba seguro de que forma, pero lo que importaba es que al menos eran amigos, si es que no iban en plan de algo más.... Sin embargo, no podía dejar que mi hermana estuviese en peligro. Me negaba a perderle por cualquier circunstancia....
Con los puños cerrados y mordiéndome el labio, me dispuse a salir lentamente de la habitación para volver a la de mi hermana....

-¡¿Es que os habéis vuelto locos los dos?!- Levanto la voz irritado. Se que la situación los sobrepasa pero o espabilan de una vez o esto puede acabar peor de lo que imagino. 

-Shecharinawa, ni se te ocurra levantarte de esa camilla hasta el medico vuelva y nos asegure de que puedes moverte por el hospital- le pongo la mano en el hombro y lo obligo a dar de nuevo contra la almohada. Se que le duele y que no es jugar limpio pero no hay alternativa. 

-Y tu, Iseki ¿Dónde vas? ¿De verdad te estás escuchando?- Aún sigo sujetando a Shichiro y Tetsuya ya está saliendo por la puerta. Muy a mi pesar aprieto la mandíbula y quemo mi último cartucho, mi última bofetada de realidad para que no se marche. para salvar esta amistad, al menos un rato más -No seas infantil Tetsuya. Ariasu ha arriesgado su vvida por Shichiro ¿No crees que querrá verlo?

Un gran dolor recorría mi brazo pero lo prefería al que estaba recorriendo mi pecho en ese momento

-Tiene razón- solloce.

-Dejalo, Kado-san. Iseki-san esta en lo correcto. Mi simple paso es peligroso y fuí demasiado estupido como para ignorarlo.-

Me ergui en la propia cama mientras hablaba

-Siempre he soportado ataques e insultos y ya nos les doy importancia. Ustedes han peleado por mí muchas veces pero sabían lo que se hacian.

Sin embargo Ariasu-chan se acerco inocentemente preocupada por su hermano y deje que entrará en mi vida sin pensar en las consecuencias.

Si simplemente le hubiera indicado sobre su hermano y me hubiera alejado esto no habría pasado. Pero acepte su entrada en un mundo que no era el suyo.

El error fue mío pero ella pago el precio- me agite hasta que empece a golpear la pared con la cabeza

-No es justo. No se lo merecía. ¿Por qué tiene que pagar mis errores?.

Iseki-san tiene razón. Solo hay un culpable. Y soy yo- con cada frase daba un nuevo golpe contra la pared hasta que un liquido empezo a correrme por la nuca aunque eso no me detuvo. El dolor era más facil de aceptar que lo que sentía.

Deja ya de hacer eso!! - Dije al verlo golpearse.- Deja de ser un cobarde, y no me refiero a afrontar físicamente a Andou, ¡Me refiero a que tengas un poco de actitud, Shichiro! ¡Que no quiera que veas a Ariasu no significa que quiera que cometas una estupidez como la que estas haciendo! - Me acerque a el par tomarlo de los hombros y obligarlo a frenar. - ¡REACCIONA YA! Hay mucha gente a la que le importas. Tienes que madurar. Cambiar un poco esa forma estúpida de ser. Tienes amigos, le caes bien a la gente, deja de actuar como si estuvieras solo en el mundo.....-  Hice una pausa .-Debiste pensar antes lo de Ariasu, pero mi hermana estará bien, la conozco. Se preocupará cuando despierte, asi que no seas un estúpido OTRA VEZ y mejorate....- Me quedé a su lado para evitar que siguiera dándose golpes.

-¡Shichiro, PARA!- Y antes de que me de tiempo a agarrarlo en condiciones, un torbellino con la forma de Tetsuya se lanza hacia él. Agarrándolo de los hombros e inmovilizándolo contra la paredb blanca, que ya se empieza a tornar color burdeos.

Nunca había visto a Iseki tan enfadado. Siempre lo había tenido por un chico pacífico y simpático. De buenos modales y calmado. Aquella habitación estaba sacando a la luz lo peor de cada uno.  Las duras verdades que salían de la boca de uno, la culpabilidad en las palabras de otro.

Y tu Kado, en medio, siempre en medio de todo... a ti que no te gustan los problemas.

Pese que Tetsuya borbotea palabras con sentido y medianamente relajado, tengo miedo de que Shichiro y su martirizada cabeza comience otra vez con la retahíla de tonterías, que lo eran a oidos de todos menos a los suyos propios... E Iseki perdiera los nervios de nuevo.

Me acerco con parsimonia a la mesa auxiliar que hay junto a la cama y rebusco en los cajones hasta dar con las gasas y el algodón. No soy enfermero y no tengo ni idea de lo que irá mejor, así que lo cojo todo de un puñado con una mano y con la otra tiro de Tetsuya, obligándolo a soltar al pobre Shecharinawa, que inmediatamente se escurre pared abajo como si las piernas fueran incapaz de aguantar su propio peso.

Miro el Picasso que ha hecho Shichiro en la pared a medida que se ha ido moviendo de un lado a otro. Manchas oscuras que me hacen recordas las apenas absorbidas por el asfalto, enfrente del instituto. Ariasu...

Cierro los ojos un momento, recobrando la calma y me agacho junto a mi amigo que sigue temblando, hecho un ovillo. Le pongo el lío de apósitos tras la cabeza para que deje de sangrarle la brecha y bajo la voz, intentando darle un tono conciliador.

-Shichiro... Tetsuya tiene razón. Estamos aquí porque nos importas. Somos tus amigos y puedes contar con nosotros, siempre, siempre... - hago una pausa para que mi compañero pueda asimilar el concepto de la palabra- Deberías habernos dicho lo de Ariasu ¿qué problema había? Me duele que no confíes en mí. Yo... no tengo secretos para ti...

Oh, vamos Kado, ahora no montes la escena del amigo celoso... Un momento... ¿secretos?

Acerco mi cara a la de Shichiro, casi con avidez. Casi puedo verme en sus ojos con la cara descompuesta por momentos.

-Shecharinawa... ¿Qué has dicho? ¿Alejarte? ¿Meterla en tus cosas? ¿Viste quién conducía el coche? ¿Estás insinuando que Andou está detrás del accidente?- No puedo evitar bombardearlo a preguntas. Si la respuesta es afirmativa, estaríamos ante un caso muy grave. Intento de asesinato resonaba en mi cabeza de una forma fatídica.

Tetsuya me sujeto inmovilizandome mientras me echaba en cara mi propia inseguridad y falta de caracter. La base del problema que estabamos sufriendo.

No me da tiempo a responder cuando Tsubasa consigue que me suelta y me tapa la herida de la cabeza para a continuación preguntarme porque les tape la relación con Ariasu

-En toda mi vida jamás he tenido una cosa que pudiera decir que era solo mía. Incluso los excasos halagos que he recibido partian de algo exterior a mí y casí ninguno de los insultos tienen que ver con quien soy yo si no con lo que hicierón otros antes de mí.

Pero Ariasu-chan estaba solo conmigo. No porque fuera amigo de su hermano si no porque quería conocerme y tratarme.

En nuestra relación yo era alguien inseguro e inestable al que ella aconsejaba y picaba para que subiese. Sus sentimientos no partian de mi posición o de donde habia salido. Solo tenían en cuenta que era Shichiro.

Con ella no habia Shecharinawa ni Fuchirinawa. No habia Andou. No habia instituto Siete Dragones.

Solo existia Shichiro un joven estudiante de preparatoria y Ariasu una joven amable de secundaria que quería aconsejarle.-

Aparte mi rostro mirando hacia un lado

-Nuestra relación y amistad parte de otra cosa, chicos, y la aprecio sinceramente.

Pero cuando estaba con ella podía olvidarme de todo lo malo y solo vivir como una persona normal.

No espero que lo entiendan.-

Fue entonces cuando pregunto por Andou. Siempre salia su nombre en cualquier conversación que mantuvieramos.

-Cuando vino hacia mí me quede paralizado... y cuando le vi arrollar solo pude ver lo que sucedia.

No tengo ni ídea de quien conducia pero ¿acaso hace falta?.

¿Andou? Ni siquiera necesita ponerse al volante. NI SIQUIERA necesita pedirlo. Hay muchos que lo harían por su cuenta.

Y no sería el único. El número de gente que quiere hacerme daño no es muy reducido la verdad y a algunos solo les mueve la posibilidad de intentar agradar a otros sin saber siquiera si lo que hacen servirá para algo-

"Y nunca me ha importado. Pero esto es diferente. Tengo que descubrir quien fue..."

Mientras Shichiro hablaba y Tsubasa lo curaba yo me puse a caminar por la habitación, escuchando cada palabra, entendiéndolo en algunas cosas y no en otras...Finalmente, cuando el terminó, me encontré a mi mismo parado frente a la puerta, sujetándome con ambas manos del marco, relamiendo mis labios...

-...Eres un idiota, Shichiro....- Fue lo primero que pude decir.- Mientras TU no aceptes que hay cosas que son tuyas, nadie las aceptará. Y como lo harían si ni siquiera aceptas que tu vida es tuya. Solo ves lo que quieres ver, pero lo que te gusta ver es la versión trágica de todo. Excepto con Ariasu. No es que ella fuera algo tuyo pues tu lo dijiste: ella fue para averiguar cosas de mi, estaba allí por mi, pero se topó contigo...No es que esa relación fuera algo tuyo, Shichiro....es que por una vez en tu vida, ACEPTASTE que era tuyo. Era una vida normal la que llevabas con ella porque TU te permitías que así fuera...No te das cuenta, Shichiro, que el peor enemigo que tienes, no es Andou, sino tu mismo. Podemos ayudarte en tus batallas, pero siguen siendo tuyas. Hasta que no te decidas a pelear...no tendrás nada....- Salí por esa puerta. Había dicho todo lo que debía. Siempre iba a estar para mi amigo, pero primero el debía estar para si mismo. Sabía que este día iba a cambiar nuestra amistad para siempre, pero esperaba que al menos todo lo ocurrido sirviera de algo...Solo quería estar ahora con mi hermana y que ella se sintiera mejor....Abre los ojos pronto, Ariasu...

Dejo que Tetsuya se marche de la habitación para darle un respiro a Shichiro. Ayudo a mi amigo a levantarse con todo el cuidado que puedo y lo siento en la cama de nuevo.

Las palabras de Iseki han debido de calarle muy hondo porque sigue con la mirada perdida y creo que ni siquiera se ha dado cuenta de que sigo allí. 

Suspiro, viéndolo todo negro, muy negro -Shichiro, yo también me marcho. Voy a por algo de comer para Iseki y para mi, vuelvo en un rato a ver si te encuentras mejor. Te traeré unas pastas de te... Prometo venir en cuanto tengamos noticias de Ariasu- le digo en un vano intento por que me haga caso. Acto seguido le aprieto el hombro y me dirijo a la puerta para dejarlo que descanse. 

A solas con sus nubarrones...