- Parece que su muerte no es eterna como la de otros seres, parece que cada tiempo determinado, quizá un año o más volverán.
Avanza más en la cueva y todos le seguís hasta llegar a un altar de piedra cilíndrico, se alza algo más de un metro en el centro de la estancia, todo su alrededor tiene diferentes huellas de lobo grabadas, en su superficie de unos 50 cm de diámetro no se ve nada.
Dante avanza hasta él y lanza de nuevo otro conjuro y finalmente habla:
- Parece que son las huellas de los diferentes tipos de lobo de toda la Tierra Media y de algunos ya desaparecidos. En este altar parece que había algo que era lo que hacía que no llamase ni a los guardianes ni al resto de lobos de la Tierra Media, pero ahora no está. Parece que es algo que perteneció a un gran lobo, Carcharoth, el lobo de Morgoth. Sentí esa sensación la primera noche cuando vino a hablar conmigo Nebuchenedzer, y le dije que tuviera mucho cuidado con aquello que deseaba y aquello que podía desatar. Quizá fueron mis palabras lo que hizo que se marchase en medio de la noche y nada más hemos sabido de ellos. Pero debemos encontrar ese colmillo que por equivocación cogió el fabricante de arcos y que le vendió a Nebuchendzer. Con la destrucción momentánea de los guardianes los lobos volverán a sus lugares de origen, pero en breve vovlerán a ser llamados cuando esto vuelvan a materializarse. Así que necesitamos ese colmillo y devolverlo, ya que este santuario no parece poderse destruir ni con magia muy poderosa quizá los grandes magos o los líderes elfos pudieran o supieran como hacerlo, pero no sabemos como podría afectar eso a los lobos.
Creo que lo más sensato será encontrar a Nebuchenedzer y quitarle ese colmillo, hablar con los grandes sabios de nuestro tiempo y dar por finalizado este asunto. Lo más sensato es seguir la pista de Nebuchenedzer hacia Minas Tirith, mientras otros intentamos hablar con esos grandes e ilustres sabios de nuestro tiempo.
Todos decís que si a sus palabras y volvéis al exterior donde muchos esperan vuestra salida. El alcalde habla con ellos de volver al pueblo, mientras os dicen que han escuchado varios aullidos y han visto lobos huyendo.
Mientras volvéis al pueblo podéis divisar manadas de lobos que abandonan estos parajes, su mirada es esquiva, como la de los lobos normales, parecen haber perdido aquella mirada perdida que tenían estos días.
Llegáis al pueblo y el alcalde dice que os podéis quedar tanto como queráis y que se organizarán los grupos y emisarios a los diferentes lugares. Pero que cada uno es libre de hacer lo que prefiera.
Gildor aún está conmocionado por lo vivido en aquella cueva. Aquellos lobos tenían un poder inmenso, la simple idea de dejar a aquellas criaturas rondar por la tierra le hacía erizar los bellos del brazo. Yo-yo quiero acompañados a Minas Tirith a encontrar a Nebuchanedzer dice el elfo.
Secundando la decisión de Gildor, ofrece su ayuda para solucionar presto el asunto que les atañía, como bien había sospechado esa reliquia tenía que ver con el extraño comportamiento de las bestias y era de vital importancia restablecer el equilibrio en esa zona, y eso le pareció lo mas locuaz, por ello, sobraron las palabras, y un simple asentimiento fue suficiente para concluir que apoyaría en lo que hiciera falta y tendía su mano al alcalde para lo que fuera necesario, esta vez sería el cazador a quien habían de cazar.
Muy bien señores aquí finaliza. Siento el final este teatralizado pero era difícil que dos personajes sólos fuesen capaces de solucionarlo, así que decidí que las ayudas que no habíais pedido a los bardos que eran un poco clave se ofrecieran por mandato del Alcalde, al que he acorazado de antiguos objetos mágicos de esta zona.
Si hubiese una continuación sería en una de esas tareas pendientes que hay pero no lo tengo creado ni creo que la dirija por Umbría visto el éxito. espero vuestras críticas constructivas para mejorar la partida y cualquier sugerencia. muchas gracias a todos. Ahora os pongo un positivo a ambos por juagr la partida y acabar!!
Bueno...yo también vi muy difícil acabar la partida sin ayuda... Esos dos lobos nos comían vivos. Y seguramente el semiorco también. Por otro lado agradecerte tu gran labor como máster, creo que eres bastante bueno!