Partida Rol por web

Acceder a la mansión de Gloin no os resulta difícil tras intercambiar algunas palabras con el joven enano que os abre la puerta. Este, os conduce a una sala de espera tras miraros con cierta desconfianza (especialmente a la elfa). Os acomoda en una rica sala adornada con tapices que recuerdan antiguas batallas el pueblo de Durin, la prosperidad del pueblo enano y el temible azote que sufrieron los habitantes de Erebor a manos del viejo Smaug.

El joven enano os observa en la distancia.

Tras unos instantes, la puerta principal del salón se abren y un robusto enano entra limpiándose las manos, llenas de tinta. Viste ropas lujosas de color gris ribeteadas con ricas cenefas de color blanco, y una larga barba blanca bifurcada en su punta ondea debido a su movimiento nervioso.

- Bienvenidos compañeros, Gloin a vuestro servicio. - el amable enano baja la cabeza con cortesía - veo que ya habéis conocido a mi hijo Gimli. ¿En qué puedo ayudaros?

Tras llegar a la casa del enano, y conocer al joven Gimli, Glóin nos saluda. Ha llegado la hora de desempolvar mi arma: la lengua.

- En realidad, maese Glóin, esperaba que fuese al contrario: esperábamos que nosotros pudiéramos ayudarle a usted.- Hago una leve reverencia hacia el viejo enano.- Mi nombre es Holdin, hijo de Haldar, y soy natural de esta tierra, Valle. A mi lado está el valiente Brann, hombre de armas probado, y la buena elfa Sarunniel. Thror Brazo de Plata es el enano que nos acompaña, y el que nos ha convencido de prestarle ayuda. Pues a sus oídos ha llegado la noticia de que andáis en busca de dos enanos desaparecidos, y ninguno de nosotros está dispuesto a permitir que esa situación se prolongue. Especialmente Thror. De manera, mi buen maestro enano, que permita que este servidor del Rey Bardo le pague su ayuda en la expedición que acabó con Smaug muerto y mi tierra de nuevo en su lugar con sus servicios en la búsqueda de aquellos que se han perdido.-Concluyo con otra reverencia.

- Bien, Holdin hijo de Haldar, agradezco vuestro interés. Habéis oído bien en lo recurrente a los enanos desaparecidos. Salieron hace algunos días en dirección Sur para hacer entrega de un importante mensaje, iban a entregar personalmente una carta, una invitación formal del rey Dain Pie de Hierro al Señor de las Águilas para la próxima reunión de los Cinco Ejércitos. Planeaban ir al sur a lo largo del Río Rápido para investigar el estado del Camino del Boque Viejo, y posiblemente atravesarlo, ahora que la amenaza de los trasgos ha quedado reducida.

- Triste situación por dos bandas, pues. Triste es que dos enanos se pierdan, y triste también la importancia de lo perdido. ¿No es cierto, Glóin hijo de Gróin?

- Es cierto, amigo Holdin. Podríamos decir que la situación es triplemente triste, pues uno de los emisarios era mi primo Balin, hijo de Fundin, quien me acompañó a su vez a presentar batalla al viejo gusano Smaug. No sé lo que les habrá pasado, pero desafortunadamente las opciones son muchas en estos días de dudas. Tened en cuenta que por si los peligros de las Tierras Ásperas fueran pocos, también debemos considerar a los sospechosos habitantes del Reino del Bosque - dice Gloin mirando de reojo a Sarunniel. Son enemigos jurados de la Sombra, pero desafortunadamente no aprecian a los enanos y vigilan su tierra celosamente. Espero que mis sospechas estén desencaminadas, pero no me sorprendería que Balin volviera a gozar de la famosa hospitalidad del Rey Elfo...

-Ejem, ejem. Mi señor... - Carraspeó dando un paso al frente, al ver el poco acierto que el trovador estaba teniendo en la elección de sus palabras. Aunque no le extrañaba lo más mínimo. Acostumbrado a endulzar con sus rimas los oídos de los de su raza, Thror entendía que le faltase la seguridad de como dirigirse a uno de los lideres de su pueblo. No había que andarse con rodeos, era preciso ir directos hacia el objetivo que se persigue.- ... bien es cierto que los elfos son unos canallas y nunca debe bajarse la guardia en su presencia.- Intuía que en ese momento los ojos de Sarunniel se clavaban en su nuca.

-Sin embargo, mi señor. El bosque viejo es un lugar, ya de por sí, más que peligroso. Mis frecuentes viajes me lo han demostrado, al tener que enfrentarme en él a innumerables enemigos miembros de la sombra. -Thror miró hacia la infinidad que se dibujaba a la espalda de Glóin mientras rememoraba algunos de sus viajes. -Partidas de orcos que bajan de las montañas con el fin de cruzarlo y comerciar con otras tribus. Las arañas, esas sabandijas que no dejan de aumentar continuamente su número. Y por si fuera poco, los trolls. Esas malditas bestias campan a sus anchas por el bosque ocultandose de la luz del día. -Retomó la visión sobre su congénere y señaló su arma.- Y creedme señor, que este enano tiene su pica más que lista para acabar con todo troll que se le plante delante.

Se irguió y ensanchando sus hombros, continuó. - Así que, os ruego me permitáis ser quien guíe una expedición, a la mayor brevedad, en busca de nuestros parientes. Con el único fin de traerlos de vuelta... -Sentencia.- ...sanos y salvos. 

- Estimado Thror, tu sentimiento es perfectamente comprensible. Un enano en peligro representa una amenaza para cualquier hijo de Durin. Espero que tu y tus compañeros podáis dar con Balin y su acompañante sanos y salvos, y traerlos de regreso. Si el trabajo es de vuestro interés, no dudéis que la Montaña Solitaria apostará por vosotros como encargados del rescate. Y ciertamente no todo serán palabras bonitas. Estimado Thror, Erebor dispone de una copiosa recompensa para aquellos que consigan retornar a casa a ambos emisarios pues alto es su valor y estima.

-Os agradecemos el honor que nos brindais, mi señor.- Realizó una reverencia cortés. -¿Podríamos solicitaros alguna información adicional que nos ayude a alcanzar nuestro cometido?- Atusó su larga barba. -Tal vez el itinerario que seguían, una descripción de los emisarios, algún rasgo llamativo de los mismos...

Silenciosamente Gloin extiende un amplio mapa encima de una mesa. Representa todas las Tierras Ásperas, desde las Montañas Nubladas hasta las Colinas del Hierro. No habíais visto nunca un mapa de esas características y con tanto detalle.

- Estamos aquí, en el Lago Largo, la confluencia de un par de rios, uno de ellos provinente de Erebor. Según las indicaciones que le dimos a Balin, él y su acompañante debían bajar por el Río Largo a través de las Ciénagas Largas hasta encontrar el Camino del Bosque Viejo - Gloin recorre la representación del río con un grueso dedo cargado de anillos - Esta intersección de aquí. En este punto debían dejar los botes, y si era posible, ir andando hasta el Viejo Vado, al otro lado del Bosque Negro. Una vez allí, llegar al Nido de las Águilas es simplemente cuestión de ir al norte por la orilla oeste del Río Anduin.

Ciertamente el ejemplar del mapa es muy grande para ser transportado pero podéis hacer unos bocetos aproximados.

- No tiene pérdida, el Camino del Bosque Viejo está a unos cuatro días río abajo, en bote. Por cierto, ¿querréis ir en bote, supongo? Es la manera más rápida de descender el río. Si es así, os puedo facilitar un documento para que os permitan utilizar uno de nuestros esquifes. Id con este permiso al puerto de Esgaroth.