Partida Rol por web

Atónita, Coraline contempla a… ¡Melita! Pero, como pudo ser ella… La muchacha descubre la presencia de Alfred y Joseph recién cuando éste último se introduce en la biblioteca. Entonces, la muchacha parpadea y susurra al oído de su novio: Escuché pasos en la escalera y me asomé de inmediato, no sé por qué. En realidad lo sabe, la curiosidad es en ella una virtud… y un vicio del que se avergüenza un poco. No entiendo como pudo caminar tan rauda y silenciosamente, con su problema de cadera. Fue más rápida que…

En ese momento, el monólogo de Melita capta su atención y se aproxima sigilosa tras los pasos de su cuñado, pero sus ojos se desvían brevemente atraídos por un destello de aquella misteriosa espada.

Alfred se queda sorprendido al ver a Melita en la biblioteca. Parecía no haberse dado cuenta de que todos estaban allí a pesar de haber encendido la luz.

¿Qué está haciendo aquí arriba en plena noche y cambiando de sitio los libros?

Sin moverse de la puerta, vio cómo Joseph se aproximaba a ella. Sabía lo que estaba pensando su hermano.

Tal vez esté dormida y lo haga inconscientemente. Eso explicaría por qué no recuerda cómo ha llegado al piso superior.

Las palabras de Coraline lo sacaron de sus pensamientos mientras la ve acercarse a su hermano. Alfred fue tras ella y susurró a los dos:

Tened cuidado de no despertarla, debe ser sonámbula. Aunque, aun así, ¿cómo habrá subido hasta aquí? Coraline, ¿estás segura de que la oíste caminar tan deprisa? Aunque esté dormida, no debería poder moverse velozmente tal y como está ed salud.

Coraline parpadea nuevamente y desviá la mirada de aquella espada. Luego escucha la pregunta de Alfred y, antes de responderle, rememora lo acaecido, punto a punto.

Escuché pasos en la escalera, dejé el libro y me incorporé; no caminé rápido, pero son pocos pasos los que debí efectuar hasta la puerta; la abrí y Melita ya había ingresado a la biblioteca sin que pudiera verla. Mi trayecto fue mucho menor que el de ella, y no la ví en el pasillo siquiera. Sí, definitivamente fue muy rápido para Melita. Distinto hubiera sido si fuese Joseph o Alfred, podría entenderlo. Pero de alguien con la cadera maltrecha, no.

Y asiente en silencio, convencida.

Fue sorprendentemente veloz para alguien como Melita.

- Si, no debemos despertarla.... Es extraño Coraline... Melita no es capaz de hacer eso despierta... ¿Alguno entiende qué dice? Creo que hemos dado con su problema de salud. Deberiamos tratar de volver a llevarla a la cama... Quizás sea mejor que esta noche duerma arriba, en mi habitación.

Me resulta increible lo que narra mi cuñada, pero no tengo por qué dudar de ella. De todas formas, ¿cómo imaginar a mi abuela subiendo las escaleras para mover todos los libros? Pero ¿qué es lo que está diciendo?.

Alfred no se había percatado de que Melita estaba hablando hasta que Joseph lo mencionó. Escuchó con atención a Melita.

No, Josh, no puedo entender lo que dice. Probablemente diga cosas sin sentido, si es que está dormida... Me parece bien, que duerma en tu cuarto. Pero, ¿cómo llevarla hasta allí sin despertarla?

Me gustaría entender lo que está diciendo. ¿Por qué estará cambiando de sitio los libros? ¿Por eso estarían desordenados los de aquel estante cuando entré aquí con Coraline a mediodía? Pobre Melita...

Alfred se acercó más a Melita tratando de escuchar lo que decía mientras observaba los libros que estaba moviendo.

Podrías rodearla con el brazo y conducirla sin forzarla, pero no creo que sea conveniente hacerlo más que para guiarla a uno de los dormitorios de este piso. Podría caer por las escaleras si intentamos bajarla. Luego sussurra casi para sí misma. ¿Cómo subió tan rauda estando dormida? ni despiera podría...

Coraline escruta los libros que ¿ordena? Melita y luego aguza el oído intentando comprender lo que dice.

XDDD Jajaja, intente en ambos idiomas y el fracaso es rotundo. Hasta tire de mas, por suerte no se hizo lio XDDD

aprovecho el mismo posteo y tiro descubrir

soy un fracaso XDDD

Hago un gesto de silencio a mi cuñada... Parece que si consigo entender las palabras de Melita....

Te das cuenta de que Melita parece estar diciendo algo sin sentido que no entiendes, pero que vendría a ser una cosa como ésta:

-Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn

Repite esto mismo una y otra vez, mientras coloca los libros.

Cuando Emmeline se gira, al contacto con vosotros, parece estar en trance. Tiene los ojos entornados hacia arriba, y no parece estar mirando nada en concreto, como si estuviese sonámbula, lo cual no deja de sorprenderos, sobre todo a los dos mellizos, pues Melita nunca había padecido sonambulismo.

Repite una frase incomprensible una y otra vez, una y otra vez, y tras llevar un rato largo colocando los libros, se detiene de hacerlo, y deja de susurrar nada, aunque sigue como abstraída.

Alfred se queda impresionado ante la cara de Melita, completamente inexpresiva. Ella seguí susurrando aquellas incomprensibles palabras cuando, de pronto, se quedó todo en silencio. Alfred se acercó despacio a ella y le pasó la mano por delante de los ojos intentando ver si ella se percataba de su presencia, pero parecía que estuviese en trance, como si para ella nadie más estuviese en la sala. Miró a su hermano con gesto de preocupación.

Joseph, esto es muy raro. No sé si esá sonámbula o... no sé, mírala, es como si estuviese en trance o algo así. Tienes los ojos en blanco... ¿Qué vamos a hacer? ¿No deberíamos tratar de despertarla? Verla así me da escalofríos...

La primera impresión de Coraline al contemplar el rostro de Melita cuando se vuelve hacia ellos es de miedo, crudo e irracional miedo. Oprime el brazo de Alfred y susurra: Creo que deberíamos buscar a un médico, urgente.

- No, tranquilos. Yo la llevo a mi cuarto, no os preocupeis.

La envuelvo suavemente entre mis brazos acompañándola por el pasillo hasta mi habitación.

Emmeline se deja acompañar sin problemas hasta el cuarto de su nieto. Tanto Alfred como Joseph tratan de acostarla sin que ella oponga resistencia, y en el momento en que su cabeza contacta con la almohada, se queda plácidamente dormida.

Coraline, por su parte, se había quedado en la biblioteca, revisando los libros que ordenaba Melita, sin encontrar ninguna lógica. Al cabo de un rato, se reúne con los mellizos en el rellano.

Es muy tarde, así que deciden acostarse y llamar al doctor al día siguiente, ya que Melita parece dormir ahora como un angelito. La pareja se retira de nuevo a su cuarto, algo desvelada a causa de lo acaecido con Melita, y Joseph decide quedarse en la habitación, con Melita. coge algunos de los cojines del sofá de la biblioteca, y los lleva para acostarse en el suelo, sobre la alfombra. Así estará atento a cualquier cambio en la conducta de su abuela.