Partida Rol por web

La información que se conoce públicamente sobre el vástago, puede ser real o ser simples rumores.
También se puede postear de forma privada para la información que se considere importante pero que no sea de dominio tan público.

-¿¡COMO!? -Exclamo sorprendido el Nosferatu, deteniendo su función de horrendas marionetas y su canturreo francés. Cuando dejó de mover los hilos, Tomas y Lorens, las marionetas del engendro, giraron sus cabezas hacia el publico, con aterradora brusquedad, abriendo los ojos y la boca en exceso como signo de sorpresa para dar mayor dramatismo al momento.

-¿Queréis saber mas sobre mi? -Preguntó otra ves, exagerando su tono de voz para que se notara su felicidad, pues su rostro, el cual carecía de párpados y labios, resultaba indescifrable. Una vez mas las marionetas se agitaron, representando un ridículo baile, como si no pudieran contenerse de la felicidad.

-¿Por donde empiezo? ¡Hay tanto que contar! y a la vez tan poco. Para mi todo empezó con el Abrazo, un "ritual" que tampoco presencié pues me encontraba en un estado de en coma... -Argumentó el poco agraciado vampiro. -¡Pero por favor, tomad asiento! La función de mi no-vida está a punto de comenzar. -Instó para que se sentaran mientras su cuerpo se fundia con las sombras y hacia de oscuro escenario para los títeres, quienes ahora parecían bailar solos.

-Debemos trasladarnos a París, mi historia comienza ahí. -Emprende el Nosferatu. -París... ¡que maravilla de ciudad! ¿Has estado alguna vez? Todo cainita amante del arte y melancólico debería visitarla al menos una vez en su no-vida. -Aseguró Austère.

-Deduzco que soy de ahí, pues mi Sir me encontró tirado en el suelo de un sucio callejón de la ciudad. Al parecer había sido víctima de un atraco a mano armada y la vida me abandonaba a borbotónes a causa de la brecha que me habían abierto en la cabeza... ¡Aun conservo la cicatriz! ¿¡Quieres verla!? ¿No? Tienes razón, mejor para después de contar mi historia. -Coincide el narrador, prosiguiendo con su historia personal.

-Mi Abrazo tubo lugar, si mal no recuerdo, en 1173. Para que te sitúes mejor unos diez años después de que se empezara a construir la Catedral de Notre-Dame... Me pregunto cuando terminarán las obras, estoy ansioso por hacerle una visita. -Comenta para si. -No soy muy bueno con las fechas, y tampoco se demasiado de historia, pero recuerdo con asombrosa claridad todos los acontecimientos de mi no-vida. Si, recuerdo con todo detalle lo que vi al despertar en mi nueva forma y al abrir los ojos ¡¡Espera un segundo!! -Exclama, deteniendo su explicación al intentar rememorar otro dato.

-¿Los abrí o simplemente dejé de tener párpados? No importa, continuemos... Como iba diciendo lo recuerdo todo como si fuera anoche: el olor a hollín y basura, aquel dolor de cabeza, el frío de la muerte y el contacto de alguien estrechándome entre sus brazos. Mi cuerpo se sacudía por el dolor y la sed, pero aquel "hombre" tenia la fuerza suficiente para retenerme y la voluntad para serenarme. Aquel formidable indivíduo era mi maestro y a día de hoy aun quedo sobrecogido ante su persona. -Afirma Austère, con mayor seriedad de la que había mostrado hasta el momento.

-Muchos Nosferatu guardan cierto recelo hacia su sir, sienten que les han arrebatado sus vidas... -Cuenta, tras lo cual se encoje de hombros, pero sin dejar de mover las marionetas, con las que había estado representando la trágica escena, colocando a una marioneta y otra como víctima y salvador. Las víctima acababa de ser rescatada y estaba bailando y saltando de alegria junto con la otra. -Pero en mi caso, me dio todo lo que tengo.

El bloc de notas de Austère:

El bloc de notas parece un libro corriente y moliente a ojos ajenos e inexpertos, pero la cruda realidad es que está encuadernado con piel humana bien trabajada.

Su contenido bien puede parecer un caos, un desorden que solo su autor sabe el porqué de tantas anotaciones y dibujos juntos y sobre expuestos entre ellos. Sin embargo el nosferatu tiene un código secreto para ordenarlos cronológicamente y es la fecha que pone en sus dibujos. Un número camuflado al lado de su firma. Así pues, de entre el ultimo de los dibujos al primero es capaz de sacar cuentas de los días entre los que tuvieron lugar los acontecimientos y datos.

Algunas escrituras importantes las camufla a modo de poemas o canciones. Tomando después letras o palabras de ese texto para desvelar el verdadero contenido.

Estos son algunos de los códigos que se esconden en el libro, un reto que propone al resto de lectores con no tan buena memoria.

Futura carta a un príncipe:
Tras llegar a Bistritz, Austère enviará un mensaje en nombre del grupo al príncipe Vencel. En esta carta se oculta también un corto mensaje hacia su sire. Lo justo para informarle de la traición de un compañero.
 

Cordiales saludos, excelentísimo príncipe Vencel Rikard.

Tras aproximadamente dos semanas y media de nuestra partida, al fin llegamos a Bistritz, como vos nos recomendó. Aunque el viaje resultó largo y tuvimos algunos contratiempos pude examinar el castillo de mi colega Zelios y diseñar unos planos que, aunque lejos de estar a su nivel, estoy convencido que os gustarán.

Una vez al corriente de nuestros avances en esta importante encomienda os informo de la desaparición de Thraven. No sabemos como nuestra compañera desapareció sin dejar rastro. Trasmitid mi pesar a su sire, pues su chiquilla y un servidor habíamos empezado a entablar una sincera amistad durante este viaje.

Por ultimo, y si no os resulta demasiado pedir, entregadle esta carta a mi maestro pues tras mi partida desconozco su paradero actual.

Sin mas me despido y os deseo una existencia larga, plena y llena de prósperos negocios.

Atentamente: Austère Cautère

Como era de esperar de un amante del arte, Austère disfruta creando, utilizando como materia prima los restos mortales de animales (por ser los mas fáciles de conseguir) pero la materia prima que mas aprecia son los cadáveres humanos.

El engendro tiene conocimientos en medicina. Se sabe que trabaja mucho con muertos, lo que se desconoce es si antes de empezar con la operaciones el sujeto ya estaba muerto. No siempre tiene el material ni el sitio apropiados para trabajar pero disfruta y aprovecha la ocasión cuando un muerto está en tan buen estado. Para no perder su talento como embalsamador arranca tiras de piel, o mutila y hace que los miembros se desangren por completo para que tarden mas en pudrirse. Para finalizar con la manualidad, recubre la materia orgánica con resina, barata pero efectiva para evitar la podredumbre, un método muy utilizado en la antigüedad.