Partida Rol por web

El Tzmisce ignoró completamente a Austere. Normalmente no aportaba nada al grupo y esta vez tampoco lo estaba haciendo. Se volteó antes de alejarse del lugar de nuevo hacia Zelios, no habia resultado. Pero aun asi el grupo ya arrastraba bastantes favores por doquier - Entiendo lo que intentais insinuarme Zelios. Pero yo solo veo una torre y seis personas de las que quereis gozar de un favor. Por favor, no me mal interpreteis. No intento insultaros Maese, vuestro prestigio es cuasi tan alto como el mas grande de los castillos que habeis diseñado y no voy a menos preciar vuestro talento- Se mesó la barbilla pensativo- veamos, quereis que os garantiemos favores venideros sin saber a que nos atenemos. Si lo que quereis es gozar de territorios de caza en nuestros futuros territorios, o inmunidad al pasar por ellos me parece muy factible, no me negare a brindar tal favor a alguien que quiere ayudar a nuestra causa. Yo mismo firmaria en tal caso. Pero si se trata de algun otro recado... vos mismo habeis dicho que aspiramos a principados. 6 principes detras de vuestros quehaceres? no gracias. Pefiero levantar la torre con los planos de otro. Por lo contrario si el resto estan dispuestos a aceptar sin siquiera pensar en que necesitareis en el futuro y ese pago os vale, ambos salimos ganando Maese Zelios, yo no me pringo, y vos teneis a vuestros recaderos.-

Estaba ya cansado de que a cada paso que daban algun otro vampiro mas antiguo apareciese a intentar joderles el trasero. Estaba cansado de que mientras alguien les mandaba a limpiar mierda, mandara a otros a que les pidieran que limpiaran mas mierda. No, el no era la tipica babosa que se arrastraba por dos monedas. Tampoco hacia falta que el mejor arquitecto de toda transilvania se presentara para levantar una torre, si el no queria, otro lo haria.

El malkavian permaneció en silencio. Su posición no era suficiente como para discutir con vampiros tan afamados, y Stepan, además de su título nobiliario, tenía a favor el territorio. Sus dotes de negociación eran buenas, pero él permanecía callado. Radu negoció con Zelios, no ellos. No tomaría favores de alguien que no se los devolvería en un futuro. Ni siquiera de alguien que para empezar menospreciara su posición. No... Melvin no tenían intención de deber más favores.
Y sin embargo seguía en silencio.

- El futuro es muy incierto, mi señor, se pronunció por fin el destino de cada uno puede seguir sendas diferentes. No creo que pueda satisfacer los deseos de mi señor, y es posible que su trabajo aquí sea fruto de un favor independiente al nuestro. El amigo Austere parece dispuesto a afrontar parte de la deuda. Si es así, tener en cuenta que es posible que el favor de algunos le sea menos útil que el de otros.

Zelios alzo una ceja con perplejidad, tras lo cual se limito a dar la vuelta para marcharse.

-Bien, ya veo que aquí no se me requiere, partiré a contarle al príncipe Radu que por desgracia sus consejos no son bien recibidos en estos lares. Estoy deseando ver como levantáis una torre sin ayuda, enviad un mensajero a Bistriz si cambias de idea, pero ya advierto que mi oferta no volverá a ser tan generosa.

Y se fue murmurando para si mismo.

Antes de marchar Zelios te habló en privado.

-Veo la ambición en tus ojos, y e visto como te tratan. Te voy a pedir algo sencillo, cumple sus espectativas, ya que piensan que no eres mas que un patan, que tus planos sean dignos de un patan. Que la torre no se alce, que me necesiten y cuando vuelva tu estaras exento de pagar la deuda.

Se que te interesa tanto como a los otros que la torre se levante pero... De todas formas no lo hará sin mi ayuda.

Stepan se acerco a Melvin cuando Zelios se hubo marchado- Bien creo que es hora de hablar con los pueblos de alrededor y reunir a los hombres constructores con mas idea, Tan solo nos pidieron que levantaramos una torre y eso vamos a hacer- Se volteó para mirar el estado en el que se encontraba esta y como iban las tareas de limpiar la zona y preparar los materiales- SI seguimos el patron antiguo y levantamos una simple torre de varios pisos terminaremos nuestro cometido sin deber mas favores de los necesarios -

Lo que su colega le había sugerido no era descabellado. Si no conseguía construir la torre la culpa no recaería sobre él únicamente. Les habían ofrecido ayuda a cambio de un favor, que no necesariamente tendría que cumplir personalmente.

Sus compañeros le tachaban de patán y sus esfuerzos nunca eran reconocidos a pesar de todo. Haría un plano, tal como él habría querido construido la torre, pero no lo compartiría con sus compañeros a no ser que mostraran respeto y gratitud. Como dudaba que eso llegara a ocurrir en ese siglo se limitaría a interpretar los austeros y vacilantes trazados que su gallardo compañero proponía seguir.

-Me ponéis en una encrucijada gran Zelios. A diferencia que mis compañeros deseo fervientemente construir una majestuosa torre, pero mis compañeros resultan un lastre... Tomaré en consideración sus palabras. Solo les ayudaré en lo necesario si me lo piden con educación y siendo sincero, dudo que eso ocurra...