Partida Rol por web

El beso sin duda sorprende a Marcus, incluso sonrojándole, pero no disgustándolo.  Se acomoda un poco el cuello después del mismo, carraspeando ante tu explicación. Mentalmente agradece que pueda cambiar el tema.

-Ejem… si... si estoy de acuerdo. Por eso espero que quiera quedarse y tomar el mando del castillo mientras marcho. Aunque si su mujer e hijo están mal…+claramente no tiene idea de lo sucedido en el molino, pero puede asumir que una embarazada esta mal por varias razones+ En fin, dile que venga a verme y lo hablare con el. 

No parece haber más que decir. Pero alza la diestra y deja una caricia en la mejilla de Drusilla, áspera pero cálida.

-Cuídate mucho. +susurra, para luego apartarse y seguir ordenando las tropas, sin mirar atrás.

-Los dioses nos asistan…+suspira la mujer, llevándose una mano temblorosa a la sien+ Cuanta tragedia en un solo dia… Si tan solo el señor Serf no hubiera caido en esas ambiciones desmedidas…

Es triste pero cierto. Los plebeyos pagan por las intrigas de los nobles. Meneando la cabeza con pesar, la mujer regresa al cuarto para lavar y cuidar de tu mujer, volviendo a dejarte solo. ¿Qué ahora? Parece que todo cuanto resta es esperar el regreso de Drusilla… o el amanecer para ir al castillo y aclarar las cosas. Aquí poco puedes hacer.

Solo mirar los rostros sombrios de las prostitutas, cuya alegria se ha apagado despues de lo que contaste. Evidentemente la noticia esta circulando por ellas y a traves de ellas por el poblado. Sera una noche amarga para muchos...

Drussilla deja escapar un pequeño suspiro de despedida. Pero al ver que su compañero se marcha pareció recordar algo, y su cara se oscureció.

- Marcus... en cuanto al molino... lo que vimos fue... Se acercó a él y bajó la voz para que no la escucharan. Han masacrado a muchisimas mujeres. No sabemos bien qué pasó allí, estaba todo oscuro, no podíamos ver, pero cuando logramos hacer algo de luz... entre ellas estaba la mujer de Gaheris, se salvo de milagro... corrimos hacia la ciudad a buscar ayuda y allí dejé a Gaheris en el burdel. No se que pasó...

Marcus se vuelve y escucha, entreabriendo los ojos con sorpresa. Un gesto así de barbárico por desgracia no es infrecuente en una conquista militar, pero aquí… Se lleva la mano libre al rostro, pensando. Desde luego no han sido los suyos, ni la guardia de Parren que no se ha movido del castillo. Esto solo deja a los hombres en el poblado, y después de lo sucedido en la plaza, bien podría ser el caso. Pero si mañana emprenden la marcha con esa acusación pendiendo sobre sus cabezas, se están matando mucho antes de llegar a la batalla.

-Mas razón para que Gaheris se quede entonces… +replica finalmente, sombrío+ Le tocara a él descubrir a los responsables… y a mi aplicarles su castigo. Si fueron esas tropas, me asegurare de que esten en primera linea cuando todo comience. +asevera. Despues de todo es capitan de la expedicion. Algo asi puede arreglarse.

El pucho derecho de Dru se cerró y golpeó suavemente el pecho de su compañero asintiendo. Quizás era aquella la ultima vez que se verían. Aunque no era eso lo que su corazón le decía. Giró y se dirigió a preparar su equipo  y despedirse de sus dos hombres de confianza. Luego volvería al burdel y luego quien sabe que le esperaría.

Armar tus bartulos no cuesta mucho, y poco ratos después, puedes buscar a tus hombres. Creisen y Gaylor están comiendo algo junto a otros guardias que permanecerán, en el salón principal. Las caras de poco sueño miran el vacío mientras mastican y murmuran por lo bajo. Una botella de licor, mal disimulada junto a una columna, también les hace compañía.  

No te notan hasta que casi estas a su lado y entonces solo saludan con un cabeceo y miradas apagadas. Por dentro, el castillo ahora parece mas frio que de costumbre, en contraste al ajetreo que hay en el patio.

-Hola jefa... Linda noche, ¿no?+ bromea sin ganas Gaylor, meneando la cabeza con desgana.

- Una noche... especial... deja escapar mientras se siente al lado de sus muchachos. De mierda claro, pero especial. 

Observa largo rato a Creisen y luego a Gaylor. Tengo una nueva tarea para uds... no irán con la expedición, se quedarán aquí con Gaheris. Hay un asunto importante que resolver en el pueblo, luego les darán detalles... Se estiró hasta la botella de licor, y le dió un largo trago. Bajó un poco la voz y volvió a hablarles. Por otro lado necesito también que le ayuden a Gaheris a mantener el burdel... yo estaré ausente por un... tiempo. Podrá hacer eso por mi?

Ambos te escuchan sin variar mucho su postura. El primero en replicar es el rubio, como siempre.

-Claro... Sera un sacrificio, pasarme el dia con las chicas en vez de cuidar estos muros... pero hare el mejor esfuerzo por no decepcionarte. +dice casi sin que se le note la sonrisa. Aunque obviamente se puede apreciar el brillito en los ojos ante la oportunidad, que le devuelve un poco la expresion a su rostro.

Por otro lado, su serio compañero extiende la mano para recibir la botella, luego de que le has dado un buen sorbo. Puede verse que igualmente asiente a tu pedido, pero sopesa las palabras con mucho mayor cuidado.

-¿Cuanto es eso de "un tiempo"? ¿Adonde iras? +inquiere, con una mirada algo mas penetrante.+ Supongo que no con la expedición, ¿verdad?

Al contrario de Gaylor, se envara algo tenso y suspicaz. No es la forma en que siempre les hablas.

- Cuidarlas, no follarlas! Dejó escapar una sonrisa triste. Luego observó un rato largo a Creisen, tiene derecho a preguntar. Meneó su cabeza.No lo se. La verdad no se cuanto tiempo será ni donde iré... y no. No será con la expedición. Tengo otro asunto que resolver...

Gaylor se encoje de hombros ante la sugerencia de que va a follarselas, con un claro aire de “y yo que puedo hacer”, pero se enseria un tanto junto con Creisen al oir lo siguiente. Mientras el veterano apura al trago, ambos meditan eso que implican tus palabras.

-Supongo que esto es un hasta la vista, entonces… +replica finalmente en voz baja. Si no estan invitados a ir, por algo sera. Frunce los labios un tanto y alza las cejas, mirándote a los ojos. En tono medio serio, medio no, añade. + Supongo que seria mucho pedir un polvito de despedida, por si no nos volvemos a ver… ey! ash..

Creisen interrumpe el argumento con un golpe de la botella en la rodilla. Siempre mas parco en palabras, no parece tener nada que añadir.

Dru se acercó a Gaylor. Puso un dedo en su pecho y lo fue bajando hasta la entrepierna del rubio. Tomó su miembro y lo apretó un poco. - No creo que con esto puedas hacer algo serio. Sonrió, y sin dejar de apretar, con su otra mano lo tomó por los pelos y le arqueó la cabeza. Luego lo besó introduciendo su lengua profundamente por unos segundos. Confórmate con eso...

Miró a Creisen. Se acercó y tomó su cara entre sus dos manos. - Te besaría también, pero entonces estarías probando la saliva de Gaylor... y tu eres un hombre serio... Llevó su frente contra la de él. Cuidalo... señaló hacia Gaylor. Giró sobre sus pies, lista para ir por sus cosas.

El rubio justo entreabrió la boca para replicar al ser manoseado de esa forma, por lo que el beso entro de lleno y le hizo abrir los ojos un tanto con sorpresa. Al retirar tu lengua todavía tenía esa expresión…. Además de cierta dureza en sus pantalones.

Gaylor por su parte, frunce ligeramente el ceño, pero al menos tus palabras consiguen sacarle algo muy raro de ver en su cara; una pequeña sonrisa. Asiente, sin embargo, y luego ambos te miran alejarte, intensamente. Puede ser que no solo por tu trasero.

Cuando terminas de recoger todo, y hacer los preparativos, ya es plena madrugada. El ajetreo del castillo ha disminuido, un breve descanso les es dado a las tropas hasta el amanecer y el futuro que las aguarda. Buen momento para salir sin ninguna alharaca. ¿Adonde iras ahora?

Solo quedaba despedirse de Gaheris. Seguramente La Sombra sabría donde estaba. Se dirigio hacia el bosque a volver a andar sobre los pasos que ya habia recorrido. A buscar la misma guardia por donde pasar.

Esta vez resulta mucho mas sencillo regresar al poblado. Ciertamente, la misma patrulla sigue en su puesto, y esta vez te reciben con el mismo "buen humor" con que te despidieran antes. Su guardia sigue hasta el amanecer, pero la caricia de tus monedas en sus bolsillos les hace mas llevadero ese tiempo.

En la zona central, la juega sigue, aunque ya disminuida. Desde tu burdel no se escucha ni una risa y puedes ver a un par de chicas en la puerta, cuidando la entrada con expresión hosca. Al llegar, notas que no hay ni un alma dentro, salvo la de Gaheris, sentado a solas en una mesa contemplando el vacío...

Las caras hoscas de las chicas y el lugar vacio no eran buen pronostico. Dru entró y vio a su compañero solo, mirando la nada. Cerró sus ojos con fuerza unos momentos. Luego agarró una botella de vino de la barra y se sentó a su lado. Bebió un largo sorbo y se la pasó. Tardó en romper el silencio. - Ellos...? No terminó la frase. 

 - La anciana que los atiende dice que tienen posibilidades de que se salven los dos, pero todavía hay riesgos. - Respondí, antes de pegar un gran trago. - Solo podemos esperar y rezar.

Un gesto de alivio invadió la cara de la mercenaria. Había supuesto lo peor. Asintió lenta y largamente con la cabeza, hasta que finalmente suspiró.

- Asesinaron a Swift... No se sabe muy bien qué pasó.  Igualmente mañana por la mañana Marcus partirá con los soldados a la batalla bajo el mando de Parren. Tu te quedarás a cargo de castillo... y de investigar lo que pasó en el molino. No se si es conveniente trasladarla pero en el castillo seguro tendrá todas las comodidades. Dió un largo, inacabable trago a la botella. Luego se paró y se acercó a Gaheris.

- Yo no iré con la expedición, ni me quedaré aquí. Ha surgido otra ruta, probablemente no nos veamos por un largo tiempo. Además del castillo te toca cuidar el burdel, Creisen y Gaylor te ayudarán. Acarició la mejilla de su compañero. Gaheris, el hombre serio y responsable... Quien lo imaginaría? Si no estuvieses a punto de ser padre, te hubiera follado con fuerza a forma de despedida... ¿Estaba bromeando? Sonrió y lo beso.

 Me sorprendió sus palabras y su beso. La verdad es que mentiría si no dijera que llevaba tiempo deseando oír algo parecido desde hacía tiempo, ya que sentía algo por Dru desde que la había conocido, pero la vida nos había llevado por caminos separados. Sin más, le devolví el beso apasionadamente, antes de respondedle, con una sonrisa triste:

 - Y yo estaría encantado de follarte de igual manera, dulzura...

 La verdad es que me vendría bien algo que alejase de mí los pensamientos lúgubres, pero no quería que ella pensara que era para mí solo un vendaje: Dru siempre fue alguien especial para mí y quería que ella lo supiera.

Con esas dulces y románticas palabras todo parece quedar dicho, la mujer se va, dejando a solas al caballero en la posada. Un silencio de copas y vino es la música que los separa.

Hoy los tres emprenden caminos separados. Arriba en el castillo, Marcus alista sus armas y mira al vacio con el alma inquieta, pensando en la batalla que se avecina y en las responsabilidades que deja atrás. Y lo mas importante, en lo que desea construirse para su futuro.

Gaheris en la posada queda solo para lidiar con sus sentimientos y las responsabilidades que se avecinan. No solo las vidas en el cuarto, algo muy personal, sino las vidas del poblado quedaran bajo su custodia cuando salga el sol. Y esta vez no tendrá a ninguno de sus amigos cercanos para buscar consejo o apoyo.

Drusilla se interna en las sombras en silencio. De los 3 es la que tiene más incógnitas por delante, y quizás también riesgos. Pero es su forma de vivir la vida, con elecciones solo suyas. Sea el dolor o la gloria lo que la este llamando, al final recaerá solo en sus hombros.

El alba se alza sobre el Maizal. Pero sobre esta historia cae un velo de misterio…