Partida Rol por web

A nadie le importó como Kilian había tratado al gran trasgo. A nadie excepto a Dan.

—¡Eh! ¡Eh! ¡EH!—gritó apartando al guerrero de su posición de sumisión— ¿Te has vuelto loco o qué? ¿Es que no estás escuchando? ¿Es que no prestaste atención a lo que decía Gerin?

El monje se colocó frente a los demás con el lastimero trasgoide tras él mirando a sus compañeros con gesto desafiante. Después de todo lo que sabía del meteorito, lo que el mismo había experimentado y lo que el trasgo había gritado no iba a permitir que trataran de cualquier manera. Además, tenía claro que bajo amenazas no iba a responder mejor. En el peor de los casos haría lo mismo que hizo el elfo que se encontró el mago.

—Así no vamos a sacarle nada. Y no voy a dejar que nadie le trate de cualquier manera, sobretodo sin saber qué está ocurriendo.

Kilian dio un traspiés puesto que no esperaba el empujón del monje. Cuando recobró la compostura, su expresión había cambiado por completo. Su ceño estaba fruncido, sus ojos se habían clavado en Dan al cual miraba con frialdad glacial, y su mandíbula estaba tan apretada que se podía escuchar el rechinar de sus dientes.

Con pasos decididos se puso frente por frente a Dan y en un tono de voz serena casi sepulcral dijo: -Si he hecho esto es porque sus gritos podrían poner en alerta a cualquier criatura que esté por los alrededores. Como podrás ver se ha callado, que es lo que pretendía conseguir. Ahora tranquilízate, la próxima vez que algo te incomode lo dices, y no te tomes esto como una amenaza pero… que ni se te pase por la cabeza volver a ponerme una mano encima.

Dicho esto, se dio la vuelta alejándose un poco del resto mientras decía: -Haced con él lo que queráis, yo solo he venido a recuperar el meteorito.

Se apartó un poco más al ver como aquellos dos hombres se enzarzaban en una especia de conflicto entre ambos.  No pudo evitar fruncir el ceño y arrugar los labios ligeramente antes de apartarse del todo para ir lentamente hacia la mula para ir a por algo de cuerda lanzando un suspiro, “ Deberían haberlo amarrado antes de curarlo, pero suponía que era algo ...feo que se estuviera muriendo y atarlo”.

Creo que es mejor atarlo, así todos estamos más tranquilos y él no puede hacernos nada hasta que sepamos qué es lo que ha pasado y por qué esta así.... ¿Mejor?.... – Apretó los labios, solo quería salir de allí, tanta peste a muerte, le ponía nervioso al igual que a los animales.

Las palabras del druida sacaron al trasgo de su ensimismamiento

—¿Atarme?—preguntó— ¡No! ¡NO!

El trasgo intentó levantarse pero trstabilló torpemente mientras la desesperación volvía a abrirse paso en él.

Dan no se movió de aquella posición y miró al druida con gesto ceñudo. Quizás había sobrevalorado a sus compañeros. Pensó que cuando se dirigieron junto a él a ayudar a Gerin, era el altruismo y el buen hacer lo que les guiaba. Ahora no lo tenía tan claro. Recordó su último encuentro con Shou Kung.

—¿Es que no has escuchado nada? Nadie va a atarlo—replicó con vehemencia.

Después se giró para dirigirse al trasgo con una voz más neutra

—Quiero ayudarte, pero necesito que pongas de tu parte.

—¡Por los Nueve Divinos!—exclamó Vincenza con los ojos en blanco—¿No hay nadie en este grupo que use la cabeza para algo más que para peinarse? Entre el matón, la hermanita de la caridad y el que quiere atar a alguien que está en clara inferioridad numérica vamos listos. En serio queridos míos, pensad un poco antes de hablar.

La espadachina se acercó al gran trasgo.

—¿Recuerdas una luz azul?

Los ojos del gran trasgo se abrieron mucho al escuchar a Vincenza.

—La... la luz... azul.... ¡Sí! ¡La luz azul! Yo estaba en mi bosque, luchaba, contra tropas kurnitas y entonces... ¡EL DESTELLO!

Las palabras del trasgo empezaron a sonar esperanzadas como si algo empezase a cobrar sentido. O al menos algo a lo que poder asirse entre lo que parecía una locura. Pero entonces se derrumbó.

—¿Es eso lo que me ha hecho esto?—preguntó mirándose las manos de uñas afiladas—¿Qué es esa luz? ¿Es magia de Kurnah?

Kurnita. Término que define a los seguidores de Kurnah.

Arael se dirigió al gran trasgo por primera vez. -Todos hemos visto ese destello, y hemos tenido visiones extrañas. Pensamos que tiene que ver con el meteorito que cayó hace varios días por esta zona, pero lo cierto es que no tenemos la más remota idea.

-La elfa hizo una leve pausa, observando a la criatura y asegurándose de que le estaba prestando al menos cierta atención. -Tú luchabas contra Kurnah, y aquel fiambre de allí -Señaló al cadáver humano con el tatuaje del meteorito- peleaba por Nashira. ¿Y tú, por quién luchabas? ¿Quién eres exactamente?

Aquella situación no le gustaba nada a Kelrin. Probablemente los trasgos no fueran tan inteligentes como para inventar aquella historia con tal de salvarse, pero aún así no se fiaba nada de él. Chasqueó la lengua y, aunque su atención estaba en la conversación, se dio una vuelta mirando vagamente la escena que les rodeaba. 

El gran trasgo escuchó a Arael buscando algo a lo que agarrarse, un ancla que le mantuviera atado a la realidad, como antes le había ocurrido con Vincenza. Sin embargo la referencia a Nashira no ayudó a ello.

—¿Me-meteorito? ¿Nashira? —preguntó— ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

La criatura se llevó las manos en la cabeza, pero esta vez no se vino abajo. Lo que hizo fue responder a las preguntas de Arael.

—Mi nombre... Mi nombre es... Clint. Yo... yo luchaba junto a los druidas... en el Círculo de Poniente en el Bosque Viejo—entonces levantó la cabeza y miró a la batidora—. ¿Dónde estoy? ¿Qué sitio es este?

Si alguien tiene Saber Geografía puede tirar por el con CD 15 par saber dónde está el Bosque Viejo.

Kilian volvió a prestar atención cuando empezó a oír al trasgo. Sin embargo, lo que este dijo fue una tremenda decepción. – Pensaba que este se habría enfrentado a los que habían robado el meteorito a Gerin y en lugar de eso, nos cuenta no sé qué de unos druidas en un bosque que no sé ni donde está.

Supuso que esa información quizás podría interesarle al niño, por el tipo de ropaje que portaba, pero no creía que a ellos esa información fuese a serles de utilidad más allá de volver a saber del destello azul y de los efectos que puede llegar a tener. – Aunque, no me suena para nada el bosque viejo que ha mencionado… ¿Y si ese destello azul no fuese el mismo que nos alcanzó a nosotros? ¿Y si cayó más de un meteorito? –reflexionó y se quedó un tanto inquieto dando pasos de un lado para otro a la espera de que el trasgo soltase algo más de información.

Tras las palabras del trasgo llamado Clint se hizo un silencio, posiblemente buscando si la verdad se encontraba tras las palabras del gran trasgo o todo era una sarta de mentiras. Lo que contaba sonaba tan inverosímil como lo que habían vivido hacia poco tiempo en el lugar dóndel meteorito se estrelló.

Antes de que alguien dijera algo más, un fuerte crujido seguido de unas pesadas pisadas llamó la atención de todos. Todos se giraron en dirección al ruido y bajo la luz de las antorchas vieron entre dos árboles a la imponente bestia que se acercaba. A primera vista parecía un oso pero con un poco de atención no tardaron en encontrar diferencias. El monstruo tenía cabeza de pájaro con un pico curvado y unos ojos redondos y grandes, y las patas delanteras emplumadas. Ante ellos el grupo acababa de encontrarse con un oso-lechuza.

Fue entonces cuando la criatura reparó en las iluminadas figuras que reunidas entre tanta masacre conformaban la escena y hacia ellas dirigió su atención

—¡GROOOOARRRGH!—gruñó de forma amenazadora.

Mapa del combate.

Tened en cuenta lo siguiente:

- Tirad iniciativa. Si sacáis más de un 2 podéis ejecutar vuestro turno. Si no conformáos con una pose power-ranger.
- Elegid la posición que queráis en el recuadro verde.
- No tenéis las armas fuera. Desenvainar el arma es una acción de movimiento.
- Los lanzadores de conjuros como ya habéis lanzado hechizos, recordad que no disponéis de todos los puntos de conjuro.
- Los únicos que portan antorchas son Vincenza y Kilian (los únicos que las tenían en el equipo va a ser interesante meteros de noche por más sitios) por lo que ellos decidirán en qué casilla dejan sus antorchas (si es que las dejan en el suelo para coger sus armas) para los efectos de iluminación. Kelrin tiene visión en la oscuridad.
- No podéis pasar a través de los árboles. Si pasáis por una casilla donde hay un cadáver, os costará diez pies en lugar de cinco hacerlo.
- Vincenza, Dan y Clint tomarán posición después de vosotros.

Había escuchado atentamente lo que decía ese trasgo no trasgo pensando en su cabeza donde podría estar la ubicación del bosque que se refería intentando colocarlo en el mapa mental que tenía en la cabeza para poder saber qué dirección tomar tras todo aquello.

Pero cuando iba a preguntarle sobre todo aquello escucho aquel sonido a sus espaldas y sintió como el cuerpo se le congelaba al ver lo que se presentaba ante ellos. No podía hacer otra cosa más que apretar los labios y sacar rápidamente la cimitarra, de hecho esperaba no morir, deseaba no morir aquella noche, pero tampoco se veía capaz de llamar a su mula para salir de allí corriendo, seria valiente, por una vez.

Kilian andaba absorto en sus pensamientos cuando un fuerte crujido lo puso en alerta. Apuntó con la antorcha en dirección a donde se había producido el ruido y mientras lo hacía, pudo oír las potentes pisadas de un extraño oso de grandes proporciones que se colocó en pose desafiante entre dos árboles.

Sabía que no podía luchar con la antorcha en la mano y tampoco tenían las condiciones de visibilidad para luchar si no tenían luz. Quizás tardaría más en entrar en acción, pero pensó que les beneficiaria a todos. Se apresuró a colocarse en un extremo por detrás de todos y colocó la antorcha mientras dijo:

- Hay que intentar tener una visibilidad amplia si no queremos que esto se nos complique.

Una vez posó la antorcha, desenvainó el arma.

Se giró instintivamente al escuchar el crujido y desenfundó la ballesta. Tomó aire al ver la bestia que tenían al frente y apuntó, ceñuda. Estaba cansada y harta de tantos cambios en los acontecimientos.

- Ha venido el amigo de Clint - añadió sarcastica. Si el bicho supiera hablar, seguro que tendría que escuchar más paparruchas.

Apuntó a uno de los ojos del oso y disparó.

Lo que estaba hablando el trasgo empezaba a ser demasiado complicado para ella. Siempre fue consciente de que lo suyo era más resolver pequeños problemas rapidamente que un gran enigma como aquel. Cuando intentaba concentrarse y llegar a conclusiones profundas, siempre acababa aburriéndose y distrayéndose con cualquier cosa.

En su tiempo con los Halcones le enseñaron un pequeño ejercicio al que se había aficionado. Simplemente tenía que imaginar que en la situación en la que se encontraba actualmente se viera forzada a defenderse ¿Como lo resolvería? ¿Funcionaría de verdad? Mientras el trasgo hablaba, imaginaba que Kelrin le atacaba; podría lanzarse al suelo y rodar, para alejarse lo más posible de su primer ataque mágico, después tendría que ir a toda velocidad a un combate cuerpo a cuerpo con su daga, no parecíoa muy diestra en esa situación. Con Killian sería más fácil, solo tenía que correr muy rápido y disparar muy fuerte. Estaba acostumbrada.

¿Y si fuera el trasgo este? Está demasaido cerca, pero es demasiado grande para un combate cuerpo a cuerpo. Tendría que usar la flecha de seguridad que tengo en el cinto, disparar al centro de masas lo más rápido que pueda, sin pensar, y apartir de ahí tomar distancia.

—¡GROOOOARRRGH!—

Arael tomó la flecha que tenía en el cinto, la puso en el arco y, sin pensar, tensó y apuntó a la zona de donde venía el rugido. — ¡Joder!— Gritó. Fue lo único que su cerebro le ofreció mientras soltaba el proyectil.

Todo había pasado en un segundo, ni siquiera le había dado tiempo a ver qué era aquello que les amenazaba. Tomó distancia.

Los disparos de Kelrin y Arael dieron en el blanco. Molesto, el oso-lechuza volvió a gritar con furia, aun sin ser consciente de lo que todavía le quedaba por recibir.

Vincenza fue la primera en lanzarse contra el oso-lechuza. La mujer era consciente de que esos primeros compases en los que la criatura todavía no se esperaba una reacción podían ser determinantes para el combate y también tener un foco de luz donde estaba la criatura para no perjudicar la visión de sus compañeros. Y no se equivocaba, al lanzar su estocada, ésta se coló entre dos de las costillas de la bestia mágica penetrando en sus entrañas.

Ahora sólo tenía que esperar que el monstruo no quisiera tomar represalias contra ella puesto que tras el combate con los trasgos su estado no era el mejor.

Kelrin acierta en su ataque y provoca 3 puntos de daño.
Arael acierta en su ataque y provoca 5 puntos de daño.
Acción de asalto completo: Carga contra el oso-lechuza desde M11 a M18, acierta y provoca 10 puntos de daño.
CA: 13 hasta el próximo turno.
PGs: 6/12
 

En contra de lo que se podía esperar, Clint no se amilanó al ver al oso-lechuza. El supuesto gran trasgo instintivamente levantándose del suelo, agarrando una espada y siguiendo a Vincenza con la espada por delante. Puede que no atacase a la criatura pero al menos la molestaría lo suficiente.

Acción de movimiento: Levantarse
Acción de movimiento: Moverse de J12 a K17
PGs: 5/23

Tras Vincenza y Clint, Dan fue el siguiente que se lanzó contra el oso-lechuza. Para él no era un problema que estuviera desarmado porque el era un arma humana, siempre estaba preparado para el combate. El monje además fue lo suficientemente listo para atacar por el lado contrario al que lo hacía la espadachina. Ante una monstruo como ese cualquier ventaja podía ser determinante.

Segundos antes de llegar ante la bestia, Dan dio un salto y se lanzó contra ésta con la pierna por delante golpeandola en en el hombro severamente.

Acción de asalto completo: Carga contra el oso-lechuza desde J10 a J18, acierta en su ataque y le provoca 5 puntos de daño.
CA: 14 hasta el próximo turno.
PGs: 10/10

El oso-lechuza había recibido por todas partes. Literalmente. Bueno quizás por la espalda no y lo correcto era decir por todos lados. Pero eso eran detalles menores y de poca importancia. La cuestión era que pese a todo los golpes recibidos la bestia estaba todavía bastante entera y más su furiosa si cabía, en especial con Vincenza que era quién le había propinado la herida más mortífera. Y fue contra ella contra quien descargó cólera.

Uno, dos y hasta tres golpes. Dos garrazos y un mordisco. La espadachina intentó esquivarlos todos y cada uno de ellos, pero no le fue posible. Una de las potentes garras golpeó en su torso y la lanzó por los aires derribándola. Vincenza cayó al suelo y ahí se quedó inerte, como un muñeco. ¿Seguiría viva o se habría convertido en la primera víctima del oso-lechuza?

Mapa del combate

El oso lechuza realiza un ataque completo a Vincenza y acierta uno de sus golpes provocándole ocho puntos de daño. Vincenza cae a -2 pgs, queda inconsciente y empieza a desangrarse.

Las circunferencias en rojo muestran las zonas iluminadas.

Iniciativa: Kilian -> Kelrin -> Vincenza -> Klaus -> Arael -> Clint -> Oso-Lechuza

¡Es vuestro turno!