Partida Rol por web

—¡Por Cerastes!—exclamó Clint al ver al león— ¿De dónde ha salido ese animal?

El gran trasgo saltó del carro después de Kelrin y desenvainando su espada corrió hacia donde estaba el león uniéndose juntos a los aventureros al combate.

Clint hace uso de doble movimiento para llegar hasta S4.

El león terrible había recibido una gran cantidad de daño, pero aun así la criatura se matenía en pie y como pronto comprobarían, estaba a todo trapo. El primero de sus ataques fue contra el humano más herido, el cual sin duda ya sabía lo que era el ataque del animal. El terror se dibujó en sus ojos unos instantes antes de que la garra le  golpeara en la mandíbula y se aguantara de cuajó.

Algunos de sus compañeros gritaron al ver caer a su compañero, pero no tuvieron mucho tiempo pues con la otra de sus garras y usando la inercia del primer golpe, atacó a otro de los humanos con un golpe tan fuerte que salió por los aires y cayó en el suelo inerte. Por último intentó morder a uno de los enanos, pero con tanto vaivén no pudo acertar.

El león hace tres ataques. Acierta las dos garras y falla el mordisco. Los humanos verde y rojo mueren.

Vincenza también se bajó del carro pero a diferencia de Clint, no tuvo ese irrefrenable impulso de unirse al combate. Puede que fuera inteligencia, o quizás el reciente recuerdo del ataque del oso-lechuza. Como fuera la espadachina no busco el combate directo sino que se desplazó buscando una posición ventajosa desde donde poder atacar al león.

Vincenza se mueve hasta R3.

La aparición de más ayuda de dentro de la carreta pareció animar a las presas del león que tras la muerte de al menos tres de sus compañeros no parecían pasar por un buen momento.

—¡Atacad!—gritó de nuevo el líder—¡Si atacamos todos podremos acabar con la bestia!

Los ataques volvieron a sucederse unos tras otro, pero muchos directamente rebotaban contra la gruesa piel de la criatura. Aun así, poco a poco el monstruoso iba sufriendo más heridas y su sangre también comenzó a regar el suelo mezclándose con la de los aventureros caídos.

Como dije anteriormente, son muchas tiradas para ponerme a describir qué ha pasado.

Kilian bajarte del carro costará como moverte dos casillas.

Iniciativa:  Klaus -> Arael -> Kilian -> Dan -> Kelrin -> Clint ->  León Terrible -> Vincenza -> Aventurera arcana -> Aventureros enanos -> Aventureros combatientes -> Aventurero líder.

En otras circusntancias iríais todos a la vez, pero dado que Dan ha retrasado acción para que Kilian se baje del carro, no puedo dejar que Kelrin postee hasta que termine este turno, así que... ¡es el turno de Klaus, Arael y Kilian!

Mapa del combate

No espero a que los demás tomaran posiciones a su espalda o que se bajaran siquiera, había comprobado en el transcurso del viaje que cualquier distracción o retraso podía costar caro a los que le acompañaban o a sí mismo, así que no tardo en agarrar su honda y lanzar tan rápido como pudo el proyectil hacia el León.

La elfa casi no era consciente de la muerte de los huamnos, había visto sangre y caos, y eso hacía que se enfocara más aún en su objetivo; Matar a la bestia. 

Mientras tensaba su arco, su consciente le decía que tuviera cuidado, que tuviera miedo. Su adrenalina se disparaba. Pero una voz más profunda, más subconsciente, le pedía que mirara al abismo.

Corrió hacia el león, quería verlo de cerca, olerlo, ver como las flechabas se clavaban en su piel. Esta vez, la curiosidad iba a matar al gato.

Kilian se había bajado del carro, y apenas había comenzado a encaminarse hacia el grupo que rodeaba al león, cuando este atacó. Al ver como esa bestia arremetía contra aquel grupo se detuvo; sintió lastima por aquellos que acababan de caer y a su vez, la sensación de querer enfrentarse a aquel poderoso animal iba acrecentándose más y más en su interior.

- Parece que tiene una piel dura, tendría que intentar asestarle un buen golpe para que este no lo repela. –se dijo mientras pasaba al lado de Kelrin con destino a unirse al grupo que atacaba al león. - Quizás…

Continuaba caminando, el sentimiento de querer enfrentarse al león se estaba convirtiendo en júbilo; hasta tal punto, que se percató de que estaba comenzando a sonreír de la emoción. Quería demostrarse que podía enfrentarse a algo así.

Al pasar por el lado de Dan dijo con tono socarrón: –Vamos dragón, es el momento de tronar. – y siguió avanzando mientras pensaba en cuál sería la mejor manera de atacar.

Arael disparó dos veces, una de las flechas se desvió de su trayectoria, pero la otra fue capaz de encontrar un camino entre los combatientes y volver a acercar en el león. Pero suerte tuvo Klaus, consiguió acercar en su objetivo pero la piedra carecía ya de fuerza como para hacerle daño.

Con todos fuera del carro, Dan ya pudo soltar las riendas y saltar al suelo para unirse al combate. Por otra parte, el mulo de Klaus, libre de retenciones, y embargado por el terror y el nerviosis, no tardó en dar media vuelta para lanzarse en una loca y desbaratada huída. Tendrían que buscarlo después.

Una vez en el suelo, el monje se lanzó a la carrera hacia el león listo para presentar batalla.

Dan utiliza una acción de movimiento doble para colocarse en S6.

¡Es el turno de Kelrin!

Miró de reojo como se alejaba el mulo, atraida por el nervioso sonido de sus cascos. Antes de volverse de nuevo hacia león ya estaba canalizando su siguiente hechizo en su mano.

A pesar de tener varios cuerpos abatidos a su alrededor, en la mente de Kelrin no cabía la posibilidad de la derrota. De hecho seria un gran trofeo.. si la piel y la melena no acababan excesivamente agujereados serían un bonito abrigo. Trato de concentrase en una de las heridas del león para dirigir su proyectil a ella y, de nuevo, una luz esmeralda salió despedida.

El proyectil lanzado por la disfrazada drow volvió a dar de lleno en el león. Sin embargo Kelrin sabía que de alguna forma no había sido su mejor conjuro. ¿Podía ser acaso por haber estado pensando en el trofeo?

Por su parte el terrible animal volvió a la carga, en esta ocasión contra los dos aventureros que más daño le habían hecho. Una vez las dos garras volaron alcanzando a uno de los enanos y a otro de los humanos aventureros, aunque en esta ocasión ambos aguantaron el envite. O eso parecía por la enorme cabeza del león se abalanzó sobre el robusto pero pequeño aventurero y de un mordisco le arrancó la cabeza.

Estaban cayendo como chinches y el león seguía en pie.

—¡Hermano!

—¡Maldición Ulik!

—¡No os rindáis!—la voz de Clint se alzó sobre las maldiciones—¡Sus fuerzas empiezan a fallar!

El gran trasgo agarró la espada larga con dos manos y lanzó un fuerte tajo contra el león con tan mala fortuna que golpeó una de las espinas que salían de su espalda frenándose así el ataque.

Clint ataca al león terrible y falla.

—¡Vosotros!—la voz de Dan se dirigió a los aventureros que tenía a su derecha— ¡Haced un hueco! ¡Rápido!

Vincenza continuó con su movimiento hasta colocarse junto al que parecía el líder de los aventureros. Si había tenido algún temor de enfrentarse al león este había desaparecido. O tal vez ese había sido su plan desde el principio, buscar la posición que consideraba más ventajosa.

La espadachina lanzó una ágil estocada contra la criatura, pero su piel era tan dura que la punta de su estoque patinó por esta sin hacerle una herida.

Vincenza se coloca en U4, ataca al león terrible y falla.

Los aventureros volvieron a atacar en turba. Una turba venida a menos y desesperada. Mayor era la desesperación en el humano que acababa de recibir y sobrevivir al ataque del león, pueseto que en un frenético ataque consiguió cortarle la cola al animal que dio un sonoro y aterrador rugido.

—¡No vas a llevarme con tanta facilidad!—le dijo a la criatura como si esta pudiera entenderle.

Además de ello, tanto el enano como los dos humanos que le escoltaban parecieron seguir la indicación de Dan, puesto que ambos se desplazaron hacia la derecha dejándole espacio a Kilian para que se lanzara al combate.

El león es atacado por múltiples frentes y recibe dos ataques que le hacen 31 de daño.

Iniciativa:  Klaus -> Arael -> Kilian -> Dan -> Kelrin -> Clint ->  León Terrible -> Vincenza -> Aventurera arcana -> Aventureros enanos -> Aventureros combatientes -> Aventurero líder.

¡Es vuestro turno chicos! ¡Ánimo!

Mapa del combate

Mientras avanzaba hacia el león vio a Dan dar la orden para que dejaran el suficiente espacio para que pudiese atacar. Aquello, junto a haber visto instantes antes como aquel animal arrancaba la cabeza a alguien de un mordisco, provocó que las dudas de Kilian se disipasen. Había practicado algo así durante sus entrenamientos, pero nunca antes lo había puesto en práctica.

- Este es el momento. –se dijo mientras cambiaba el ritmo del paso con el que avanzaba.

Lo que al principio era una carrera hacia su objetivo fue convirtiéndose en ligeras zancadas conforme iba acercándose al león. Hasta que, a una distancia aproximada de unos diez pies, levanto el espadón sobre su cabeza y dio un salto hacia delante. Durante el mismo, tensó todo lo que pudo su cuerpo hacia atrás, consiguiendo así que su cuerpo se arquease hacia delante. Y cuando empezó a sentir que comenzaba a descender, echó todo el peso hacia delante y lo acompaño descendiendo a su vez el espadón para caer justo delante de la fiera asestándole un poderoso golpe.

- Vamos... – logró farfullar entre dientes mientras atacaba.

No tenía ni la fuerza, ni el valor como para lanzarse de una forma tan aguerrida y valiente como había visto a Killian hacer, además seriamente que no sería capaz de hacerle ni un rasguño y eso solo tenía una solución quedarse lo más apartado posible de todo el fragor de la batalla.

Había visto como le arrancaba a un tipo la cabeza, y casi se le había caído la piedra de los dedos antes de poder ponerla dentro del cuero de la honda. “Concéntrate, concéntrate, concéntrate Klaus, vamos”. Tomo aire antes de cargar de nuevo la piedra y mirar hacia donde estaba el león,  un buen golpe, en el ojo quizás, un buen golpe que ayudase de alguna manera a los demás, y quizás y solo quizás se acercase luego.

Sintió una punzada helada cuando el proyectil impactó contra el león, haciendo un efecto casi nulo. No podía permitirse ser la más débil de aquel pintoresco grupo.

-Vamos, tú puedes, hazlo mejor y algún día llegarás a ser la matriarca...

Cerró los ojos y visualizó esta vez un objetivo más deseado y real, mientras canalizaba la energía en ambas manos. Cuando los brazos comenzaron a temblar de la energía (o tal vez de la emoción), fijó su mirada en el león y comenzó a correr, convencida de que, si hacía falta, clavaría el hechizo con sus propias manos en aquella maldita criatura.

- ¡¡¡¡RYAAAAAAA!!!!- Incapaz de seguir conteniendo la ira, lanzó sus manos hacia delante liberando el hechizo a mitad de camino

A menudo, en estas situaciones Arael se sentía extraña. En frío, los campos de batalla le causaban pavor y un dolor inmenso. Pero el caos, la sangre y el fragor de la batalla le hacían sentir un frenesí que la empujaba más allá de sus emociones.

En ningún momento paró de correr, esta vez cambió de sentido, para seguir acercándose hasta la bestia, pero desde otro hueco. Esta vez sería Dan que oiría el silbido de las flechas.