Partida Rol por web

Tras enterrar a Godoy, nuestros protagonistas toman a Iñigo en brazos y vuelven bosque a través al pueblo de Bullas, ya ha amanecido y un nuevo día comienza en el pueblo, los aldeanos comienzan su rutina sin ser conscientes del peligro que han corrido y de lo mucho que deben a nuestros protagonistas.

De hecho, es tan desagradecido el ser humano, que los aldeanos miran al grupo y sus heridos con expresión de desconfianza e incluso en algunos percibís un "sea lo que sea lo que les ha ocurrido, lo tienen bien merecido", en casa de Gonzalo su criado habilita una sala para reposo de Iñigo, pues Mateo insiste en estar presente en la dacción de cuentas  pese a la gravedad de sus heridas.

Otra vez como al principio, pero siendo menos y con la sensación de que no ha compensado todo cuando habéis llevado a cabo, os encontráis de nuevo en el mismo sitio, frente al mismo hombre, que al parecer sabía de vuestra llegada antes de que llegáseis.

Sentado en su confortable silla

- Parece como si hubieráis luchado contra el mismísimo Lucifer. Decidme, ¿ qué era lo que había realmente allí ? ¿ qué habéis descubierto ? ¿ qué había de cierto en los rumores ? ¿ qué creen los campesinos ? ¿ está el misterio resuelto ?

Con un carraspeo para hacer ver que voy a hablar, empiezo

Ni lucifer ni su ramera de su madre. Eran nueve rufianes, asesinos desalmados y hubiera sido más cortés preguntar por la falta de alguno de nuestros compañeros.

Ha de saber que el buen Godoy, ayudante de aquí, Alonso, falleció defendiendo nuestras vidas de esos bastardos.

Junto las manos, uniendo las puntas de los dedos y poniendo una voz más seria Lo que me turba es que NADIE hubiera descubierto que allí había ¡NUEVE! bandidos elevo la voz, para que se note un poco mi excepticismo ¿Me quiere decir, buen comendador, que en ninguna de sus investigaciones sobre el lugar se llegó a descubrir este hecho? porque nosotros no tuvimos demasiadas opciones para evitar el conflicto, pues nos atacaron sin mediar palabra..... separo las manos y con el dedo índice extendido de ambas, los voy moviendo mientras hablo ...y lo más curioso, ni se molestaron en intentar ahuyentarnos como si de diablos o espíritus se trataran.

Abre mucho los ojos, poniéndose nervioso en extremo. No está acostumbrado a que le lleven la contraria y mucho menos a que sus decisiones sean puestas en tela de juicio

- Yo...- está totalemente fuera de juego -no... no reparé en el resto, me ha dicho mi criado que traéis un herido y que falta otro hombre pero... bueno... siento no haberos preguntado en verdad.- Como si fuera obvio - páter pero si no he podido investigar , nadie quiere subir a las ruinas y no he sabido de ningunos bandidos en la villa, nadie ha denunciado ningún robo. Es la primera noticia que tengo de esos bandidos, pero... y la historia de fantasmas ¿ se la inventó Pedro Ramales?

Puede que se la inventase, puede que no -respondí. Ciertamente aquel hombre sufría de cosas que no todos podemos entender. El páter hizo que viera el camino recto de nuevo. Quizá por eso tuvo alguna experiencia sobrenatural en esas ruinas, según dice. El caso es que nueve tipos sabían donde estábamos, pues ya de lejos (aun sin nosotros vislumbrarlos aún), venían dando voces y preparados para acabar con nos.

Hice un gesto de "no saber cómo", pero levanté el labio inferior, también las cejas y miré hacia un lado, perdiendo la vista.

En verdad creo que alguien de este pueblo los envió. Como dice el páter, si vos no habéis tenido conciencia de ellos es porque no se ocultaban aquí. Quizá esos bandidos han sido contratados... Y qué casualidad que justo lo hacen cuando estrechamos trato con vos. Dígame... ¿tiene usted algún enemigo de antaño que en verdad quiera desprestigiarle o desbaratar sus pretensiones, don Guzmán?

Mesándose el pelo

- ¿ y no pudieron ser los bandidos los que asustaren al bueno de Pedro Ramales? ¿ y qué hacía Pedro allí ? ¿ estáis seguros de que esos tipos sabían que estábais allí o es que quizás os oyeron u os vieron ? ¿ hicistéis fuego?- medita lo del enemigo largo tiempo - soy comerciante además de corregidor, y no sé si lo uno crea más enemigos que lo otro, pero que yo sepa, no tengo ningún enemigo declarado, claro que siempre se despiertan envidias hacia alguien de mi properidad.

Entonces llama a uno de sus criados - Trae el cofre .- le dice al criado - He de pagaros por vuestros servicios, aunque investigaré cuanto me decís.

Si los bandidos actuaron contra nosotros de la misma forma que contra sus otras víctimas, tenga por seguro, don Gonzalo, que no se limitaban a asustar, se dedicaban a matar a sus víctimas y luego las desvalijaban  comenta Aitor, en cuanto al asunto de Ramales ya hemos averiguado qué fue lo que le asustó, y no tiene nada que ver con estos  dice mientras deja caer al suelo el saco con su macabro contenido, al hacerlo una de las cabezas sale rodando del interior del saco para detenerse y quedarse mirando al techo, sin prestar la más mínima atención al despojo el navarro sigue hablando dejémoslo en que es un asunto familiar y que en familia ha quedado resuelto.

Ansioso por cobrar su paga el guerrero añade en tono precipitado  a fe que si clava estas cabezas en unas picas y las pone en la entrada del pueblo, no habrá más bandidos con redaños para establecerse en Bullas.

El hombre mira horrorizado la cabeza y véis como el color de su faz se torna blanco, de repente el hombre se encoge en una arcada espasmática y vomita en el suelo de la estancia, el criado que está en la sala corre para volver con paños y limpiar el estropicio.

Una vez se ha respuesto, hace un gesto a su criado para que recoja el saco.

- En efecto os habéis ganado vuestra paga- se muestra satisfecho - os prometí 50 monedas a cada uno, pero en vista de vuestro gran trabajo y ... de las pérdidas y complicaciones, os pagaré 80 monedas a cada uno. Además tenéis mi eterno agradecimiento y siempre dispondréis de alojamiento y comida aquí en Bullas, en mi propia casa pues estoy en deuda con vosotros.

Viendo cómo las cabezas ruedan por el suelo, miro de nuevo al norteño Bárbaros. Si ya lo decía yo, son unos bárbatos. pienso para sí, sin decir una palabra, pero atento a las diferentes reacciones del comendador.

Al finalizar, recojo las monedas Espero que por fin pueda usted construir su molino, y espero que contrate a gente de Bullas que lo necesite

Dicho esto, salgo por la puerta.

Una vez en la calle, ¿Qué os ha parecido? aunque parece que decía la verdad, a mí me huele todo esto muy mal, y voy a volver a hablar con ese Pedro, su hija, su novio y con toda la casa si hace falta.

Vosotros ya habéis cumplido vuestra parte, así que no obliga nada a seguirme, tan solo la necesidad de aclarar esto, por nuestro compañero caído, por nuestros compañeros heridos.

Realmente la aventura tal y como viene en el libro se ha acabado, es tontería pero vamos... que yo improviso :DDD

Sólo una cosa más, don Guzmán -dije antes de seguir al Páter-... Tuvimos que enterrar a mi siervo, que murió por investigar vuestro caso allá en las ruinas. Y ni siquiera tuvo un digno sepelio (y no por don Beltrán que ha oficiado de buena gana aún después de una lucha). Le pediría que lo sacase de aquella tierra y le diera feliz descanso en el cementerio de Bullas, como un vecino más, si no es que mucho lo que le pido... Su nombre era Godoy.

No esperé a que me contestase. Sabía que lo haría. Las cuestiones del más allá hacen perder la cabeza a uno y a conformarse en una cuestión si éstos están de por medio. Tras cobrar la paga acordada, miré las monedas y me parecían no más que simple polvo. ¿Y Godoy? ¿había muerto en una empresa como tal? Así era. Ciertamente ni si quiera había sucumbido de herida en ocasiones anteriores, desde que estaba a mi servicio. Sin duda aquellas monedas no curarían su pérdida durante algunos días.

Espere, ¡Padre! -dije trotando hacia él para que no se adelantase. Iré con usted. Creo también que aquí hay más cosas de las que se cuentan, se ven y se escuchan, sin hablar del Altísimo, ¡válgame el cielo!

Pues nada, quede con Dios y hasta más ver   el navarro agarra presto el dinero y sale a la calle con el resto.

No se si seguir al pater, la última vez casi le parto la cara al pisaverde, creo que lo mejopr será esperar en la taberna tomándome un vino. 

Haciendo un gesto al resto Aitor dice les espero tomanndo algo en la taberna