-¿Porque no de noche?- Erikia bajó la voz, para evitar que el oído del guardia escuchara aquello.
Sacudió la cabeza un instante y luego volteó de ver al hombre, a ver los barrotes, frustrada.
Sabía que otros miembros de su familia podrían haber derretido esos míseros hierros con un pensamiento, y se sintió algo arrepentida de no haber aprendido.
Kaen volvio a levantarse y camino hasta quien hablaba - Le temen quizas? - pregunto sin dejar de mirar al hombre - Y tu por que estas aqui? acaso no le agradaste al rey? - Otra pregunta mas - O simplemente usurparon tu lugar por derecho? - Si solia hacer preguntas sin ningun atajo.
- Lo siento - Dijo al finalizar
- Yo maldije al rey por cruel y despiadado, mi castigo son tres meses en este agujero.. podia ser peor. He visto arrancar lenguas por mucho menos.- dijo el anciano.- Los guardias no se acerca de noche, temen a un fantasma que ronda los corredores o eso es lo que cuentan. Dicen que golpearon a una bruja hasta la muerte y su alma en pena corre por los pasillos buscando venganza.- explico el hombre.
-Yo llevo cuatro meses aqui... si, cuatro, lo guardias olvidan contar los dias.. la cuestion es que aveces se oyen lamentos y ruidos pero no sabria decir si son humanos o no.
-En algún momento tendrá que acercarse. Señor, el noble responsable de esto lo pagará, y prometo también sacarle fuera de aqui.
No tengo ningun instrumento, pero al menos me queda...
Erikia estaba decidida a hacer algo virtualmente imposible para una pequeña, pero no estaba contemplando posibilidades. Se acomodó en su sitio y se centró en respirar. Pequeños calentamientros previos, y a veces se le escuchaba algun tarareo bajo, muy bajo y disimulado para evitar algúna molestia a sus acompañantes. Tenía pensado pasar preparandose toda la noche si era necesario para estar a punto para tomar la oportunidad de oro con sus manos.
Además secretamente, repasaba cosas olvidadas en su mente. Desempolvando de a poco viejas enseñanzas, viejas palabras crípticas aprendidas...
- Prometes mucho para ser una niña.- mascullo el hombre y se fue a un rincon para dormir.
La noche era silenciosa mas de tanto en tanto la asaltaba algun grito o lamanto.
El alba llego y escuchasteis pasos acercandose.
Erikia se frotó los ojos. Y tomó aire varias veces. Estaba cansada, pero al menos sus cuerdas vocales se sentían a punto. También su haz bajo la manga dentro de su mente. Escuchó pasos acercarse y se replegó hasta el fondo de la celda, espectante.
kaen se recosto en una de las paredes mirando hacia la puerta.... penso durante algunos minutos hasta que pronto se le ocurrio una idea, junto a los demas y si harian esto pues debian trabajar entre todos para lograrlo - Que tal si usamos esa vieja leyenda a nuestro favor? podriamois causar panico e incluso aprovechar eso para escapar - Sonrio de lado... - Aqui tenemos cadenas, una joven - Dijo refiriendose a Erikia.
- Cree que podamos lograrlo ? es la mejor idea que tengo por el momento -
El viejo se encogio de hombros. No sabia que os proponiais pero tampoco tenia todas consigo de querer saberlo.
Antes de que pudierais llevar a cabo vuestro plan una voz os sorprendio en la puerta.
- ¿No se os puede dejar un minuto?.- pregunto abriendo el porton.-Rapido, salir, la caravana esta a punto de partir, teneis que alcanzarla.
-¡Gram! -Erikia interrumpió el intento de maldicion que estaba preparando. Se sentía cansada por casi no dormir, pero a pesar de su corta edad había aguantado producto de la rabia.
-Ese noble grosero nos ha echado aqui por cometer un error en la función...
No se si ponerlo para kaen también xD