Algo paso.
Una magia estraña y poderosa cayo sobre vosotros volviendo el mundo oscuro y siniestro.
Al abrir los ojos Grem estaba a tu lado. Fue lo unico que reconociste.
El lugar te era extraño y desconocido, tus manos, tu cara, tu cuerpo...
- Han pasado cinco años Erikia, llevas todo ese tiempo bajo un hechizo que pretendia ser mortal para ti. Yo lo reduje a sueño pero he tardado cinco años en lograr el conocimiento y poder para lograr anularlo por completo.
Grem parecia absolutamente agotado. Se desplomo de rodillas ante el lecho repleto de pieles que te cubria. En el suelo viste grabado a sangre un circulo de transmutacion muy complejo rodeando tu cama. No entendias todos los simbolos pero sabias que era de los peligrosos, de esos que no se dejaban usar a la ligera y exigian precios muy altos por funcionar.
El hombre escupio sangre en un ataque de tos. Estaba palido... Entendiste que no habia logrado un hechizo para salvarte sino que habia ofrecido su vida por la tuya y le quedaba poco de existir.
- No te muevas de la cama hasta que acabe... o todo habra sido en vano.- te pidio mirando tu cuerpo adolescente, ya eras una jovencita preciosa.- Escucha Erikia, no queda mucho tiempo. Las puertas del inframundo estan siendo forzadas, se romperan pronto. Tu eras la unica que podia evitarlo con tu sacrificio pero no podia permitirlo...se que es inapropiado y enfermizo pero me enamore de ti... Eras una niña entonces... nunca te he tocado... yo era feliz solo protegiendote y cuidandote pero no mereces pasar toda la vida inconsciente, ni yo puedo mantener un sentimiento tan enfermizo por mas tiempo.
- Las puertas se estan abriendo, lo noto, lo siento.. una oleada de locura barrera el mundo esta noche. Violaciones y muertes en todas las partes del mundo... aqui estas a salvo, nadie te tocara. Te he dejado comida y agua... ropa, armas... lo que pense que podrias necesitar... Tienes que buscar un grupo que se esta formando en el este. Un mago llamado Rast va a combatir el mal que saldra por esa puerta. No lo conseguiran sin tu ayuda. Eres la unica que puede volver a cerrarla. Si no lo haces... el mundo entero sera condenado.
-Grem...- dijo con pena. Había despertado aturdida y con los músculos sumamente embotados. ¿Sueño...todo había sido un sueño? ¿O que punto fue realidad y que no? Aun medio en las brumas de la semi-inconsciencia, no despertaba del todo y no entendía ver su cuerpo tan cambiado a como lo recordaba. Además, comenzaba a pensar de una forma mas madura sin darse cuenta.
5 años...¿he perdido 5 años de mi vida?
-¿Pero porque, quien hizo ese conjuro contra mi? No quiero que mueras... -extendió una mano hacia él. Ciertamente era sórdido lo que profesaba hacia ella, pero en ese momento Erikia le quería tiernamente, aunque no del modo que a él le hubiese gustado- Tu puedes hacer mucho mas que yo en esa puerta...
- Yo no soy la elegida para cerrarla...- respondio apartandose de tu mano. Todo lo que habia hecho seria inutil si aquello no se terminaba.- Tu padre...el a cambiado, esta ayudando a abrirla. Sabe que solo tu podias cerrarla... ahora cree que has muerto, estaras a salvo de él.- dijo cada segundo mas palido, su vida se consumia igual que una vela.
Mis ojos pueden ver el alma...Erikia.... el alma no tiene edad y la tuya es tan hermosa...cada dia mas. No soy un pervertido.- dijo con los ojos llorosos, era el dolor de no verte mas derramandose por sus ojos.-Nunca te toque, ni cuando dormias...pero te amo.- dijo exalando su ultimo aliento.
Las fuerzas le abandonaron cayendo a plomo. Tu te sentiste revitalizada de pronto, como si te hubiera concedido su poder y su energia vital.
El estaba muerto y tu vida, el ritual habia concluido.
-¡Gram! -llamo, en vano- Yo no creía que fueras nada de eso...
Erikia se levantó. Se sentía llena de energía pero hacía 5 años que no usaba sus piernas, por lo cual no la sostuvieron y se cayó de rodillas sobre los símbolos malditos. Sus músculos estaban contentos de volver a tener actividad, pero ella estaba con los ojos vidrosos.
Padre...
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-¡Padre! -llamó aniñada correteando hacia él. Tenía 5 años, y era de las raras veces que Mordenkainen Seimhel no estaba ocupado, y paseaba por el jardín pisando las hojas que el otoño había hecho caer a sus pies.
-Erikia -respondió con calma este, levantandole en brazos cuando llegó a él y le miró con estudiado cuidado. Siempre calmo, y siempre con una sonrisa leve e intrigante.
-La tía Scire me ha dicho que mi canción es muy bonita. Se la he mostrado luego de acabar las tareas. ¿Quieres oírla?
-Claro -dijo con la suavidad que le caracterizaba.
-¡Pero aqui no! -dijo enojada de golpe- ¡No tengo mi lira! En la cena, cena con nosotros ¿si? -rogó. Se dedicó a pasarle las manos por el pelo al hombre, un cabello castaño muy claro o de un rubio oscuro, todo dependia del ojo que lo viera. Y los ojos...algunos miembros de la familia los tenían asi, por herencia genética o por influencia del "don" familiar. Rojos, su tía y su tío los tenían en una mezcla de castaño y rojizo, pero su padre los tenía enteramente rojos como rubíes. Hermosos, pero antinaturales. Ella había heredado los de su madre, justo lo contrario: azules, muy azules. Venía de otra familia de magos, pero nunca le había preguntado mucho por la linea de magia del lado materno por falta de interés. Luego ya no pudo: su madre fallecio por una especie de enfermedad.
-De acuerdo -dijo con voz aterciopelada, cariñoso y suave como una brisa de verano- En la cena me darás un recital. Ahí estaré.
-¡Wiii! ¡Gracias! ¿Y mañana te puedo acompañar a tu cabalgata? ¡Asi parece que soy tu novia!
Él rió levemente.
-Ya veremos.
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Padre...¿realmente has cambiado tanto?
Cerró los ojos dejando caer algunas lágrimas sobre el rostro de Gram, y le cerró los ojos con las yermas de los dedos. Sabía que no tenía ni la fuerza ni los instrumentos para un entierro digno, asi que cuanto menos quiso ponerle en el lecho que había ocupado. Luego de media hora, renunció a ello. Era demasiado débil para poder con el peso, y contribuía que aun sus músculos estaban desoxidandose.
Lo colocó en una pocisión digna cuanto menos, y se quedó un rato llorandolo en silencio.
Finalmente se levantó, y comenzó a explorar la pequeña estancia, densa aún por el ambiente del maldito ritual. Encontró un espejo, y se observó a si misma unos minutos.
Era como una cueva forrada en madera para que que no se viera la piedra de las paredes y darte la sensacion de estar en una habitacion. Al abrir la puerta viste la caverna oscuro y sinuosa pero sentiste el aire entrando, habia una salida al otro lado que daba al mundo exterior.
En la estancia tenias todo lo necesario para sobrevivir bastante tiempo sin tener que sali de alli pero si te quedabas, habrias de pensar que hacer con el cadaver de aquel hombre que pronto comenzaria a descomponerse.
Erikia decidió partir inmediatamente. Quería honrar la memoria de Gram, al menos haciendo lo correrto. También ella misma deseaba hacerlo. Le dolía ir en contra de su padre, pero lo haría al menos hasta que pudiera encontrarse con él en alguna ocasión que se diera y entender porque hacía lo que hacía.
Buscó algun morral o alguna mochila para colocar algunos alimentos , y una manta. Como noble no le hacía mucha gracia estar cargando, pero tenía que dejar esos remilgos, despues de todo no estaba en casa ahora. No sabía exactamente donde estaba, quizá hubiese un mapa allí o caminaría recto hacia donde la suerte quisiera.
¿Como estoy vestida?
Llevas puesto un vestido sencillo pero bonito, de buena calidad y bien cosido que te cubria hasta los tobillos. Encontraste todo lo que buscabas, desde el mapa a los matorrales. Al salir de la cueva viste que era de noche.
Sobre el cielo se extendia una nube negra moviendose de modo antinatural, contra el viento. Era un poder oscuro y siniestro que descendia hacia las luces de un pequeño pueblo cercano. Era maldad pura, podias sentirlo aunque no sabias exactamente que era. Todo aquel que la respiraba se dejaba arrastrar por su lado mas violento y animal, conviritiendose en un monstruo.
Al salir al exterior Erikia sintió una molesria en el hombro, donde estaba la maldita marca familiar. ¿Que le había pasado al mundo en 5 años? Ella misma se observaba, y al verse mayor le hubiese gustado poder disfrutar las cosas como recordaba en la posada. ¿O también había sido un sueño? No estaba segura...
El mundo se veía incierto. Parecía al borde. Le recordaba a algo que había leído hacía mucho, cuando era muy pequeña, y ni siquiera recordaba el libro o el porque.
La tierra se quebrará vomitando llamas y azufre...vieja y cansada, morirá.
Los cielos se tornarán negrura turbia...
Las aguas se volverán turbulentas y con violencia emitirán quejidos...
El viento ímpio azotará la hierba, los árboles y los edificios para asolar todo...
El caos campará a sus anchas por el mundo, el suelo quedará yermo y estéril consumiendose en su propia destrucción...
No pudo evitarlo, sintió una probada de la desolación de lleno al recordar y observar el panorama. Apretando los labios, se dijo que sería mejor emprender marcha a pesar de la conmoción.