Partida Rol por web

Salvana pareció disfrutar de los versos de ese extraño aventurero, y cuando oyó el nombre pareció recordar algo.

- Recuerdo a alguien que se llamaba así. Estuvo aquí en una habitación durante un tiempo. Tenía unos asuntos con Eilian. - señala al viejo granjero que esta junto al fuego. - Lo extraño es que desapareció un día y no ha vuelto. - dijo ahora encogiéndose de hombros. - Nunca supe qué fue de él.

 -¿Con Ellian, dice? -el joven mago miraba al granjero, intentando escrutar cualquier signo de maldad que pudiera denotar que le haya causado algún mal a su mentor- Disculpe, Señorita.

Tras una leve reverencia a Salvana, que hizo sin dejar de mirar al granjero, se acercó a este y se presentó directamente.

-Buenas noches. Mi nombre es Adenath y quiero saber que le ha ocurrido a mi mentor Douven Staul. -se sentó en una de las sillas junto al granjero- Tengo entendido que Usted podría ayudarme. ¿Me equivoco?

El viejo Eilian se giró al oír su nombre. Parece risueño y contento. Es un tipo granjero entrado en años que pasa las noches en la posada calentándose con la hoguera y con un poco de vino especiado.

¿Conocíais a Douven? ¡Siempre me he preguntado qué habrá sido de él! - comentó Eilian - Tenía preguntas que hacerme sobre la vieja zona de enterramientos al suroeste del pueblo. ¡Creía que allí podía haber enterrado un dragón! - dijo y se rió alegremente. Algunos parroquianos de la posada también rieron al oír la historia.

- Les dije que probablemente no se tratara más que de un montón de restos sin valor, pero no me quiso escuchar - negó el viejo - ¡no señor! Bueno, desde luego que le indiqué cómo llegar hasta el sitio. ¿Sabéis? Soy una especie de historiador de la zona.

Parecía el típico viejo de posada que se aburría tanto que no paraba de charlar a la mínima de cambio.

- ¡Ah, sí Douven! Bueno siguió mis indicaciones y desde entonces no lo hemos vuelto a ver. ¡Espero que el pobre hombre se encuentre bien!

¿¡DRAGÓN!?  De pronto el interes del orejas puntiagudas no se limitaba a hacer burlas sobre el nombre del anciano Valthren. Coño, de tanta broma no se ni como se llamaba; una simple palabra como dragón le había sacado del ensimismamiento y en su mente solo habia dibujada la figura esbelta y robusta de un dragón de ojos carmesíes con las garras más grandes que sus propios brazos y unas escamas color azabache iguales a la pieles de las gentes del este. Ey!! si el viejo  Douven dijo que alli hay un dragón  enterrado, es que alli hay un dragón enterrado. Douven no bromearía con una cosa así. Tras un momento de espera agarro mi jarra y la bebo de un solo trago largo, después suelto en ligero eructo debido al histe de la amarga( y esquisita cerveza). Deliciosa, Salvana.

El dracónido se levantó de la mesa al ir terminando su plato de comida y se acercó a Eilian, con el resto del grupo.

Pero... ¿y no volvió de su primer viaje a la zona de enterramientos? ¿No sospechasteis nada? -dice mientras se acerca al anciano- Es costumbre de Douven meterse en asuntos raros. ¿Qué clase de preguntas os hizo, Eilian? Quizá pueda ayudarnos.

Últimamente no se habla mas que dragones...

Mientras esboza una leve sonrisa por su pensamiento, intenta buscar algún sitio para sentarse, sin apartar mucho la mirada del anciano para no desviar la atención de su pregunta anterior, coge una silla de una de las mesas libres de alrededor y, acercándola a donde estaban hablando, se sienta.

- Bueno, pasan muchos aventureros por aquí - contesto el viejo Eilian - y cada uno con su historia. Lo del dragón enterrado es una vieja historia que contamos a los niños para asustarlos que no se adentren en el bosque.

Eilian no se imaginaba que podría haberle pasado nada a vuestro amigo y mentor. Refugio Invernal era un sitio de paso y recibía muchos aventureros como vosotros.

- A lo mejor no encontró nada y se volvió para su casa o siguió otro camino - dijo el viejo encogiéndose de hombros.

Mmmhh... mañana deberíamos visitar la tumbar del reptil por si aaso Douven nos dejó alguna pista.

 -No... a casa no vlvió. -la preocupación se hizo patente en el rostro del joven mago- Estoy contigo, Liham, en lo referente a la visita a la supuesta tumba del dragón. Sr. Eilian, nos ha sido de mucha ayuda. No sabe cuanto se lo agradeceremos cuando encontremos a nuestro mentor.

- Una ultima cosa - dijo Eilian. El viejo se levanta y se dirige hacía una pared de la posada que hay un gran pergamino con una especie de mapa dibujado y ayudado con su bastón os señala una zona al sur del Refugio Invernal.

- Es aquí dónde le dije a Douven que estaba dicha tumba.. aunque solo sean leyendas. - dijo algo preocupado.

Luego de un par de minutos de charla hemos logrado conseguir algo de información sobre el paradero de Douven, para que no ha sido en vano el venir hasta este lugar a descansar.

Me acerco al mapa y apunto al lugar -A cuanto tiempo de camino esta ese lugar.

Lo más recomendable seria salir mañana a primera.

Eilian ya se había sentado en su sillón. El hombre estaba muy viejo y andaba con dificultades apoyándose con su bastón.

- Oh bueno, supongo que unas horas a buen paso. - dijo mientras se acomodaba.

Bien, entonces lo mejor será que esta noche descansemos bien y nos pongamos en marcha mañana por la mañana, a ver si solucionamos algo.

Se levanta de la silla, la coge y la vuelve a dejar al lado de la mesa de donde la había cogido. Después se acerca al mapa y le echa un vistazo.

Aunque... si está a las afueras de Refugio Invernal quizá deberíamos hablar antes con ese tal Lord Padraig sobre el asunto de los goblins, para ver qué sabe. No sé si los goblins se acercarán tanto al pueblo, pero si han visto a Douven solo por ahí puede ser que también tengan algo que ver con su desaparición. ¿No os parece?

Tomo asiento nuevamente en la mesa esperando que la comida no esté muy fría, "Nunca me perdonaría dejar que se pierda esta comida"

Me detengo un momento y giro hacia donde esta Torinn -No creo que Douven fuera a caer con unos cuantos goblins, pero como bien dices ya que vamos a salir del refugio, lo mejor es que tengamos toda la información posible.

Continúo comiendo lentamente para saborear todo lo que está en el plato.

Poco a poco todos los clientes de la posada se iban yendo, pues la noche estaba en el momento mas álgido y empezaba a ser tarde. Aunque la posadera os seguía sirviendo las bebidas que pidierais estaban recogiendo la cocina y todo lo que podían. Al final os quedasteis solos. Ya no se añadían mas leños a la hoguera, así que poco a poco se iba apagando.

Adenath estaba acariciando los adornos metálicos de su libro de conjuros mientras miraba las moribundas ascuas de la chimenea. Parecía estar confundiendo los carbones ardientes con recuerdos de su atormentada niñez.

-Si queremos salir mañana temprano, deberíamos irnos a dormir ya. Algunos tenemos que repasar nuestro arsenal antes de partir.

Sí, deberíamos irnos ya si queremos estar en buenas condiciones mañana.

Torinn apuró su jarra de cerveza y la dejó sobre la mesa. Recogió sus armas y se levantó buscando con la mirada el acceso a las habitaciones.