Partida Rol por web

Por un segundo, los hombros y el pecho del Profeta volvieron a sacudirse levemente desde muy dentro. Reflejo de alguna conducta semi-extinta de risa que, en poco a poco, acabara convirtiéndose en ese estertor tan extraño. Tharall retiró la mano de las cercanías de Caïne y sin apartarse ni un paso, usó la zurda para levantar el pequeño mantel carmín que ocultaba la mitad inferior de su rostro. Su rostro era totalmente plano, liso. Ni un solo orificio que pudiera ser confundido con una boca o algo parecido -fuera como fuera en otras especies de seres vivos- y tan si quiera con el de una nariz. El rostro era, de algún modo, espeluznante para un ser humano normal no acostumbrado a este tipo de contactos. Acto seguido, volvió a dejar la tela ocultando su rostro.

"Vocalizar no es una opción, amigo Caïne. Mi especie fue evolucionando de modo que comunicarse o alimentarse del modo acostumbrado a los vuestros se hizo innecesario y, finalmente, se eliminó ese rasgo físico de nuestros cuerpos. Nuestro único modo de comunicación es este, me temo. Y sí, verás a otros en el imperio que puedan, pero no todos tenemos el mismo origen, ni pertenecemos al mismo linaje"

Luego asintió ante los pensamientos y reflexiones del vampiro. Acción y reacción. Casualidad y coincidencias, destino. De algún modo, Tharall parecía estar en comunión con mucha de las ideas que su interlocutor expresaba. 

"Precisamente el estrato temporal del que he formado parte y me he alimentado al llegar a vuestro planeta es el que me ha hecho comprender que, en cierto modo, la Reina oculta y esconde más de lo que quiere hacer ver. Quizás, aunque secretas, sus acciones sean acertadas, pero detesto el secreto. He de conocer la verdad, y por eso estoy aquí. Aciertas en tu reflexión, este encuentro está predestinado, no ha sido fruto del azar. Pues ahora conozco la presencia de los milenarios, como tú, y eso me lleva a otra pregunta de algo que he visto en mis andanzas en vuestro pequeño planeta. El metal. Los humanos estáis siendo llevados a instalaciones que ya existían en este globo desde hace eones, y están construído con el metal de Aquellos Que Vinieron Antes. La Verdad del Vacío viene de ellos mismos, y por eso tengo la creencia que aquí se encuentra su conocimiento. Si llego a él, comprenderé mejor las intenciones de la Reina. Y entonces alcanzaré la verdad ante la que un hombre como Epsilon Eridani se ha doblegado"

Como en una complicada madeja, comienzo apenas a ver un patrón. El Imperio Shimenari, con su Reina y su deseo "benévolo" de salvar al planeta de la enfermedad de la Humanidad; Tharall uno de los (¿cuantos?) Profetas, Iluminados pertenecientes a una casta dirigente de los recién llegados, sin duda con poder para influir en las acciones de este invasivo Imperio. Metal: unas instalaciones creadas por "Aquellos que Vinieron Antes", donde retienen a aquellos capturados. Eridani, un hombre de desmedido orgullo y ambición doblegado ante la situación, al menos aparentemente, ¿Tendrá ese metal alguna relación con las menas de Strenium que pueblan la antigua patria de Eridani, el pequeño país de Transjastán, al Sur de Uzbekistán? Ilusión de coincidencia...

- Como bien dices Tharall, las acciones de la Reina, acertadas o no se llevan a cabo tras el velo del secreto, incluso para los Profetas y eso excluye la posibilidad de diálogo que nos ofrece la Verdad. ¿No te es extraño el concepto y la bandera de fuerza tras la que ha entrado en la Tierra? ¿Acaso has visto u oido de otra actuación igual a los largo de la existencia del Imperio? Hay una principio en el universo que es innegable, es que cada acción provoca una reacción opuesta e igual. ¿Qué habéis provocado aquí? Lo váis a descubrir sin duda, porque la fuerza sobre el dialogo no trae más que problemas. El imprudente piensa, "mientras pueda utilizarse la fuerza, ¿para que el dialogo?". Sin embargo, las palabras siempre conservaran su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y si se escuchan, enuncian la Verdad. Y la verdad es que no se si os gustará lo que váis a descubrir. -

Paseo por el claro mientras dedico unos pensamientos a calmar el agitado clima, el ruido de los truenos disminuye, apagándose por momentos, la lluvia parece perder su ímpetu y se convierte en llovizna titubeante, mientras la tormenta viaja lejos de nosotros. Una vez creado el nuevo patrón climático, me resisto a influir más de lo necesario en la Madre Naturaleza, es una zorra que te hace pagar caro que la metas mano, ya se disipará con el tiempo, o no...

- No obstante, comparto tu deseo de conocimiento Tharall, así que solicito que me dejes acompañarte en esta búsqueda. Quizás podamos sernos útiles mutuamente en el ejercicio de comprender las diferentes formas de vida de nuestros respectivos hogares a la hora de dilucidar qué es lo que ocurre realmente y el conocimiento de Aquellos que Vinieron Antes, que no se ha revelado a tus esfuerzos individuales. Dos mentes pueden triunfar donde una no encuentra el camino, ¿no crees? -

Observo la reacción en los ávidos ojos del Profeta, esperando poder ver cuales son sus reacciones inconscientes, algo que toda criatura viviente tiene y deja traslucir sus verdaderas emociones más allá de sus palabras.

"La sabiduría recorre cada enlace de tu cuerpo, amigo Caïne, y no puedo comprender que entre los tuyos no te adoren o te tengan por un lider o un profeta de la verdad. Tus palabras rebosan el conocimiento que los pueblos del Imperio Shimenari tardaron años en comprender y que pertenece a la Ley del Vacío. Durante años he visto a los pueblos combatir, invadirse e imponerse los unos a los otros. Pero no fue hasta que la palabra se hizo eco entre los Profetas, que los míos se unieron bajo una única Verdad y se erigió un único gobernante. Eso cambiara otrora cuando nuestro gobernante creyó sabio unirse a Shimenari, pero la Verdad está ahí. La palabra tiene una fuerza mayor a la espada."

En ese momento, un sinfín de imágenes volvió a desencadenarse en la mente de Caïne. Durante los primeros instantes era difícil dilucidar cual era el mecanismo de unión de estas, pues parecía una sarta completa de imágenes elegidas al azar. Pero el patrón apareció. Paredes y objetos hechos de metal. Todos con runas, dibujos y marcas en estos que, por lo que ya había dicho Tharall, debían ser "las palabras" a las que hacía referencia. Y, como había deducido, aunque había dudas debido al extraño modo de comunicación... parecía Strenium.

"Las palabras son la Última Verdad que nos legó Los Que Vinieron Antes. Y cuando descubrimos eso, evolucionamos. No me extrañaría que algún día pudieras liderar a tu gente y hacerla evolucionar, amigo Caïne. Pero será un camino largo, arduo y complicado como lo fuera para el Vacío."

Entonces Tharall meditó el último ofrecimiento del vampiro. Y, notando las idas y venidas de la conexión telepática que el Profeta hacía de su mente entendiendo que podía reflexionar mejor, entendió lo que podía pasar por la mente de un ser tan curioso.

"Está bien, si tu deseo es acompañarme así será. Acostumbro a trabajar en solitario, pero alguien que comprenda la mente humana mejor que yo será realmente útil para entender el planeta y su pueblo. Si ellos estuvieron aquí antes, es porque comprendieron la verdad del planeta, y yo no puedo acercarme más desde mi posición. Pero tú has vivido aquí, y has nacido aquí, por lo que tu sabiduría y conocimiento será útil en esta búsqueda. Del mismo modo que la chica nos será útil para comprender algo más, como buscar la primera pieza de información. Así que si estás preparado para nuestro viaje, saldremos en este preciso instante. Si no, prepárate, pues no sabría decirte cuando podrás volver"

Digiero los pensamientos del Profeta, mientras no puedo evitar preguntarme si con este medio de comunicación tan efectivo, no podría hurgar en mi mente. Se que es algo complicado, mi particular naturaleza y mi fuerza de voluntad suelen ser trabas grandes para un intruso, pero este Profeta ha demostrado ser excepcional a su manera. SUpongo que si es necesario, ya llegaré a ese conocimiento, más espero que no.

- Líder dices, liderar para guiar, ¿o dominar?. Son metas que tuve en el pasado, más el fluir del tiempo me ha entregado una Verdad que ahora te revelo: No tomaré mas de lo que se me ofrezca, el líderato debe surgir del libre albedrío y la voluntad de servir al propio líder. Cualquier uso de la fuerza sólo crea semillas de revolución que como es propio de la vida, se abrirán camino tarde o temprano. Como bien has dejado claro, démosle tiempo al tiempo. Y hablando de tiempo espero conocer más detalles de ese proceso mendiate el cual tomas tu sustento del mismo - comento mientras señalo la radiación azul en la que está envuelta la muchacha -, si tenemos un rato. En cuanto a si estoy listo, déjame unos momentos para ordenar mis ideas y mis escasas pertenencias y estaré contigo en un momento. -

Camino hacia entre los árboles en un principio, y luego en una rápida ráfaga de viento, hasta mi cercano refugio donde recojo algunas fruslerías y dejo asegurado el lugar. Me dirijo a los animales voladores y terrestres que compartían mi solaz y les doy instrucciones en sus instintos, liberándolos al exterior - Partid amigos, expandiros y reproduciros, comunicad este mensaje a los que son de mi Naturaleza: "Ocultaros del Imperio Shimenari, no interaccionéis con ellos, buscad sustento pero no los combatáis. Necesito más tiempo". Que vuestra descendencia reciba este mensaje y lo transmita así mismo a los que son como yo. - Tras eso abandono mi refugio con mi acero a la espalda, de vuelta al claro donde espero encontrar al Profeta.

Saludo a Tharall con un cabeceo, mientras examino si ha habido algún cambio significativo en mi ausencia.

- Estoy preparado Tharall, ¿partimos? -

Cuando Caïne llegó observó cómo la imagen había cambiado levemente. El claro, a pesar de ser el mismo, había visto reducido su número de figuras únicamente a dos. La chica había desaparecido, mientras que el extraño guardaespaldas que se encontraba paralizado junto a Tharall se encontraba funcional de nuevo. Su ojo brillaba y su cabeza giraba, vigilando los alrededores. Mientras tanto, el profeta se encontraba meditando sentado sobre la tierra mojada del bosque. 

"Palabras sabias del que tiene el potencial de ser un potencial Profeta de su especie. Así fueron aquellos que recibieron la voluntad del pueblo en tu historia, aunque fueran odiados por los que ganaron el mandato por la fuerza" 

Tharall se levantó cuando Caïne llegó y se irguió en toda su extensión. Echó un vistazo curioso a la espada que portaba y, entonces, se acercó hasta su centinela.

"Acércate, pues el primer tramo lo haremos del mismo modo en el que llegué. A partir de ahí, me temo que tendremos que caminar, pues no está permitido hacerse de otro modo. Me temo que no podremos usar el mismo modo de viaje que la chica, pues carezco de esa extraña capacidad de la que ella hacía gala"

Me acerco al Profeta, echando una mirada de soslayo a su ciclopeo compañero. Observo la mirada de Tharall hacia mi espada pero no le doy importancia, cada uno usa los medios a su alcance, el servidores y yo acero celestial.

- Comencemos el viaje Tharall, en pos de la Verdad de Los Que Vinieron Antes -

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