Hay una cosa que estoy viendo que quería comentar contigo. No se si Turing está aplicando bien la Supervelocidad. A lo mejor mi DM de SHI lo hacía diferente a las reglas de ahí que me salga de ojo lo que hizo (y hace de manera continua) en el asalto. Dice algo como "estoy muy cerca del Centinela donde cayeron las granadas y le golpeo a toda velocidad". Parece algo incompatible. Mi DM dejaba que aplicaras el bono al daño de SuperVelocidad cuando te movías relamente rápido, como cogiendo carrerilla o impulso. Eso solía translucirse (salvo efectos que vengan dados) con que gastas una acción para beneficiarte de ese "impulso extra" y sólo para UN ataque, no de manera continua como hace SIlvia, lo cual me parece un poco "Exploit".
Por otra parte, sehun SHI, PUEDES dar dos golpes por acción, no solo uno, no se si eso lo has modificado tú, o es que no se ha dado cuenta nadie...
Los demás Pj parecen (parecemos :) la "sombra" de Sivia un poco, y me pregunto si la SuperVelocidad está siendo usada correctamente. Aparte de su suerte, ¡que es increible! Jejeje.
Espero tus opiniones al respecto, un saludo.
El último combate, el del capítulo previo, fue un poco caótico y apenas pude analizar si los personajes estaban nivelados o no. Se que SHI es un sistema con muchos vacíos legales y hace falta mucha mano de master para equilibrar ciertos poderes y personajes, y quería ver un combate algo más serio para plantearme el reequilibrio de según qué cosas. Efectivamente, he notado que la Supervelocidad está resultando un incordio, no solo para mí (que me da un poco lo mismo), si no para el resto de jugadores que se ven totalmente desnivelados, y si subo demasiado el nivel del combate, queda descompensado para los otros (intenté solucionarlo haciendo que muchos de los puzzles requirieran de otros asuntos para poder compenetrarse). Así que una vez acabe, voy a hacer un reajuste de una serie de reglas. Pero me parece un buen apunte por tu parte.
Observando las evoluciones de los combatientes, preveo que con su rapidez y habilidades, podrán evitar la perniciosa onda de lo que deben ser artefactos explosivos, con lo que puedo concentrarme en mi tarea principal. Los Grunts. Entro subversivamente en el pensamiento de los restantes e implanto en su mente acostumbrada a recibir ordenes, que los Grunts que les disparan son sus enemigos principales, de tal manera que los antes dominados y los que lo han sido más recientemente, concentren su fuego entre ellos, y dejen de ser una amenaza para nadie. Pero primero vuelvo mi atención al Grunt más cercano a mi, subyugandolo y dándole instrucciones para que se aparte de la pelea y tire su arma al suelo. Es mi intención usarle como "instrumento" para abrir el panel mas adelante. Al ver las granadas volar hacia el Acorazado, ordeno a todos los Grunt que corran hacia él, de tal manera que la onda expansiva los elimine. Pero no a mi títere particular, claro.
Motivo: Dominar Grunt aislado
Tirada: 1d100
Dificultad: 144-
Resultado: 85 (Exito)
Motivo: Dominar resto Grunts
Tirada: 1d100
Dificultad: 144-
Resultado: 16 (Exito)
Motivo: Orden Grunts radio explosión
Tirada: 1d100
Dificultad: 144-
Resultado: 10 (Exito)
3 Acciones: Dominar un Grunt y apartarlo del combate, desarmado, para que no lo perciban como una amenaza. Dominar a los restantes, para que se disparen entre si, y tras ver las granadas volar, les ordeno que corran hacia el Acorazado que está en el radio de explosión (¡Un Critico!).
La intervención del vampiro, invisible para aquellos prisioneros -que podían decirse estar en un día de suerte- había ayudado a facilitar los últimos movimientos de aquel combate que podría haber acabado con la vida de todos ellos, como ya lo había hecho con alguno de los prisioneros. Pero tras aquella explosión -que ciertamente había sido mayor de lo esperado- un extraño suceso llamaba la atención. "Activando protocolo de bienvenida". ¿Qué seria aquello? ¿Qué había cambiado? Fuera como fuese, aun quedaba allí un Grunt bajo el dominio mental de Caîne, y por suerte escondido de la vista de todos ellos.
Aún arropado en el anonimato de las sombras hago que el Grunt llegue hasta mi, tras lo cual procedo a implantar una sencilla pregunta en su maleable psique - ¿Qué hace el Centinela? -.
Varios milenios me han enseñado a ser precavido, y no soy de los que apostarían por una repentina bandera blanca por parte de estos seres, si no hay una buena razón que lo motive, la cúal de momento no llego a atisbar. Quizás todo es un truco de las inteligentes criaturas... no lo se, pero no creo que sea tan sencillo acabar con la resistencia de estos Centinelas.
Después de escuchar su explicación, procederé a realizar mi entrada en la sala. Con cuidado eso sí, estos seres estaban siendo retenidos, y podrían reaccionar con severa violencia.
"La gran voz nos llama. Busca la apertura a la gran audición. El centinela gobierna este lugar, pues fue creado por los antiguos con ese objetivo. La gran voz busca a su hermano, prepara el camino al reencuentro"
Aun en su mente, Caîne fue capaz de comprender la fascinación en aquellas palabras. Aquellas criaturas, o al menos esa en concreta, sentía una asombrosa admiración hacia aquello que llamaba "la gran voz" que, si no se equivocaba en la sensación recibida, hacía mención hacia la figura del gran profeta residente en aquella edificación.