Partida Rol por web

Cazar para tanta gente no es nada fácil y ya no solo por la cantidad de presas necesarias sino también por el ruido que genera tal cantidad de personas .Caballeros , montad el campamento mientras algunos me ayudan a buscar la cena  y por lo que más queráis procurad no espantarnos las presas .

Me escabullo entre los árboles buscando rastros  o senderos que indiquen que son transitados para montar trampas  y acechar a nuestra próxima comida 

Acompañé a Lycyn a cazar, esperando que pudiéramos tener la suerte y la habilidad para traer para todos.

cuando íbamos en el camino me cuenta que nuestra tarea sería difícil, dadas la cantidad de bocas y el territorio frío, que hacía que el verdor que nos acompañó fuera dando paso al marrón típico de zonas mas frías.

cuando viajábamos, le pregunté a Lycyn:

- tienes alguna idea para la caza?, creo que necesitaremos algo mas que nuestra habilidad individual para lograr traer algo para comer- le dije lo anterior susurrándole.

Trino que tiene habilidad para adaptarse a cualquier clima, aunque no tan bien como los elfos parece estar soportando bien las inclemencias y el frio. Sale con el resto de montaraces a cazar, sin embargo esta mas pendiente de encontrar huellas humanas o de trolls por el ultimo rumor sobre el hijo de la posadera, aunque ya estan seguramente demasiado lejos para encontrar algo.

-He estado pensando...- Huesogris hablaba como pensando en voz alta, mientras ayudaba a montar el campamento. -Recuerdan lo que Elrond dijo? Se han encontrado escrituras dictadas por el dragón. Escrituras que tienen muchos años. Memorias de un dragón.- Rió por lo bajo. -No tendrá algo que ver con el elfo que menciona el arbusto en su profecía? Porque para que alguien viva lo suficiente como para escribir la vida de un dragón mientras transcurre, esa persona tiene que ser un elfo.-
Se le vino a la mente la elfa que acompañaba al viejo de barba en la taberna. Si tan solo se le hubiera ocurrido antes! Ahora ya es demasiado tarde y vaya a saber uno por dónde andarán. O quizás estaba dándole demasiadas vueltas?
-Quizás ese dragón no esté solo.-

-Interesante conjetura  sobrino

Nomdil se quedó pensando un rato. Aunque el frío no era problema para él,  parecía que  al grupo le afectaba. 

Miró  hacia adelante del camino, poco a poco el paisaje se tornaba  más hostil. 

- Puedo ayudar con el frío, con algo de magia, pero no durará mucho. Si ven que no lo soportan  denme el aviso.

Miró nuevamente a su sobrino 

-Entre tantas cosas no me has contado por completo tu aventura en el bosque de los Troll 

¿A que conclusión has llegado?

Celebnor se sentía a gusto charlando con su tío, pues era el único miembro de la hermandad que no lo miraba con ganas de que se lo comiera el dragón.
-No lo se muy bien, tío.- Dijo mientras se sentaba al pie de un árbol, lamentó no haberse traído hierba para su pipa, pues le ayudaba a pensar. -El arbusto nos mareó a todos con sus palabras, habló sin dejar nada claro.-
-El arma para vencerlo se encontraría en su propia guarida, su tesoro, su debilidad.
-Dijo que la furia del hielo y la oscuridad nos envolvería a todos.- Hacía gestos con las manos mientras hablaba. -Pero según él, Elrond encontró algo especial en nosotros por habernos escogido, y que si los peligros a los que nos enfrentamos son grandes, nosotros deberemos serlo más.-
-Tampoco nos dio tiempo de pensar, antes de poder comenzar a digerir todo lo que nos dijo se produjo una neblina y cuando volvimos a poder ver con claridad ya estábamos abriendo la puerta de la taberna. Fue una experiencia algo confusa.-
Se quedó mirando el suelo fijamente, pensando.
-Os digo una vez más, el miedo es nuestro peor enemigo. Y debemos vencerle juntos.- Dijo mirándolos a todos a los ojos.

Los compañeros os traen algunos ramas y hojas para el fuego pues nada encontrarón por estas tierras, pero Trino algo hayó: apenas un puñado de piñones y frutos menores.

Lycyn ha tenido suerte pues siguiendo un cierbo le llevo a un lugar lleno frutos y hierbas comestibles, incluso encontro setas comestibles. y eso mismo paso en la noche anterior con un hermoso jabali por lo que las dos noches despues de la posada os habeis alimentado de frutos, setas y plantas comestibles.

Por lo menos no se ha hechado mano de las provisiones.

Pero en uno de los viajes en busca de caza  Trino, Halbarad, Lycyn, ven algo preocipante...

Despues de estar recogiendo los frutos y demas para la cena  se escucha unos gritos de ausilio, el terren es rocoso y con algunos arbustos de poco follaje, los critos estan a 50 metros de vosotros y a 123 m del campamento. Tambien se escucha dos malificas voces dicutiendo y quejandose.

Pero esta demasiado lejos para saber más

¿que se hace?

El fuego esta preparado pero Esa noche los compañeros Halbarad, Trino, y  uno de los de la  hermandad Lycyn, no han vuelto y la noche por fin a caido del todo ademas es noche  cerrada, incluso el elfo puede tener problemas para ver, no así  los enanos que podrían ver a 3 metros delante de ellos por estar acostumbrados a las cuevas.

Al rededor del campamento comienza a escucharse los tipicos ruidos de las criaturas solitarias de la noche que salen a cazar

Fúrin caminaba inquieto. ¿Dónde están? Ya deberían haber vuelto... rumiaba el herrero mientras sus pasos dejaban una marca cada vez más visible en el pasto del piso. Un montaraz seguramente le habría dicho que dejara de hacerlo para no dejar tantos rastros... pero no estaban los montaraces.

-¿Y si les ha pasado algo?- soltó el enano luego de pesarlo y re pensarlo -Habría que saber algo de ellos a este punto, y la noche ya ha caído...-

-Tenemos que salir a buscarlos, no podemos dejar que les pase algo mientras estaban buscando comida para todos- en cierta forma Fúrin se sentía responsable... no sabía por qué, después de todo, ellos sabían lo que hacían...

-La furia del hielo y la oscuridad...

Repetía las palabras de su sobrino, esa noche  era una muestra de lo que  tenían que enfrentar.   Miró a los costados, en busca de los compañeros que debían traer las provisiones. 

Se acercó a su sobrino.

-Celebnor si es como lo ha dicho la criatura del bosque, es hora de empezar a preparar conjuros que nos permitan combatir el frío intenso así  como la oscuridad.  

- Esto no esta bien, nuestros compañeros se demoraron. Sugiero ir en su búsqueda.

¿Quién me acompaña ?

Tomó su bastón y comenzó a recitar por lo bajo un conjuro de luz.

-Si mi primo va,yo voy.-Dijo Farin agarrando su hacha.
 

Movamos con cuidado para ver lo que sucede , parece que alguien necesita ayuda y de toda formas no pienso dejar rondar tan cerca de nuestro campamento  a posibles enemigos .Susurro mientras saco una flecha del carcaj .Si les pillamos desprevenidos quizás podamos eliminarlos sin que hagan demasiado ruido y sin tener que luchar cuerpo a cuerpo .

-Entonces somos dos enanos contigo, Nomdil- dijo Fúrin tomando el martillo con runas en su mano derecha mientras con la otra tomaba el escudo -¿Alguien más?- dijo colocándose junto al conjurador.

Trino que sabe orientarse bien, situa los sonidos y el campamento y escribe una nota que dice 120 metros y la direccion de los gritos. La ata a la pata de la paloma y la manda con el resto del grupo.

Estoy avisando al grupo. Vayamos a investigar para evitar llegar tarde para ayudar a quien sea que haya gritado.

El frío no cesó en todo el dichoso camino y para colmo tenía que escuchar y aguantar al medio elfo con toda su caridad, la cual me vino de perillas - Pero vamos, tampoco hay que darle la mayor importancia a dejar una manta... no soy un necesitado ni mucho menos... ¡¡joder que frío hace!! -

El camino no mejoraba conforme avanzábamos, es más, la cosa iba a peor. Pasó un buen rato hasta que llegamos a lo que parecía la frontera de las tierras que estábamos atravesando. Se decidió acampar para tomar un descansito e intentar recuperar un poco la temperatura corporal. Los montaraces del grupo se dispusieron a salir en busca de víveres para todos. Hicieron varias salidas hasta que en una de ellas, pasaba el rato y no llegaban - Esto no pinta nada bien... han salido varias veces y seguro que han tomado el mismo camino para ir y venir - comenté intentando quitar un poco de hierro al asunto, pues se supone que son más que capaces de moverse por el terreno sin ningún tipo de problema, aunque parece ser que en el último paseo si que lo tuvieron.

Algunos de los compañeros se disponian a salir en su busca - Señores, no soy un cuidador de nadie y creo que ya sois mayorcitos para saber elegir pero.... Nomdil eres un conjurador magnífico ¿sabes rastrear un rastro de los montaraces que se supone que no dejan rastro? - comenté mirando a Nomdil y seguidamente a los dos enanos - ¿y vosotros? no quiero ni mucho menos que os lo tomeis a mal, pero no creo que ustedes sean los más preparados para buscar rastros inrastreables... es más ¿creeis conveniente ir a buscar a los compañeros para perdernos? yo opto por esperarlos durante la noche, saben cuidarse solitos y si al alba no sabemos nada de ellos proseguir con nuestra misión... - comenté a todos los presentes para que se tomara una decisión correcta y no a lo loco.

- Puede que tengas razón amigo Malleus, olvidé lo difícil que es seguir a un montaráz. Quizás sea mejor darles un poco más de tiempo.   Es que me preocupa esta oscuridad. Parece que algo se está  preparando para tomarnos por sorpresa.

¿Esperamos entonces?   A no ser que mi sobrino tenga algún conjuro de rastreo.

Mira a Celebnor esperando respuesta. 

Ante las sensatas palabras de Nomdil, asentí con la cabeza en señal de estar de acuerdo con quedarnos donde estamos - Por mi sí, deberíamos permanecer aquí, pues no conocemos esta zona y sin montaraces somos carne de cañón y un blanco fácil en manos de las criaturas que si que se conocen esta zona - comenté mirando a Nomdil y luego dirigiendo mi mirada a todos y cada uno de los integrantes del grupo.

-Lo siento, pero no. Mis conjuros ayudan todavía más a ocultarse, pero no a rastrear.- Dijo riendo.
-Concuerdo con ustedes, Nomdil es un conjurador excelente, pero a la hora de rastrear no creo que pueda llegar muy lejos.- Dijo Huesogris mientras hacía dibujos en la tierra con una ramita, escribía runas y otras cosas que solo él se entendía. -Aunque me preocupan los montaraces, si saben cuidarse solos tan bien como dicen, entonces por qué todavía no han vuelto? No me irás a decir que se pusieron a jugar cartas con un jabalí.-
-Mañana a primera hora del día acompañaré a mi tío a buscarlos. El que quiera venir con nosotros, bienvenido sea.-

Luego se quedó callado de repente al oír los ruidos que provenían de la oscuridad que los rodeaba.

Elerent se acercó a sus amigos enanos posando ambas manos en sus hombros.-Yo también voy compañeros debemos darnos prisa.