El Acólito Superviviente escuchó pasmado las últimas palabras de Irving Malloy: ¿Iba a besar realmente al Señor Otto? ¿Habría una orgía homosexual a dos bandas si se confirmaban las sospechas de que Ninfa y Sophie estaban juntas?
Un escalofrío recorrió su quemada espalda al darse cuenta de que sus pensamientos le estaban distrayendo en el más crucial de los momentos y trató de retomar con la mayor solemnidad posible
- Sophie Neveu, por tres votos a dos... es usted la elegida por la Hermandad para saltar al Pozo
Pero entonces Sophie sacó un arma y les apuntó.
¡CONFIRMANDO ASÍ QUE ERA POLICÍA!
Mabel Walkier Williebrandt, del Departamento de Justicia del FBI había esperado este momento para reunir a Ludwig, Francesca, Darius y Edward Pine... Se habían ido colocando en las posiciones estratégicas en el Pozo para ir escalando entre las rocas y el resto de cuerpos antes de que la Ceremonia terminara y detener toda aquella locura en un último golpe sorpresa:
- Adelante chicos, aprovechemos ahora, ¡Sophie, no te RECLUTAMOS por nada! ¡Recuerda que no quieres que el mundo se destruya!
Pero Sophie les apuntó también con el arma a ellos.
- ¡Basta! ¡Basta! No puedo más, no sabéis lo que ha sido esto... unos queriendo que anuncie al Negrocastro otros queriendo que lo detenga... ¡Como si no fuera ya bastante HABER SIDO EL PROFETA antes de que me reclutaran!
¿Y saben qué me hacía entender qué no puedo estar en ningún bando? No, no eran las palabras del Maestro Sectario cada noche, ya que casi desde el principio me uní a la policía y no hubiera sido necesario estar pendiente de eso... No, no eran las palabras de justicia y orden de la policía cada mañana, cuando veía que mis propios compañeros policías también me atacaban con su desconfianza.
¿Saben qué era? O mejor dicho... ¿Saben quién era?
Sí, NINFA WHEET. Que a su vez fue bendecida con el poder de la ENERGÍA MENTAL
La mujer ruda contrabandista se puso a su lado frente a Otto e Irving y frente a los policías que trataban de salir del pozo. Mabel vio perdida su última oportunidad al saber que las razones de Sophie eran más poderosas que las que pudiera darles ningún Gobierno.
- SOMOS LAS ELEGIDAS. Compartimos la misma mente y el mismo cuerpo- dijeron las dos a la vez sincronizadas- Hemos estado conectadas cada día y cada noche, uniendo nuestros talentos. La Profeta y La Telépata. El perro y el cuervo... Hasta que en el segundo día pasamos a ser un tercer bando al hacer a una de nosotras Policía.
¡SOMOS LAS ELEGIDAS!
Entonces, justo en ese instante, la Gran Puerta se abrió, El Séptimo Sello se rompió, El Velo de la Muerte se corrió...
Y tras los tentáculos que empezaron a salir de la grieta, una enorme luz verde desintegró los cuerpos de
Mabel, Edward, Darius, Ludwig, Francesca, Sophie y Ninfa...
Otto Von Berger se agarró a Irving Malloy pensando que ambos iban a ser abrasados por aquella terrible energía que acompañaba en nacimiento del Retoño del Demoño. Pero no. Iban a ser los primeros Acólitos en dar la bienvenida a un nuevo orden en el Universo...