-¡Firmare por supuesto!... no voy a dejar escapar la oportunidad, aunque no me queda claro por donde empezar... Como no sea yendo a un templo de Atenea y preguntado a los sacerdotes... Mañana estaré sin falta en tu casa Ibykos...-
Finaliza Ahirom, firmando el contrato que le extiende Arcelius.
Sorry desde el movil poco mas puedo hacer.
-¡ARCELIUS!...- Aplaude Ibykos a su esclavo para que vuelva a sacar el pergamino y la pluma, se divierte al observar el segundo sobresalto de Malco.
-El que nada debe... nada teme...- Murmura Ibykos y le ofrece la pluma al ladrón mientras Arcelius abre el pequeño tarro de tinta.
-¡Arcelius!... ve por el pago de... Malco...- El mensajero asiente con la cabeza y desaparece en la trastienda, no tarda mucho y entre sus manos trae un cofre de madera bellamente tallado, luego se lo entrega a Ibykos.
-Aquí tienes... 3000 dracmas...- Se lo extiende al protegido de Hermes, pero cuando Malco lo sujeta el comerciante lo retiene. -Mañana a mediodía en mi casa... Malco...- Lo suelta y luego se dirige a su guardia personal. -¡Andando muchachos!... ¡no me gusta pasear de noche por esta boca de lobo!...- Ibykos se levanta y hace una leve reverencia en señal de despedida, luego se dirige a la trastienda de la taberna donde desaparece con su pequeño séquito de guardaespaldas y sirviente.
Bastante bien, estoy vivo, con 3000 Dracmas más y ahora a moverme, Ibykos tiene razón, la noche no es muy grata, a pesar de disfrutar de la oscuridad, hoy a sido un día bastante largo.
Me levanto al instante, hago una reverencia a todos y salgo en busca de Axys, tengo mucho que contarle, necesito descansar.
Al salir del Olivo de Oro me dirijo hacia Axys. -Amigo mio vamos a mi sitio, tengo mucho que contarte... Desaparecemos en la noche junto con Axys en pos de nuestro lugar de descanso, Apolecio debe estar ya dormido y yo también pretendo hacer lo mismo, mañana temprano debo hacerle una visita a Hesperión.
-Yo también me retiro...- Dice el hoplita bajando los brazos, y poniendo una mano sobre su cofre, hace un ademán a uno de los sirvientes que asiente con la cabeza y rápidamente se dirige a la trastienda, casi de inmediato regresa con el macuto, las armas y casco de Alkaeius.
-Daré un pequeño "paseo" por la ciudad, no me convencen los acertijos en voces de brujas trastornadas, ahorrarme trabajo... ¡Por Zeus!, ¿que se cree está mujer?... ¿La reencarnación de la hija de Priamo rey de troya?... su nombre lo dice todo... "Enreda-hombres"... no me fío de ella.-
El hoplita se ajusta la espada y el escudo a su espalda y guarda en su macuto el cofre. Hace otra seña y un sirviente se acerca a toda prisa, saca de entre su cinturón una bolsa con dinero, paga los 73 dracmas de la cena y vuelve a guardarse el morral.
-Nos vemos mañana en casa de ese comerciante...- finaliza el guerrero colgandose el macuto al hombro y sujetando el casco con la otra mano, da media vuelta y sale de la taberna recorriendo la cortina de juncos secos.
Si van a callejonear de noche por Esmirna por favor respondan en el Acto 2 " Noches oscuras, malos barrios y excursiones campestres". Si no quieren arriesgarse pueden descansar y organizar sus cosas hasta que llegué la hora de ir a casa de Ibykos.
-No tengo nada que agregar... me intriga de mucho la extraña manera de conformar un grupo para esta campaña... la mayoría, si no es que todos están aquí por el dinero, ¿acaso seré yo la que esta equivocada?... ¿Debí haber tomado el dinero que me correspondía aún sin necesitarlo?... No... no soy una mercenaria... voy por por la cabeza de Herákles... y si de esta manera me acerco aunque sea un poco no desaprovecharé la oportunidad.-
LLamo a uno de los esclavos que se encuentran sirviendo, la bruja y el estafador hace rato que subieron al segundo piso, el ladrón y el hoplita se han ido, me levanto y asiento con mi cabeza educadamente al comerciante que se ha quedado pensativo y muy callado, el esclavo se me acerca y saldo mi cuenta.
-Seguiré al hoplita... parece ser que és el único que ha demostrado que no se anda con rodeos, puede ser que acorte el camino y encuentre por donde empezar esta encrucijada.-
Me levanto y me dirijo a la barra. -Voy a requerir una habitación, de ser posible me gustaría una con vista al este, la más fresca que tengan, y una jarra de agua pura, regresaré más tarde.-
Pago por adelantado e inmediatamente salgo detrás del hoplita con esperanza de no perderlo en la oscuridad de la noche.
-Muchas gracias buen hombre...pero ya estamos bastante satisfechos...mi halcón Zéfiro se ha quedado abajo, en las pértigas del techo...por favor dejadlo pasar la noche cof cof, ay que mal me siento Dioses, dejadlo pasar la noche ahi...y advertidle a vuestros comenzales que la última persona que lo molesto y lo intento agarrar le sacó un ojo- adopté una pose convaleciente, por fin Phaedrus se fué, esperé prudentemente unos momentos, con los ojos entrecerrados mirando a la ventana, y cuando supuse que el peligro habia pasado, lanzé una risotada desde la cama, aventando la almohada hacia el techo.
-JAJAJAJAJA AENEAASS!! ERES UN GENIO MUCHACHO.- me levanté de un salto de la cama corrí hacia Aeneas, lo abrazé entre mis brazos y le dio un beso apasionado en los labios. Me aparté de el despues de unos cinco segundos, sujeté la cuerda que Phaedrus le habia dado y aseguré la puerta, me heché el cabelló hacia atrás, enderezé mi cuerpo levanté la vista, y di la media vuelta, comenzé a caminar con la sensualidad de una pantera, mientras me desabrochaba el vestido de la espalda.
-Pero ahora me temo Aeneas...que ningún matrimonio esta completo...sin una noche de bodas.- me deslizé los tirantes de mi vestido viejo y andrajoso como si fuera a descubrirme los pechos, me habia sentado en la orilla de la cama, mientras me levantaba el vestido , subiendo mis piernas cruzadas sobre el mullido colchón, dejando que la luz de luna iluminara mi piel blanca y suave...
-Ven aqui embaucador...mis pezones estan pidiendo a gritos sentir esos sensuales labios.- Hice un movimiento con las manos como si fuera a desprenderme del vestido, pero cambie rapidamente volviendo a acomodarmelo y soltando una nueva risotada alegre
-JAJAJAJAJAJAAJAJA AAY era una pequeña broma querido Aeneas, si no tienes inconveniente podemos pasar la noche juntos, francamente he llamado demasiado la atención allá abajo, el rumor de que Ibykos vino a este lugar se va a correr tan pronto como el comerciante se marche, y ya sabes...Ibykos, pandilla de aventureros , es sinonimo de oro...no quiero aventurarme a que algun ladronzuelo de esta ciudad me robe los dracmas que consegui...te gustaria pasar la noche juntos?.- Pregunté poniendo una amable sonrisa en el hombro, me hice para atrás sobre la crama, sentandome con las piernas cruzadas, y la espalda recargada a la pared, a uno de mis costados habia una ventana por la que se filtraba la clara luz de la luna. Puse mis manos terminadas en aquellas uñas afiladas y largas como garras y mire a Aeneas desde las sombras.
-Son tiempos modernos, y si no te da miedo esta marca de hades que se manifesto en la forma de estas uñas de filo de pantera, supongo que tampoco te debe dar miedo compartir una noche con una mujer...no te incomodes...no va a pasar nada, es que me recuerdas tanto a el.- Guardé silencio, un silencio incomodo, recordé a mi prometido de Atenas...el mismo que habia sido asesinado por asalta caminos...el hombre con el que iba a unir mi vida y al que habia amado con toda la intensidad y fuerza de mi alma...la voz se me quebró cuando hablé de nuevo, pero no podia permitirme llorar...-Solo quiero pasar una noche...abrazando algo que no sea la tierra del camino.- bajé el rostro apenada, permitiendo que mi cabello negro callera como una cortina tapando mi cara.
Ahirom se queda pensativo... y para sus adentros musita
- Un insulto a Atenea... vaya.... la de veces que me habré cagado yo en Poseidón o en Zeus y no me ha pasado nada... debería de andarme con cuidado.... ¿ó quizás hay algo más detrás?...
Ahirom se levanta y discretamente sale de la taberna intentando no llamar la atención y por la puerta de atrás .. no me fío de ninguno de los aquí presentes sobre todo del hoplita que podría esperarme a la salida para rebanarme el cuello y así aumentar su parte de la recompensa. Luego se dirije a algún lugar donde crea que pueda enterarse concretamente que tipo de insulto pudo proferir a atenea...
Motivo: tirada sigilo
Tirada: 1d10
Resultado: 7
Motivo: tirada callejeo
Tirada: 1d10
Resultado: 4
Motivo: tirada conocimento lugares putrefactos al este
Tirada: 1d10
Resultado: 8
no se que debo sumar.... ¿cada circulito es un +1 a la tirada?? ya me explicarás....
me apunto el dinero de las rondas
me apunto los 3000 dracmas
tiro por si se como enterarme de más infomación sobre el insulto y tiro para saber si al este de aqui hay algún pantano letrinas, alcantarillas....
Es muy sencillo realizar tiradas, todo generalmente gira en tono al Dado 6.
En efecto cada circulito "o" es +1 como modificador en las tiradas para que hagas las analogías que creas que se acerquen a la acción que vayas a realizar.
Tabla de dificultades para el juego Grecia:
Dificultad | Tirada |
Fácil (cruzar un río a nado) | 5 |
Normal (trepar por un árbol) | 7 |
Difícil (regatear a un comerciante) | 9 |
Muy difícil (soportar una tortura) | 11 |
Te dejo otra tabla para que puedas comparar algunas acciones que vayas a realizar y basarte en ella para tirar.
Acción | Atributos |
Nadar | Agilidad, Resistencia |
Intimidar | Presencia |
Mentir | Carisma, Inteligencia |
Empujar | Fuerza |
Recordar | Inteligencia |
Correr | Agilidad, Resistencia |
Ocultarse | Reflejos, Percepción |
Ir con sigilo | Agilidad, Percepción |
Trepar | Destreza, Agilidad |
Saltar | Agilidad |
Abrir un cofre | Inteligencia, Destreza |
Hacer Teatro | Carisma |
Manipular | Inteligencia Carisma |
Comerciar | Inteligencia, Carisma |
Seducir | Carisma |
Torturar | Fuerza, Destreza |
Soportar una Tortura | Fuerza, Resistencia, Fuerza de Voluntad. |
Descifrar | Inteligencia |
Buscar | Inteligencia, Percepción |
Para obtener más información sobre cómo librar de la maldición al ávaro comerciante Ibikos, sólo la obtendrás callejoneando por Esmirna nocturna, es demasiado peligroso, pero es la única forma, conoces la ciudad y tu esclavo Esilius conoce perfectamente a la mayoría de los ladronzuelos que van regularmente a tu tienda a tratar de venderte objetos robados, incluyendo a un tal Axys el mejor amigo de Malco.
Debes tener especial cuidado con la reina de los ladrones Seliny, ella junto con su clan de ladrones profesionales controlan la mayor parte del barrio más grande y cercano al puerto, actuan casi siempre de noche.
Aeneas sonrió cuando notó que el tabernero había caido muy profundamente en su engaño. Cuando el hombre se hubo ido, la bruja reaccionó muy positivamente ante su idea, incluso al punto de volver a besarlo. Parte de él lo vió venir, pero no por eso lo dejó sorprendido. La sorpresa fue aun mayor cuando la bruja comenzó a seducirlo (por no decir avasallarlo), pero antes de concretar nada, la bruja admitió que era sólo una broma. Aeneas se ofendió un poco, pero también estaba aliviado. La inestabilidad mental de esa mujer y sus extraños poderes le generaban cierto miedo además de atracción.
Por eso también es que se mostró muy escéptico ante su acto de añoranza de afecto. Pero el joven miceno también tuvo que admitir que no quería estar solo. No después de lo que dijo aquél hoplita respecto de quedarse con el premio de los demás si morían...eso le daba una absoluta certeza de que ese hombre iba a tratar de matarlos. Y por lo poco que vió, Aeneas estaba bastante seguro de que tendría éxito.
El joven estafador sonrió con un suspiro y asintió:
-De acuerdo, Cassandra. Pasemos la noche juntos en esta habitación. Pero no voy a compartir lecho contigo. Puedes tener la cama, pero yo estaré bien aqui, en el suelo. -
Acto seguido, el joven se quitó la vara que colgaba de su espalda y se sentó en el suelo, con la vara entre sus brazos y piernas.
-Ha sido un largo día, y mañana será uno más largo. Deberíamos dormir.-
Regreso de madrugada a la taberna, ya casi no hay parroquianos y los que están se encuentran ó muy borrachos o pagando sus cuentas para irse a descansar, observo a Phaedrus casi a la entrada, me dirijo hacia él y le pido las llaves de la habitación que he pagado por adelantado.
Ya en la habitación abro la ventana totalmente, el calor en Esmirnia es sofocante, la lámpara de aceite emana una cálida luz, suficiente y muy agradable para conciliar el sueño, me despojo de mi armadura y la acomodo en la pequeña mesa y mis armas las recargo sobre el muro que se encuentra a un lado de la puerta. cierro por dentro el fuerte candado y me dispongo a descansar.
Repaso en mi cabeza la información que hemos recopilado el hoplita y yo, sutilmente Morfeo me conduce a un agradable y reparador sueño.