- ¿Cuánto tardaríamos a caballo hasta Vallaki? - preguntó Jarvo a Ismark para tratar de hacerse una idea de la distancia de los asentamientos en el mapa.
No sería la primera vez que veía un mapa y su lectura era completamente diferente a la del creador del mismo.
- Dejemos al Conde al otro lado de los muros de Vallaki y luego ya veremos si es peligroso que continéis avanzando. - sugirió a los hermanos. - No sois una carga, no debéis preocuparos.
—Si vamos a buen ritmo tardaríamos unos tres días siguiendo el camino principal. Si vuestra intención es acampar al otro lado del río calculo que podríamos pasar la primera noche aquí.— señaló el punto donde se ubicaba el segundo puente sobre el río Ivlis — otro día más de viaje nos dejaría en esta zona— su dedo marcaba el punto en el que en el mapa parecía ubicarse un molino —y la noche del tercero ya habríamos alcanzado las murallas de Vallaki.
Hago un disclaimer aquí por si algún día os leéis Ravenloft o alguien que lo haya leído consulta esta partida: he inflado un montón las distancias.
Si atiendo a la escala original del mapa de Ravenloft os podéis mover de una punta a otra del valle más o menos en unas seis u ocho horas... lo cual a mí me parece absurdo y rompe por completo el ambiente de agobio y aislamiento que hay en el mismo. A cambio lo que hacen son encuentros aleatorios cada ¡30 minutos! Joder.. tendría que haber tantos monstruos por metro cuadrado que taparían la luz del sol. Esas movidas son muy Old School y a mí, personalmente, me sacan como una bofetada de la ficción.
Así que he cuadruplicado (o más) la escala para compensar con distancia el aislamiento (más lógico) y reduciendo los encuentros a algo más razonable (aleatorio, normalmente probabilidades de un par de ellos al día porque este sitio es muy chungo, pero no una locura total en la que haya más vampiros que mosquitos).
Ian asintió mirando el mapa. -Cuanto más lejos del castillo hagamos noche, mejor. Y si encima hay alguna posada o algún sitio defendible ya sería estupendo...
El guerrero cayó en la cuenta de algo y se giró al sacerdote. -Padre, ¿sabe usted por casualidad de algún pueblo aldea anegada por un río o de un estanque bendito situado al oeste?- titubeó -¿O a alguien que tenga un mono?
Por preguntar... XDDD
- ¿Nos dará tiempo a llegar si salimos ahora? - Jarvo miró al cielo, buscando el sol para calcular cuánto día les quedaba por delante. - ¿Debeis recoger muchas pertenencias?
Ellos viajaban ligeros, las cuatro cosas que entraban en los petates cuando pasaron noche en la Mansión de la Condesa, pero no tenía claro cuánto querían llevarse los hermanos, que abandonaban su hogar.
- Padre... - se dirigió al sacerdote justo antes de montarse en el caballo. - ¿Podemos hacer algo para... curar a su hijo?
—Todo esto es territorio de Strahd, da igual lo que tratemos de alejarnos si quiere encontrarnos, lo hará —dijo Davdak sujetando las riendas de su caballo—. Hay que estar preparados y aprovechar ahora que parece que el vampiro ha dado una tregua para avanzar lo que sea posible.
El pícaro miró hacia el padre cuando Ian le hizo la pregunta sobre uno de los acertijos de los vistani.
El hombre bajó la mirada ante la pregunta de ayudar a su hijo:
—Rezo cada día al Señor de la Luz para encontrar el camino a su curación pero de momento no he visto la senda. Hay leyendas que cuentan que los siervos de los vampiros se ven liberados a la muerte de su amo. Quizás algún día alguien sea capaz de enfrentarse a Strahd y liberar a todos, incluido mi hijo, de la maldición.
Cuando Ian mencionó el lugar anegado asintió algo más animado:
—Claro: debe tratarse de las ruinas de Berez. Era un pueblo a orillas del río Luna. Fijaos aquí, el camino que parte de Vallaki hacia el sur y termina sin llegar a ningún lugar. Ahí debería estar Berez. Fue anegado por una crecida antinatural del río. Algunos rumorean que el propio Strahd, enfadado por algún tipo de afrenta realizada por el burgomaestre de ese pueblo, hizo crecer las aguas.
Sobre el tema del mono no parecía tener nada que aportar.
—No tardaremos nada.— afirmó Ireena ante la pregunta de Jarvo —Al final hice bien en hacer caso a Ismark y tener todo listo para partir de inmediato.
El hermanastro asintió.
—Si partimos ahora mismo podemos llegar al puente de las Gárgolas, cerca de las cataratas de Tser antes de que caiga la noche. Estaremos al descubierto y cerca de Ravenloft, pero al otro lado del río como deseáis.
- Esa zona deja una cordillera entre nosotros y el castillo. - Jarvo señaló en el mapa la zona montañosa que separaba las cataratas de Tser del hogar del Conde, pareciéndole bien la zona propuesta como primera parada.
Los cuatro amigos estaban acostumbrados a acampar, organizándose sin problema para las guardias; ahora contaban con la ayuda de los dos hermanos y al menos ella parecía valerse por sí misma a tenor de cómo había sostenido la espada cuando les recibió.
- Padre, no nos olvidaremos de su familia. - se despidió del sacerdote antes de chasquear las riendas del carro para recoger las últimas pertenencias de la casa del burgomaestre.
Los hermanastros, tal como habían prometido, tenían sus pertenencias listas para el viaje. El carromato, una vez pasada su función fúnebre, les valdría para llevar las cosas y a los propios viajeros1. Nadie vino a reclamarlo así que no vieron motivo para no llevárselo. En el mismo silencio que la comitiva había cruzado la aldea para llevar a su último descanso al burgomaestre ahora abandonaban la aldea de Barovia. Sólo se escuchaba, a lo lejos, un llanto desconsolado que ya habían oído al entrar.
Ireena sacudió la cabeza para informar:
—Es la vieja Mary. Perdió a su hija hace unas semanas. Se escapó de casa y nunca nadie la ha vuelto a ver. La tenía encerrada para protegerla y por eso la muchacha aprovechó una oportunidad para huir. Desde entonces no ha parado de llorar y gritar salvo cuando cae desfallecida por la noche.
En aquel lugar todo eran sombras y malas noticias. Parecía como si Barovia careciese de motivo alguno para esperar un nuevo día. No lamentaron abandonar aquel lugar...
Tirada oculta
Tirada oculta
[1] Normalmente el uso de caballos no acelera la velocidad del viaje (salvo que tuvierais postas donde cambiar a los caballos agotados, y viajaras con poco peso) sino que permite llevar el ritmo de los viajeros con mucha más carga (y comodidad).
Habíais uncido dos caballos al carro. Entiendo que uno era de Jarvo, porque lleva las riendas ¿y el otro? Las sendas de Ravenloft son peligrosas. Necesito saber que ruta vais a tomar y como es la disposición de la comitiva. ¿Vais todos juntos? ¿Alguien más adelantado? ¿Quién en el carro y quién a caballo? ¿Alguno andando? Es lo que en términos de OSR se denomina 'orden de marcha' para saber, si llueven los palos, por donde lo harán y a quién afectarán ;)
También necesito que me digáis, de forma definitiva, por dónde vais a querer ir y donde acampáis. Yo ya hice una tirada oculta para los encuentros aleatorios y si lo hay ya os enteraréis.
El grupo se iba a poner en marcha y Davdak ató su caballo al carro.
—Si os parece iré de avanzadilla, a vuestra vista, para detectar posibles peligros antes de que se nos echen encima. Seguiremos el camino hasta las cataratas de Tser, como ha dicho Ireena. Ahí haremos noche y planificaremos la ruta para mañana. ¿Qué os parece?
Pues eso, lo que he dicho en el off-topic. La idea es que yo vaya de avanzadilla en plan "explorador" y que sigamos el camino hasta las cataratas. Entiendo que estamos en Barovia así que cruzaremos el puente y seguimos el camino hasta las cataratas, que parece que quedan al abrigo de la montaña.
- ¿Fugada o raptada? - preguntó Jarvo ante las palabras de la muchacha mientras conducía el carro por las calles de la aldea.
Ismark había comentado que la madre la había tenido mucho tiempo encerrada por lo que supuso que la muchacha habría tomado la primera oportunidad para huir pero, visto lo visto, cualquier cosa podía estar pasando en ese pueblo bajo el influjo del Conde Strahd.
Asintió a la propuesta de Davdak, seguro que le apetecía estar a su aire después del intercambio de opiniones con Coates en la iglesia y era más que capaz de cuidarse solo. Si no se arriesgaba de más...
- Comprueba si hay caza por la zona. - no solo para la cena, tenía curiosidad sobre cómo afectaban las criaturas del vampiro y sus ataques en los alrededores.
Ian avanzaba con los ojos bien abiertos hacia los flancos del camino. Al oír la pregunta del bardo se preguntó si el vampiro sería un salido o algo así, porque las muchachas en esa aldea tendían a desaparecer... -Sea como fuere debería haberse quedado en casa. En estos tiempos que corren lo mejor es quedarse en casa y no salir si no es absolutamente necesario*.
*Mensaje patrocinado por el Ministerio de Sanidad, Gobierno de España XDDDD