Tira avistar y luego te paso de escena
Tirada oculta
Motivo: Avistar +1 (o +3 contra orcos)
Tirada: 1d20
Resultado: 13(+1)=14
Yrlinand no sabía ya que hacer para movilizar al resto del grupo Hasta que al fin la joven humana captó el mensaje...
Jess se deslizó por la angosta grieta. Tran alzó la mano para retenerla:- Un momento, un momento....Ya nos hemos separado antes y mirar lo que ha pasado. Ese túnel podría estar plagado de peligros y tú aún no te has recuperado.-
...Pero la joven ya había desaparecido.
El pícaro se echó la mochila al hombro para seguirla, pero acabó por rendirse ante lo evidente: -Nalfeim, Fornund y tú- Dijo señalando a Klurca.-No podéis volver a dejarla sola. Y si hay más muertos vivientes ahí dentro, necesitará aún mas de vuestra ayuda.-
Tergrar se había arrodillado junto a Glauda y tenía apoyada la mano en el hombro de la desdichada joven. Temía que su hija pudiera estar en la misma situación y no podía evitar empatizar con la elfa.
Tran, consciente de la falta de objetividad de su amigo, lo arrastró junto al clérigo y el enano. -Yo me encargo de esto- Dijo tomando en brazos a la elfa y metiéndola sin contemplaciones en la otra jaula como habían sugerido sus compañeros.
Después se volvió hacia Klurca: -Orca, confió en ti. Has demostrado lo que puedes hacerle a un espectro con ese espadón.-
Köyu y Jagga no dudaron en sumarse a la expedición. Si Yazlik estaba ahí dentro no había nada que más hablar pero Sîglu no lo veía tan claro y se quedó en último lugar. Cuando llegó su turno de embutirse por el estrecho corredor, su grueso cuerpo no tardó en quedarse encajado. ++¡Ӄrσsτüj!++ Maldijo en orco.
La minera reculó hasta una zona donde pudiera sacar su pico y comenzó a ampliar el túnel por las bravas. ++Ya oz arcanzaré++ tranquilizó a sus compañeras.
Sólo Jess se ha tomado la decisión, pero os paso de escena a todos porque si no la inactividad matará la partida.
Tran y las mineras se quedan con Glauda, Theosod y las toporratas.
Fornund y Nalfeim: Si queréis seguir de cerca a Jess, tendréis que tirar escapismo. Si no os importa ir detrás de Sîglu al ritmo que ensanche el túnel, entonces no hace falta que tiréis. Si por el contrario estáis decididos a esperar en la sala, decirlo.
En cuanto me confirméis todos os paso de escena, no dispongo de tiempo como para escribir post individualizados cada vez que un jugador se decida a pasar.
- Espera, espera guapa.- Se le escapó el adjetivo hacia la gruesa orca acostumbrado a llamar así a todas las féminas humanas. Recitó un corto salmo y se adelantó a la piel verde.- Debería serme más fácil pasar por ahí agraciado aún como estoy por el toque mágico de Boccob.- La verdad es que era raro que Shanshar no hubiera vuelto y, sobre todo, el comportamiento de su pajarillo. Lo que no le resultaba tan raro era la imprudencia de la Gran Jess. Dejando escapar el aire despacio se concentró en la tarea descolgando el escudo de su espalda. ¿Tendría Shanshar el libro? Eso se preguntaba preocupado Nalfeim antes de comenzar a meterse por la fétida grieta.
Tirada oculta
Motivo: Escapismo Nalfeim.
Tirada: 1d20
Resultado: 9(-3)=6
- Me echo orientación divina para tener un +1 escapismo+2 por tener el efecto de trepar cual arácnido-6 por armadura completa+1 por armadura mágica (es así??)=-3.
Dejo que cualquiera que no lleve armadura pesada o que lo tenga más fácil que Nalfeim pase primero. Yo paso justo antes de la orca gorda y que Fornund (XD)
Si el escudo penaliza también a escapismo lo dejaría atrás o, si se puede, lo iría empujando por delante de mí.
Sumamente frustrado al encontrarnos con una situación tan insignificante y absurda y, al mismo tiempo, tan insuperable para algunos de los presentes, me vuelvo hacia Nalfeim.
—Nalfeim —le susurro—. Si puedes controlarte, tú y yo deberíamos asegurarnos de que Glauda no se nos escape y ponga en dificultades aún mayores a quienes están al otro lado...
Sintiéndome impotente, y sabiendo que quienes lleguen al otro lado estarán en un mayor peligro, decido acercarme a Siglu y ayudarla a abrirnos paso entre la roca. Soy escultor, a fin de cuentas, y pocos saben hacer que la roca les obedezca como los enanos.
Sacando mis herramientas de mi mochila, y colocándome junto a la orco, evalúo la roca, la dirección de las vetas y la consistencia de los materiales, exactamente igual que cuando voy a empezar a esculpir. Apoyando el cincel en la roca, empiezo a golpear...
Motivo: Artesanía
Tirada: 1d20
Resultado: 1(+11)=12
¡Wow, no se me había ocurrido! ¡Esto sí que lo puedo hacer, y además tengo buenas posibilidades de éxito!
Dire, disculpas si hemos estado un poco parados, pero en las partidas por foro (al menos esa es mi experiencia como director), cuando se plantea una situación tan chunga como una grieta estrecha y nadie tiene Escapismo (en serio, ¿hay alguien que se la suba?), los jugadores tienden a rezagarse y esperar «a ver si a otro se le ocurre la solución». ¡No queremos matar la partida! Por mi parte, perdón. ():)
Tirada (+11): ... 12. En serio, ¿qué posibilidades tenía de sacar un 1? Estas cosas me frustran. Estoy sacando tiradas absurdamente bajas la mitad del tiempo. Los dados de Umbría están trucados... U.U
Gracias por vuestra rápida respuesta. Cierro esta escena y os paso a todos a "La tumba del desterrado"
En serio, ¿qué posibilidades tenía de sacar un 1?
Un 5%
:-P
[Continuación de: La tumba del desterrado]
De regreso a la sala abovedada Jess temía que la inmensa toporrata se hubiera comido a Tran. Al salir del pasadizo los aventureros encontraron al pícaro tranquilamente sentado, pero Glauda (o Progenia como la joven la había bautizado) No estaba en su jaula. El pícaro señaló el techo de piedra. En su extremo más alto a unos 30´ de altura estaba la pálida elfa boca abajo, colgada de las uñas de sus delicados pies como un murciélago. Tenía los ojos cerrados y su vientre se había hinchado como si estuviera a punto de dar a luz.
Tran señaló un barril de sangre volcado. -Se volvió a lanzar sobre él y se lo bebió de una tacada. Y después...Ya lo veis. Nunca he visto nada igual-
Con menos problemas en cruzar la estrecha grieta que volvía a llevarlos con Tran, gracias a el trabajo de Fornund y la sebosa osca Siglü, Nalfeim apareció en la sala con aspecto más digno.
- Ya estamos de vuel...- Parpadeó un par de veces antes de comprender qué pasaba.- ¿Có-cómo se ha escapado?- Preguntó más por inercia que otra cosa. Cómo hubiera salido de la celda era lo de menos. Lo realmente extraño era el estado en el que la perdida Glauda se encontraba.- ¿Y ahora qué?- Continuo con el ceño de frondosas cejas más arrugado que una uva pasa.- ¿Cómo la bajamos de ahí?- No podían dejarla allí, podría suponer un peligro. Relató a Tran cómo habían dado fin a Yazlik y lo que habían visto a través de la vela, con la consiguiente conclusión de que debían acercarse al templo de Pelor.
¿Pero hay que bajarla? Quiero decir... está allí arriba porque quiere.
Joer... hay que ver cómo son las novicias de las escuelas de magia. Todo despelote y juerga. Primero se bebe un barril de vino de una tacada, y luego conjura un trepar cual arácnido y se suben por las paredes. No sé de dónde saca tiempo para estudiar.
Jess saludó cariñosamente a Botones con una caricia metálica de guantelete sobre su cogote. Iba a tener complicado llevárselo por el acceso de al pie de la montaña, pues seguro que en el pasillo de las canicas que explotan cuando las pisas, la toporrata no se iba a divertir mucho.
¿Volvemos a la posada a reagruparnos y de paso el Gran Tergrar se enfrente con Isabella y le explica qué ha sido de Ely? Por cierto, Tran, Ely no está aquí. Pero la vela que le cogimos al gigante nos dijo dónde está. ¿O salimos por la entrada principal de la mina enseñando el pase de Yazlik? Que, por cierto, Tran, ya es historia.
Si el muy vago no se hubiese quedado a tocarse los mocos y hubiese venido con nosotros, ya sabría todo esto. ¡Ay, qué digo! ¡Si estuvo cuidando de Botones todo este tiempo!
Gracias por cuidar de Botones...-dijo tímidamente Jess a Tran.
¡Yo digo que vayamos a por Ely directamente! ¡Nada de volver a la posada!
Así podría llevarse a Botones por la puerta principal.
Sacudo la cabeza.
—Tienes razón, Jess. Volver a la posada está fuera de toda cuestión. Sencillamente, no nos lo podemos permitir. Si atendemos a lo que la vela nos ha mostrado, Ely está en peligro inminente... —«O está a punto de convertirse ella misma en un peligro», pienso—. Debemos darnos prisa. Si no me equivoco, en esta mina debe de haber alguna galería subterránea que nos lleve al templo de Pelor, o eso creo recordar. ¿Alguien sabe algo de eso?
Mientras hablo, observo a Glauda, si es que ese es su verdadero nombre, colgada boca abajo del techo de la cueva. No puedo evitar hacer una mueca de repugnancia cuando veo el barril de sangre vacío. Ella ha de venir con nosotros, y ser purificada.
—¡Glauda! —exclamo, sin saber muy bien si la elfa vampírica está despierta o si, por el contrario, se encuentra en alguna especie de sueño—. Baja de ahí arriba. Vamos al templo de Pelor, y tú nos acompañarás. —No puedo ocultar un tono de exigencia en mi voz—. Es por tu propio bien.
¡Fornund ha cambiado de look! Ahora tiene unas proporciones más realistas. La cara sigue siendo la misma, pero ahora que mis habilidades de Photoshop son mayores, he conseguido deformarla para que las proporciones sean exactamente las mismas que las de los rostros de los enanos que aparecen en las ilustraciones de Dungeons & Dragons 5.ª edición. Ahora no es solo una cabeza humana aplastada, sino que tiene cada rasgo donde tiene que tenerlo. Podéis ver el retrato en grande en la sección de la descripción de mi PJ. :)
La salvaje guerrera, separó las piernas y alzo la cabeza buscando a la pelorita por los techos. Un aroma a rancio se esparció por la sala...
YA! BAJA DE AHI! Le gritó, sin tener mucho exito. Glauda correteaba por el cielorraso como un pajarito atrapado, tratando de encontrar una ventana...
Klurca, se acercó a uno de los toneles llenos de sangre, y sumergió la mano izquierda hasta el codo, alzándola luego en dirección a la vampiresa. En su otra mano, detrás, contra el suelo, descansaba el espadón.
Pequeña sombra...sombra pequeña...toma...un poquito de mi sangre te curará...Ven aqui, con Klurkita...Le canturrió alegremente, buscando hacer reír a Siglu con su ocurrencia.
Mientras tanto, sin dejar de mirar a la aprendiz dispuesta a darle un mamporro se se acercaba, le respondió al enano.
Creo que para llegar al templo de Pelor, hay que subir y subir...Siglu? ¿Tu tienes idea de por donde era eso? Preguntó.
Klurca, Jagga y Sîglü, acompañar hasta que limpiar todas minas de humanos, enanos y vampiros, y despues, vivir acá como reginas si? Tener mucho verde. Agregó, frotando los dedos manchados de sangre, como si hubiera una piedra ahi...
Los aventureros decidieron buscar a Ely en el templo de Pelor, pero no estaban dispuestos a dejar a Glauda a su libre albedrío.
Fornund y Klurca la llamaron a voces, pero la pálida muchacha ni siquiera abrió los ojos. La semiorca probó a tentarla con la sangre que quedaba del barril, pero el engendro vampírico...o lo que fuera, ya se había hartado como demostraba su vientre antinaturalmente hinchado.
Tran cedió las bridas de la toporrata a Jess y la joven se encaramó a Botones. Después acarició el lomo de Theosod y se lo acercó a Fornund. -Déjalo amigo- Le dijo al enano refiriéndose a Glauda. -No veo como podemos salvar su alma- Dijo tendiéndole las riendas.
Pequeña sombra...sombra pequeña...toma...un poquito de mi sangre te curará...Ven aqui, con Klurkita..
Sîglü sonrió. La minera se agachó junto a las vías y seleccionó varias piedras de considerable tamaño, dispuesta a bajar a la joven a pedradas como si fuera un pájaro.
Tergrar se abrió paso a empujones. -¡No!¡Salvajes! ¡Ni se os ocurra!-
El hombre se encaramó a la grúa de la que aún colgaban los cuerpos decapitados. El viejo guerrero avanzó sobre la pluma con paso vacilante hasta llegar a su extremo más alto. Las piernas le temblaban. Cuando estiró el brazo para agarrar a Glauda se escurrió y cayó al suelo con un ruido seco.
Jagga se llevó las manos a la cara temiendo que el simpático anciano se hubiera roto la crisma. En ese momento Glauda abrió sus ojos inyectados en sangre, pero al instante recibió una pedrada de Sîglü y cayó también junto al viejo.
En cuanto comprobaron que Tergrar sólo estaba magullado, volvieron a meter a Glauda en uno de los carromatos.
-¿Aun tienes esos grilletes?- Preguntó Tran a Jess. -Yo atrancaría la puerta...como poco- Dijo lanzando una mirada desconfiada a la pálida muchacha.
En esta mina debe de haber alguna galería subterránea que nos lleve al templo de Pelor, o eso creo recordar. ¿Alguien sabe algo de eso?
El paladín y la semiorca preguntaron por el camino al Templo. Glauda había vuelto a sumirse en un extraño sopor y no respondía. Tanto Sîglü como Jagga conocían el camino a la entrada superior de la mina que quedaba muy cerca del templo, pero nunca habían ido al templo de Pelor y menos por un túnel. Entonces Sîglü se estiró el labio como si fuera a arrancárselo y recordó una habladuría que decía que Yazlik había abierto una galería para que las vagonetas pudieran llevar el ámbar directamente hasta los sótanos. La minera señaló las vías que cruzaban la sala. Explicó que el tanto la boca de la mina como el templo estaban en esa dirección y se ofreció a guiarlos...Siempre que los aventureros respetaran el reparto del botín.
Motivo: Trepar sobre grúa
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 6(+2)=8 (Fracaso)
Motivo: Daño caída
Tirada: 1d6
Resultado: 5
Motivo: Sîglü y Jagga: Saber minas
Tirada: 2d20
Dificultad: 20+
Resultado: 15(+6)=21, 10(+6)=16 (Suma: 37)
Exitos: 1
¡Uy! ¡Que casi se nos mata! Gran Tergrar, ¿estás bien? Pero hombre, ¿cómo te nos pones a trepar por la grúa, ahí a lo loco? Que ya tenemos una edad para andar haciendo locuras.
Jess ayudó al Gran Tergrar a ponerse en pie. Si no lo cuidaban un poco, el vejete se les iba a morir antes de llegar hasta Eli, que el camino es muuuuy laaaargo como para andar jugándose el cuello en una caída tonta.
Creo que es un error llevarla, en el estado en el que está, pero si el Gran Fornund aún quiere hacerlo, podemos atar a Botones y a una de las toporratas de las orquitas a la jaula-carro para tirar de ella.
No le gustaba contrariar al Gran Fornund, uno de sus tres héroes de pequeña, pero en las iglesias había vino en las sacristías, y no era el lugar más idóneo al que llevar a una chica con problemas con el alcohol como Glaudia.
Seguramente sea un nombre compuesto, porque antes la llamaron Proginia Van Nosequé. El nombre completo será algo estilo Glaudia Proginia de Todos los Santos o María Proginia Glaudia Cecilia.
Jess sacó de grilletes, como sugirió Tran, y se puso junto a la jaula, por fuera. Uno de los grilletes fue al tobillo de Glaudia, y el otro a uno de los barrotes.
Fueron un regalo de mi amigo Gwiller, así que no me los rompas, ¿vale, Glaudia?
El juego de dos grilletes, para llevar a un prisionero atado de muñeca a muñeca y de tobillo a tobillo, tenía ya seis años. Formaba parte del kit de iniciación con el que Lanzadero pretendía que una bajita y adolescente Jess aprendiese el oficio de cazarrecompensas.
Casi se avergonzaba de sacar el tema, era como si Gwiller fuese la competencia mentora del Gran Nalfeim, el Gran Fornund y el Gran Tergrar, pero fueron ellos tres la que la abandonaron y se separaron por culpa de Isabella. Jess tenía derecho a hacer nuevos amiguitos. Además, Gwiller jamás alcanzó el grado de "Gran": no hizo gala de ninguna heroicidad que le valiese ese título, no salvaba princesas, ni se enfrentaba a dragones... tan solo hacía arrestos civiles.
Me borro el 2 de grilletes y la ese del plural. Ya solo me queda un grillete. XD
Cuando Nalfeim preguntó cómo iban a bajar a Glauda desde luego no pensó que fuera a ser a pedradas. La caída de Tegrar le distrajo lo suficiente como para que no pudiera hacer nada.
- Ya no eres un jovenzuelo para ir trepando como antes.- Le dijo al viejo aprendiz de mago mientras ayudaba a levantarlo. Con Glauda ya en un lugar seguro no quedaba más que continuar su camino.El clérigo hizo un gesto con la mano a Siglü para que avanzase. Ya había dejado claro el tema del reparto así que no iba a gastar saliva en volver a explicárselo a la testaruda orca. De vez en cuando Nalfeim desviaba su mirada al abultado vientre de la elfa, inquieto.
El grupo se puso en camino. Jess aseguró la puerta del carro-jaula con los grilletes y Tran la ayudó con los arreos para que las toporratas tirasen de él. El pícaro avanzó en vanguardia y Sîglü hizo de guía.
Los aventureros cruzaron el corazón de las minas sobrecogidos por sus espacios. La lava del abismo, que en tiempo de los enanos era canalizada para generar vapor, ahora se desparramaba peligrosamente, incendiando los endebles andamios de las mineras mientras orcas, osgos y trasgos, seguían trabajando en sus vetas, ajenos a la muerte de Yazlik.
El traqueteo del carro llamaba la atención de los salvajes. Los guardias cerraron el paso al extraño grupo de humanos lo largo de su travesía pero les permitieron pasar sin explicaciones en cuanto los aventureros mostraron el pase del malvado enano.
Cierro esta escena y pasáis a: "Santuario de Pelor"