Partida Rol por web

Después de orar por sus almas, ayudó a sus amigos a cargar los cuerpos en el carro de los nuevos compañeros. Ante las palabras de la pequeña, iba a contestarla, pero Sildar se adelantó y no quise interrumpirle. El camino hacia Phandalin iba a ser triste debido a la muerte de los compañeros y al secuestro de Gundren. Nos valdría para irnos conociendo mejor, al igual que a los dos nuevos integrantes. Una vez allí, tendríamos que ver qué pasos íbamos a seguir...

-"Yemmik es un malvado y astuto cabecilla goblin. Se nos escapó de las manos cuando entramos en su guarida. ¡El muy cobarde...!"

"¿Fue esa despreciable criatura quien tomó a nuestro amigo Gundren? ¡Juro por mi honor que pagará caro semejante crimen!"

-Será mejor que llevemos a vuestros amigos y nuestra mercancía a la ciudad como convinimos con el enano y después volvamos a por ese goblin. Tenemos que averiguar donde está ese castillo de Bocapeñasco o como se llame-les dijo mientras se subía a su carro a coger las riendas mientras el resto hacía lo propio con el otro.

- Yemmik no es importante ahora mismo, salvo por el hecho de que podría enviar a más goblins en cualquier momento. Lo mejor que podemos hacer es llegar a Phandalin cuanto antes, dar entierro a los caídos y plantearnos el mejor curso de acción para encontrar a Gundren- dijo cerrando su libro. Lo guardó y sacó de su bolsa una cuerda, bajó del carro y se las ingenió para atarla en la parte de atrás del carro con bueyes.- Debemos reforzar esta cuerda y atar el carro sin tiro para poder remorcarlo hasta la ciudad- dijo a nadie en particular, esperando que alguien se acercara con otra cuerda para reforzar el agarre.

-Osea, lo que he dicho-respondió Dalya un poco molesta pero con una sonrisa-Veo que pensamos igual, esto... Isildel. Atadlo a nuestro carro. Iremos muy lentos pero creo que llegaremos antes de que anochezca. Daos prisa, no quiero que nos empiecen a llover flechas. Si matan a Brisa y Trueno-que así había apodado a los dos caballos aunque probablemente no se llamasen así- estaremos perdidos.

Cargando con dos cadáveres de goblin, uno en bajo cada brazo, Auric protesta:

"¡Estoy haciendo lo que puedo! Si alguien me echase una mano, esto sería mucho más rápido, que hay doce de estos repugnantes seres aquí."

- Que maten a las bestias sería el menor de nuestros problemas, joven- contestó a Dalya.- Yo no me molestaría en cargar a esa escoria en la carreta: ocupa sitio, huele mal y no la vamos a enterrar- dijo dirigiéndose a Auric.- Si estamos en esta situación es precisamente por su culpa, así que no os complequeis más la existencia y salgamos de aquí. Lo importante ya está en el carro- sentenció Isildel terminando de atar los carros con su cuerda y subiendo después al mismo con cuidado de no pisar a los muertos ni de mancharse más la túnica con su sangre.

Freyr asintió ante la idea del elfo y agarró otra cuerda para ayudarlo. Cuando todo estuvo atado y bien atado, ayudó a cargar a Ardrian y a Elo, se merecían un final digno y no quedar a merced de los animales en medio de un camino.

¡Pues ya esta todo! Dijo el enano subiendo a la carreta y sentándose en el mismo lugar donde había conducido anteriormente, aunque a partir de ahora el viaje sería más relajado que riendas en mano. ¡En marcha! Animo al grupo. Debían llegar a Phandalin lo más pronto posible.

El camino de Phandalin se ha acabado ...., cierro post

Ayudé a mis compañeros a cargar a los muertos y atar nuestra carreta a la de Audic y Dalya. No estábamos lejos del cruce que nos llevaría, en pocas horas, a Phandalin. Aunque iríamos más lentos por remolcar la carreta, confiaba en llegar antes de que anocheciera.