Partida Rol por web

Estaba atento a los comentarios, pero el de escapar ... le era muy interesante. Era lógico. Si vas a una misión especial y recuperan el martillo de Durín, para luego, pasar a engrosas la lista de esqueletos de las estancias enanas bajo la montaña ... era todo un fracaso. Morir junto al martilló podría ser un honor, pero la misión seguiría siendo un fracaso, ya que seguiría igual de perdido, y a lo mejor, llamaban la atención sobre el objeto y luego, esas alimañas, podrían sus sucias manos sobre él, profanando la reliquia.

Salidas hay las mismas que entradas que yo sepa, y no conozco donde encontrar un mapa de Moria que quizás no haya fuera de la ciudad. Pero hay una forma de llegar y salir de Moria llegando al dormitorio del Rey.

Extendiéndose miles de metros de arriba a abajo en el Cuerno de Plata, hay un gran abismo cortado por numerosas escalinatas. Cerca del centro, haciendo círculos alrededor de un gran pilar, está la Escalera Central de Moria de 6.5 metros de ancho. Esta escalinata espiral corre a través de cada uno de los catorce Niveles y Profundidades. Para llegar a la escalinata uno debe atravesar una serie de ojos de puentes de 21 metros de largo que se arquean entre los numerosos contrafuertes naturales de basalto del abismo. 

Lo miremos como lo miremos, esta gesta es todo un reto... - dijo el enano mientras se preparaba la pipa de fumar.

Y terminó el comentario del hermano: ... de la que saldremos hechos unos héroes, o unas leyendas.

Sonaba animado y alegre. Dispuesto.

Leyendas... Sin duda, la misión les podía encumbrar como héroes, y sus nombres iban a perdurar en el tiempo. Recuperar el arma de Durin, entrar y salir de Moria.

Pero... ¿estaban preparados? Durante largos años, Dalbur había buscado respuestas e indicios sobre el futuro. Bien en las líneas sagradas de la piedra, bien en el agua o en el reflejo de las joyas. La mano del Hacedor estaba en todo, y el pasado y el presente se mezclaban en el eterno devenir del tiempo. Ahora, después de toda una vida, había llegado por fin el momento.

Y suspiró. Su mente albergaba muchas dudas e incertidumbres. A pesar de ser un siervo de Mahal, sentía cómo la duda crecía en su interior.

-Un reto... Sí. Es un salto al vacío.

Luego añadió: -Pero si alguien puede lograrlo, somos nosotros.

Largo y tendido era el tiempo que estaban allí. La pipa de fumar ya casi no poseía hierba alguna y por un momento el viejo enano recordó otro tiempo en el que, joven y aún más fuerte, no habría tardado en levantar su martillo e ir con premura hasta el destino que se habían fijado. 

Sus músculos estaban encogidos pero no de miedo, sino de emoción. ¿Acaso todavía quedaba algo de juventud en ese viejo cuerpo?, ¿o eran sus antepasados los que le empujaban tal fuerza a su arrugado cuerpo?.

Fuere como fuere, con la última bocanada de hierba sus ojos vislumbraron aquellos años de compañía en los que su antiguo grupo y él vivieron experiencias únicas que ya solo eran eso, un recuerdo. Risas alrededor de la hoguera, sollozo por la pérdida y alegría por ver como hombres y reyes conseguían su querido sueño por las gestas de unos que ya el tiempo desgraciadamente ni recuerda.

Tal vez sea esta mi oportunidad para limpiar el honor de los enanos y volver a esa tierra donde puedo encontrarme con mis amigos, donde puedo beber una vez más a su lado, donde el frío no apelmaza los huesos y el calor no incomoda aquella armadura antaño reluciente.... si.... sería un final digno para el viejo Gorkathdûm.

Mis estimados compañeros, si no hay nada más que añadir, entonces estamos perdiendo el tiempo. Sugiero que preparemos todo lo necesario para el viaje y los días que podamos pasar en el interior y marchemos.

Thudim se había mantenido callado todo este tiempo, absorto en sus recuerdos.

La puerta este, el Valle del Arroyo Sombrío, Azanulbizar, muchos nombres tenía, y muchas vidas de enanos se llevo tiempo atrás, los recuerdos se agolpaban como los cadáveres que hace tiempo sembraron el valle. Un recuerdo doloroso pero una victoria para los enanos, sin embargo ese día Dain no se atrevió a guiar al maltrecho ejercito de enanos a su interior. Que es lo que vio Thudim no lo sabe, pero si sigue estando ahí, mejor ir por la otra puerta, piensa para si. 

Yo me decanto por la puerta Oeste, con un poco de suerte los orcos no han descubierto como abrirla o incluso mejor, ni siquiera saben que ahí hay una puerta. Eso quizás nos de una posibilidad. 

Thudim no tenía miedo, pero si sus compañeros elegían la otra, no sabía si sería capaz de contenerse si un sólo orco apareciese allí. Los orcos fueron expulsados hace mucho de allí, pero desgraciadamente son como las malas yerbas, sino las cortas regularmente vuelven a aparecer, y desgraciadamente con el tiempo que ha pasado, ni el mas optimista de los enanos pensaría que no campen de nuevo a sus anchas por allí. 

La Puerta Oeste...

Dalbur suspiró y su mirada se perdía en recuerdos y en señales invisibles. En aquel momento, sentía que estaban a punto de intentar algo al alcance de muy pocos. Y al mismo tiempo, sus nombres se podían quedar fácilmente en el ostracismo más absoluto si la misión fracasara.

-Está en nuestras manos, sentenció finalmente. -La Puerta Occidental me parece tan buena entrada como cualquier otra. Una vez dentro, nos enfrentaremos a una larga oscuridad. Serán jornadas de sigilo, de escondernos, de luchar cuando sea necesario... Debemos prepararnos bien y llevar víveres para bastante tiempo.

Respecto a los víveres, Dáin II, nuestro rey quería que os agradeciera y ayudara en lo que pudiera en esta gesta vuestra. Me dijo también quería haceros un regalo. En este punto se para Veréis conozco a un gran mago que entiende mucho de la naturaleza. Este mago se llama Radagast el pardo, es de los magos más poderosos que existen y creo que si le dais esto suelta una bolsa de cuero cerrada con una cuerdecita sobre la mesa y le decís que venís de mi parte y de la del rey Dáin II os ayudará en lo que pueda. Tratarlo bien y tener cuidado, pues dicen que está algo loco, pero si conseguís su favor creo que podríais llegar más lejos.

Por suerte, me comunico con él de vez en cuando y si queréis le digo que vais a cruzar el bosque negro por el camino viejo del bosque dentro de unos 10 días.

-¿Un mago?, dijo Dalbur. Su voz cargada de incredulidad y ... desconfianza. -Si creéis que nos puede ayudar en tamaña gesta, bienvenida sea su ayuda claro. Pero debemos ser cautos. No podemos permitir que la noticia de nuestra próxima incursión llegue a los oídos de los orcos.

Gramj estaba ya cansado de tanto parlamento. Quería partir. Salir hacia allí y ver que se encontraban en el camino. Además, no pensaba que los orcos poseyeran espías entre sus filas, pero ... no darle tiempo a organizarse, si les llegara cualquier tipo de noticia, sería lo mejor para ellos.

La reacción inicial al oír la palabra "Mago" es desconfianza, la cara de Thudim se tensa,  pero al saber que tanto Farin, como Dáin II confían en él,  su expresión se relaja levemente.  -Toda ayuda es bien recibida, ¿habéis pensando que camino tomar para cruzar las montañas nubladas?. En invierno es imposible cruzar los pasos y en rodearlas quizás tardemos demasiado. En esa tarea el mago quizás nos sirva de ayuda.