Partida Rol por web

Esta habitación mide 20x26 metros y tiene una altura de 15 metros. Los únicos dos objetos que hay en su interior son una gran mesa cubierta con un mantel de fieltro y una rueda octogonal colgada en la pared. La rueda, que parece de oro y plata y tiene un diámetro de 2 metros, cuelga a 5 del suelo, en el muro opuesto al de la entrada. Los lados de la rueda están numeradas del 1 al 8, con cifras de piedras preciosas incrustadas. La mesa de mármol, mide 1x4 metros y está cubierto con un grueso fieltro de color verde. El en fieltro perfiladas en oro, hay una hilera de ocho casillas numeradas del 1 al 8. Las casillas miden medio metro por medio metro.

-Creo que debemos apostar en una casilla y hacer girar la rueda, comentó Dalbur tras observar aquella nueva sala. -¿Pero qué apostamos? ¿Vale cualquier cosa?

Habrá que probar con algunas monedas, yo digo que cada uno apostemos a un número así será mas fácil que uno gane y podamos salir de esta sala. ¿Alguien ve alguna figura que le hable como en la sala del combate?

- " De acuerdo apostaré al 7, que cada uno elija un número, así acabaremos antes y saldremos de este infierno " -

-Yo al 1, y pondré una moneda, no deberíamos desperdiciarlas. 

-Yo apostaré al 4, dijo Dalbur y sacó ocho monedas de oro y las depositó con cuidado en la casilla.

Gramj se mece la barba pensativo de acuerdo yo apostaré 8 mo al 8 y sin más dilación pone las monedas.

La rueda comienza a girar y para en el seis. Todas las monedas apostadas desaparecen.
Quizás en otra ocasión pero esta vez os ha tocado perder.

Una vez las monedas apostadas desaparecen, Gramj abre la puerta de salida sin problema. ¿Queréis seguir apostando? Por mi nos vamos ya.

Con los brazos al cielo - " Venga hombre por todos los dioses, me cago en la torre y en todas sus puertas, abráse visto semejante burla a mis ancestros, puta suerte que tengo " - Pateo con fuerza el suelo - " puffff y ahora  ¿ que ? " -

-Yo conservaría las monedas por si volvemos a aparecer por aqui. Si ya podemos regresar es ganas de gastar recursos que luego nos pueden hacer falta. 

-Vaya, lamentó Dalbur ante la apuesta perdida. -Una lástima. Pues coincido, mejor irnos. Ya tenemos algo que preguntar a esa Merut si volvemos a aparecer en su sala.

Salís de la habitación y aparecéis en la sala de la fuente esmeralda.