Partida Rol por web

La lucha en el muro había acabado, pero la calle de al lado seguía tiñéndose de sangre. Vuestros compañeros estaban en desventaja. Luis Alcocer luchaba contra dos guerreros mientras que el hechicero lo hacía contra uno que portaba un enorme hacha. 

La lucha no parecía ir bien.

El hechicero se encontraba enfrentadose a un enorme ser que abalanzaba su hacha con una velocidad que le resultaba exasperante, pero mientras intentaba parar los ataques sin mucho éxito con su mano libre consiguió conjurar una energia arcana  - Rimrod a etev - y en un despiste del rival consiguió impactarle con la mano en el pecho esperando que eso supusiera acabar con el enemigo en el acto.

me tenian rodeado, igual que Mordak, aunque el estaba contra uno solo y puede que se las ingeniase para librarse de el, pero parecía que elindor y Marcus estaban en buen estado, por lo que me quedo en postura defensiva a la espera de mis amigos a mi rescate, lo cual era una dulce ironia.

- ¡Aguantad! - Gritó Marius partiendo a la carrera en dirección hacia sus compañeros.

No iba a permitir que acabaran con ellos, pero aún estaba lejos, por lo que se empleó a fondo por acercarse a su posición y preparado con su estrella de la mañana y su rodela para entrar en liza.

Eldillor preparó una flecha, apuntó y disparó al guerrero que se encontraba en su trayectoria. El proyectil pasó de largo, pero el aviso era claro, iban a ayudar a sus compañeros.

La voluntad de las criaturas ennegracidas por la corrupción es débil, y el guerrero del caos cayó al suelo en un profundo estupor ante el conjuro del hechicero.

Sin embargo no todas las criaturas eran débiles. El ataque del otro guerrero contra Luis llevaba una trayectoria sólida y bien definida. Un golpe contundente si no se detenía a tiempo.

Mientras, el otro guerrero se percata de la presencia de más ratas imperiales. Una ira asesina inunda su ser y carga contra Marius presa de la rabia echando espumarajos por la boca en un ataque mortal.

El plan de Mordrak salió exactamente como lo había planeado, pero no habían terminado todavía, era cuestión de tiempo que el ser del caos se despertara para seguir luchando, asi que con un tosco movimiento colocó el filo de la espada en el cuello del dormido, y usando las dos manos presionó la punta de su arma atravesando la yugular y llenando el suelo de la sangre de su enemigo, acto seguido levanto la mirada para ver como estaban sus compañeros.

Marius vio como uno de aquellos asesinos caragaba contra él. Por suerte le dio tiempo a interponer su rodela u detener el ataque. De lo contrario y con la fuerza que había empleado para asestarle un golpe, posiblemente le hubiera destrozado. Pero Sigmar estaba de su parte.

- ¡Por Sigmar! - Repitió por enésima vez alzando su mangual y descargado un potente golpe contra su nuevo adversario. - ¡Sal de mi camino escoria! - Le espetó. - ¡Ya he reducido a pulpa a cuatro de los tuyos y tú no serás diferente!

aunque mi habilidad con las armas y mi posición eran buenas, no soy lo suficientemente rápido como para parar el golpe del norse, pero si lo soy como para devolver el golpe con mi estoque

Eldillor, después de maldecir por su mala puntería, decide sacar su espada y arremeter contra el guerrero que combate contra Marius.

El impacto del mangual de Marius abrió la cabeza del norse como una sandía madura. Con un ¡Craak! su cerebro dejó de funcionar cayendo el cuerpo al suelo como un fardo de paja.

El otro, enfrascado con Luis, decide intentar salvar el pellejo. Detuvo el certero etoque del estaliano y salió corriendo como alma que lleva Khorne a su sangriento reino.

Marius no iba a dejar escapar tan rápido a aquel bastardo. Si huía podía ser que diera la voz de alarma y luego ellos fueran perseguidos. Por ello, en cuanto vio que comenzaba a correr, fue tras él a toda prisa tratando de alcanzarle con su mangual. No obstante, su intento fue del todo infructuoso. 

- ¡Que no escape! - Conminó a sus compañeros a que acabaran con el ser del caos.

El enano observaba los simbolos con asqueada confusión. Las runas grabadas brillaban con mortecina luz y causaban un ligero escozor en los ojos. Y la visión de aquellos cadáveres mutilados le daba ganas de vomitar. Sin embargo, el rostro ondulante de aquel telón parecía captar toda su atención y desprecio. No sabía lo que era aquella cosa ni su significado, pero no podía presagiar nada bueno. Así que el enano se apresuró hasta donde se hallaban los sangrantes cadáveres e intentó apartarlos de sus sitios para evitar que el negruzco y aun cálido liquido siguiera manando en dirección al foso-ritual. Le tomaría su tiempo, pero era la única forma que se le ocurría para parar aquel conjuro. O al menos, eliminar la grotesca visión de la vista de quien sea que volviese a pasar por allí.

No sabías magia ni oíste nada que se le pareciera, pero si la acción de retirar los cadáveres contribuía a que eso, lo que fuera que estaba ahí, no saliera, estaría bien hecho.

Uno de los enemigos huia, y eso era algo que bien por las ganas que tenían de no dejar ninguno con vida como por la posibilidad de que diera la alarma era algo que no podían permitirse, por lo que sin dudar ni un instante Mordrak realizó un rápido mvimiento con sus manos para lanzar un pequeño proyectil, por si solo no era algo peligroso pero tal vez acompañado de los incesantes ataques de sus compañeros pudiera ser de utilidad.