Kayla Monfort
La familia Montfort lleva años establecida en Barcelona.
De origen francés, siempre ha sido adinerada, y con aires de "grandeza". Se dice de ellos, que descienden del Señor de Montfort-l'Amaury, quinto conde de Leicester, conde de Tolosa, vizconde de Béziers y del vizcondado de Carcasona, Simón IV de Montfort, quien fue el principal protagonista de la Cruzada Albigense.
Sólo por ello, la familia Montfort siempre ha sido respetada, y tenida en cuenta como "un digno ejemplo de nobleza a seguir", sólo que con el tiempo, en vez de cruzados y nobles, los miembros de la familia se han ido convirtiendo en empresarios de gran renombre, ampliando su imperio incluso hasta el Nuevo Continente, y Asia.
Hija del heredero actual del Imperio Comercial Montfort, Kayla creció en un mundo en el que "sólo se podía hacer o decir lo que estaba correcto", donde "correcto" variaba según las conveniencias de la familia.
Al ser la menor, (por encima de ella estaba su hermana mayor Carolina), Kayla siempre fue presionada para hacer lo mejor pero sin sobrepasar a su hermana, que era la siguiente heredera, después de su padre. Así que, daba igual que ella fuese muchísimo más inteligente que Carolina, sus notas, jamás podían superarla en el colegio, o sus "buenas acciones" (ayudar en ONG's, visitar ancianos, etc), jamás podían ser más esplendorosas que las de su hermana.
A consecuencia de ello, Kayla comenzó a encerrarse en sí misma, a odiar todas las circunstancias que la rodeaban, a sentirse atrapada en una casa enorme llena de desconocidos que sólo la menospreciaban por no ser "su hermana".
Al principio, la joven decidió sobrellevarlo como si de una máscara se tratase: Si se la ponía, podía fingir ser feliz, hablar bien a sus padres aunque la ignorasen, llevarse bien con su hermana e idolatrarla (aunque realmente su hermana era la única a la que quería de verdad, por lo que con ella tan sólo fingía sentirse feliz respecto a los demás, pero no con ella.. Con ella era verdadero), presentar sus respetos a todos los "magnates empresariales" que se pasaban por las fiestas y cenas de la casa, y caerles en gracia, como una chica perfecta para tener de "nuera" porque parecía "calladita y accedía a todo".
Pero, con el tiempo, la máscara acabó por resquebrajarse, y la verdadera Kayla salió a la luz...
Un día, la presión la superó, y entró en una especie de histerismo extremo, que la llevó a pillar toda la ropa de su armario y quemarla dentro de la habitación mismo...
Por supuesto, su "hazaña" fue descubierta casi al instante, y sus padres la reprendieron "seriamente", mas ella no podía dejar de reír por lo que había hecho, y porque, por una vez en su vida, la habían convocado para "hablar seriamente"... Lo cual, si bien preocupaba a sus progenitores, no hicieron más que "cerrar los ojos" ante tal mancha en la familia.
Al ver que no había conseguido la atención deseada (en el fondo tan sólo quería "existir" a ojos de sus padres), Kayla decidió renovar su vestuario con el dinero de sus padres, buscando un estilo más alternativo, grunge, punk, gothic... Todo lo que a sus padres molestaría... Además, decidió añadir un piercing a su lengua, para "causar más sensación"...
Ante tales actos, sus padres simplemente decidieron "cortarle el grifo monetario", pero nada más... Por lo que, la joven, volvió a atacar...
Esta vez decidió juntarse con lo peorcito de su colegio (un colegio para niños ricos rebeldes, podría decirse), y empezar a frecuentar sitios de mala muerte, donde el tráfico de drogas estaba a la orden del día, y en donde ella misma decidió empezar a ganarse su propio dinero de esa manera...
Ese hecho la convirtió en algo así como "la líder no proclamada de su grupito", por lo que todo lo que hacía Kay era genial, y daba igual si hacía daño a alguien o no.
De la mano de todo esto, Kayla comenzó a beber, a fumar, y a probar las drogas que ella misma pasaba, por su puesto, sin dejar de lado su "afición por prender fuego a las cosas", y por destruir todo lo que podía ser destruido.
A veces pasaba días sin volver a casa, pero le daba igual, le daba igual todo, y sólo quería más de lo malo: quería destruir más, quería drogarse más, quería incendiar cosas más. Era lo único que la hacía sentir. Era lo único que hacía de ella un ente no vacío.
Un día, la dosis simplemente se le fue de las manos y acabó por ser internada... Por suerte, la cosa no fue mucho más, pero...
Al despertar, vio cómo su madre estaba junto a ella, y los ojos rojos de tanto llorar...
Kayla supo entonces que, al menos a su madre, le importaba en algo... Y, por primera vez sintió algo parecido a la "felicidad".
Pero no duró demasiado...
Puesto que su padre decidió que ella era un estorbo para la familia, que debía ser desheredada, y que debería hasta cambiarse el apellido, de seguir así...
Así que...
Le dio una "segunda oportunidad".
Había oído hablar de "Black Tears", un reformatorio en el que los chicos eran enderezados a "base de bien". Estaba en los Pirineos, pero daba igual, puesto que la familia Montfort podía pagar el transporte hacia allí y más (como por ejemplo, crear una tapadera ante los medios, como que la pequeña Kayla, se había ido de "intercambio al extranjero").
Kay sintió que con ello, su odio y sus ganas de destruir aumentaron más...
Ahora estaba a punto de entrar allí...
Y estaba segura de que no pensaba quedarse en tal sitio demasiado...
No pensaba doblegarse...
Jamás...
Alex Escobar
Alex lo tenía todo, y eso es precisamente el problema que vió. No tenía ilusión por nada, porque sus padres separados se encargaban de mantenerle contento dandole todos los vicios.... Esto provocó que se rebelara... Fumando hierba, bebiendo alcohol, metiendose en peleas, robando, trapicheando, etc,....
Alex encuentra en esa espiral descendente, de caracter autodestructivo y desafiante, de rebeldia total con el mundo; Su via de escape, es como él dice, se siente vivo, pues la indiferencia de sus padres hacia él, le molesta bastante.
David Cowen
Mi nombre es David Cowen cumplí quince años hace un mes, pero mi madre dice que para la edad que tengo he vivido demasiado. Creo que siempre he sido malo, nunca he hecho, al parecer, algo correcto en mi vida. Desde que nací fui un error. Mis padres nunca se llevaron bien, mi abuela me comento en alguna oportunidad que mi padre le daba golpes en el vientre cuando estaba embarazada de mi, creo que deseara que no naciera, pero ahí esta... uno no tiene tanta suerte.
Nací en un ambiente lleno de gritos y maltrato, mi madre quien siempre me cuido parecía ser lo único que me amarraba a mi familia. Mi padre era policía, digo que era, porque el maldito murió hace dos años. No se si agradecerle al que le mato o enfadarme... en realidad no se. La vida a su lado siempre fue un martirio. Desde pequeño marco mi espalda con la correa, era policía, supuestamente una autoridad, y podía hacer lo que deseara con nosotros...
Mamá denuncio los maltratos una vez, pero como mi padre era policía movió los contactos y nunca le tocaron. Recuerdo que una vez borracho trato de violarme, afortunadamente no lo logro. Solo me manoseo como una puta. Unas visitas llegaron en buen momento, pero a mis 9 años ya trataba de alejarme lo máximo de papá, él era la “autoridad” y yo podía cagarme encima de ella si me diera en gana.
Desde pequeño comenzaron las dificultades, y desde siempre fui malo. Le pegaba a los niños en la escuela, y en primaria y secundaria me convertí en un abusón. Los niños me tenían miedo, y eso me gustaba. Mi madre en oportunidades lloraba y decía que cada día me parecía más a mi padre...!pero carajo! Yo no quiero ser igual a él, yo soy lo contario a él... y siempre lo seré.
Cuando tenía 12 años comencé a meterme en líos, me uní con unos amigos mayores en la escuela y nos dedicábamos acosar a las niñas y robar. Con lo que robábamos comprábamos hierba, desde esa edad tengo contacto con las drogas, en realidad solo fumo marihuana, otras drogas las he probado pero no me han gustado.
Cuando cumplí 13 años murió mi padre, y mi madre tal vez creyó que mi comportamiento mejoraría... supongo que se equivoco porque si fuera cierto, no estuviera escribiendo estas líneas. Mamá trato de controlarme, pero yo a ella no la veía como una autoridad, y prácticamente hacia lo que quería, llegaba a casa a las 2 de la mañana, no iba a clase, y me dedicaba a vagar durante el día. Me uní a una pandilla, y con mis amigos fue donde encontré mas afecto que en mi casa, ellos siempre te hablan, y te quieren... aunque me toque hacer cosas inadecuadas para mantener su amistad...
Fue por eso que estoy acá, encerrado. Nos organizamos para robar una tienda de alimentos, y lo hicimos, ganamos muy buen dinero, pero luego nos atraparon. El resto de la banda eran mayores de 18 años, por eso, los llevaron a la cárcel y los juzgaron como adultos, y yo que era el más pequeño me mandaron para acá... maldito reformatorio de mierda.
Mi madre me llama llorando, y mi tío que es coronel dice que espera que aprenda la lección. Como que él conoce al desgraciado que dirige esta porquería, así que por esa parte esto “recomendado”... valla mierda.
Mamá dice que quiere que vuelva a la casa, y que siga estudiando. De mi comportamiento dependerá si salgo de esta porquería, pero qué más da, a ella no le importa, a nadie le importa, y a nadie le afecta mi comportamiento. Con meterme a este sitió no harán que cambie... solo quieren joderme, solo quieren hundirme, igual, yo sé que mi vida va ser corta, ¿para qué vivir más de lo necesario?.
Yo fui y seré un despojo de la sociedad, aunque cambie, a nadie le importara sí existo.
Datos de Interés:
- El Coronel Benjamin Cowen (Tío de David), es un hombre que en el pasado conocio al director del reformatorio, y después de que se enterara que su sobrino fue recluido en el mismo, se contacto con él, y le comento la situación del Muchacho en su familia. No espera que tenga ningun trato preferencial con él, pero si que le ayude, pues en el interior cree que es un buen muchacho.
- David tiene una personalidad depresiva, dependiente y antisocial. En realidad aunque tiene 15 años y trata de darse a conocer como "el chico malo" en realidad, como muchos adolescentes, aún es un niño confundido, falto de afecto. El maltrato Fisico y psicologíco de su padre lo marco de manera grave. El hecho de que su padre fuera policia, y supuestamente "autoridad" hizo en el muchacho un cuestionamiento a todo lo que se considera socialmente aceptable. Si un policia encargado de hacer justicia es un desgraciado en casa...¿donde esta la congruencia?. Más extraño es que el hijo de un Policia sea un ladrón. Tiene una autoestima baja, que esconde tras la fachada de muchacho cuestionador. En realidad los aspectos positivos que tiene son muchos, pero él no los ha encontrado. No tiene proyección a futuro y solo vive el Dia a Dia.
Darío
Darío es un chico buenazo de esos que siempre te dan una mano cuando la necesitas. Darío es una persona completamente fiel y justa. Odia las injusticias e intenta siempre que el mundo se convierta en un lugar mejor.
Su padre y su madre le han inculcado a el y a su hermano lo injusta que es la vida y los buenos valores de la misma.
Pero un día su vida diaria un vuelco drástico que cambiaria todo lo que creía. Mientras Darío caminaba por la plaza escucho unos ruidos de gritos y jadeos de una muchacha.
Entonces Darío lentamente camino hacia donde provenían los gritos. Y vio a un hombre mayor alto de cabello grisáceo que estaba intentando violar a una muchacha de unos 15 años de edad. La muchacha se resistía pero el hombre tenia mucha mas fuerza y le estaba arrancando la ropa. La muchacha lloraba y gritaba.
En ese momento Darío se armo de coraje. Tomo una roca que se encontraba cerca. La levanto con las dos manos y lo golpeo con ella en la cabeza. Realizando asi un gran corte en la misma, el hombre se desplomo como un saco de papas.
Mientras el violador yacía en el suelo inconciente el chico, por miedo, volvió a golpearlo hasta dejar el cuerpo sin vida de manera cruel.
La jueza dictamino que el muchacho debería haber llamado a la policía en el momento que el hombre estaba inconciente. Y dictamino que seria enviado a un reformatorio.
Erika Valle
Erika no llegó al mundo como llegan el resto de los niños, bueno sí, la parieron como a todos, pero ni siquiera la tuvieron por amor, o por querer formar una familia, sino que fue el pago de su madre a un bajista por darla un poco de cocaína en un baño de mala muerte tras un concierto, estando lo suficientemente colocada para recordar vagamente como se la tiraban.
La infancia? Sí, eso eso que hay desde que empiezas a ser consciente de que tu madre no se acuerda ni de que tienes que comer hasta que decides que estás hasta los ovarios de que cuando pasa algún borracho a visitarla te pegue o no le llegue con tirarse a la puta vieja que tengan que tirarse también a la niña que se escondía de todo aquello. Todo tiene un límite y tras acabar en el hospital con dos costillas rotas a los doce años, Erika decidió que cualquier lugar era mejor que aquel infierno que tenía como casa.
Recién hechos los trece años, se unió a una banda de heavy en la que uno de sus compañeros se molestaba de vez en cuando en hacerla sentir bien con un poco de " cariño " y acabó cantando en garitos a los que no se atreven ni a entrar las ratas. Pasó tres años, de ciudad en ciudad, de antro en antro, de borrachera y colocones varios, hasta que un día todo aquello de les fue de las manos.
Aquella noche, había sacado bastante pasta y decidieron cambiar el alcohol habitual por un poco de LSD. El problema vino cuando la pelea comenzó y alguien, Erika nunca dirá que fue ella, prendió fuego, literalmente, al tío que estaba aprobechando todo ese barullo para tratar de arrastarla de los pelos hasta el callejón de atrás.
A partir de ahí todo pasó muy deprisa. La policía, asuntos sociales que empezaba a preguntar, un juez de menores.. y cuando quiso darse cuenta tan sólo le quedaba una guitarra, una " invitación forzosa " de acudir a un reformatorio y una sicóloga del gobierno que se empeñaba en recordarla demasiado a menudo que su vida había sido una mierda, que, según decía, no había sido su culpa, pero en definitiva, una auténtica basura.
Leo Vazquez Gonzalez.
Segun le habian contado sus padres eran uno yonkos de la calle de la ciudad de Barcelona. Cuando su madre dio a luz en un hospital, él nacio con el mono de la cocaina en su cuerpo, de lo colocada que su madre habia estado durante el embarazo, por lo que Asuntos Sociales, tras el alta del pequeño Leo, lo llevaron a un Horfanato de alli mismo, pero desde la niñez no fue un buen chico. Robaba a los demas, e incluso se escapaba del horfanato y mangaba cuanto se le ponia a punto. Tambien era conocido en el horfanato, como leo " el rompedientes", pues no habia niño al que no el hubiera saltado, uno.
A los 12, una familia de adopcion cogió al pequeño Leo, pero fueron advertidos de su forma de ser, pero el futuro padre adoptivo decia:
- Todo puede arreglarse con una hostia bien dada
La verdad, era su primera familia, ya que nadie habia querido adoptarlo, habia estado en algunas casas, como prueba, pero a la semana estaba de nuevo en el horfanato. Cuando estuvo con la familia Vazquez, se junto con malas compañias, pero la verdad poco le importaba, no era drogadicto, pero fumaba mas que un carretero, y lo aceptaron en un grupo de robos de coches de lujo. La verdad no lo hacia nada mal, se ganó pronto la confianza del mandamás.
A la edad de 17 años un pedido gordo llego a las manos de su Jefe, y le mandó a él con el grupo de siempre. Coches dificiles pero sabia donde estaban. Dias y dias estuvo buscandolos junto a sus compañeros, robando los mas faciles, y dejando los de alta gama para el final. El ultimo...Un Lamborgini Murcielago, color morado, de un ricachón de la Gumble.
Este año se quedara sin carrera
Pero aunque todo fue sobre ruedas, la pasma lo vió antes de llegar a su destino, el cabronazo del dueño se habia dado cuenta del roboo antes de lo que Leo pensaba, intentó huir, pero un accidente freno la persecución. En el hospital estuvo durante un tiempo, pero fue llevado des pues de su pronta recuperacion al reformatorio.... ¿Por qué le ponen nombres tan raros?....el solo sabia que se encontraba en Los Pirineos, nada mas. Lohabian trincado y de mala manera, pero que mas le daba.
Xènia Gil
No tardó en nacer la hija mayor, Xènia, que fue tratada como una princesa hasta los 5 años de edad, a partir de entonces, sus padres empezarían a pelearse y a discutir por motivos que ella no entendía y que le dolían, pues ver discutir a sus padres no es plato de buen gusto. Más tarde sabría que era porque su padre se veía con otra mujer, aunque eso tampoco lo entendió muy bien y cuando se divorciaron, aún entendió menos porque su madre le hablaba tan mal de su padre, hasta creerse que realmente era un mal hombre.
La timidez de Xènia le impedía hacer amigos, y tanto en la escuela como más tarde en el instituto, iba siempre sola. Eso ponía de los nervios a su madre, que era la más simpática, la más maja, la más adorable de todo el mundo... allá donde iba su madre conocía a todo el mundo, y Xènia la admiraba, la había admirado siempre, sobre todo cuando dejó incluso de ver a su padre.
Ya cuando tenía 10 años, Xènia siempre tuvo una inclinación hacia las consolas, le gustaba pasarse las tardes enteras jugando después de haber hecho los deberes a toda prisa, y cuando tuvo los 11 años descubriría las maravillas del Internet gracias a sus nuevos "amigos" del instituto, ya que realmente solo había escuchado hablarles de Chats y demás, ella lo descubrió sola.
No pasaron ni dos meses que pasó de los Chats a clases para navegar por Internet, de programación... todo lo que pedía a su madre, ella se lo concedía, pues nunca estaba en casa, siempre estaba o trabajando o con las amigas y le dejaba hacer todo lo que quisiera a Xènia, pensando que era para su bien, ya que se pasaría menos tiempo a casa.
A los doce años, la niña ya era una máquina, su ordenador se lo había construido ella sola a base de comprar las piezas por Internet, y ya había programado ella sola dos videojuegos tontos pero que le habían quitado mucho tiempo, y mientras sus notas se mantenían por los pelos, ella empezaba a hacer pequeños "trabajos" en casa de sus amigos cuando se trataba de arreglar ordenadores y demás.
Empezó a entrar a un mundo mucho más adulto cuando por los foros y chats descubrió auténticos "Hackers" y fueron estos amigos suyos virtuales las que la adentrarían en este mundo. También sería en este mundo que se echaría un cibernovio, con el que haría cosas mucho más que chatear, siempre a través del ordenador.
A los trece las habilidades de Xènia las usaba ya para aprobar, simplemente imprimía los exámenes sacados del mismo ordenador de los profesores y hacía cambiazo al examen. Nunca sospecharon. Al menos no de momento... el problema vino cuando se dieron cuenta algunos de sus compañeros, pero encontró una solución para ello: a cambio de dinero, daba tantas copias de los exámenes como querían. Allí empezó la pequeña fortuna de la chica.
Por otro lado, en su casa vino otro problema, en plena edad de crecimiento, a su madre se le ocurrió llevar su novio nuevo. No es que le importara, a Xènia, apenas tenía contacto con su antecesora, pero no esperaba que, a diferencia de los otros, él fuera tanto a su casa, y encima intentara intimar tanto con ella misma.
Pau Vilasseca
Era un fumador compulsivo, se fumaba por lo menos dos paquetes al día, y era uno tras otro, en presencia de quien fuera. Al principio a Xènia no le importaba, pero empezó a molestarle cuando su madre le dio incluso la llave de su casa para que subiera cuando quisiera.
Xènia siempre estaba metida en su habitación, e incluso comía en ella pasando de todo... pero aquel hombre entraba incluso en su habitación para charlar con ella y fumar. Cosa que Xènia no entendía el por qué lo hacía y encima sin llamar y sin nada... las indirectas sexuales que empezó a lanzarle no se hicieron esperar, ni tampoco las primeras veces que la tocó "sin querer". Xènia creía que realmente lo hacía sin querer, tan solo tenía catorce años y él le caía muy bien... siempre era atento con ella.
Cuando un día que no estaba su madre la tocó de verdad, un día que ella estaba en la cocina preparándose la merienda, él se acercó por detrás, tomándola de la cintura le metió la mano por dentro de los pantalones y la besó en el cuello y en la oreja varias veces, aunque lo apartó enseguida, fue cuando comprendió qué estaba pasando realmente. Pero tenía miedo. No solo miedo de él y de su amenaza, sino miedo de decir lo que le hacía y la vergüenza que ya le hacía a ella misma... pero una parte de ella sabía que si no lo detenía, iba a seguir a más, y no lo detuvo, pensando que él se había equivocado.
Esta no fue la única vez. Ni hubo dos veces... Pau buscaba quedarse a solas con ella y aprovecharse de las inseguridades de Xènia, así como su contacto nulo con su madre... además la hacía sentir culpable, hacía que ella pensara que todo era por su culpa. Y Xènia, con solo catorce años, se lo creía.
También fue en aquella época que empezó a meterse en líos en el instituto, a responder a los profesores, a suspender los exámenes y a discutir con sus compañeros porque no quería pasarles los exámenes. Eso sumándole a un repentino asco al tabaco, que le recordaba a aquel hombre que se aprovechaba de ella. La psicóloga la mandó a la mierda todas las veces que la obligaron ir a verla, y ni siquiera su madre comprendía a qué venía eso. Xènia no hablaba con nadie.
Pero finalmente, después de dos meses de abusos, en los que por suerte "solo" se quedaron en roces y toqueteos, no obstante, Xènia sabía que iban a ir a más si no lo detenía.
Como siempre, el ordenador le dio la solución, sus ciber amigos (con los que era muy MUY amigos) le dieron la solución. Y aquella misma noche la puso en práctica, Pau siempre dejaba el ordenador en el comedor cuando dormía, así que fue muy fácil para Xènia meterle en el ordenador una carpeta oculta llena de imágenes hechas para pederastas.
El día siguiente, solo tuvo que esperar y aguantar una vez más sus abusos, mientras una cámara de grabación los filmaba... eso sí fue la vergüenza de Xènia, lo que iba a hacerla cambiar totalmente. Porque después de eso y de ocultar su cara, la colgó, des del ordenador de Pau, en una página web de pederastas... a ella nada que tuviera en la red se le escapaba.
El día siguiente solo tendría que hacer una llamada anónima a los Mossos d'Esquadra para que Pau fuera detenido, para cuando miraron sus antecedentes, descubrirían no solo multas de tráficos, sino otras denuncias que lo habían tratado de pederasta... pero por falta de pruebas no habían podido encarcelado. Claro que Pau lo alucinaba... y solo lo entendería cuando viera la media sonrisa de Xènia. Aunque ella ya había quedado traumatizada para siempre.
Con Pau entre rejas, Xènia mejoró un poco... al menos en el instituto, aunque delante de los chicos o profesores varones aún era más arisca, sobre todo si apestaban a tabaco. Pero igualmente se negaba a hablar con quien fuera, por vergüenza y asco hacia sí misma, en realidad.
Por ello se fue a vivir con su padre, en otro barrio de Barcelona, con su actual esposa Jessica que apenas conocía y su hijo de un año al que solo había visto unas cuatro veces... poco se esperaba que se hiciera tan amigo de él, incluso su padre se lo llegó a confiar más de una y más de dos veces, convirtiéndose Xènia en la hermana responsable que nunca hubiera creído ser.
Carles
Pero Xènia había probado un caramelo demasiado dulce... entrar en los archivos de la policia había sido realmente emocionante, y ya con quince años, Xènia se convirtió en una auténtica hacker que se divertía creando virus para envenenar los ordenadores de los demás... sobre todo gente que le caía mal.
Su padre la controlaba mejor que su madre, claro que Xènia mentía acerca de donde sacaba el dinero, ya que decía que se lo daba su madre... la misma excusa que le daba a su madre pero refiriéndose a su padre.
Sus golpes verdaderos empezaron al robar fondos públicos del gobierno, junto a dos hackers más, llegaron a robar hasta unos 12.000€ enviándolos en una cuenta en Suecia... claramente, se estaban pensando y no iban a tardar en pillarlos.
Claro que no se iban a detener allí, querían preparar algo más grande... ¿y qué hay más grande que atacar a la mayor organización gubernamental y militar del planeta? Se dispusieron a meter virus al Pentágono, simplemente para saber cómo afectaría aquello...
Empezaron por virus pequeños, comprobando que eran erradicados al instante... luego empezaron con virus más gordos, que eran igual de fácil que los primeros que los eliminaran... eso se ponía divertido.
Por primera vez, Xènia quedó con sus dos amigos hackers para crear un auténtico virus a la altura de la seguridad del Pentágono.
Isaac y Marc (Némesis y Red_Dragon)
Los dos eran de Barcelona, pero nunca había quedado con ellos, esta vez lo hicieron, en casa de Red_Dragon (Marc), para crear un virus suficiente potente para que entrara en el Pentágono... el tío lo tenía de todo, era aún más antisocial que Xènia, y encima sus padres tenían pasta.
Mientras creaban aquel virus se formó un extraño triángulo amoroso entre aquellos tres... Xènia se enamoró de Isaac, el primer hombre real del que se enamoraba, pero Isaac estaba saliendo con una ciber amiga de Xènia... y Marc estaba colgado de Xènia hasta los huesos. Al final, Xènia se lió con Isaac, Marc se mosqueó y se lo contó a la ciber novia que se pilló un rebote impresionante... y por extrañas circunstancias, Xènia terminó saliendo con Marc e Isaac se pilló otra ciber novia.
El resumen es que al final, después de meses de buenos y malos rollos, terminaron el virus... y se lo enviaron al Pentágono.
Allí fue el final de todo.
Los pillaron.
Dos días después entraron en casa de Marc, al ser mayor de edad fue juzgado como adulto, los Mossos d'Esquadra, además, descubrieron su cuenta en Suecia descubriendo así sus cómplices: Xènia e Isaac. El segundo también era mayor de edad, así que fue juzgado como adulto y, junto a Marc, fueron condenados a 25 años de cárcel por numerosas estafas (muchísimas más que Xènia) y por intento de entrar en propiedad del gobierno.
Xènia fue juzgada como una menor, y hasta su mayoría de edad... sería internada en un reformatorio.
Delante de Xènia se descubre un nuevo mundo: el real.
Xiana Torres
Orfanato... hogares de acogida... Padres adoptivos... tutela... menos... delitos... control... excesos... correccional... Esas eran las palabras que mas escuchaba dia tras dia...
No es un bebe... muy mayor... ¿no salio en los periodicos...? ¿Que son esas marcas en su cuerpo...? Terminara en un correccional.. Esta destinada a trabajar en la calle y caer en las drogas... Y esas las frases que a mis espaldas escuchaba...
Es lo que tiene no ser un bebe o una niña pequeña, que nadie quiere adoptarte, y los que lo hacen... nunca son buenos... A veces me gustaria estar sola de verdad, y con mi 16 cumpleaños lo hice, me fuy, robe a los que pretendian ser mis padres y me marche, Ser de un orfanato permite que conozcas mucha gente gente dispuesta ayudarte acambio de favores, mi error fue ser demasiado temeraria...
Robar un coche esta bien pero... no sin comer y con alcohol encima, pero hacerlo en el dia que mis padres murieron tampoco es buena idea...
Rubén Sánchez
Mi nombre es Rubén. Estoy en un reformatorio por culpa del Gobierno, que nunca hace nada bien, no hice nada grave sólo pintamos con sprays las paredes para mostrar nuestro arte jajja, pero no, esta vez ha sido algo un pelín más grave y por eso estoy aquí. Los cabrones de mis amigos se libraron y me han dejado a mí sólo con pagando el pato de los cuatro.
Lo que hicimos fue que yo trabajaba en una gasolinera, y mis amigos sabían como copiar las tarjetas de crédito para hacernos con una de verdad y costearnos cosas a costa de otros. Seguimos cada uno mangando tarjetas hasta que nos hicimos con más de 100 pero cuando nos iban a pillar mis colegas, o al menos eso pensaba que eran, se marcharon lejos dejándome atrás y como ya os he dicho me acusaron a mi de haberlo hecho todo yo solito ya que los otros no sabían de su existencia. Como soy menor de edad, 16 años, pues me enviaron a Black Tears.
Kelly Ceres
Kelly (nombre puesto por su madre, fanática de Grace Kelly) nació un 17 de noviembre en un humilde hogar. Toda su infancia fue feliz: tenía unos padres que se querían y la querían y una hermana en camino, con la que se llevaría 2 años: Clara.
Familia Ceres al completo
A partir del nacimiento de su hermana, todo fue a peor. Todo eran peleas en casa, el trabajo de su padre fue a quiebra, y un día desapareció sin dejar rastro. Pero su madre, Letícia, no se rindió, decidió sacar adelante a sus dos hijas. Kelly, que era la mayor, fue aprendiendo como eran las cosas y quería ser mayor cuanto antes, para ayudar a su madre que lo estaba dando todo por ellas. Sin embargo, como toda mujer a lo largo de su vida, se enamoró de quien no debía y así se rodeó de malas compañías. Acabó trabajando para su novio, en un club de striper. Hasta ahí no le importaba a Kelly, pues su madre estaba felizmente enamorada y con el trabajo les llegaba para comer. Lo que sí le importaba es que, Jonathan, el novio de su madre, era un maltratador psicológico, aunque almenos no la pegaba también. Trataba a su madre como una mierda, y ella no se daba cuenta o no quería.
<--Jonathan Bardem
Jonathan acabó convenciendo a Kelly que siendo tan guapa y menor, la mejor idea para ayudar a su madre mientras conseguía la mayoría de edad era trabajar en su club. Kelly accede, pues en parte él tenía razón y ser striper era un trabajo como cualquier otro, y así es como acaba convirtiéndose en el mejor número del club, ya que además de bailar, Kelly también canta.
Poco a poco nota como el novio de su madre la mira de forma diferente, y la empieza a acosar. Immediatamente se lo va a decir a su madre, que le pega un bofetón por primera vez en su vida, y la acusa de mentirosa mientras rompe a llorar. Kelly solo puede hacer una cosa: impedir que él se fije en su hermana mientras su madre abre los ojos. Así es como Kelly pierde su inocencia pero gana fuerza con cada día que pasa. Todo por seguir viendo la preciosa sonrisa de su hermana que le da las fuerzas necesarias para seguir.
Cuando ella piensa que su plan ha surtido efecto y que sus sacrificios han valido la pena, vuelve del colegio y se encuentra a su hermana pequeña en su habitación, llorando en una esquina con la ropa rota. Se le cae el alma al suelo y la abraza para consolarla, pero nada hace que la pequeña y ya no pura Clara deje de llorar, y salga de su trauma. Tanto Jonathan como Letícia, hace días que no pasan por casa, solían desaparecer juntos algunos días, así que Kelly no se despega de su lado. Es solo cuando sale un momento a por algo de comida, y vuelve, ve un corro de gente mirando el suelo de enfrente de su edificio. Su hermana estaba tirada en el suelo, rodeada de sangre: se había suicidado. El dolor la deshace por dentro y siente que ha perdido una mitad. Su madre vuelve y una vez más, no cree a su hija.
El funeral se celebra dos días después, y la ira invade a Kelly cuando ve aparecer a Jonathan en él, como si nada hubiese pasado. Se dirige a él llena de odio y le planta un buen puñetazo en toda la cara, además de una patada en todas sus partes que lo deja tumbado de dolor en el suelo. Su madre le pega el segundo bofetón de su vida, y con lágrimas en los ojos, Kelly le dice a su madre que no aguanta más, que se buscará la vida, pero que no la dejará sola, porque sabe que tarde o temprano se dará cuenta de su error.
Kelly que sabe que no puede ser despedida del club porque es el número más rentable, debe buscar algun sitio donde quedarse. Camina por la calle sin rumbo, hasta que ve en un parking a una chica intentando abrir un coche, por el otro lado ve a un par de policías haciendo guardia muy cerca de donde está la chica. No le hace falta ser muy lista para saber lo que va a ocurrir. Se acerca corriendo a los policías gritándoles que un hombre le acaba de robar el bolso, y los envía en dirección contraria a la chica. Xiana, la chica a la que acaba de salvar, resulta ser una huérfana y amablemente le ofrece "su" casa para dormir esa noche. Kelly que no tiene adónde ir, acepta. Ambas se hacen buenas amigas, y acepta quedarse con ella hasta que gana suficiente dinero para compartir piso con una compañera del club. Sin embargo, sigue yendo a visitarla después, para charlar con ella (pocas amigas ha llegado a tener) y ver si puede ganar algo de dinero ayudándola. Parte del dinero que no va para pagar el pisucho, va con su madre, a la que visita solo si Jonathan no está.
En el colegio, sitio al que acude poco (aunque no le haga falta, pues es una chica muy inteligente de por si, aprendió ella sola a leer y a escribir), las cosas no van mejor. Las pocas veces que va, siempre se encuentra con profesores igual de babosos que su "padrastro". Después de ya no tener que soportar a Jonathan, su paciencia se ve reducida a más de la mitad, por lo que a la mínima que un profesor se sobrepasó, le plantó un buen puñetazo. Para variar, nadie la creyó y fue expulsada por violencia al profesorado (además de sus numerosas faltas injustificadas). En parte se alegró y le dió igual, pues ahora podría ganar más dinero.
Pero su mala racha no acabaría ahí. Pocas noches después, la policía entraría en el club, arrestando a todos los empleados y metiéndola a ella en un reformatorio y razones no les faltaban: sospechosa de robo de coches, violencia contra un profesor, y trabajar en un club siendo menor. De su madre o Jonathan ni rastro. Esperaba que hubiesen conseguido escapar.