Partida Rol por web

Rubén se encontraba en su dormitorio, todavía en casa de sus padres. Había empezado a llamarla así ya que sabía que durante mucho tiempo no volvería.

El juicio había sido muy rápido. El juez rápidamente le sentenció a estar hasta la mayoría de edad en Black Tears. No le sirvió ni las influencias de su padre, ni la carta que escribió el director del colegio al que iba. Evidentemente esa carta la había escrito gracias al señor Sanchez , que siempre estaba dispuesto a conseguir lo que quería a golpe de talonario. Ya que en el instituto Rubén era una buena pieza, y el director en el fondo pensaba que todo eso se lo tenía bien merecido.

A sus colegas no los había vuelto a ver. No habían tenido el valor ni de llamarle. Al final, en estos momentos, es cuando uno se da cuenta de lo solo que está.

El reloj marcó las 15 h. En media hora vendrían a buscarle. En el suelo se hallaba un pequeño macuto con las pocas pertenencias que le permitían llevar a ese sitio.

Sobre la mesa se encontraba una hoja de papel, en la que venía reflejado el material que le permitirían llevar...

   1 - Dos chandals

   2 - Cuatro camisetas, preferiblemente oscuras, sin ningún tipo de dibujo.

   3 - Cinco mudas 

   4 - Dos tejanos

   5 - Dos jerseis

   6 - Un par de zapatos deportivos

   7 - Chaqueta de invierno

   8 - Cepillo de dientes

   9 - Cepillo cabello

  10 - Únicamente un objeto personal.

Las pertenencias serán revisadas al ingresar en el correccional. Cualquier cosa fuera de esta lista será devuelta a sus responsables.

Desde que le habían trincado, el padre de Rubén casi ni le había mirado a la cara. El hombre se avergonzaba de su propio hijo... Y su madre, cada vez que lo hacía, los ojos se le inundaban de lágrimas... ¿Qué iba a ser de su pequeño? Aunque durante toda su vida poco había estado en casa. En estos momentos, quizás demasiado tarde, la mujer estaba demostrando que le importaba su hijo.

Llamaron a la puerta...

- Hijo, ¿puedo pasar? - Era la voz de su madre que llegaba amortiguada por la gruesa madera.

Mientras estoy sentado en mi cama pienso en todo lo que ha pasado en tan poco tiempo, los hijos de su madre me dejaron sólo cargando con toda la culpa Mi padre me odia y mi madre no para de estar triste.... ¿cómo he llegado a esta situación? Sólo quería un poco de atención y robar tarjetas de crédito no es tan grave...

Sólo me engañaba a mí mismo, ni siquiera las influencias de mi padre sirvieron para no enviarme al reformatorio. Me levanté y le eché un último vistazo a lo que me iba a llevar, un consejo que me dio Ana para cuando hiciera alguna maleta.

- Llevo las dos chandals, las cuatro camisetas negras y azules marino totalmente lisas, las cinco mudas, o eso creo que son, los dos vaqueros, los dos jerseis gris y marrón, un par de deportivas, una chaqueta de invierno, el cepillo de dientes y el peine y por último y más importante la foto de mis padres y yo disfrutando de un día en el campo.... Bien está todo.- me entristezco al terminar de hacer recuento.- Ya me puedo ir cuando sea...

Entonces escucho la puerta y la voz de mi madre.

- Pasa.

Últimamente se estaba preocupando mucho por mí, quizás se sentía culpable... en cierto modo eso deseaba que se sintieran culpables de lo que había hecho porque si hubieran pasado más tiempo a mi lado nada de esto habría pasado ¡Los odio!

La madre de Rubén asomó por la puerta. La mujer parecía algo nerviosa, miró a su hijo y una sonrisa triste asomó a sus cansados labios.

- Cariño, han venido a buscarte. - La voz de la mujer sonó rota, parecía a punto de volver a romper a llorar. Se llevó una de sus manos a la boca, intentando reprimir el gemido que luchaba por salir. Respiró hondo, y pareció que volvía a recobrar la compostura. Parecía que habían venido antes de lo planeado.

La mujer le miró derrotada, y negando con la cabeza volvió a salir de la estancia. Sabía que su hijo les culpaba, y ella se preguntaba qué había hecho mal...

- Cuando estés preparado baja... Te esperan. - Comentó antes de cerrar la puerta.

Ante la tristeza de mi madre pienso en esconderme y huir, quizás si no saben dónde estoy no se preocupen y así no tengo que ir a eso reformatorio absurdo.

- Vale. - digo cortante pensando en un plan de huida Primero me puedo ir por.... no mejor por... la ventana es lo mejor... si tuviera en mi habitación una sin barrotes... si es que esto es como una cárcel... no tengo escapatoria... ¡argh! Cada segundo los odio más y más...- Ya... - me corta el portazo de la habitación.

Cojo mi macuto y, mientras voy hacia la puerta, me toco el collar de San Rubén que me regaló Ana (me dijo que: "El nombre de Rubén significa según unos etimologistas lobo"), lo hizo para que siempre estuviéramos juntos.

Voy bajando las escaleras mirando a todas partes como despidiéndome de todo, como si nunca más lo volviera a ver...

Rubén bajó las escaleras. Al llegar al salón vio a su madre hablando con dos agentes de la policía. Una mujer y un hombre que levantaron la mirada al verle bajar.

- Aquí está mi hijo, cariño, ellos dos te acompañarán a Black... - En ese momento a la mujer se le rompió la voz, sin poder terminar de decir el nombre del centro.

La policía mujer se adelantó y con una sonrisa que esperaba que aparentara amistosa, le saludó.

- Bien, Rubén, deberás acompañarnos. ¿Señora? - Dijo a modo de despedida, y cuando el joven terminó de bajar las escaleras, juntos se dirigieron hacia la salida.

Fuera les esperaba un coche patrulla, se acercaron y la agente se dirigió nuevamente a Rubén.

- Dejemos tus cosas en el maletero. - Le dijo dirigiéndose hacia la parte de atrás del coche. El otro agente se quedó junto al muchacho, haciéndole un gesto de que siguiera a su compañera.

No pude evitar pensar en que no merecía ir allí, la culpa no era mía, era de los estúpidos de los que se marcharon y de mis padres.

- Antes de irme me gustaría despedirme de mis padres y de Ana.- digo dirigiéndome a abrazar a mi madre aunque de manera algo distante y fría.- ¿Dónde está Ana?- pregunto a mi padre.

Cuando veo a Ana la abrazo fuertemente y le susurro al oído.

- Llevo la cadena, muchas gracias por todo... siento haber hecho lo que he hecho.- En mis palabras se notaba que lo decía sinceramente.- Te echaré de menos....- le beso en la mejilla.

Tras despedirme de ellos salgo de mi casa siguiendo a la agente de policía y deposito mi maleta en el maletero del coche. Sin mirar a mis padres entro en el coche y miro hacia delante, sin pensar más en lo que dejo atrás.

Una vez Rubén hubo dejado sus cosas, le acompañaron al asiento trasero del coche, y cerraron la puerta tras él.

Ya estaba en camino, toda su vida, su hogar, quedaban atrás... Todos aquellos sitios tan conocidos por el joven... Los recuerdos iban pasando según el coche iba enfilando las calles.

En aquella esquina, recordó cuando con siete años cayó de la bicicleta. En aquella otra, le dio el primer beso a una chica... Y así sucesivamente, un cúmulo de sensaciones se fueron apoderando del joven.

Mi vida iba pasando por mi cabeza como en una película, habían pasado 16 años y todo estaba como antes, recordaba aquella esquina porque con siete años me caí de la bicicleta, y aquel otro lugar porque dí mi primer beso Fue genial... ¿Qué pasó con esa chica? ¿Cómo se llamaba? a medida que el coche iba llegando a su destino más me arrepentía de no poder estar en Granada jugando al fútbol o yendo al cine con la chica más mona del instituto.

- Por cierto ¿cómo es Black Tears?- dije para dejar un poco a un lado mis pensamientos absurdos, había crecido y debía pensar en el presente.- Seremos muchos allí, ¿cómo son las habitaciones? ¿Y el trato? ¿Qué se hace allí?

La mujer se giró ante las preguntas de Rubén. - Ni idea, eso ya lo verás allí... - Y volvió a centrarse en el trayecto.

Los agentes iban hablando entre ellos, ignorando completamente al joven que tenían atrás. El camino sería largo... Muy largo.

A través de la ventana se vían desfilar las calles. Una mujer miró con tristeza hacia el interior. Un niño, descalzo, pedía en una esquina, mientras la gente pasaba como si no lo viera. Un anciano cruzaba una calle, ayudado por un joven apuesto. La humanidad era así... La gente iba a la suya, haciendo oídos sordos a las necesidades de sus similares.

El coche enfilaba por otra calle, y un grupo de palomas alzaron el vuelo... Algo irónico, contando que las palomas eran el simbolo de la libertad, y eso precisamente era lo que le estaban quitando a Rubén... Su libertad.

Sigo contemplando el paisaje esperando que mi llegada allí no se haga esperar mucho más ya que los minutos que paso dentro del coche me parecen horas.

Intento pensar en otra cosa que no sea en dónde voy o qué me pasará y decido recordar canciones así que mi cerebro se pone a recordar canciones que escuchaba normalmente en mi habitación y sólo recuerdo:

"I'm tired of being what you want me to be,
Feeling so faithless, lost under the surface,
I don't know what you're expecting of me,
Put under the pressure of walking in your shoes.

Caught in the undertow
Just caught in the undertow
Every step that I take is
Another mistake to you.
Caught in the undertow
Just caught in the undertow

I've become so numb,
I can't feel you there,
Become so tired,
So much more aware,
I'm becoming this,
All I want to do,
Is be more like me,
And be less like you.

Can't you see that your smothering me,
Holding too tightly
Afraid to lose control,
'Cause everything that you thought I would be,
Has fallen apart, right in front of you.

Caught in the undertow
Just caught in the undertow
Every step that I take is
Another mistake to you.
Caught in the undertow
Just caught in the undertow
And every second I waste
Is more than I can take.

I've become so numb,
I can't feel you there,
Become so tired,
So much more aware,
I'm becomming this,
All I want to do,
Is be more like me,
And be less like you.

And I know I may end up failing too,
But I know you were just like me,
With someone disappointed in you.

I've become so numb,
I can't feel you there,
Become so tired,
So much more aware,
I'm becomming this,
All I want to do,
Is be more like me,
And be less like you.

I've become so numb,
I can't feel you there,
I'm tired of being what you want me to be.

I've become so numb,
I can't feel you there,
I'm tired of being what you want me to be."

El viaje fue largo... Muy largo. Hicieron algunas paradas, dejando que el joven saliera para estirar un poco las piernas. Pero eran paradas cortas y enseguida volvían a retomar el viaje.

Hacía ya rato que los paisajes habían cambiado. La agente informó a Rubén de que ya estaban en la zona de los Pirineos... Que no tardarían en llegar a su destino.

A través de la ventana, Se podía apreciar hermosos paisajes verdes. Los árboles se amontonaban como nunca Rubén había visto.

Pasaron por una carretera desde la que se veía un gran lago... Sus cristalinas aguas invitaban a darse un baño a cualquiera que pasara por allí...

Y finalmente llegaron a un camino de piedra. A lo lejos se podía ver un gran edificio... La mujer se giró para decirle a Rubén que allí era a dónde se dirigían..

Black Tears...

El paisaje de los Pirineos era digno de ver pero sin duda en otras circunstancias, esos árboles que se amontonaban, ese lago.... pero estaba claro que cuando vio el camino de piedras y al final un edificio llamado Black Tears significaba que su estancia allí sería como el invierno para algunas flores...

La agente le indicó que allí era dónde iba a quedarme por lo que una vez aparcado el coche bajé y cogí mis cosas sin más remedio. Miré a mi alrededor para ver si había alguien más que acabara de llegar, era el primero o era el último.

- ¿Sabéis si ya están todos los demás dentro?- pregunté a la agente.- Tú seguirás aquí ¿no?- dije algo pillín para sentir menos agobio.