Partida Rol por web

Diario de abordo:

Navegación.

Amanecer: 06:15 h

Atardecer: 20:49 h

El Zenith es un barco de lujo que navega durante una semana atracando en lugares tan conocidos como Grecia, Croacia, Italia y Francia.

Hace tan solo un par de horas que el barco ha desembarcado y continuará en alta mar durante un día entero. Los pasajeros han sido llevados a sus respectivos camarotes y allí tienen el horario de las diferentes actividades que tendrán lugar a lo largo del día así como un mapa donde indica cada una de las zonas del lujoso barco: la piscina, el jacuzzi, la biblioteca, el restaurante, los tres bares, el casino, el buffet libre, las diversas terrazas, la sala de la televisión...

En 30 horas llegarán al primer destino: Venecia, Italia.

¿Qué harán los pasajeros en todo ese tiempo? Son las 19:00 h
Notas de juego

Tras dejar el equipaje en su camarote, alojado en la planta 12 de las 14 que tenía el barco, Judith decidió ir al bar alojado en su planta. Quizás porque tenía sed, quizás porque había periódicos, televisión y noticias que te mantenían cerca del mundo o quizás porque era el lugar en el que, de momento, no había nadie. Tan solo ella, una música relajante y un simpático camarero que limpiaba los vasos...

Judith se acercó a la barra y se sentó al final de esta. Se alisó el vestido de tirantes azul que llevaba y esperó a que el camarero viniera a atenderla. Cuando vino, pidió un martini y el periódico del día junto al suplemento legal.

Mientras bebía su copa y jugueteaba con sus largos tacones (ideales para hacerse ver entre una multitud a pesar de su tamaño), se alegró de leer que la gente se iba olvidando poco a poco del escándalo que le había obligado a irse de vacaciones.

Parece que la investigación pierde fuerza, y que aún no han encontrado ninguna prueba que me incrimine. Si esto sigue así, no solo voy a librarme: ¡Hasta podría denunciar al estado y sacarme un extra!

Una sonrisa se escapó de su boca mientras pensaba en cómo recuperaría su vida.

El camarero le invitó a la bebida. Parecía que Judith levantaba pasiones allá por donde pasaba...

En el diario no había gran cosa. Economía, deportes, actualidad, horóscopo, guía de televisión... Sin embargo, en la portada un anuncio estaba rodeado con rotulador rojo: " Extraños comportamientos humanos en Suecia provocan la intervención de Sanidad del país" Pág. 45

A su vez, en la televisión estaban reportando noticias extrañas. La presentadora del telediario anunciaba lo siguiente:

" Algunos vecinos de una localidad de Suecia viven con terror desde hace cuatro días debido a extraños comportamientos entre los habitantes de ésta. Algunos aseguran haber visto una especie de no muertos deambulando por las calles. << Al principio pensábamos que se trataba del rodaje de una película, hasta que uno de ellos atacó a mi hermano. ¡Esos seres son reales! >> comentaba un habitante de la ciudad. El gobierno Sueco piensa que se trata de una broma pesada...""

La abogada le agradeció el gesto al camarero con una sonrisa y no le volvió a prestar atención. Se centró en los extraños titulares que aparecían en las noticias.

-Increíble, ya no saben qué inventar para salir en televisión... -Comentó para sí.- ¡Muertos vivientes! ¿Ya se pasaron de moda las abduciones alienígenas?

Tranquilamente Judith se terminó su bebida y abandonó el bar en dirección a su habiación. Tenía calor y empezaba a sudar, así que decidió que se cambiaría e iría a la piscina a darse un chapuzón.

Justo cuando estaba llegando a su camarote para cambiarse de ropa, Judith escuchó un mensaje por megafonía:

- Estimados viajeros, lamentamos comunicarles que deben dirigirse cuanto antes a sus respectivos camarotes. No deben salir de allí hasta nueva orden. Gracias, y perdonen las molestias.

¿Qué estaría ocurriendo? Había mucho revuelo por la planta de la abogada y mientras ella estaba llegando a su habitación puedo escuchar entre los murmullos de la gente que habían asesinado a un hombre y que la policía del barco iba a comenzar a interrogar...

Judith aceleró el ritmo hasta llegar a su camarote y una vez dentro se aseguró de cerrar bien la puerta. Le daba miedo que si cundía el pánico entre los viajeros acabase siendo arrollada por los pasillos o que se aprovecharan del caos para robar a otros viajeros y saquear sus camarotes.

¿Un asesinato? ¿En un arco como este? No tiene ningún sentido. Seguro que alguien se ha inventado la historia y el rumor ha levantado el pánico. -Se decía para sí.- Tranquila, seguro que no pasa nada.