Partida Rol por web

El camino fue de lo más peligroso, alocado y rápido de lo que jamás imagino. Una incontable transición de peligros, gritos, risas, golpes y rugidos de dolor. James cobraba golpes desde todos lados y después de unos segundos dejo de tratar de esquivarlos para concentrarse en correr. Casi no sabe como lograron llegar, pero cuando al fin estaban dentro de esa habitación, se dejó caer en una esquina, con un gesto que estaba entre sonriente y adolorido.
-Jaja, eso fue interesante- su mueca cambio a una mas divertida sacando el vino que estaba entre todo el desorden de comida-. No se ustedes, pero yo quiero un trago…
Tenían todo lo que necesitaban, comida, un lugar seguro, podían quedarse allí mucho tiempo. Claro, eso si no se les ocurría a todos los infectados del barco ir a buscarlos. Al parecer todos menos Robb estaban heridos, bueno Robb ya venia herido de antes, pero no estaba peor.
-Habría que curarnos las heridas, usemos el telón como vendas- observó como Judith se frotaba el trasero adolorido, no pudo evitar sonreír más ampliamente, pero se cayó el comentario que ya empezaba a brotar a su mente-. Gracias capitán por abrirnos- le dijo al capitán que ahora sostenía la puerta por si algún ser trataba de entrar-. ¿No tendria un saca corchos verdad?...

-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!!

Judith no dejó de gritar mientras corría por su vida por el pasillo repleto de infectados. Las latas de comida se le escapaban de las manos pese a sus esfuerzos por retenerlas consigo, pero en cuanto una puerta le golpeó súbitamente en la cara soltó los pocos objetos que le quedaban y se centró en ponerse a salvo.

Alejarse de las puertas solo le sirvió para ser agarrada por un montón de manos que aparecieron por los laterales del pasillo y herida durante el forcejeo. Sin embargo, lo que más le dolió (tanto físicamente como en el orgullo) fue el golpe que le asestó justo al final del pasillo uno de los infectados con un taco de billar en el culo. Cojeando y conteniendo las lágrimas, consiguió meterse en la sala segura y salvarse.

-James, cuando abras esa botella vas a darme un buen trago... Deberías haber cogido unas cuantas más. -Dijo sin dejar de acariciarse la dolorida retaguardia.

-Capitán, ¿tiene algo para desinfectar heridas? Creo que me he cortado con un cristal roto en el pasillo...

Una vez que estuvo seguro de que se trataba de personas normales, Jack se decidió a abrir la puerta blindada de la habitación. Cuando entraron los cuatro, tan solo reconoció a Clara. Estaban sucios, con la ropa rasgada, doloridos y cansados. Pero se alegró de no ser el único superviviente. Se acercó a ellos y ayudó a la otra chica a sentarse pues parecía costarle trabajo.

- ¡Llevo toda la noche escuchando gritos por el walkie-talkie, he intentado avisar por radio pero nadie me contesta! ¡Parece que nos han abandonado! ¿Sacacorchos? Bueno, tengo una navaja multiusos, toma, chaval- le lanzó a James una navaja multiusos que sacó de su bolsillo.- si, aquí tengo botiquín, espera que te lo traigo...

En aquel instante se volvieron a escuchar golpes en la puerta, idénticos a los que habían dado ellos.

- ¡¿Pero qué..?!