—¿Un cambio de ruta entonces? En dos días tendremos que emprender la ruta de vuelta hacia la Posta de Guntar, así que tendremos que elegir nuestro próximo movimiento cuidadosamente.
Por un lado, le gustaba la idea de sacar más información. Pero por el otro sabía que pasar más días de los previstos, acarrearía un incremento del peligro que ya de por si corrían adentrándose en el bosque.
- No sabemos lo que nos podemos encontrar de camino a la posada, ni los peligros que aún nos aguardan, por lo que sugiero que no deberíamos desviar la ruta. Además, como acaba de decir Brent, podría encontrarlos sin ningún tipo de dificultad ¿No? –argumentó Kilian ante la propuesta de Fausto, obviando la respuesta irónica del mayor de los Lutt.
—Mira por una vez vamos a estar de acuerdo. Nuestro objetivo es conseguir la cabeza de ese Barón Proscrito y conseguirla antes que nadie. Esos kobolds pueden hacernos perder un tiempo precioso que no podemos perder.
—Si creéis que es lo mejor, así sea pues. Pero la información siempre es un bien valioso. Esos kobolds podrían saber el lugar donde se encuentra la guarida del barón.
- Si tuviésemos la certeza de que si seguimos su rastro lo encontraríamos en poco tiempo, apoyaría el seguirlos. Toda información por muy pequeña que sea es una ventaja para nosotros –añadió a las palabras de Fausto.
- Sin embargo, tampoco podemos arriesgarnos así a la ligera. Si la búsqueda de esos kobolds se prolonga, podríamos poner nuestras vidas en serio peligro. –concluyó de argumentar Kilian, que a la espera de lo que dijera Brent sobre la posibilidad de encontrarlos, se debatía entre continuar con la búsqueda o no.
—Encontrar el rastro será rápido, pelearon aquí y se ven los restos de la misma. Pero una cosa diferente será el tiempo que tardemos en encontrarlos. No sabemos el tiempo que ese hombre ha estado inconsciente, pero es posible que él también nos llevase un día de ventaja. Así que asumid que por lo menos un día nos costará encontrar a esos kobolds.
- Sin esas garantías lo mejor sería proseguir nuestro camino. Quizás nos encontremos con cualquier otra fuente de información más adelante. Pero hay que ser cautos, tirar de sensatez, y no exponernos a sufrir cualquier clase de peligro por un exceso de confianza. –comentó Kilian; el cual pensó que, si lo oyese el Kilian que hace meses acababa de salir de Luthgil escondido en una carreta, se sorprendería.
Efectivamente, la experiencia adquirida durante este tiempo por el guerrero le había hecho aprender que uno solo puede ser capaz de ganar una batalla, pero se necesita a un equipo para alcanzar la victoria en una campaña. Y además… estaba Erin. Desde que partieran desde Nodgem había actuado con normalidad, pero cuanto más tiempo pasaba con ella, más se percataba de que lo que ocurrió en aquella posada había despertado algo en él.
—Ya estamos en peligro, ¿no?—preguntó Erin—Quiero decir, este lugar es de por sí peligroso. Está el barón, están esos bandidos, están esos kobolds, quién sabe qué puede haber en ese bosque... ¿De verdad es un problema seguir a esos kobolds? Lo siento pero, no termino de entender cuál es el problema, de seguir a los kobolds.
—El único problema hermana está en que si no los encontramos en más de dos días, posiblemente tengamos que volver hasta la Posta.
—Igual que si entramos en ese bosque y no encontramos nada, ¿no? Y si lo que encontramos son bandidos, será más fácil luchar contra los kobolds.
—Pero seguramente los bandidos puedan darnos más información.
Cuando acabaron de hablar, Kilian intervino.
- Es cierto, este lugar ya de por si es un peligro. –afirmó asintiendo a las palabras de Erin. – Sin embargo, el mayor peligro para nosotros no es lo que podamos encontrar sino el tiempo que empleemos hasta hallarlo.
Dejó pasar unos segundos antes de continuar diciendo.
- Creo que Brent tiene razón, en un par de días deberíamos ir pensando en volver a la posta. –argumento a sabiendas de la satisfacción que esas palabras causarían en el primogénito de los Lutt. - Debemos ser precavidos porque no sabemos lo que nos podríamos encontrar en el camino de vuelta. Sobre todo, porque cualquier retraso imprevisto que nos pudiera surgir, haría que nos quedásemos sin suministros… y un grupo de aventureros hambrientos y sedientos sí que supone un grave problema.
Se percató de que quizás sus palabras estaban siendo demasiado desalentadoras, pero pensaba que, de todos los presentes él era el que poseía mayor experiencia en campañas de ese tipo. Aun así, intentó animar un poco la cosa diciendo:
- Pero, tampoco tenemos la certeza de que, si continuamos nuestra ruta, no encontremos a algo o alguien que nos sirva una mejor información. Lo mismo hasta nos topamos con el mismo barón –concluyó el guerrero encogiéndose de hombros.
Con la decisión de mantener la ruta marcada en lugar de perseguir kobolds, el grupo de aventureros continuó con su viaje recorriendo el río Espino. ¿El destino? El misterioso bosque de Karltz.
Kilian continúa aquí.