-Excelente historia lord Glom.Llena de acción y en general una señora aventura.Le felicito por su gran capacidad de expresividad y estos felices y entretenidos momentos que nos ha hecho pasar.Por lo tanto nada que objetar- dice aplaudiendo levemente con sus viejas manos.
Mucha gracias amigo
- No hay de qué apreciado señor. Si es tan amable, su tiempo ha concluido. Es hora que descienda del altar y deje paso al siguiente... Mario Rumialdo, duque de Holanda.
Al decir estas palabras, de detrás de los tapices se oyen decenas de lejanas trompetas sonar anunciando algo de suma importancia.
Con esto concluyo la escena. Pasemos a la siguiende. Escena 03: De cómo el duque de Holanda contó aquéllo que se le pidió.