Polgara mira la bolsa de monedas y el gesto de aprobacion de Violant pero antes de que las pueda coger Hamperding agarra el medallón y se lo quita de las manos. No echa a correr, no se pone a reir con carcajadas maniacas. Se limita a extender la cadena para que el amuleto cuelgue en el centro y a admirarlo a un palmo de su cara.
-Te diría de donde traen esas pastas y cuanto cuestan pero dudo que puedas imaginar una u otra cosa. Disfrutalas, pues sin duda sera lo mejor que pruebe un pordiosero orejas picudas como tú.
Hamperding habla a Zelmar sin siquiera mirarlo, absorto completamente en su amuleto recuperado y su vista recorre las runas que en él están inscritas. A continuacion se da la vuelta y empieza a subir las eclaeras sin apartar la mirada del amuleto, como hechizado.
-Cuando hayais acabado, por favor, salid de mi propiedad y, Lucian, limpia cualquier cosa que hayan tocado. ¡A saber cuanto hace que no se lavan!
por supuesto, si quereis hacer algo para impedirle dejar la habitacion decidlo y cambio el post.
Me incorporo un poco diciéndoles a mis compañeros.
– Por lo que parece ya no tenemos nada mas que hacer aquí, ¿marchamos?
Yo cojo las pastas que me quepan en las manos y cuando decidamos irnos cojo todas las que queden... :)
Le ofrezco una pasta a Llobeta y le dejo comer de mi mano, riendome tras cada lametazo.
Serverant vuelve a estar con problemas de salud asi que no lo espereis a el.
Tras la incitación tan amable de Hamaperding, Zelmar coge una segunda galleta, levantando la a mudo de saluda hacia el noble - Es usted muy amable Lord Hamperding, repito son deliciosa - dice con sorna, entonces se dirige a sus compañeros - podemos irnos cuando gustéis, seguro que hay lugares mas interesante y cosas mas importantes que hacer que estar aquí - acto seguido se levanta y acompaña a sus compañeros a la salida...
Serverant siplemente niega con la cabeza ante lo que ven sus ojos. Saqueais las últimas pastas y salis de alli mas rapido que cuando entrasteis. En poco os encontrais en la entrada de la ciudad. Depende vosotros a donde ir ahora.
Cada vez estoy más convencida de que hemos cometido un error entregándole ese medallón que lamentaremos.
Cuando llegamos a las puertas me siento cansada.
– Yo con la Llobeta nos vamos a la posada de Amara a descansar.
Nos vendrá bien descansar - voy contigo Violant, necesito relajarme...
Desde la partida del Kraken dorado, y el mequetrefe del Capitán no-sé-cuanto, me había mantenido silencioso, aún ante las cómicas salidas de Nok. Luego al llegar al palacete, y ser atendidos por el
más tarde excitado mayordomo, continué en silencio (sabedor de que nada tenía que ver con el trato por mis ahora compañeros realizado)...
El intercambio de sarcasmos, ironías y desprecios mal disimulados no hace sino molestarme... Nada tomo, ni como, de la mano de aquél alfeñique por cuyo oro había muerto un valiente
Iledar... Fuiste el precio de este infelíz malagradecido... Medito con gesto sombrío cuando, como poseido por una codicia ancestral, nos deja alimentarnos de sus migajas, cual rica anciana ofreciendo
triste dádiva a un desesperanzado niño de la calle... De súbito, la canción de "el equinoccio de Luis"* suena como un requiem en mi cabeza...
Cuando partimos de la casa, me siento mucho mejor... Pero la sensación de injusticia sigue en mi presente.
Si me permiten, quiciera acompañaros a buscar, si es que tienen intenciones en lo inmediato, a la familia del bravo Iledar Kendan. Tengo... digo como sin querer decir ...Tengo que ver quienes
han de pagar el pagar el precio por el antojo del tal Hamperding...
Completo secamente, como quien recita el epitafio de un desconocido...
Como empujado por interiores y tétricos augurios, la empuñadura de la hermosa espada larga se ve allí, reposando en la funda, más hermosa que nunca...
*En realidad "La navididad de Luis" (o era toma luis?) De León Gieco, hagan el favor de escucharla para entender lo que pasa por la cabeza de Arielus! jeje nunca tan indicada una canción.
Lo unico que sabeis de la familia de Iledar es que murieron todos luchando en la arena siendo esclavos. Iledar llevaba viviendo solo desde que lo conocisteis.
Necesito que me digais todos que haceis y a donde vais. Os recuerdo las pistas: la guardia y su teoria de los piratas, los jardines de Vecna, donde podeis conseguir nuevos encargos, y la arboleda, para contarle a Wargan lo que habeis averiguado de la guardia.
Violant iba a la posada a descansar y pensaba volver a la arboleda al día siguiente para ver si encontraba a su mentor. Ya ha estado hace unas horas y no estaba.
Cuando pasais bajo las murallas ya la tarde esta muy avanzada y apenas quedan unas horas para el anochecer. Os dirigis todos a la sirena y el borracho, cansados pero cargados con oro (excepto Arielus y nok). Al acercaros, ya bajo la luz del atardecer, os llega una dulce música del interior de la posada. Alguien toca con gran sentimiento desde uno de los pisos superiores. Es una cancion triste, que suena a despedida.
Cuando entrais encontrais la taberna desierta. Sólo Sintara se encuentra allí, con los ojos rojos de haber llorado. Esta recostada contra la pared, sentada en los escalones que llevan arriba.
Solamente pienso en descansar tras escuchar alguna información sobre la vida y el legado de Iledar.
Una triste vida la de la una muerte segura por el entretenimiento de los hombres.
Mi semblante es sombrío... A mis ojos, todo parece indicar que estaba predestinado a morir luchando Es que acaso son justos los dioses con los hombres? Debía el tomar un camino independientemente del que hubiera preferido escojer?
En silencio, acompaño a mis camaradas.
Compañeros... *Digo pero me corto al ver a la mujer destrozada por la pena...he de descansar en la iglesia de mi dios. Mañana por la mañana nos veremos, sin falta, en la sirena y el borracho. Tengan reparadores sueños.
*Master, te parece que entorpecería el asunto o sería mejor lo que te voy a preguntar? Podría dormir en la iglesia? y de paso charlo con el capote?
Arielus: si, no hay problema.
Los demas pasad a "la sirena y el borracho"