¿Os dirigis al centro a la armeria buena?
-Aquí el clérigo aún no tiene arma - Digo riendo por lo bajo y señalando a Arielus-. ¿Vamos a buscar en otro sitio, o prefieres dedicar la tarde a otra actividad?
Pasais todo a la escena del centro
Las últimas bocanadas de crepúsculo bañan las aguas del puerto. En otra ocasion tal vez no seria buena idea merodear por ese barrio a esas horas de la tarde pero de l amano del capitán nadie os molesta. Archen se mueve por el puerto como pez en agua.
-Yo nací aquí ¿Sabes? Me crié como la mitad de todos esos renacuajos que nos siguen asomandose a las esquinas. Como ellos, tuve que apañarmelas para sobrevivir pispando lo que podía y estafando el resto. Una vida dura. Es por eso que soy bueno en mi trabajo y el capitán de la guardia mas joven de Caer corwell.
Se pone subitamente rojo y baja el tono de voz.
-Vaya, eso ha sonado bastante pretencioso, no quiero que pienses que voy por ahi alardeando.
-¿Alardeando?- Sonrío para tranquilizarle-. No es tu culpa, que la verdad pueda sonar pretenciosa. Eso sólo sucederá a oídos de escépticos o envidiosos.
Miro con tranquilidad al agua, disfrutando de la calma que se respira.
-No todas las infancias son alegres... Y es la vida, por decirlo de alguna forma, la que nos hace ser como somos. Yo tuve suerte, ya que me crié con mi padre, fue él quien me enseñó a manejar la magia- Hago una pequeña pausa, mientras recuerdo los esfuerzos de mi padre por enseñarme a hacer algo más que trabajar-. Si no es indiscreción, ¿cuál es tu labor como capitán?
-Básicamente soy el responsable de todo lo que hacen mis hombres, me encargo de coordinar las patrullas, de distribuir los casos, de hacer de rostro de la guardia en las ocasiones publicas...ya te puedes imaginar. Para mi es un honor representar al cuerpo pero tambien es verdad que mi trabajo me priva de casi todo mi tiempo libre.
Archen te guia a un pequeño puesto en una encrujijada de las diferentes pasarelas de madera que comunican toda la zona de embarque. Allí, un viejo de rostro curtido y aspecto de haber bebido demasiado lo saluda al verlo llegar. La única luz de un fanal baña tibiamente el cruce y parece aislaros del resto de la ciudad, ayudado por el murmullo del mar a vuestros pies, por debajo de las pasarelas flotantes. El anciano le alarga un cucurucho de papel acartonado repleto de calamares rebozados. el aspecto no parece el mas atractivo que pudieras imaginar pero Archen sonrie al viejo y le agradece su diligencia.
-Gracias, Rupert. Esta es Polgara, mi amiga. La he traido hasta aquí para que probara tus calamares.
El otro no contesta pero enseña una sonrisa blanca. Extraño en un hombre de ese aspecto. Archen acerca sus labios a tu oreja derecha y te susurra:
-Yo le conseguí esos dientes, por eso me fio de que no me evenene a pesar del aspecto de su establecimiento.
A cada momento que pasa, me siento más a gusto al lado de Archen. Su trato es muy humano, y la confianza que parece haber depositado en mí me agrada.
Agradezco con un gesto la comida de Rupert, mientras escucho las palabras del capitán.
-¿Y cómo fue conseguirle tal obsequio? No creo que esté al alcance de todos, al menos los de calidad.
¿Hay algo en lo que no sea perfecto? A pesar de su fama, sabe ser humilde, y se preocupa por los demás. No me imagino quién podría pensar mal de él..
Tras el comentario jurarias que a Archen le ha costado mas de lo necesario volver a alejarse de tu oreja.
Es una historia muy larga. Digamos que el hombre que la fabricó para él me debía un favor por haberle ayudado a recuperar un objeto que le habían robado. Para un tipo como aquel, crear la dentadura de Rupert era cosa de un par de días y querí demostrar su agradecimiento a la guardia.
En teoría la guardia no puede aceptar regalos pero, bueno, ya se sabe...
El Capitan se toma unos instantes para comer y sigue.
Tened cuidado mañana atravesando el bosque. Hemos oido que los animales andan inquietos por allí. Bueno, en realidad, por toda la isla...
La velada transcurre sin problemas. En algun momento te da la impresion de que Archen estaba mas pendiente a segun qué callejones que a lo que le estas contando, como si no fuera capaz de desconectar del todo de su labor de guardia. aparte de eso, resulta un tipo sencillo, honrado y que deja claro que le gustas mucho.
La noche avanza y llegais de nuevo a la puerta de "La sirena".
-Bueno, Polgara, ha sido una gran noche. Eres una compañia perfecta para una noche perfecta.
Parece dudar a continuacion y luego da un par de pasos para acercarse mas a ti, quedándose a menos de dos palmos.
¿Estas cansada? ¿Tienes sueño?
Pasamos a la sirena pero no marques a los demas