Señor Herbert será un placer que me acompañe-le respondió- aunque me temo que tendré que entrar yo solo, no podemos arriesgarnos a que nos pillen ahí dentro. Si me encuentran a mi solo podré dar explicaciones pero si no...bueno, puede que nos echen de la Logia...-dijo pesaroso- Aun así, agradeceré que me acompañe hasta allí y así podremos intercambiar opiniones sobre todo lo sucedido. El resto-dijo mirando a sus compañeros- creo que deberíais buscar información, en la biblioteca publica, en los periódicos... puede que el señor Harper logre sacar algo de información. Mañana sería una buena idea quedar aquí a la hora de la comida para intercambiar opiniones.
Por fin alguien parecía tener las cosas claras...
Sera un placer acompañarle Charlie, si me permite el tutearle, se que no podre entrar dentro y entiendo las reservas que tiene a que me intente colar, por asi decirlo, de todas maneras como iniciado podre estar dentro de la logía sin problema verdad? No creo que fuera muy de extrañar que un iniciado curiosera por las zonas permitidas, mostrando interes en algo nuevo para él. Tal vez algo se les haya pasado por alto al ser demasiado obvio.
Se levantó de la silla y hizo un gesto de despedida a sus compañeros. Señores creo que por hoy ha sido suficiente, me encuentro terriblemente cansado, no tengo que fumar y ya es bastante tarde. Si me disculpan me ire a mi casa. Por cierto señor Harper, hablaron sobre unos libros sobre deidades de exterior, les importaria a ustedes si tomo uno y lo ojeo por la noche? Tal vez asi puede que tenga las ideas más claras a lo que se refieren ustedes. Mañana se lo devolveria sin ningún problema, por supuesto. Y Charlie si no le importa decirme donde se aloja, mañana le pasare a buscar con mi vehiculo a la hora que usted me indique.
Claro- se levantó y sacando su libreta arranco una hoja y le escribió su dirección- Creo que yo también me iré a casa, después de leer esos libros me duele la cabeza y también necesito descansar. Llévese uno de esos que no hemos leído nosotros, por lo menos así contrastaremos datos-se colocó su chaqueta y le tendió los libros de cultes de Goules y nameless cult para que cogiera uno- Bien, mañana nos veremos todos aquí a eso de la 14.00, por favor seamos todos puntuales, no me quiero preocupar por que les haya pasado algo. Esperemos que mañana estén las cosas mas claras.
Creo que esos son los que no hemos leido, si me equivoco que alguien me corrija en el offtopic y lo edito :D
En teoria solo Charlie y Lew pueden estar dentro fuera de los horarios de las reuniones. Pero en mi opinón el telegrama de Lew solo nos informa de lo que ya hemos visto. interrumpo antes de que Herbert abandone la sala
- ¡Y una mierda! - dije interrumpiendo bruscamente mi risa histérica - No, Charlie, usted no va a ir solo, yo quiero ver lo que hay en el sótano con mis propios ojos... me temo que tendrá que contar conmigo, además así podemos devolver los libros a su sitio y quizás nadie se dé cuenta... puede llevarse los que quiera señor Lloyd, pero leerlos no le va a hacer sentir mejor precisamente.
De ninguna manera me quedaría fuera de este asunto, a saber si O'Conaill no estaba metido hasta el cuello y trataba de encubrir a sus colegas... su comportamiento era sospechoso, quizás quisiera bajar allí, esconder todo lo sospechoso y después dejarnos entrar para comprobar su inocencia... No, yo iba a bajar allí aunque fuera lo último que hiciera.
¡No! de eso ni hablar. Los libros se quedan aquí, pero no podemos devolverlos. No me voy a arriesgar a subir otra vez al piso de arriba. Devolveré los dos libros a la biblioteca y se acabó. Y si quiere venir conmigo al sótano mas le vale dejar aquí ese arma. No voy a ir a ningún lado con alguien dispuesto a pegarme un tiro-dijo muy serio- y lo ultimo que quiero es llamar la antención de Scott o quien sea que haya detrás de la Logia. Le prometo Harper, que si mañana le veo aparecer con esa escopeta llamaré a la policía-dijo resuelto pero en realidad tenía algo de miedo, todo aquello era muy raro, a él también le costaba confiar en alguien pero desde esta mañana se estaban comportando muy raro. Desde luego eran un peligro- nos veremos mañana.
De acuerdo-acepto finalmente-yo dejaré mi revolver en casa. Espero que no tengamos que arrepentirnos por ello digo llevandome la mano a la cabeza. El estres es demasiado y cada vez me cuesta más razonar.
Yo....yo...desde que he..descubierto eso...Disculpen-digo moviendo la cabeza lentamente- No se que me está pasando. Supongo que tras una noche de descanso vea las cosas de otro modo
Será mejor que mañana no vayamos todos a la Logia o llamaremos la atención, si es que no lo hemos echo ya... piensen algo para mantenerse ocupados-dijo Charlie abriendo la puerta- Buenas noches caballeros.
Por el amor de dios, pogamonos de acuerdo ya antes de que me lie a tiros XD
Herbert recogió el libro Namaless Cult, el otro estaba en frances y era un idioma que no dominaba. Tras la breve discusión entre O´Conaill, Harper y Crowley sobre quien acabaría yendo a la logía mañana y si debían ir armados o no, salió del despacho a la vez que O´Conaill, el cual se mostraba serio y casi cabreado.
Buenas noches caballeros, dijo Herbert despidiendose del grupo. Mañana nos veremos y esperemos que con los ánimos más tranquilos y las ideas más claras.
Una vez fuera del despacho, Herbert se despide de Charlie y le dice que a primera hora de la mañana le recogera por la dirección que le ha dado en la nota.
Herbert aún un poco nervioso se dirige a pasar la noche a su apartamento, donde podra disfrutar de unos instantes de soledad y de paso ojear el libro que recogió.
Señores...creo que ustedes son, sino más sensatos, más precavidos con respecto a esta logía que nuestros por otra parte, respetables compañeros. Me parece que el señor O'Connaill no es consciente de los peligros de la logía y odiaría verlo muerto por causa de su precaución. Les miro fijamente, aunque la verdad es que desconfio de Nigel y sus fantasías sobre sacrificios.
¿Que creen que debemos hacer?
Nigel se aclaró la voz. Después de todo, aunque tonalmente solía hablar con numerosos cambios tanto en colocación como en volumen, tenía una voz poderosa y, en cierta manera, hermosa...
- Parece que es un hecho... a todos nos gusta el asunto de las armas. No es que yo fuera muy proclive hace unos años pero... ejem... ya saben, un hombre debe proteger sus intereses.
Aquí hizo una pausa como si estuviese terminando de diseñar un plan.
- ¿Alguno de ustedes tiene automóvil? - miró inquisitivamente a ambos... - Podría ser una buena idea aparcar un automóvil cerca del edificio de la Logia... cuidadosamente ubicado a un par de calles. Allí podríamos tener nuestras armas... en el maletero. Si la cosa se pone fea podríamos ir a buscarlas en un santiamén o incluso utilizarlo en caso de una huída apresurada. Y... bueno. Sí, tambien considero que sería prudente usar la mañana a preparar esto pero ocuparla en proseguir con la captura de datos... biblioteca, hemeroteca, etc.
Nigel finalmente dio la conversación por concluida. Meneó la cabeza con gesto de fastidio... no quería perderse lo que hubiese allí en el sótano pero no parecía tener alternativa. De un modo o de otro el tema de los libros le había llamado poderosamente la atención.
- Caminaré hasta casa... creo que me vendrá bien el paseo aunque esté haciendo un frío de mil demonios. Me gustaría... si no es molestia... ojear alguno de éstos volúmenes.
Se acercó a la pila de libros y tomó en sus manos el que hacía referencia al Necronomicón. Paseó sus dedos por la cubierta como si con ellos pudiese atisbar los conocimientos que allí se acumulaban y, finalmente, lo tomó con ambas manos.
- Si no hay nada más...
Observé malhumorado como O'Conaill y Lloyd se marchaban... pero ¿quién se creía ese idiota que era para darme órdenes? Si era un poco inteligente se habría dado cuenta de que no pretedía hacerle caso, ya se lo había dicho, yo tenía que ver lo que había escondido allí abajo. Había pensado en ofrecerle un trato, pero ya era demasiado tarde.
- Señor Guildford, eso es exactamente lo que suelo hacer en mis investigaciones - dije ante su sugerencia de llevar armas en un coche - Verá, en los tiempos que corren uno no puede ir desarmado por la calle, eso está claro, pero es quee además parece que nos estamos metiendo en la boca del lobo - sujeté el telegrama en alto - Para mi esto es una prueba de que aún no hemos logrado comprender la magnitud de todo esto, pero al menos yo me siento en el deber de descubrir y si es necesario desmantelarlo... pero no se equivoquen, no me mueve el sentido del deber, sino el miedo... Mañana iremos a la Logia, quiera O'Conaill o no, debemos permanecer juntos y... además no fio de él, actúa raro, como si quisiera encubrirles... no descarto la posibilidad de que sea uno de ellos y trate de disuadirnos... hay que andarse con ojo.
No sé señores. He de confesarles que estoy asustado. Por una parte temo que Charlie esté metido en el tema de la lógia Pero el sentido comun me dicta que esa no es una suposición correcta. SI realmente Charlie pertenece a estos "niveles avanzados" de la lógia...ya estariamos muertos.
Me removí nervioso. Era imposible que Charlie fuese un miembro avanzado de la secta. Confiaba más en el que en Nigel, pero me parecía un hombre demasiado ingenuo
No obstante debemos volver allí y averiguar algo más. Antes dije a Charlie que iria desarmado, pero solo para tranquilizarlo. Llevaré dos pistolas. Si me encuentran una no sospecharan que tenga más. No de un hombre como yo jeje
Bien señores. Decidamos ¿A que hora nos encontramos y donde? ¿Cuales son los pasos que debemos seguir?
Lo único que tenía claro es que dejaría a Descartes en casa. Llamaba demasiado la atención y aunque era un perro guardían como ningún otro que haya visto, no era el escenario adecuado para aparecer con un animal de esas características
Estaba ya decidido a atajar aquella situación y resolverla para bien o para mal, y lo cierto es que sentí cierto alivio al saber que contaba con el apoyo de Roy Crowley y, en menor medida, del recién llegado Nigel Guildford.
- Pues no se hable más, mañana pasaré a buscarles en mi coche - dije zanjando por din el asunto - Pueden llevar todo lo que quieran, y espero que lo hagan... trataremos de llegar antes que Charlie, mantendremos la calma y se verá obligado a dejarnos pasar... tenemos que ir juntos, eso es algo que tengo muy claro... en caso de que tengamos problemas para entrar, una vez que esté dentro les ayudaré a entrar por una ventana o algo así, si tenemos suerte y sólo hay un fráter en la puerta será fácil... Y usted, señor Guilford - le dije señalando los libros que habíamos robado - le recomiendo que tenga cuidado con lo que lee, créame cuando le digo que puede ser abrumadoramente revelar... Confien en mi, sé muy bien lo que hago.
Ciertamente tenía confianza en mi mismo, una de mis pocas virtudes, y lo sorprendente es que aún la conservaba pues estaba seguro de que si desmantelaba aquel asunto encontraría por fin algo de paz para mi atormentada mente.
Sin más os despedísteis hasta el día siguiente a la hora acordad.
Paso de escena.