Entre las acusaciones y debates de los agentes contratados por Tyrell Corporatión, el líder respondió de manera discreta las exigencias del Nexus 8, Deckard. A los pocos días recibísteis un mensaje en las pantallas. Era Deckard:
Los ataques no han cesado. Seguimos muriendo en el exterior. Esa maldita empresa nos crea y nos destruye sin vacilación. Por lo visto vuestra "condición humana" no es más valiosa que la de un modelo de su compañía... Ateneos a las consecuencias.
El vídeo se interrumpió bruscamente.
Durante tres días continuásteis entrenando y protegiendo las instalaciones mineras Mirmidón. En el transcurso de la tarde recibísteis una comunicación por radio desde una de las naves nodrizas que sobrevolaba el espacio próximo del planeta. Se identificó en nombre de Tyrell, con clave incluida:
Agentes,
os habla el capitán de la nave de acción "Pegaso". Nuestros comandantes de tierra están elminando la amenaza replicante de la estación "Alejandro". Esa estación ha sido prácticamente ha sido sellada y parecía que se había sofocado la rebelión.
Parecía.
nos han informado que el último reducto de replicantes ha escapado durante una de las noches de refriega, dirección norte, hacia la estación "Peleo", la tercera y última estación de compuestos energéticos del planeta, la cual es subterránea (varios búnkers). Creemos que Rick Deckard, el modelo 8 de Nexus del que se os informó, y toda su cúpula son los que han huido hasta allí.
Dicha estación cuenta con un hangar y numerosas naves disponibles, pues es la base desde donde se trasladan todos los compuestos del resto de estaciones hasta la Tierra. La hipótesis de la huída de Deckard es inminente, y nuestros efectivos aéreos no pueden hacer nada por derribar esos búnkers. Es preciso, según mandato terrestre de Tyrell, que abandonen la estación y vayan a con sus vehículos de tierra hasta la estación Peleo, reduzcan a esos replicantes y acaben inminentemente con el líder Deckard. No podemos dejarle escapar de nuevo...
Una última cosa, agentes, las estaciones están comunicadas: NO HABLEN con esos replicantes. Repito: NO HABLEN con esos replicantes -el capitán de la nave no sabía nada del intercambio de mensajes que habíais hecho con el replicante...-
Dicho esto, vuestros sensores comenzaron a alarmarse. Una influencia externa en el ambiente y una repentina modificación de las condiciones del ecosistema donde estaba la estación Mirmidón hacía saltar dichas alarmas. Las cámaras exteriores recogieron a, al menos, una docena de hombres con máscaras antigas. Estaban manipulando en los alrededores de la estación numerosos aparatos, al parecer con cuidado. Uno de vosotros se dio cuenta que eran una especie de bombas. Había que salir de allí cuanto antes...
¡¡¡Booooommm!!! Un estruendo iluminó la zona. Veíais a través de las cámaras un gas escalando los edificios de las instalaciones y esos tipos huyendo de allí...
Sin dilación alguna, os colocásteis trajes de protección y corrísteis hasta los garajes, hacia los vehículos de tierra. Esta vez no hacía falta ningún debate: La "bomba C" había sido soltada en vuestra base, al tiempo que debíais hacer realidad la orden de Tyrell: marchásteis rumbo a la Estación Peleo, en busca del replicante más peligroso...
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Nota: os encontráis en varios vehículos terrestres. Este turno se desarrolla en ellos. Los vehículos están intercomunicados, asique las conversaciones se suceden sin problema alguna. El rumbo es la estación Peleo. PODEIS SEGUIR ENTRENANDO la punteria de disparo hasta el día límite incluido.
Lamento la muerte de Nolan, pense que el sería un replicante, pero no se porque todos estamos mirando mal, estamos poniendo atención a los lideres positivos y no evaluando aquellos que tratan de confundinos, cada vez somos menos humanos y mas replicantes.
No se porque debería continuar con mi sospecha inicial, creo que no debí dejar de votar por ella.
Stuart pensaba que todo esto no era más que otro entrenamiento al que estaban siendo sometidos pero los nuevos acontecimientos y el haberse involucrado de esta forma hicieron que empezará a dudar de la gran Tyrell Corporation y sus métodos. Sin embargo no podía flaquear y debía mantenerse fiel a la empresa que le pegaba.
Bueno, esto empieza a ser ya muy preocupante. Cada vez quedamos menos y cuando estemos allí seguramente podremos interactuar con esos replicantes. ¿Que pasará entonces con los que vienen con nosotros? Es decir, ¿No se os ha ocurrido que podrían unirse a ellos y usarnos como escudos humanos o algo de eso?
Jhosep, rectificar es de sabios, si a estas alturas sigo con los ojos en su sitio, me planteo que tu no seas uno de ellos, sin embargo he notado que Philip Crom no a señalado a nadie en ninguna de las votaciones, o bien quiere pasar desapercibido para no ganarse enemigos o no le interesa resolver el problema, en cualquiera de los casos no es de ninguna ayuda, sin duda es ahora el que mas sospechoso me resulta.
Enola, yo estoy contigo en eso de que hay gente que no parece interesada en lo que pasa a nuestro alrededor... Quizás nos hemos estado centrando demasiado en acusar a los que más soluciones proponían mientras muchos pasaban desapercibidos - más que decirlo, parece que estoy reflexionando en voz alta. Pero me callo rápidamente al darme cuenta de que no es prudente acusar a nadie, dada la situación.
Niego un poco con la cabeza, pensativa, mientras me acomodo en el sillón del vehículo. Sea como sea, tenemos que pensar qué haremos cuando lleguemos a Peleo. Los tíos esos tendrán seguridad montada en la estación, no creo que sea tan fácil entrar...
- Solo somos peones...
El comportamiento de la Tyrell hacia nosotros deja mucho que desear, y me doy cuenta que en esta "guerra" se nos trata como carne de cañón.
- Deberemos extremar precauciones, vamos hacia la boca del lobo, pero no por ello debemos rendirnos.
No puedo dejar de pensar en que volvimos a equivocarnos. Creía haber acertado con Nolan, tan convencido siempre en salir de la base y hablando de Rachel y Kamus como si fueran replicantes cuando sabíamos que no lo eran después de morir. Igual que sabemos ahora que él no lo era. Entonces, ¿quién estaba detrás de los asesinatos?.
-Parece que nuestras órdenes nos llevan a un lugar peligroso. Tendremos que prepararnos por si hay un enfrentamiento.
Por si no tuviéramos bastante con los infiltrados que quieren nuestra muerte. Aunque al menos la bomba C no se ha cobrado ninguna vida.
Stuart pensaba en el arma que usaba en los entrenamientos mientras volvía después de haber realizado sus ejercicios habituales.
Compañeros, deberíamos tener las armas de los entrenamientos a mano por lo que pueda pasar una vez que estemos allí pero por esa misma razón también deberemos renovar la vigilancia a nuestro alrededor pues el mal convive con nosotros. En estos momentos no hay de quien fiarse pero sabemos que al menos hay un replicante entre nosotros pero... ¿Quien?
las palabras de enola me sentaron mal. Dudadaba de mi cuando preferia mantenerme al margen de todo eso. Saque un rosario y un libro pequeño, mi bibla, abriendolo por el pasaje de los salmos. Sin decir nada me puse a leerlos y a sostener fuerte el rosario.
El camino que estamos tomando ahora es más peligroso incluso que antes. Tenemos que tomar las decisiones correctas, porque si no, fallaremos en la misión de Peleo. Es lo único en lo que soy capaz de pensar mientras viajamos en los coches. Las continuas (e inútiles) muertes han hecho que todo el mundo esté más serio, incluida yo, que llegué tan feliz al comienzo de todo, allí en el hangar.
Señor Pinkerton - digo con algo de retintín ante las palabras de Stuart - Creo que llegados a este punto es inútil que nos preguntemos eso todavía. Hay que intentar descubrirlo mediante hechos, intentar pillar al replicante con las manos en la masa. A fin de cuentas, todas las suposiciones que hemos hecho hasta ahora han sido erróneas, ¿no? Por haber conjeturado sin pruebas, ahora muchos de los nuestros han muerto. Así que aquí cualquiera puede ser el replicante, porque no tenemos pruebas de que no lo sean, ¿vale? De nada sirve que yo diga que no lo soy. Lo único que tenéis es mi palabra, y estoy segura de que tooodo el mundo dará su palabra de que no es el asesino...
Suspiro y permanezco en silencio el resto del camino.
Había permanecido todo el viaje hasta Peleo en silencio, efectuando las prácticas de tiro, contemplando el paisaje y sumergido en mis pensamientos. No había día que no pensase que me equivoqué con Nolan, tal vez fuese frío y tuviera una falta total de tacto, pero no era...
El tiempo fue pasando y el viaje estaba siendo tranquilo dadas las circustancias. Lo único que llamó mi atención en toda aquella situación fue la inesperada intervencion del señor Pinkerton. Me parecía un individuo sin ningún tipo de empatía, ausente, obsesionado con el cumplimiento de las ordenes y sin motivaciones más allá del dinero. Pero algo en él había cambiado, tal vez sea la situación, cada vez quedamos menos y quiera cooperar para salvar el cuello, tal vez sea que se haya cansado de obedecer, daba igual el motivo pero lo cierto es que pretendía transmitir un mensaje de unión y vigilancia mutua por la seguridad del grupo y eso me parecía bien, por eso no dudo en reconocer mi agrado sobre su comentario.
No me esperaba esas palabras de usted señor Pinkerton-digo con una sonrisa en el rostro. No le falta razón, haganle caso y saldrán ganando. No podemos perder de vista la amenaza interna, no lo olviden. Mis palabras son escuetas puesto que no tenía nada más que aportar. Después de hablar fijo mi atención en el tipo que lee un pequeño libro mientras sujeta un colgante y siento la irrefrenable necesidad de acercarme a hablar con él.
Me siento cerca de él y le digo-Perdone, ¿Por qué se ha llevado todo el viaje así?¿Qué le trae por aquí? Oh disculpe, no pretendo dudar de usted, es simple y mera curiosidad-Le sonrio amablemente y le tiendo la mano en muestra de cortesía-Soy Bruce Halpert, no he tenido el gusto de prensentarme a usted directamente y no recuerdo su nombre.
-Por desgracia lo que dice Michelle tiene sentido aunque no nos guste. Hemos probado que las suposiciones hechas son erróneas hasta ahora... y ya me da miedo conjeturar. Lo malo es que hasta ahora no hemos sorprendido a los replicantes con las manos en la masa y no sé si lo haremos algún día.
¿Qué debíamos hacer? Si acusamos con deducciones, mal, pero si no charlamos y discutimos sobre quien puede ser, también mal. Porque los replicantes no tienen reparo en matar, y si elegimos a quien retirar al tuntún también podríamos incurrir en errores gordos.
Stuart permaneció en silencio mientras observaba en silencio a sus compañeros aunque centro temporalmente su atención en Bruce Halpert que le había apoyado.
Yo creo que en estos momentos estamos aún perdidos pero a medida que vayamos sobreviviendo a la amenaza interior podremos coger a esos replicantes aunque eso suponga perder a alguien por el camino, me temo. Yo por ahora confío en mi instinto y os sugiero que hagáis lo mismo.
Después de la huida precipitada de la base, me siento más tranquila dentro de un vehículo sin nadie del que desconfiar a mi alrededor. Estos momentos a solas me pueden venir muy bien para recomponerme. Ahora sí que llega el momento de la verdad. Conduzco todo lo rápido que el terreno lo permite manteniendo el grupo, centrando mi vista en el camino, pero mis ojos parpadean demasiado temblorosos cada vez que veo un destello en el horizonte. El camino se me hace eterno.
Esto es de locos, si no podemos confiar entre nosotros... Quizá debería girar 90 grados el vehículo y alejarme lo máximo posible. ¿Pero dónde? Tampoco soporto la idea de rendirme y reconocer que esta nueva vida me supera. Como la anterior.
Escucho a mis compañeros y decido que lo mejor es no participar en la elección de un objetivo más. No debemos mermar nuestras fuerzas. Necesitamos estar juntos en esto y saber que el resto nos respalda. Quedamos muy pocos, si el replicante sigue matándonos al menos no le facilitemos el trabajo. Que tenga que hacerlo uno a uno. De momento, pongámosle difíciles las cosas a Deckard. Es lo único que alcanzo a decir por el comunicador de mi vehículo.
Nuestro destino se acerca... es el momento, Alice.