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Otras razas

En Katapesh, la raza, el nacimiento y la herencia significan poco, y es oro lo que prueba su valor. Como tal, las razas numerosas raramente vistas a través de la región del mar interno recorren las calles de Katapesh y negocian con razas más comunes como iguales. Lo más notable de estos inusuales visitantes son los gnolls de los picos de bronce, que tienen una reputación de gran alcance como esclavistas y bandoleros, o en la venta en los mercados del este lo que tomar o secuestrar desde el oeste. Aunque son ampliamente temidos y desconfiados, ninguno puede competir con los hombres bestiales por la eficiencia y el éxito en su comercio inescrupuloso. Muchos gnolls de segunda generación criados en o cerca de ciudades humanas tienen más en común con sus socios de negocios que su propio pueblo, provocando que algunos dejen a sus tribus forjar vidas lejos de su sociedad salvaje.
Los viajeros de más allá de Golarion y aquellos con sangre plana-tocada también aparecen con frecuencia en los mercados de Katapesh. El más común es el jann, con djinn, efreet, marids, y shaitans siendo vistas levemente más raras. Los mensajeros de Mephit, los guardianes elementales y los comerciantes de aasimar y tieing visitan de vez en cuando los vastos bazares en nombre de maestros de otros mundos, mientras que otros seres nefastos como demonios, diablos, divs y rakshasas buscan tesoros perversos en medio de los infames Nightstalls.

Bárbaros

Para todos los mercados sin fin de Katapesh y calles alineadas de oro, muchos de los nativos del país todavía viven sus vidas simplemente, adhiriéndose a las tradiciones antiguas y los caprichos de la naturaleza. Los nómadas de Katapeshi viajan por los desiertos y llanuras centrales del país, viajando de oasis a oasis, siempre a la defensiva contra las criaturas mortales de esas desoladas selvas. Durante siglos los nómadas han defendido sus territorios contra los intrusos y entre sí -los variados clanes que se aferran a una elaborada jerarquía de rencores y alianzas- se vuelven hábiles en el arte de la batalla. Varias tribus reclaman terrenos fértiles y oasis generosos como los suyos, y ¡ay de los incautos que involuntariamente robarían a estas personas orgullosas. Aparte de los nómadas del interior de Katapesh, los gnolls de los picos de bronce y los elfos salvajes de la extensión de Mwangi viajan ocasionalmente entre los pueblos más civilizados del país, trayendo consigo habilidades y salvajismo desconocidos para los guardias y mercenarios diarios.

Bardos

Katapesh tiene una larga tradición de artistas expertos. Desde increíbles narradores capaces de dar vida a viejas fantasías, a los bailarines velados de los tribunales incensados, las formas exóticas y fascinantes del Katapeshi maravillan al público de todo el mundo. La narración de cuentos ocupa un lugar preciado entre las formas de arte de la región, con contadores de cuento ganado ganando respeto y gran honor, especialmente entre los pueblos nativos del país. Señores, marineros y vagabundos de ojos anchos se aventuran en densos refugios para observar los giros de los ecdisiotas envueltos en seda y escuchar a los oradores filosofando. Los músicos perfeccionan sus músicas, dominando melodías milenarias en cuerdas de cuerdas, zurnas de grabador, nanas decoradas o simples zumbidos. Animadores de todo tipo y alta demanda en todo el país, con los mejores disfrutando de lujos increíbles entre los entourages de nobles ricos y señores mercantes.

Clérigos

Pocos pueden ignorar a los sacerdotes de Abadar mientras se mueven por las calles llenas de gente, sus ropas como oro tejido y sus turbantes adornados con gemas. Fácilmente la religión más penetrante en el este, los abadares trabajan para asegurar que el comercio continúe suave y justamente, mientras que sus templos de latón-cúpula bancos atraen a hordas de adherentes y comerciantes sobre una base diaria. En el este, los seguidores de Sarenrae tienen mayor influencia, todos los nativos saben temer y respetar el poder del sol abrasador. Los Katapeshi ven a Dawn ower como una diosa más exigente que la mayoría, rezando por su misericordia y ayuda, pero sabiamente no esperando su intervención. Desde Solku, la iglesia de Iomedae atrae la fe de aquellos que se enfrentan a los peligros de los picos de bronce y otras selvas. Nethys e Irori nd signi cant followings en todo el país, como los fieles tratan de desbloquear secretos de la mente y el cuerpo a través de formas de arte antiguo y medicamentos meditación.

Druidas

Aunque los desiertos áridos y los valles sin rasgos tipifican el interior de la nación, Katapesh está lejos de una tierra estéril. Desde las costas escarpadas hasta las escarpadas montañas, las agrietadas tierras altas hasta verdes oasis del desierto, bestias extrañas y plantas exóticas forman una ecología duramente bella, una de las cuales es- tégicamente custodiada por los pocos druidas de la nación. Comprometidos con proteger sus patrias, los miembros de las tribus nómadas de Katapesh de vez en cuando dejan a su gente para "mirar al león a los ojos", un viaje al desierto que resulta literal y gurante mientras el viajero enfrenta a las bestias más mortíferas de la región. Los que sobreviven forman lazos con los animales de la tierra, reclamando territorios enteros o prides de bestias como estando bajo su protección. Los druidas del agua sostienen el respeto de aquellos en los alrededores más secos de Katapesh, valorados por su habilidad para sostener a esas criaturas y pueblos respetuosos que luchan por hacer de los desiertos su hogar.

Guerreros

Capaces guerreros nunca carecen de trabajo en Katapesh. En las ciudades, los mercaderes cautelosos contratan vigilantes dignos de confianza mientras los nobles temerosos emplean a ejércitos mercenarios para servir como sus guardias personales. Bandas de ladrones y bandidos toman músculos para toda clase de alcaparras, y en las guaridas bajo el bullicio de las calles de la ciudad, los ghters de hoyos y los peleadores de todo tipo se dan en los deportes de sangre brutal. Fuera de las murallas de la ciudad de Katapesh, los nómadas de los barrens perfeccionan las habilidades letales, girando las cimitarras con una experiencia mortal, mientras que en las carreteras comerciales las caravanas colocan su fortuna en manos de guardias que son más osados ​​que expertos. Más al este, las comunidades rurales y las aldeas fronterizas desean sin cesar que cazadores, soldados y protectores expertos se aparten de las hordas de gnolls e incluso de las bestias más mortíferas.

Monjes

Aunque Katapesh podría no parecer un lugar para la iluminación de la mente y las disciplinas de la esh, los comerciantes visitantes de innumerables sociedades traen las filosofías y las enseñanzas de su pueblo. Mientras que los miembros de las religiones de Nethys e Irori o practican la disciplina física -normalmente en ermitas y pequeños monasterios al oeste- no son las únicas doctrinas que influencian a aquellos que buscan el dominio marcial. Los viajeros de Jalmeray y distantes Vudra traen consigo antiguas técnicas de control físico y dominio sobre el dolor. Los raros viajeros de las legendarias costas de Tian Xia guardan los secretos de sus asombrosos estilos de fantasmas de todos, excepto los más dignos. En el fondo de los picos de bronce se rumorea que permanecen grupos de extraños ascetas, que se dice practicar las enseñanzas de los relámpagos vivos y los seres de piedra en movimiento.

Paldines

Para luchar contra la decadencia de un país empapado de vicios, los santos guerreros de numerosas religiones mantienen vigilancia vigilante sobre los intereses de sus deidades en Katapesh. Como patrón de las ciudades y el comercio, Abadar envía soldados de oro blindados a Katapesh para proteger sus bancos de templos, fomentar el comercio y eliminar la corrupción. Sarenrae apoya una caballería especialmente activa en la región, aunque sus guerreros son más altruistas, tratando de ayudar a los que se asientan en tierras peligrosas y mantener las carreteras seguras de bestias voraces. Especialmente destacados son los cruzados de la Vigilia del Alba de Solku, que sirven a su diosa en el regreso de bandas de gnolls y otras criaturas mortales en las fronteras occidentales de Katapesh. Tal vez los más famosos son los paladines de Iomedae, que en los últimos años han vuelto el sitio de los gnolls de Solku en la Batalla de Red Hail, y siguen siendo héroes en todo el reino.

Exploradores

Cazadores de bestias y hombres y trabajo fácil en Katapesh. En el oeste, los monstruos mortales y los humanoides salvajes de los picos de bronce colocan a los guardabosques calificados en alta demanda, y algunos viajan de aldea a aldea vendiendo sus habilidades y las pieles fabulosas de sus muertes más exóticas. En el este, dentro de la ciudad de Katapesh y sus multitudes siempre cambiantes, aquellos capaces de rastrear a las personas y las almas perdidas ordenan altos precios, liberando esclavos secuestrados, ladrones de caza y tratando con criaturas como muertos vivientes y bichos que infestan comunidades pobladas. También hay quienes desconfían de los visitantes más exóticos de Katapesh, recordando cuentos de guerras ery y terminan las incursiones; Tales cazadores están listos para defender su país de forasteros y elementales.

Pícaros

Aquellos con las lenguas, los dedos ligeros, los pies rápidos y las infinitas oportunidades en las ciudades de Katapesh y más allá. Ya sea como carteristas en solitario y con hombres de confianza o entre gremios organizados de ladrones, los criminales de Katapesh son legión, y en algunos mercados -como las noches- hay poca diferencia entre los mercaderes y los ladrones. Sin embargo, no todos los Katapeshi agudos son criminales. Los recién llegados ricos a la ciudad pagan altos precios por los talentos de guías que conocen las entradas y salidas locales e incluso los residentes de toda la vida contratan a compradores y negociantes personales que saben dónde comprar algo. Fuera de la ciudad, los espías y los exploradores expertos guardan las lengüetas en salvajes peligrosos y buscan nuevas oportunidades en las montañas y las llanuras ricas en metal fértiles bastante para levage pesh u otras cosechas valiosas.

Hechiceros

Aunque raro, los genios y su poder sobre los elementos ocupan un lugar prominente en las leyendas y el folklore de Katapesh. Por lo tanto, no es ninguna sorpresa que muchos hechiceros afirman tener sangre de genio. Donde en muchos países esas afirmaciones sonarían como una jactancia tonta, en Katapesh existe la posibilidad de que sea verdad. Mientras que los hechiceros se pueden encontrar en todo el país, los brujos nativos por lo general se levantan desde el oeste, por lo general entre las comunidades rurales y los nómadas, muchos de los cuales dicen ser antepasados ​​de los grandes héroes de tierras mágicas. Los comerciantes de todo el mundo traen sus propias herencias arcanas a las ciudades, desde lazos de sangre de sangre hasta los naga-parientes de Vudra y los oradores del sur del sur. La hechicería es omnipresente en Katapesh, pero nunca es común.

Magos

La magia de Katapesh toma mucho de las tradiciones arcanas de sus vecinos. Los eruditos místicos profundizan profundamente en la tradición cultual de Osirion antiguo, intentando aprovechar los secretos perdidos en los desiertos hace mucho tiempo. Las arcanas sociedades del sur influyen en los estudios de los magos nativos, con bombásticos transmutadores nexianos y nigromantes estobales de Gebbite intercambiando sus secretos por arcanos velados. Los magos nacidos en Katapesh tienen sus propias tradiciones, con control sobre el tiempo, domesticación de los elementos y creación de suministros especialmente vengados. Los grandes hechiceros Katepeshi son los genios-encuadernadores-invocadores que poseen el talento de su nación para regatear-que atrapan genios poderosos y pueden rehacer el mundo a través de los deseos de sus esclavos elementales.