Partida Rol por web

Clarisse obervaba cómo se desarrollaba la conversación con Phoena con una mezcla de miedo y de interés. La situación podía descontrolarse en cualquier momento si a la gente que se encontraba allí se le ocurría mostrar maneras poco adecuadas en la conversación, pero por fortuna no fue así, y la mujer, que ya había comenzado a acercarse a la puerta por si era necesaria una huida precipitada, suspiró aliviada cuando Phoena accedió a entregarles las máscaras, pese a que una alarma se encendiera en lo más hondo de su mente cuando la conocida, habló del médico que se había quedado al cargo de Epsilon.

Bien, al menos hemos logrado salvar el primer obstáculo. Pensó. Aunque creo que sería pedir demasiado que cuando bajemos a esos túneles, los posibles encuentros con esas criaturas se arreglen mediante palabras.

En silencio la sonrisa que asomó a mis labios al ver que la "jefa" allí era Phoena, a la que -por extraño que parezca- me alegré de ver, se fue borrando de los mismos para pasar a mostrar un rostro serio, fruto de la conversación que se estaba teniendo en el lugar y en la que no me veía con fuerzas para meterme.

Eso sí, la última frase de la mujer no me dejó indiferente, especialmente tras algunas de las cosas que el propio Zyor nos había contado el día anterior en su cacharro. Asentí agradecida cuando nos trajo las máscaras y alargué la mano para coger una de ellas y, mientras la despedida se hacía patente entre cierta incomodidad por parte de todos, la examiné cuidadosamente.

Es muy posible que ese médico y muchos otros que vivieron aquí provocasen que el planeta esté así hoy día, pero no lo sabemos con certeza... nosotros menos que nadie, pensé mientras dejaba de mirar a Phoena y salía del lugar tras el resto de mis compañeros.
- Habrá que ir en busca de Zyor... ¿dónde nos dijo que estaría, Martin? ¿Te acuerdas tú? ¿En el saloon? No me suena... - pienso en voz alta y le pregunto al rubito para ponernos en camino rápidamente.

Encontrar a Zyor no resulta muy complicado ya que tras apenas cinco minutos le veis saliendo del almacén cargado con unas cuantas cosas. Os acercáis a él y le explicáis un poco lo hablado con Phoena, tras lo cuál arruga el ceño entre fastidiado y decepcionado.

-No puedo creer que vaya a quedarme fuera- suspira hondamente observando de reojo las cuatro máscaras que eliminan automáticamente la posibilidad de que os acompañe a los túneles y os empieza a dar lo que estaba cargando: varias cuerdas, linternas (3), cinta aislante, una mochila con agua y comida, un par de cartuchos con munición, una brújula y un pequeño botiquín.

-Tened esto también- da directamente a Clarisse un walkie talkie algo más pesado y grande de lo habitual -Probablemente ahí abajo sea imposible captar la señal pero nunca se sabe, quizá os podamos ayudar desde aquí- muestra su propio transmisor que se limita a meter dentro de un bolsillo de su chaleco y después os observa con orgullo.

-Buena suerte soldados- os dedica una sonrisa amistosa y se queda observando como volvéis a la choza de Phoena para descender directamente al infierno.

Clarisse ayudó a cargar lo que Zyor les entregaba y se quedó con la mochila, el botiquín y la brújula, dejando a los demás repartise el resto mientras cogía el wakie talkie ofrecido por Zyor, e intentaba hacer hueco en la mochila para el botiquín.

-Será un alivio saber que podemos tener la posibilidad de contactar contigo llegado el caso. Le dijo. Y espero que si surge la necesidad, podamos hacerlo, aunque lo que reálmente espero, es que no tengamos más problemas que el de orientarnos ahí abajo.

Preferiría quedarme aquí arriba, pero de todos modos... Miró al entorno. ...pese al terror que me produce bajar ahí abajo, sigo sintiéndome responsable de la vida de esa mujer. ¡Maldita sea! La vida que nos implantaron en el cerebro ha moldeado completamente nuestro carácter, no soy capaz de dejar que muera mientras haya algo que podamos hacer. Una fugaz imagen de ella frente a alguien a punto de morirse postrado en la camilla de un quirófano, mientras Clarisse hacia lo imposible por salvarlo cruzó su mente, desvaneciéndose tan rápido como había llegado.

-Por cierto, Phoena nos advirtió sobre el hombre al que hemos dejado al cargo de Epsilon. ¿Puedes decirnos el motivo? Estaría bien que te encargaras de vigilarlo por si acaso puede ser un nuevo problema.

Me alegro al comprobar que Zyor es un hombre de palabra y que además gusta de hacer las cosas bien. De hecho nos da tantas provisiones para la misión que hasta me cuesta hacerle otra petición Pero teniendo en cuenta a dónde vamos no creo que se la tome a mal.

- No creo que haya mucha gente que piense lo mismo que tu colega.- respondo a su evidente decepción por no poder meterse en el metro con nosotros.- Oye, ya has hecho mucho por nosotros y darnos todas estas provisiones seguro que ha sido un sacrificio bastante importante, pero a pesar de todo tengo que pedirte algo más. ¿Podrías dejarnos algunas armas?. En mi caso más que nada se trataría de un cambio. El francotirador que me habéis dejado es la rehostia. Seguro que de un tiro se carga a casi todos los bichos de ahí abajo, pero es demasiado aparatoso y más para movernos por una antigua estación de metro. ¿No podrías dejarme algo más manejable, como un fusil o algo por el estilo?.- me daría pena separarme de semejante armatoste. Pero no creo que me sirva de mucho ahí abajo. Entre la oscuridad, los posibles ataques por sorpresa y el terreno en el que vamos a estar, prefiero algo que no necesite tanto tiempo en disparar.

- Y ya de paso si alguno de nosotros está desarmado, no nos vendría mal una pistola o algo así. Todo sea por no ir con las manos desnudas, que la única que podría arreglárselas es Selene...- es una petición bastante complicada debido sobre todo a que ellos también necesitan armas para protegerse, por no decir que está presente la posibilidad de que no volvamos y esas armas se pierdan. pero por intentarlo que no quede...

Me entristece pensar que Zyor se quedará fuera, ya contaba con su compañía junto a nosotros para esta misión suicida... por el hecho de que su propio padre fue quien también bajó a esos túneles hace años.

Me hago con una de las linternas que me sujeto fuerte al cinturón y una de las cuerdas rodeando mi cuerpo con ella. Pienso en coger alguna más porque si son muy largas pesarán bastante, pero por el momento espero a ver qué cogen los demás, para no abarcar todo.
Ante las palabras de Martin me doy cuenta de que, por mucho que tenga una fuerza sobrehumana, si esos bichos son tan inteligentes como nos han hecho creer, cierta envidia me corroe y me adelanto para hablar con Zyor:
- Es cierto que a mí no deberían hacerme falta armas de ingún tipo,, pero agradecería llevar algo porque no sé qué habrá allí abajo, quizá no tenga nada a mano que poder lanzarles y me quede con dos palmos de narices... - digo arrugando la nariz y levatando una ceja interrogativa y a la vez poniendo, como puedo, carita de pena a ver si cuela.- No me importaría cargar con una ametralladora de esas como las que usé en tu automóvil... o algo más pequeño.

Karim cargo con parte del equipo, sin súper fuerza, ya podía cargar con bastante equipo, aunque tampoco quería reducir su movilidad, porque sabía que haría durante todo el viaje como escudo de sus compañeros, yendo por delante, haciendo saltar las trampas o salir a los bichos.

Miro a Zyor a los ojos, aunque suponía que todo lo que le estaban pidiendo ya lo había sopesado, era una bajada a los infiernos, y solo un loco se atrevería a hacerla. Incluso yendo perfectamente equipados nada garantizaba que llegaran a realizar la tarea.

Sin embargo, las palabras de Karim iban destinadas a dar algo que hacer a su compañero y contrapartida.

Zyor, si puedes, vuelve loca a Phoena. Intentaremos decirte por radio hasta donde llegamos, convéncela de que es su mejor opción para erradicar a esos monstruos nacidos del útero de un demonio. Quizás puedas bajar con la caballería.

Sea como sea, echare de menos tus fuerzas, porque nos harán falta.

El hombre de color estaba orgulloso de sí mismo, no dudaba de su misión, pues ya había decidido llevarla adelante tanto ahora, como después si sobrevivía. Gastaría su vida aniquilando aquellas criaturas, destruyendo sus nidos.

Si esta vez podía llevarse por delante el nido de los más listos y peligrosos, mejor que mejor. Ahora era el sentido de su vida acabar con el temor de cada hombre y mujer libres de aquel planeta.

-Más armas, ¿eh? Sí, supongo que yo también querría una armería entera para bajar ahí... aunque por desgracia no dispongo de tanto material. Veré que puedo hacer- después escucha las propuestas de Karim y Clarisse y asiente a ambos.

-Nadie se fía demasiado de un tipo que trabajó en los laboratorios pero la verdad es que ya lleva años aquí ayudándonos. Igualmente procuraré tenerlo controlado por si acaso así como el estado de vuestra amiga- después ríe con cierta incredulidad -Convencer a Phoena va a ser complicado pero supongo que no pierdo nada por intentarlo- tras esto arrebata el fusil de las manos de Martin y se aleja para volver al cabo de poco con algunas armas.

Una pistola y un machete intacto para las chicas y un rifle de asalto para Martin.
-Esto también os hará falta, pero llevarlo con cuidado- tiende a Karim un detonador y explosivo plástico suficiente para volar media ciudad y finalmente deja que os alejéis.