Partida Rol por web

La presa de aquella tarde me había alimentado lo suficiente como para recuperar fuerzas. No obstante, sentía cómo el frío abrazaba mis brazos descubiertos y tiritaba por momentos. Lo mejor sería pasar allí la noche, camuflado encima de un árbol para no correr peligro. Antes de cerrar los ojos para descansar hasta que amaneciese, miré hacia el suelo, poco iluminado por la luz de la Luna, para ver si había algún tipo de objeto que me ayudase en la prueba de supervivencia que estaba viviendo.

«¿Qué es eso?», pensé entrecerrando los ojos con fuerza en un momento que me dio la sensación de haber localizado algo. Tal vez era posible que otro tributo hubiese pasado por allí antes y se le hubiera caído algo.

No me desperté con los primeros rayos del alba. De hecho, parecía tarde, aunque por lo menos me encontraba más descansado y listo para una nueva jornada de supervivencia, así que bajé del árbol con cuidado y me dirigí hacia el sur con el intento de arma que había hecho a base de la madera de una rama.

«¿Dónde estás, Alice?», pensé preocupado. Ni siquiera pudimos vernos en la Cornucopia, pero, por lo menos, ninguno de los cañonazos había sido para anunciar su muerte.