Partida Rol por web

Al fin alcancé mi destino tras mucho caminar. Lo primero que hice fue beber para saciar la sed y, después, buscar bayas para alimentarme. Sin embargo, lo único que encontré fueron algunas plantas herbáceas que tenían tan mal aspecto que era mejor no arriesgarse. Mañana sería otro día.

Comparado con los primeros días, aquel en concreto me sentía bien. Estaba en un lugar donde podía saciar la sed y alimentarme sin ningún peligro posible. De este modo, recogí unas bayas y las comí disfrutando de su sabor y aroma. Por otra parte, no se había vuelto a escuchar ningún cañonazo. 

Permanecía oculto con las pinturas de la Cornucopia.