Partida Rol por web

Durante las noches, Allan Grey y Sunhold leen el libro "Cultos inconfesables" antes de dormir, y conversan acerca de su afición común.

-Y este pasaje es muy curioso porque los antiguos dioses primigenios adorados por las tribus del Teide tienen muchas semejanzas con el panteón Cristiano de la Santa Trinidad. Pero volvamos al símbolo arcano que nos hemos encontrado antes. Yo he hecho una reproducción, no solamente el amigo Sickert... Secrit... o como se diga -dice depositando una piedra, con el símbolo arcano dibujado en ella, sobre el escritorio-. Como puede ver el pentágono es muy interesante, porque las cinco puntas representan a los cinco valores primordiales de la Creación. Y el ojo del centro es Cristo, por supuesto.

- Vaya... no le creía un cristiano devoto, la verdad, señor Grey. He de reconocer que me resulta curiosa su interpretación del símbolo pagano en forma de estrella como una representación cristiana. Es precisamente este tipo de cosas lo que ha motivado mi presencia en la expedición, pero la verdad es que por más que lo pienso no veo esa correlación tan clara como usted la ve, dígame, ¿en qué se basa para haber llegado a esa conclusión?

-Oh, bueno -indica moviendo los dedos por la piedra pintada- ¿Ha visto el típico triángulo con el ojo en el centro que representa a la santísima trinidad? La estructura es similar, solo que en éste símbolo primitivo es más compleja. El pentágono estrellado se puede dividir en cinco triángulos isósceles y un pentágono ¿Ve? -dice mientras se los muestra con el dedo- Los cinco triángulos no representan a cinco trinidades, representan a la misma cinco veces pues la reiteración simboliza importancia, y el cinco tiene numerosos sígnificados numerológicos, los cuales quizás algún día pueda desentrañar -indica mientras se rasca la barba incipiente- el pentágono más pequeño engloba a otro pentágono estrellado, de forma que el proceso se repite una y otra vez, hacia dentro, y hasta el infinito ¿Y qué tenemos en el centro? El ojo divino. Asociando así el infinito a Dios de un modo muy interesante.

Allan no fuma mientras se explica, lo cual le molesta vagamente.

-Este signo es muy primitivo y antiguo. Y representa a Dios mucho más eficazmente que cualquier crucifijo, pues a diferencia del mismo, no fue creado por una institución como la Iglesia, sino que se remonta a siglos y milenios de religión anterior a su mismísima fundación. Puede encontrar bastardizaciones del mismo en el hexágono del judaismo, por ejemplo.

Allan no puede resistirse a sacar un cigarrillo y pasearlo por los dedos, aunque sin encenderlo.

-La representación del símbolo es algo complicada, por lo que dudo que la que vimos en la tumba fuera hecha por un aborigen suramericano. El que la hizo fue un Estadounidense de la expedición, el mismo que practicó con la cerámica en el campamento que dejamos atrás -esgrime su cigarrillo-. Verlo representado en la tumba me convenció de su caracter sagrado, padre, y como es un símbolo cristiano, y usted es cura, me gustaría que lo bendijera. Pero claro, es un signo viejo, y para quedar correctamente bendito debería hacerse una bendición anacrónica y correspondiente a su época. Yo aprendí dicho proceso hace tiempo, pero al no ser sacerdote, no puedo hacerlo por mi mismo ¿Accedería a hacerlo usted del modo en que le indique?

El padre Sunhold escucha en silencio las palabras del señor Grey mientras sigue con la mirada el movimiento de su cigarrillo. Luego, aún en silencio, toma la piedra con el grabado y sigue sus lineas lentamente con su dedo índice. Tras acabar todo el recorrido, alza su vista y se decide a hablar.

- Señor Grey, con todos los respetos que me merece una persona de su categoría, no sé si cree que me compré este alzacuellos en una tienda de disfraces. ¿Está intentando hacerme creer que ese símbolo, a todas luces pagano, es cristiano?, no niego que pueda formar parte de un culto religioso antiguo, pero todo eso de la Sagrada Trinidad, ¿de dónde se lo ha sacado?, ¿qué intenta conseguir con todo eso de la bendición?, ¿cree realmente que aunque me convenciera para bendecir ese símbolo, lo haría usando la plegaria que usted me dijera?, ¿me cree tan ingenuo, señor Grey?. El religioso va alzando la voz poco a poco conforme va lanzando preguntas al anticuario.

- ¿Qué pretende realmente?, dígame, ¿qué es este símbolo y para qué cree quesirve?, pregunta finalmente sosegándose un poco.

-No entiende nada. Darle explicaciones es como perder el tiempo y sus preguntas más que iluminar lo oscurecen todo -sentencia cerrando el libro con rudeza-. Usted me pregunta sobre su religión, el signo y Dios, y yo le respondo educadamente y con paciencia ¡Y usted como no ha oido nunca lo que le estoy diciendo me llama mentiroso! ¿No le he dicho que esto representa a Dios con más fuerza que cualquier otra cosa? ¿No le he dicho que necesito su ayuda para bendecirlo y hacerlo efectivo? Usted es un sacerdote, y cuando le enseño el mismísmo rostro benévolo lo llama pagano.

El anticuario parece bastante furioso.

-Todo lo que le he dicho es cierto, y poco me importa que usted se lo crea, que no, que lo olvide o que lo publique. Usted puede ayudarme y a cambio yo prometo enseñarle bastante de lo que se. El origen de su religión cristiana, lo que se de verdad sobre Dios, y otras cosas. Si prefiere marcharse, allá usted. Pero yo no pienso volver a perder el tiempo hablando con usted para que me llame farsante. Si quiere aprender, ayúdeme con el símbolo durante estos días -pues quizás tardemos una semana- y yo mientras le iré instruyendo. Esa es mi oferta. Tómela o márchese.

Allan extrae un maletín pequeño y metálico de su mochila, lo abre, y en su interior puede verse otro grimorio.

-Como ve, no le estoy mintiendo. Éste está en latín, y es más antiguo que el Cultos Inconfesables. Si no me ayuda a activar el símbolo no verá nada de éste ni del otro, porque convenceré a Morgan para que me de el Cultos cuando terminemos la expedición. Alla usted. Muchos darían una mano por esta oferta que le estoy haciendo.

Por cierto, Dala.

Allan antes de dormir, se pasa un rato examinando en privado el medallón del retoño de Niggurath. A ver si en algún momento consigue descubrir algo sobre él.

Y quiero saber qué otros hechizos contiene el Cultos. Se supone que durante estos dias lo analizo.

El padre Sunhold sonrie levemente tras la perorata del anticuario, luego borra la sonrisa de su rostro y mira fijamente a los ojos de Grey.

- Señor Grey, me sorprende que a estas alturas aún siga manteniendo su discurso basado en el engaño e incluso se haga el ofendido cuando se lo echo en cara., el religioso hace una pausa como para dar dramatismo a sus siguientes palabras.- Sé perfectamente lo que es ese símbolo, no hace falta que me venga con historias de la Santísima Trinidad que sólo engañarían a un novicio de primer año. Y sé lo que es, porque precisamente ése es mi trabajo. Robert vuelve a parar un momento y se dedica a estudiar la expresión de Allan y si lo que le está contando para afectarle de alguna manera.

- Señor Grey, no negaré que estoy interesado en el símbolo, en el libro que encontramos y hasta en echarle un vistazo a ese otro que lleva usted y que afirma que es incluso más interesante. Pero quiero que dejemos las cosas claras, me gusta dejarlo todo aclarado antes de embarcarme en nada. Desde su primera proposición de bendición he estado planteándome por qué me necesita precisamente a mi, y no me diga que porque soy un hombre santo, porque no me lo creeré. Además de eso, quiero que me explique qué es lo que quiere que yo haga exactamente con su símbolo y con qué propósito.

Sunhold se gira hacia donde está el resto del grupo, como si hubiese escuchado un ruido y baja un poco el tono de voz.

- Por mis estudios y mi experiencia laboral, pese a ser religioso puedo estar abierto a ciertas cosas, digamos, poco convencionales, pero desde luego jamás toleraría llevar a cabo nada que tuviese una finalidad malvada o de algún modo dañina. Por eso, antes de hacer nada, debo asegurarse de sus intenciones...

-Pues entonces todo arreglado. Si usted cree que espero que un sacerdote haga o colabore en "actos maléficos", es que me tiene todavía en menos estima de lo que sus palabras demuestran. De todas formas no le voy a obligar a nada, y si algo de lo que hagamos -leer libros, y tal- entra en conflicto con su moral, pues puede marcharse cuando le parezca. En cuanto a si necesita una razón para "haber sido escogido", puede elegir entre: por haber mostrado interés en aprender sobre lo oculto, por su supuesta categoría moral como sacerdote, o por que creo que tiene cierto potencial. Por otro lado, espero que no hable con nadie sobre la presencia aquí de este manuscrito, pues es bastante valioso y no quiero arriesgarme a que me lo roben. No podrá tampoco sacarlo de esta tienda ni examinarlo sin mi supervisión, por supuesto.

Allan extrae con reverencial cortesía el tomo del maletín y lo abre sobre la mesa. Está escrito en latín.

-Referente a qué quiero que hagamos con el símbolo, pues ya se lo he dicho, aunque usted no me entendiera: activarlo por sus poderosos efectos en la lucha contra el mal, el Diablo, etc. Como sacerdote, supongo que eso le interesará más que a nadie. Para ello necesitaré su ayuda dentro de unos días, pues usted, como bien ha dicho, es un novicio en estos temas de lo oculto. Ahora mismo ni aunque pusiera más empeño y determinación que nadie en el mundo, podría ayudarme en nada dada su nula preparación. Antes tendrá que empezar a ejercitarse durante una semana como mínimo en una serie de aspectos mentales y espirituales que, seguramente, ni siquiera supiera antes de su existencia. Después podremos comenzar de verdad.

El anticuario le da una calada a su cigarrillo.

-Le diré lo que haremos. Todos los días dedicaré la mitad de tiempo de estudio a instruirle, y la otra mitad la dedicaremos a entrenarle mediante una serie de ejercicios intelectuales y de concentración. Si en algún momento espera que podrá engañarme no haciendo los ejercicios, le aseguro que me daré cuenta y lo daré todo por concluido, teniendo que apañárselas usted para aprender solo y sin mi ayuda. Si no está de acuerdo y cree que le voy a dar información gratis, ahí tiene la salida. En cualquier otro caso, creo que podemos empezar hoy mismo ¿Le parece?

El religioso vuelve a quedarse pensativo un momento hasta que finalmente parece reunir suficientes fuerzas como para contestar a Grey.

- Bien, veremos esto como una transacción comercial, aunque pueda quedar un poco frívolo. Usted me enseñará todo eso que afirma conocer y me dejará echar un vistazo a ese antiguo manuscrito y yo a cambio..., el padre se gira de nuevo hacia donde está el resto del grupo, como para comprobar si alguien se ha acercado.... le ayudaré con ese símbolo.

- Desde luego, puede contar con mi discreción, al igual que yo le pido la suya. Pese a que nuestras intenciones son buenas, no sé cómo se tomaría el resto de la expedición que un sacerdote estuviera mezclado con este tipo de cosas y quizás podrían malinterpretar nuestras intenciones.

- Bien, Grey, ábrame los ojos, muéstreme lo que sabe...

Durante los días de viaje, Allan y el padre Sunhold se afanan en los preparativos para que el cura realice el hechizo. Durante ese periplo Allan enseña muchas cosas que el padre considera muy interesantes, aumentando el conocimiento de éste de manera impresionante.

Pronto el sacerdote se encuentra en disposición de realizar en conjuro, y lo hacéis en una de las paradas, lejos de los ojos de los demás. Sunhold se concentra y recita las palabras que han estado ensayando por separado tantas veces. Esta vez las dice todas de un tirón y con el símbolo en las manos nota como parte de su esencia, parte de su poder se transfiere a la imagen.

Está resultando. Los investigadores no salen de su asombro cuando ven el símbolo, antes sin vida, ahora desprende un poder que era impensable.

Sunhold se maravilla de su creación, durante unos segundos, pues luego cae desmayado, exhausto.

Al rato, con los cuidados de Allan, el sacerdote recupera la consciencia, y vuelven al campamento, donde pasar una nueva noche, pero esta vez con un objeto precioso.