Procedes de las tierras élficas de Lindon, al oeste de las Ered Luin. Nunca antes habías viajado fuera de tu hogar, pero ahora no te ha quedado más remedio. Vivías alegremente rodeado de tus congéneres elfos, hasta que comenzaste a replantearte la existencia de los Valar. No recuerdas exactamente como comenzó todo, sólo que empezaste a tener dudas y cuando planteabas estas dudas a los elfos más ancianos, éstos no sabían respondértelas, por lo tanto, comenzaste a adentrarte en una línea de pensamiento poco común y a ojos de tus congéneres, peligrosa, porque comenzaste a dudar de las existencia de los Valar, lo cual ponía en duda ante tus ojos todo lo que estaba preestablecido, las motivaciones de tu pueblo, sus creencias, sus ansias, y eso significaba que también corrían la misma suerte las tuyas propias.
Tras varias llamadas de atención y algún que otro castigo, fuiste llevado ante los más ancianos de tu aldea. Alguno de ellos lucharon en la Última Alianza, e incluso había uno que participó en la Guerra de la Cólera. Tras varios días de tomarte declaración, presentar argumentos en contra y deliberaciones, se decidió que lo mejor para todos era que fueses enviado al exilio, y que no volvieses hasta que te replanteases tu postura o aportases pruebas fehacientes de que tus afirmaciones eran ciertas. Sabes que lo hicieron con la esperanza de que fuese lo primero, pero también sabes que tienes razón y que no volverás hasta que puedas demostrarles que se equivocan.
Abandonaste Lindon sin mirar hacia atrás mientras le dabas vueltas a tu cabeza hacia dónde dirigirte. No conocías nada del mundo exterior, sólo lo que te habían contado o lo que habías leído en algún pergamino o libro. Así que para empezarte decidiste que intentarías pasar lo más desapercibido posible mientras estudiabas a los humanos y aprendías de ellos.
Tus pasos te hicieron llegar a Metraith, la capital de Dol Tinereb. Allí tuviste noticias de que se había formado una alianza contra un ser oscuro que amenazaba las tierras del norte, el Señor de la Guerra lo llamaban. Por el motivo que fuese te enrolaste en su ejército, procurando no ser descubierto, pero el engaño te duró poco y no tardaron en darse cuenta de que no eras un humano, sino un elfo. Desde el primer momento la sorpresa entre los hombres fue mayúscula, ya que pocos eran los que recordaban que los elfos se involucrasen de esta manera en los asuntos de los hombres, y menos aún que lo hubiesen visto. Dado que la raza elfa gozaba de gran fama entre el pueblo de los hombres, para bien y para mal, se te trató con cortesía e incluso tuviste algún que otro privilegio, ya que desde el primer momento se te habilitó un lugar para alojarte ajeno al del resto de reclutas humanos.
Es posible que por eso contasen contigo para acabar con la amenaza que se encontraba en el Cerro del Fin del Juego, cerca de la aldea de Quiel, dónde junto a un grupo de guerreros de diferentes procedencias, entre los que había un mago Noldor, os enfrentasteis y vencisteis a un grupo de no muertos, así como al mago no muerto Ephcamreca. Tras obtener la victoria, estuvisteis un tiempo recuperándoos de las heridas sufridas y descansando, mientras esperas con ansia que te vuelvan a llamar para una nueva misión.
Aunque la partida de "Misión a Moria" no ha acabado, recibiste parte de la recompensa por tus servicios. Fuiste ascendido a sargento y recibes una bonificación de 25 monedas de oro, lo cual no está nada mal.
¡¡Soy rico, soy rico!! Si no ha acabado, ¿porqué me lo comentas ahora? ¿Tengo que hacer algo o lo dices a título informativo?
Es a titulo informativo. Tiene efectos a partir de la siguiente partida, la que hicimos en casa de Raúl ^^
Actualizados los puntos de experiencia. En la actualidad tienes 20737 puntos, has subido de nivel (convendría que actualices tu ficha ^^). Por lo demás, dado que has estado trabajando de mercenario desde el mes de septiembre, estamos en octubre y te pagan 30 monedas de plata al mes, puedes añadir esa cantidad a tu bolsa.
¿Y qué me subo cuando subo de nivel?
Los grados de habilidad. He añadido una explicación de lo que se ha de hacer para subir de nivel en el apartado de ficha, cualquier cosa me preguntas. Por cierto, dado que tienes cierto poder adquisitivo, si quieres comprarte algo, puedes hacerlo, sólo has de indicarme que quieres adquirir.
Tras la última partida tienes 22337 px
Tras los acontecimientos de Dol Gorf se te asigna una nueva compañía de soldados, en concreto estarás al frente de la Primera Compañía de Montaraces de Dol Tinereb. Tienes asignados una veintena de hombres, encargados de realizar pequeñas incursiones y labores de exploración.
Puedes congeniar con tus hombres o mantener las distancias, queda a tu elección.
Intento mantenerme distante, no creo que ellos se me acerquen mucho tampoco, supongo que me tendrán un cierto respeto. Les observo mientras hacen maniobras (y si no las hacemos les saco a hacer algo) e intento congeniar con el que vea con más dotes de mando y sentido común.
Ves a dos sujetos que te llaman la atención dentro de la compañía, un maduro dúnedain, de unos cuarenta y tantos llamado Cúthalion, y un jovencito de nombre Thinion, también dúnedain, que a pesar de su juventud presenta buenas maneras, más que alguno de los reclutas que te han asignado y que en teoría tienen más experiencia que él. Ambos son montaraces de profesión.
Pues con ellos intento tener un trato más amable y menos estricto, asignándoles tareas que me parecen más complejas y "recompensándoles" (no con dinero sino con más permisimidad) si solventan bien las mismas.
Notas enseguida que Cúthalion es el más experimentado de toda la compañía, incluso tal vez más que tú. Thinion es bastante reservado, pero realiza sus labores de forma eficiente.
El resto de la compañía es de variada procedencia, hay algún que otro dúnedain (uno o dos más), pero la mayoría son eriadorianos, entre los cuales hay algún que otro cazador. No son expertos en disciplina militar, pero tras un par de semanas de entrenamiento, junto con la ayuda de Cúthalion, conseguís que impere una cierta disciplina y coordinación. Todos te respetan, aunque no sabrías decir si porque eres el líder o simplemente porque eres elfo.
Mientras me respeten, cualquiera de los dos motivos me parecen válidos.
También podrían estar contentos simplemente por no tener a Wulf encima directamente. Pero prefiero las otras motivaciones y las incentivo. Intento tener un trato correcto, disciplinado y autoritario.
Ese trato que tienes con tus subordinados se nota con el tiempo. El ambiente es bueno, a pesar de que al principio había ciertas asperezas entre los miembros de la compañía, estas dos semanas de entrenamiento que habéis compartido, han servido para limarlas. Notas que sus subordinados al menos se consideran entre ellos, por el trato que mantienen, compañeros, lo cual es positivo a la hora de trabajar juntos.
En la partida de Barad Esher has aconseguido 1496 px, que te dan un total de 23833 px. Quedan pendientes los px de la partida de Halnen.
En la partida de Halnen has conseguido 1740 px, que sumados a los anteriores te da un total de 25573 px