Puedes empezar a crear tu ficha desde ya, paso a paso según la escena de Creación. Dudas aquí o al Off.
Bien, pues vamos allá con las tiradas. Voy poniendo los resultados de la tabla y la tirada entre paréntesis.
Reino: Corona de castilla (5)
Pueblo: Vasco (6)
Posición social: Burguesía (3)
Profesión: Médico (64)
Profesión paterna: Monje (69) *¡vaya, otro personaje que voy a tener con pasado monacal!
Situación familiar: Bastardo.
Características Primarias: FUE 10; AGI 10; HAB 15; RES 15; PER 18; COM 12; CUL 20
Características Secundarias: Suerte 50; Templanza 25 + (10) = 35; RR 75; IRR 25; PV 15; Aspecto 16 (normal); Altura 1,64 varas; Peso 125 libras.
Competencias (entre paréntesis los puntos que utilizo, sin paréntesis el total): Alquimia 40 (20), Conocimiento Animal 40 (20), Conocimiento Mineral 40 (20), Conocimiento Vegetal 60, Descubrir 33 (15), Elocuencia 12, Empatía 54, Idioma latín 25 (5 paternos), Leer/Escribir 40 (20 paternos), Medicina 65 (5), Memoria 18, Sanar 50 (5); Cuchillos 30 (15).
Ingresos mensuales: 650 maravedíes
Gastos semanales: 150 maravedíes
Edad: 26 años
Rasgos de carácter: 26, 96, 52, 59
* No sé si la tabla de Rasgos de carácter que utilizas es la misma que la del manual de la 3ª edición; me espero a que me lo confirmes antes de seguir con la fase 13.
Motivo: Reino
Tirada: 1d10
Resultado: 5
Motivo: Pueblo
Tirada: 1d10
Resultado: 6
Motivo: Posición social
Tirada: 1d10
Resultado: 3
Motivo: Profesión
Tirada: 1d100
Resultado: 64
Motivo: Profesión paterna
Tirada: 1d100
Resultado: 69
Motivo: Templanza
Tirada: 5d10
Resultado: 10
Motivo: Aspecto
Tirada: 4d6
Resultado: 16
Motivo: Rasgos de carácter
Tirada: 4d100
Resultado: 26, 96, 52, 59
Claro que es esa. Algún día jugaré con la que yo estoy creando, y los jugadores desearán no haber nacido. XD De momento, sí: la del manual de la IIIª.
Okey.
Disculpa, pero no leí a tiempo el mensaje en el off-rol y no he puesto lo de los pasos.
También había olvidado que soy un maldito cobarde (¡¡35 en Templanza!!), por lo que no tiene mucho sentido que haya utilizado el cuchillo; así que los 15 puntos que he asignado a cuchillo me gustaría asignarlos, si es posible, a Descubrir, y así se quedaría Cuchillos con 15 y Descubrir con 48.
El dinero inicial sería 650 x5, así que tendría para gastar 3250 maravedíes.
Si está todo correcto, paso a rellenar la ficha ya con la fase 13 (nombre, historia y demás), añadiendo los Rasgos de carácter (¡tengo 25 en Cultura!).
Lo de cómo poner la ficha era para que el resto de jugadores llevaran un orden. Lo que tu has hecho también vale. Súbelo así, tal cual, cuando acabes la ficha.
Puedes hacer los cambios que quieras en cuanto a puntos. Está todo correcto (puedes empezar con la historia, con que sea sencillita me vale).
Ya he adquirido el equipo, gastando justo la mitad del dinero inicial.
He gastado 60 maravedíes en hierbas medicinales; como no venían en las listas de equipo, cambia tú el precio si te parece muy bajo.
He adquirido una gumía (como Pol es un hombre de mundo, según los rasgos de carácter, y ha viajado mucho, habrá tenido ocasión de ver alguna) y la tiene impregnada de arsénico; ya que es un cobarde, si le vienen mal dadas espera que con una puñalada sea suficiente (el arsénico no mata en el acto, pero en la media hora que tarda en hacer efecto, a Pol puede darle tiempo a huir).
En la pestaña de Notas te he indicado dónde llevo cada cosa.
Después de comer me pongo con la historia.
HISTORIA
Desde que tiene uso de razón, Pol recuerda haber vestido el hábito pardo de los franciscanos. No sabe quién fue su madre, pues fue abandonado cerca del monasterio de san Andrés de Muga, donde fue criado por los estrictos monjes, aunque uno de ellos, Eulogio, fue quien se ocupó principalmente de su educación. Para Pol, Elulogio es lo más parecido a un padre que ha tenido nunca; el monje formaba parte de la élite del monasterio, y tenía a su cargo la enfermería, pues era el curandero. Se encariñó con Pol desde el principio, pues nació con un problema que le impedía andar, y Eulogio se encargó de curarle y rehabilitarle, y más tarde su tarea de curandero trascendió, pues lo adoptó como discípulo.
Pero Pol no se sentía a gusto en el monasterio. No había conocido otra cosa, y estaba acostumbrado a la mortificación, el estricto horario y las demás incomodidades del monasterio; pero no podía soportar los límites que le ponían a sus ansias de conocimiento. No le permitían leer más libros que los sagrados, y él sabía que el bibliotecario tenía bajo llave libros prohibidos que escondían grandes dosis de sabiduría. No entendía cómo era posible que se pusieran cercos a la cultura, que se copiaran siempre los mismos códices y se renunciara a obras que, aunque no fueran de autores cristianos, eran auténticas joyas del conocimiento. Estas solo eran copiadas por encargo, y Pol nunca pudo acceder a ellas. Además, mantenía una seria disputa con los monjes, y con su mentor en particular, porque le parecía una tontería la prohibición de abrir a un ser humano y ver sus vísceras, pues así podría aprender muchísimo más que en cien años con un mentor.
Un día, tras una fuerte discusión con Eulogio, Pol cogió sus cosas y salió del monasterio. Al principio se quedó en Labastida, el pueblo que estaba a los pies del monasterio, ofreciendo sus servicios como médico, pues no estaba seguro de poder sobrevivir fuera de los muros que le habían acogido durante toda su vida. Pero comprobó que era capaz de desenvolverse muy bien, y poco a poco fue haciendo dinero. Con sus ganancias, se compró una mula y se echó a los caminos, pues aunque le aterraba el mundo exterior, le podía más el ansia de conocimiento.
Viajó a Granada, pues había oído de lo avanzada que estaba la medicina en la sociedad árabe. Allí trabajó como médico en la comunidad mozárabe, y no tuvo necesidad de aprender árabe para prosperar. Gracias a un clérigo, tuvo acceso a un libro del gran médico Avicena traducido al latín, que él copió y del que aprendió muchísimo. Entonces comprendió los disparates que cometían los médicos cristianos, y quiso volver a su tierra para poner en práctica los valiosos conocimientos que había adquirido.
Ahora se dirige a Labastida, para volver a ver a Eulogio y pedirle perdón por haberse marchado, después de lo bien que se ha portado siempre con él. A cambio, espera enseñarle todo lo que ha aprendido, aunque no quiere volver a la vida monacal: piensa instalarse en Labastida y convertirse en el médico del pueblo.
En cuanto a su personalidad, la vida monacal, por mucho que ahora la rechace, le ha marcado: Pol tiene un sentido de la moral muy desarrollado, y no es capaz de cometer pecados sin sentirse terriblemente culpable. Aparte de esto, es de natural cobarde, pues siempre ha vivido seguro dentro de los muros, aunque eso no le ha impedido viajar. También es terriblemente curioso, y eso es lo que le hizo marcharse del monasterio. Desprecia las prácticas de la medicina cristiana, y a menudo ridiculiza a sus colegas médicos y entra en disputa con ellos. Es temeroso de Dios, pero respeta todas las culturas y siempre intenta no encerrarse en estereotipos y aprender todo lo posible de aquellos cuya cultura desconoce.
DESCRIPCIÓN
Pol es un tipo de estatura más bien baja, de pelo rubio oscuro y ojos verdes. Su mirada es profunda, como si quisiera ver más allá de lo que le dicen sus ojos. Lleva ropas de invierno de color pardo con una capa y botas oscuras. Es cordial en el trato, y aunque no es en exceso hablador, cuando algo le interesa pregunta hasta la saciedad. Ha recorrido demasiado mundo como para andarse con prejuicios, aunque le gusta ridiculizar a aquellos que cree que no tienen razón (y echar a correr si se lo toman demasiado a mal).
Bueno, pues ya he terminado el personaje. Solo me queda que me des tu visto bueno y esperar a los demás compañeros.
He adquirido una gumía
vale.
y la tiene impregnada de arsénico; ya que es un cobarde, si le vienen mal dadas espera que con una puñalada sea suficiente (el arsénico no mata en el acto, pero en la media hora que tarda en hacer efecto, a Pol puede darle tiempo a huir).
No puedo dejar que la lleves untada de arsénico por ahí... Es como dar ventaja contra alguien de tus compañeros que no se le haya podido ocurrir eso (pese a las razones habidas en tu historia que lo puedan explicar). Se me ocurre que te dejo llevarla impregnada de arsénico (y aparte del daño tendrá cierto, (CIERTO), efecto del arsénico en las heridas) si subes tu conoc. Mineral hasta 50 puntos de porcentaje. Creo que no hay nada en el manual que me impida negociar esto ;) Asi que puedes elegir: este precepto o una gumia normal.
(la historia es guay!)
Bueno, lo del veneno era porque prácticamente los médicos eran los únicis que los manipulaban. Pero ahora que lo dices, por su Rasgo de honesto no debería ni siquiera llevarlos encima, así que me los quitaré y cambiaré la gumía por un estilete. Esta noche hago los cambios.
Actualizado.
También he añadido algunas hierbas medicinales, más que nada por cuestión de ambientación si tengo que echar mano de ellas:
- Narciso, contra esguinces, quemaduras y daños en tendones.
- Melisa, contra hemorragias.
- Eléboro, contra el cólera, el tétanos y la sarna.
- Suelda, contra la gonorrea.
- Centáurea, contra la pulmonía.
- Acedera, contra la fiebre y el tifus.
- Abrótano, reconstituyente.
Creo que tu ficha está completa. ¿Has puesto en algún lado el dinero que te sobra de la compra?
Edito: ¿son esos 125 maravedíes?
Me he gastado justo la mitad, así que me sobran 1625 maravedíes, de los cuales llevo 125 en el bolsillo del cinto y 1500 los tengo a buen recaudo en una de las cajas.