Partida Rol por web

Los sueños de Ekaitz

I. Proximus sum egomet mihi

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21/03/2013, 00:58
Juana de Bestea

- Bien, es cierto, no mientes. ¿Pero recibiste un golpe verdad? A tu relato le faltan fragmentos pero no los has ocultado, simplemente los has olvidado. Hay un misterio tras eso, creo yo... 

Juana no atendía la tienda, salvo cuando su señor estaba ocupado y entraban clientes de baja estopa, campesinos acostumbrados a regatear y tratando de conseguir un mejor precio de cualquier modo. A menudo con mentiras. Aunque ella no atendía la tienda... bueno, a veces era capaz de entrever quien le quería dar gato por liebre, y quien decía verdades pero no del todo completas. Y este chico era sincero... pero no del todo.

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21/03/2013, 06:33
Justo Gotxea

Justo entrevio en las palabras de Ekaitz la mentira y al ver que los demas apoyaban sus teorias le dijo al joven:

Mira joven Ekaitz como bien dice la dama faltan datos en tus palabras. Yo como hombre del señor pense que mi ayuda te sería útil allí donde vas. Poco podre hacer si datos nos ocultas, además al mismisimo infierno iras de cabeza si nos llevas a un pozo sin salida!

Las palabras de Justo no hicieron mucha mella ni a el mismo, puesto que Justo pensaba distinto. Tendre que quedar bien delante de estos compañeros, no quiero que piensen que porque sea capellan sea inferior a ellos.

- Tiradas (1)
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21/03/2013, 09:08
Alex de Oleti

¡Cómo resultaban al final las cosas! De ser un necesitado en busca de ayuda, a ser alguien que, a juicio de los que le rodeaban, ocultaba información o segundas intenciones en sus palabras. Tal había resultado ser la naturaleza de aquel joven.

Alex observó las plantas que mostró Ekaitz. Algunos conocimientos de plantas tenía para saber cuanta verdad había en sus palabras en lo relativo a su uso. No obstante, sabía que aquello no implicaba que el resto de la historia lo fuera, o que aquel muchacho escondiese algo.

Kontxo! Sabía que tendría que haberme quedado en mi parroquia. Que necesidad tengo yo de haberme metido en semejante percal... Hasta ese momento no sentía la necesidad de ayudar más al joven, hubiera esperado que su llamada de auxilio en aquel lugar hubiera atraido a alguien más. Mas no fue así. Y ahora, como pastor de aquel rebaño sabía que, si no predicaba con el ejemplo, no serían pocas las habladurías de aquella gente sobre el párroco que hablaba palabras que para sí mismo no aplicaba. ¡Arranopola!

- Mis compañeros dicen bien Ekaitz.-Intentó hablar Alex en un tono más conciliador, no fuera a ser que en su agobio dijera necedades o se pusiera más nervioso.- No será de buen recibo ayudar a aquel que no se preste ayuda a si mismo. Y en este momento la única forma en que os prestaríais ayuda sería contándonoslo todo, si hay algo más que debéis decir. Yo mismo he decidido acompañaros si sois sincero con vos mismo.

- Tiradas (2)
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21/03/2013, 15:10
Aingeru

Observo las plantas con ojo inexperto, me resultaba imposible saber si aquellas eran las plantas que el joven decía pero el hecho de que las tuviera allí con él demostraba a mis ojos que la historia de su padre era cierta. De seguro había algo más porque lo había notado en sus ojos cuando habló, pero quizás no estuviera más que ocultando algo que creyera nos espantaría de ayudarle.

Esta vez opté por permanecer callado.

- Tiradas (1)
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21/03/2013, 15:14
Yosef ben Moshe

Miré de soslayo las plantas que sacó el joven, mis conocimientos sobre ellas eran muy escasos, solo conocía algunas algas y plantas costeras y como era de esperar no conseguí distinguir ninguna de las dos.

Algunos de mis compañeros de mesa le pedían nuevos datos a Erkaitz. Mientras tomaba mi sopa les dije sin mirarlos.

Tienes todo el tiempo del mundo para contar tu historia. Bueno, por lo menos hasta mañana. Salir ahora con la que está cayendo es condenarte a morir congelado. - añadí señalando con la cuchara hacia una ventana, a la vez que le aconsejaba- Relájate, tomate tu tiempo y cuéntales a estas gentes tu historia si quieres que alguno de ellos decida acompañarte.

- Tiradas (1)
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21/03/2013, 21:29
Pol de Labastida

Cuando los demás dejaron ver su desconfianza, Pol se dio cuenta de lo cándido que era; al pasar toda su vida en un monasterio , obedeciendo a los superiores y entre hermanos con pocas ambiciones, no se había generado en él esa malicia con la que todo buen viajero debía juzgar a los desconocidos, y por culpa de ello había sido víctima ya de algunos de aquellos pícaros que pululaban por los caminos castellanos.

Sus posibles compañeros de viaje ya estaban acosando lo suficiente a Ekaitz como para que él también lo hiciera, así que se limitó a escuchar el resultado de las insistentes peticiones que estaba recibiendo el joven para que dijera más de lo que había dicho, pues el sentir general es que no había dicho toda la verdad.

Lo único que podía hacer él era comprobar si era cierto lo que el joven decía sobre las hierbas: conocía las propiedades del brezo para las afecciones renales, aunque Ekaitz solo había dicho que su padre estaba afectado por unas fiebres; y la cinoglosa sí que la había usado él alguna vez para aliviar el catarro. Observó con atención ambas, para ver si era capaz de reconocerlas.

- Tiradas (1)
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24/03/2013, 14:59
Ekaitz

El aturdido joven miró a los presentes, en especial al de Oleti, que le instaba a decir una supuesta verdad.

MMm... -suspiró Ekaitz-, a ver... en realidad...

No sabía muy bien cómo contar aquello. En realidad era lo mismo que había contado, pero de otra forma.

Viajo al puerto* de Arrateta, en Ataún, no a casa de mi padre... -comenzó-. Es cierto que huyo de unos tipos que me siguen y la verdad es que me desperté en medio del bosque tras un severo golpe... el caso es que no recuerdo muchas cosas... sólo sé que voy hacia allí, ¡que tengo que ir hacia allí sea como sea! ¡Tengo que entregar estas hierbas, pues sé que son para alguien en inminente peligro! ¡He de entregárselas!

Lo cierto es que sólo había cambiado unas pocas cosas en su historias.

Notas de juego

*Puerto de montaña.

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24/03/2013, 15:08
Director

Reconoces perfectamente las hierbas. Son las que Ekaitz dice, y su localización también es esa. En ese aspecto está totalmente seguro.

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24/03/2013, 15:10
Gorka "el Mudo"

Entonces uno de los clientes de la taberna habló cuando acabó Ekaitz.

¿Y qué importa si es para tu padre o para cualquier otro...? -dijo una especie de hombre con pintas de campesino y acento del lugar- Yo te creo; últimamente hay muchos hombres de acá para allá, gentes que sólo van de paso, y con "pintas" extrañas..., se nota que no son de aquí, vamos... -al tiempo miró a algunos de vosotros-. No te preocupes, muchacho... mañana te acompañaré aunque vayamos ambos sólo...

Luego, entre dientes y mientras se daba la vuelta hacia el posadero para darle una especie de propina o pago de menú, murmuró algo, pero lo suficientemente alto como para que le oyérais.

Malditos fariseos... esa cruz os viene grande... -y echó una última mirada a los tres clérigos que tenía delante de sí-.

Luego subió las escaleras como si nada, señalándoselo al posadero y éste devolviéndole la seña.

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24/03/2013, 15:24
Director

El tabernero y alguno que era natural de Tolosa y estaba allí, se sorprendieron.

El dueño de la posada os explicó que ese tipo se llamaba Gorka, y le apodaban "el Mudo", y era un agricultor de Tolosa. En el último año llevaba durmiendo en la taberna, ya que perdió de forma horrible a su mujer, por lo visto fue encontrada degollada en un bosque cercano, por lo que desde entonces (y no tenía hijos) vivía como un indigente, muy desarrapado y descuidado. Por lo visto le debió calar muy hondo lo de su esposa.

El posadero os dijo que le pagaba en hortalizas, pues era un tipo, aunque joven, muy conocedor de las huertas, y el dueño del lugar había notado una mejora de la calidad de los platos y menús. Una ayuda mutua vaya...

Pero se sorprendieron porque ese tipo no solía hablar con nadie, con ningún vecino (y mucho menos con desconocidos). De ahí su sorpresa y su apodo.

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24/03/2013, 21:57
Aingeru

- No os preocupéis, os acompañaremos. Al menos yo lo haré. Sin embargo haz de saber que no me gustan las mentiras y no respeto a quienes hacen uso de ellas para lograr sus cometidos por más loables que sean. Vengo acompañado y estoy seguro de que puedo dejar bajo su cuidado las mercancías que traje para vender.

Si realmente había alguien tan grave debía de ayudar al joven a llevar las hierbas, la venta podía esperar.

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24/03/2013, 22:10
Yosef ben Moshe

¡Perfecto! Un agricultor nos vendrá como anillo al dedo para luchar contra los asaltantes de caminos.

La situación había cambiado, arriesgar la vida por un cristiano pobre era diferente de arriesgarla por un cristiano quien sabía si rico o no.

Tal vez yo también pueda acompañaros.- dejé en el aire y añadí mirando a Aingeru- Y a nuestro regreso, podríamos acercarnos hasta Andoain. Conozco a alguien que podría estar interesado en vuestro cargamento de lana, aunque claro está, a un precio razonable para ambos.- que es equivalente a decir con un buen descuento.

Sabía que en Andoain un miembro de la comunidad había tenido problemas de suministro por ser hebreo y mi deber como judío era ayudarlo, además, como decían los cristianos favor con favor se paga.

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25/03/2013, 22:27
Justo Gotxea

Justo seguia sin entender muy bien porque mentia pero por un momento vio como podia sacar tajada de esa situación. Ekaitz, criatura de Dios me parece que esto ha sido una llamada del mismisimo padre. Tener la suerte de contar con tres hombres del señor demuestra que no todo esta perdido... Pero como bien sabes, la iglesia necesita siempre ayuda de sus feligreses y estoy seguro que mis compañeros estaran de acuerdo en que una ayudita por tu parte no estaría del todo mal. No creis compañeros?  Mientras dirigia la vista a los dos cleros. Estaremos de acuerdo que no tiene porque ser economica, puesto que en estos tiempos que corren la pecunia no esta al alcance de todos. Pero si que estaría bien que nos ayudaras en cuestiones más de nuestro señor Jesucristo.  Justo cuando dijo Jesucristo se santiguo lentamente.

Ekaitz te acompañare si nos ayudas a ciertas tareas en el Hospital de donde vengo, en Estella.

Notas de juego

Pecunia=moneda

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26/03/2013, 23:59
Pol de Labastida

La insistencia de sus compañeros de mesa dio al fin su fruto. Pol no había siquiera imaginado que este muchacho pudiera estar ocultando información, dada la desesperación con la que hablaba; pero estaba claro que el de Labastida era un alma cándida, pues por mucho que se hubiera recorrido la península, en el fondo no había dejado de ser un monje que se sentía a gusto y a salvo entre los muros del monasterio.

Lo único que no le había cuadrado era el uso de aquellas hierbas exclusivamente para unas fiebres, pero ahora que no había enfermo al que sanar, todo encajaba.

-No sé entonces si necesitarás de mis conocimientos de medicina -le comentó a Ekaitz-. Pero en cualquier caso, cuenta con mi apoyo. Además, habiendo tanto salteador suelto por aquestas tierras, grande provecho hallaremos en la mutua compaña: la de quien pueda a fierro defendernos -dijo refiriéndose al hombre de la cicatriz-, la de quien por su hábito atempere las almas de los desalmados -hablaba ahora de los hombres de Dios allí presentes- y la de quien, en fallando ambas cosas, restañe la sangre derramada -o sea, él mismo-. Además, malo sería que una mujer anduviera sola con tan mal tiempo y gente tan dañina acechando -añadió mirando a la mujer-. Mas ese tal Gorka, habremos de vigilarlo, que me da mala espina.

Finalmente, Pol se había contagiado de la sana desconfianza de sus compañeros.

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27/03/2013, 12:22
Ekaitz

Gra... gracias, señores -le dijo a los que se ofrecieron finalmente-. Estaré en deuda con vos, señor -le dijo a Justo-. Le compensaré en la medida de lo posible. Lo mejor ahora será... dormir. No tengo demasiado sueño, pues mi corazón aún palpita -se llevó la mano al pecho-. Pero es mejor descansar.

El posadero vio su oportunidad y enseguida mostró el conjunto de habitaciones que tenía arriba. Era un lugar grande, por lo que no había problema.

Si les parece bien, señores, quedaremos aquí mañana a primera hora. Quienquiera acompañarme, le ruego que baje, aquí quedaremos... Gra... gracias, de nuevo -y Ekaitz desapareció en una de las habitaciones en el que el posadero le acomodó-.

Notas de juego

Restáos todos 2 monedas, que será lo que cueste pasar la noche en la posada. Si alguno la quiere pasar fuera, que me lo diga (pero está nevando...).

Escena cerrada.

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27/03/2013, 14:45
Alex de Oleti
Sólo para el director

Bueno... aunque un poco a regañadientes (los viajes no es que sean santo de la devoción de Alex), él ya ha prometido que ayudará al joven Ekaitz, y claro, después de la reprimenda a los de la sala, ahora no es cosa de quedar mal como pastor del rebaño... :P

Eso sí, mi idea, dentro de lo posible es mandar para la parroquia a Diego, y ordenarle que regrese lo antes posible por la mañana con buenas provisiones para unos 3 días de camino o así. ¿Es factible o el mal tiempo lo imposibilitaría?

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27/03/2013, 16:50
Director

En la taberna no ha aparecido nadie. Y las nevadas, ahora en invierno, son fuertes (lo mejor es viajar de día). De ese tal Diego aun no sabes nada.

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27/03/2013, 18:20
Alex de Oleti
Sólo para el director

No, no me refería al cabrero con el que me había citado en la taberna. Ese ya imagino que no ha aparecido ni aparecerá... menudo plantón. Me refería al hermano que me ha llevado en la carreta a la taberna esa noche. Aunque con lo que dices de las nevadas, no sé yo si será capaz entonces de volver a la parroquia.