La copa comenzó a brillar, lo cual era raro e irreal, pero a la vez teniendo en cuenta su nueva naturaleza esto solo se unía al cumulo de cosas “extrañas” que les estaban sucediendo.
Tomen de mi todos tres veces, y todos se volverán uno.
Es el mensaje que se revela, y mientras tanto todos ustedes se miran. Esto era demasiado de película, pero en cierta forma ustedes eran los protagonistas.
Es así como cada uno de ustedes debe tomar una decisión, posiblemente una de las más importantes en su nuevo camino.
Blanca, Karen, Darla y Natham se miran por un instante confundidos. Hasta el momento habían hecho todo lo que los mensajes que aparecían decían, y dado que no tenían de otra, cada uno tomo la copa.
Era una copa pesada, de metal forjado, y si alguno de ustedes hubiera sabido algo de antigüedades notaría que era una copa muy vieja.
Pero el asunto es que el primero que la tomó (Darla) notó algo que notarían luego los demás, no podía despegarse de la copa hasta que hubiera bebido de ella tres veces. Pequeños sorbos, primero uno, luego el otro, y luego otro.
El sabor de esa sangre era en extremo deliciosa, era impresionante, tenía un poder distinto al de los desdichados que reposaban en el cuarto de abajo.
Una vez bebió, le pasó la copa a Karla, y ella hizo igual, y luego a Natham quien repitió la secuencia, para que por último pasara a manos de Blanca.
Ella no pudo dejar de notar como los demás la miraban como deseando que lo hiciera. Y si, a medida de que iban pasando la copa, el asunto era un poco más sagrado.
Blanca bebió tres veces al igual que el resto, y una vez lo hizo notó porqué los demás la miraban con afecto, en realidad, sentía un gran vinculo hacia esas tres personas, y alguien más… alguien que estarían próximos a conocer.
En ese momento sienten que evidentemente son uno, y son grupo, y que a pesar de que en un tiempo luego del abrazo pensaran en huir por su cuenta, ahora sentían cierta responsabilidad por el otro…
Fue entonces que las paredes de ladrillo desaparecen como si fueran hechas por programa de computadora.
Se convierten en agua que no moja y luego desaparece.
Frente a ustedes había un hombre de aspecto dejado y extraño. Un hombre al cual nunca habían visto, pero sin verlo lo respetaban y sentían también gran unión con él. La sangre de él era la que reposaba en esa copa y era también el responsable de toda la ilusión que habían vivido.
Por el sentimiento actual ninguno de los presentes se atrevería a dañarle, y tampoco tratarían de huir de él, era como si de repente tuviera toda su atención.
Buenas noches grupo- dice el hombre ante ustedes- ¿me permites?- dice a Blanca quien de manera casi inmediata le da la copa, y él al igual que ustedes toma tres veces.
Bienvenido y bienvenidas- dice el hombre luego de beber- es un honor presentarme como su sacerdote, mi nombre es Kathalho, y son ahora parte de ustedes y ustedes de mi. Dice el hombre de manera tranquila. Sé que cada uno de ustedes no comprende que esta pasando, pero mi deber como su sacerdote es explicarles y darles la bienvenida.
Dice a cada uno mirándoles al rostro.
Hoy han nacido luego de un traumático comienzo, notaran que ya no son humanos, vivieron como crisálidas por mucho tiempo y hoy se han transformado en lo que debían ser, son vampiros, seres de la noche, poderosos, superiores a los humanos…
Dice claramente
Han de entender que son superiores, pero aún deben pasar por un largo trecho…notaran con el tiempo que tienen poderes, por ejemplo Darla, notaras que para ti la oscuridad es tu amiga, que podrás confundirte con las brumas, o tú Natham que de ahora en adelante podrás manipular la mente de los otros, podrás causar sensaciones de miedo pero también de placer, confundir y ser temido- sonríe- y tu Karen, utilizaras la belleza como tu mejor arma, podrás moverte rápido, percibir los detalles y atraer. Por último se fija en Blanca. Y tu Blanca, demostraras tu valor combatiendo, mostrando la fuerza interna de lucha y determinación animal, muchos te temerán, y tendrán razón para hacerlo.
Mientras el hombre hablaba y si bien tenían muchas preguntas, ustedes guardaban silencio y escuchaban, dado que de repente era una persona importante por el grupo.
No son seres perdidos, son hermanos, y su casa es el Sabbat, el grupo que les dio la bienvenida a este nuevo renacer, y en el Sabbat tenemos unas normas, les pido el favor escuchen porque es importante.
Desde hoy no teman si les dicen que son animales, porque todos somos bestias, y estamos orgullosos de serlo, por eso procuramos cuidar de los nuestros, y hoy ustedes y yo, somos manada, somos uno, y estamos unidos los unos a los otros, comprometidos.
Los mira con solemnidad. Por eso, estos ritos, como el que acabamos de celebrar son importantes, y la primera regla es que ustedes deben respetar y defenderlos. A eso le llamamos tradiciones, y son asuntos tan particulares que son sagrados.
En el Sabbat, hay muchos como ustedes, pero hay algunos que saben más, que tienen más poder, por ejemplo yo- dice de manera natural- al ser vuestro sacerdote tengo un poco más de autoridad que ustedes, pero por encima mio hay otros más sabios, y es por eso que ustedes pueden elegir al líder y apoyarlo…
En el Sabbat valoramos la libertad, por esto mismo cuando un líder no es competente en el sentido de que es infiel al Sabbat o no cumple las tradiciones, o simplemente sienten que ustedes podrían hacerlo mejor, un deber es desafiar a duelo a esas personas…
Lógicamente ustedes son pequeños y no están preparados para nada para desafiar a nadie, pero poco a poco pueden estarlo…
El Sabbat tiene enemigos y muchos quieren matarnos- explica- por eso debemos en momentos de crisis unirnos al más fuerte y trabajar junto con él. Si uno de los superiores creen que son dignos para una misión se debe aceptar, y de esa forma cumplir otra de nuestras reglas, es pelear contra todo enemigo del Sabbat, a tal nivel que puedan sacrificar su vida si es necesario.
Sus ojos se posa en cada uno de ustedes.
Sé que están confundidos, pero puedo responderles las preguntas que quieran, luego de esto por el bien de cada uno de ustedes y de nosotros como grupo (cuando habla de “nosotros” de repente eso tiene mucha importancia) cada uno recibirá un entrenamiento por su siré o padre, y siendo así cada uno podrá darse cuenta de su misión divina.
Así qué- hace una lave sonrisa- si desean preguntar algo, no duden en hacerlo…
Al tomar la copa sentí algo diferente, fue como haber tomado la llave de una prisión y haber optado por lanzarla sobre mi hombro, no sabía cómo ni porque pero supe que no podría separarme de ella en cuanto la tuve entre mis dedos y eso me obligo a pensar. ¿Por qué?
Aun así tome de su contenido, tres pequeños sorbos, sorprendiéndome de su suavidad, su dulzura, ese algo que la hacía infinitamente mejor que cuanto había probado alguna vez, incluso más que la sangre que había tomado allá abajo, tratando de dilucidar su razón, y tras dejar la copa en manos de Karen, comencé a entenderlo.
Ya los había valorado antes, por haber pasado todo eso juntos, pero al verlos ahora, bebiendo de la copa los quise infinitamente a todos, no era aquel sentimiento de amor, no, era algo más profundo, semejante al cariño que sentía por Adler, hasta hace poco, era como si los hubiera conocido toda mi vida, el tipo de afecto que sientes por alguien con quien compartes un gran lazo.
Supe que no podría irme de allí sin ellos.
Al tomar la última de nosotros de la copa, los muros de la habitación que nos aprisionaba desaparecieron y ante nuestros ojos se revelo un hombre… y con él, una respuesta vacía en el fondo de mi mente, a la que no preste demasiada intención; era la primera vez que le veía y sin embargo le quería, le respetaba… y fue como si me dijera a mí misma, que todo era la superficie de un arroyo.
Aun así le escuche, en respetuoso silencio, incapaz de concordar las ideas que en mi mente me decían que debía guardar cuidado al respecto… allí, mientras aquel hombre nos revelaba lo ocurrido y el Sabbat como él lo percibía, seguía habiendo algo que no dilucide bien, cegada en cierto punto por aquel afecto que sentía y me dije “espera, espera” recordando que él también había bebido de la copa.
Con todo no me agrado la idea de ser llamada bestia, yo había sido muy bien educada después de todo, pero guarde sensato silencio, no quería desagradarle por no comulgar del todo con sus ideas.... pero seguía pensandoen una presión de grandes ventanales.
Le dirigí una mirada cargada de confusión, pero completamente clara, podía sospechar algunas cosas… entender otras, y callarme muchas, ahora pertenecía allí, pero si iba a pertenecer, prefería saber.
-yo tengo una duda, si no le importa... ¿Qué es el Sabbat?
Frente a ustedes había un hombre de aspecto dejado y extraño. Un hombre al cual nunca habían visto, pero sin verlo lo respetaban y sentían también gran unión con él. La sangre de él era la que reposaba en esa copa y era también el responsable de toda la ilusión que habían vivido.
Por el sentimiento actual ninguno de los presentes se atrevería a dañarle, y tampoco tratarían de huir de él, era como si de repente tuviera toda su atención.
Para contestarte esa pregunta debo hablarte un poco de historia.
Hace muchos años, los padres de los padres de vampiros, a los que llamaremos Antidiluvianos comenzaron a apoderarse del mundo, el poder los ciega y están tan vinculados con la sociedad que no creerían cuantos asuntos manejan desde la oscuridad… se esconden, porque ellos tienen una maldición que dicta que gracias a su poder y sus actos el mundo entrará en el fin de los tiempos.
Estos vampiros muy poderosos, que tienen muchísimos años, han creado aliados en otros antiguos, no tan viejos pero si poderosos que viven en la tierra por unos tres siglos. Los vampiros antiguos suelen ser sometidos por estos antidiluvianos para controlar, y así ellos siempre tienen el control de todo.
Algunos en el tiempo se dieron cuenta que los chiquillos de esos vampiros antiguos éramos esclavos de estos antiguos, solo hacíamos lo que ellos querían, y la destrucción estaba a la vuelta de la esquina si no paramos esto.
Es por esto que en un tiempo los vampiros que deseaban ser libres de estas influencias, y que eran conscientes de que esto traería la destrucción a la tierra se revelaron contra los antiguos y decidieron no seguirlos, hacer lo que es de nuestra naturaleza, y destruir a todo aquellos que nos atara, porque, como seres superiores que somos, no podemos limitarnos, y la libertad es la que nos rige…
Tenemos razones para comprender que si no luchamos en contra de esos antiguos, el mundo acabará. ¡Somos los salvadores de esta era!... nunca lo olviden.
Sigue explicando tratando de ser claro con cada uno de ustedes.
El Sabbat es el grupo que tráela la verdad y la libertad, y son las raíces donde han nacido El Sabbat es el grupo de seres superiores que acepta la libertad del individuo, su naturaleza, y su misión, nosotros no creemos en el pecado, si en los fallos, sólo en la libertad de cada uno de ser como desee ser, y lo que nos caracteriza, es que encontramos esa libertad en la lealtad de los unos con los otros. Hay algunos que piensan que los que son más antiguos deben tener más poder, pero nosotros creemos que el poder no es por la antigüedad sino por la competencia, por la suprema gana de ser y defender lo que cree.
Es por eso que los antiguos se agruparon en el grupo más peligroso, la camarilla, donde están todos los borregos que siguen a los antiguos y que creen ser libres, cuando están regidos por las normas de los más ancianos…
Ustedes son afortunados, porque son libres, y su libertad será cada vez más grande con la lealtad que tengan los unos con los otros, porque todos somos una gran manada en contra del control y de todos los traidores del Sabbat.
¡Nuestra misión es divina! - dice con vehemencia- nuestras acciones salvaran a todos de una destrucción segura.
Tuve que hacer esfuerzos para no retroceder con cuanto dijo él… “no debí preguntar” pensé, segura que de aun estar viva me habría desmayado sin mayor reparo, la historia, aunque corta, es contada con una vehemencia aterradora, y las palabras crean una visión tal que me siento perdida... de todas formas es agradable ver que me ha contestado bién y no parece molesto conmigo por preguntar.
Aparté los ojos con cuidado de Kathalho para ver a los otros y ver si están tan sorprendidos como yo, porque, aun sin ver los que podría hacer yo en aquel momento, era consciente de algo: no estaba hecha para luchar, no me gustaban los conflictos y en cierto modo los evitaba, una de las tantas cosas por las que ahora estoy aquí, seguro, pero también era consciente de otra cosa, Kathalho era leal al Sabbat, bastaba ver el modo en que hablaba, y el afecto que sentía por él era un problema… hice un gesto preocupado con los labios, tomando nota de las partes importantes, “antediluvianos= padres= controladores del mundo=camarilla” y otra parte de mí se preguntó si realmente era eso cierto, aunque claro, después de despertar en medio de una tumba no iba a decir que no creyera algo al menos.
El problema era que ahora me sentía asustada, en la historia son los más fuertes los que ganan, no aquellos que defienden mejores ideales y si el Sabbat era así, no quería imaginar cómo era la camarilla…
“traidores del Sabbat” al escuchar eso último volví a ver de nuevo a Kathalho y guarde silencio, otros se habían ido… no, si nos habían enterrado antes solo para crearnos, no quería imaginar lo que nos harían si quisiésemos irnos, baje la mirada y la fije sobre mis manos… guardando silencio, pensando en lo escuchado.
Al final asentí levemente, como si dijera que había entendido.
-Es una guerra eterna... - murmuré- has dicho que eres… -pensé- nuestro sacerdote… -empecé de nuevo, un poco turbada- eso quiere decir que tenemos una jerarquía al menos –pensé buscando ordenar bien el mundo al que me enfrentaría y saber, si lograba ubicarme bien, sabía que estaba abajo en la cadena alimenticia, pero prefería saber, oh, sería terrible saberlo después, si aún no había enloquecido podría… podría soportarlo- ¿Puedes explicarnos algo al respecto? –Pedí con mi voz más agradable -¿Qué es lo que quieres decir con manada? –pregunte de nueva cuenta.
Aun así, busque tomar nota de todo cuanto oía… de todas formas ahora en ese lugar me sentía un poco más a salvo, no, el lugar era horrible, lo que me aliviaba era estar con ellos… en cierto modo, aunque la parte lógica de mi cabeza me repetía que era todo culpa del rito.
La situación a continuación y luego de verter su sangre en la copa se había desarrollado con una pasmosa rapidez.
Blanca se encontró a si misma siendo “victima” involuntaria de un nuevo e increíble suceso cuando todas las paredes que les rodeaban comenzaron a “derretirse” como si hubieran estado hechas de agua.
Pero no tuvo ni un segundo de paz para procesar lo visto pues un nuevo individuo se manifestó frente a ellos y comenzó su monologo.
Le escucho en silencio, intentado comprender la magnitud de lo que ahora descubría y por ello se mantuvo en silencio incluso cuando la otra joven presente – aparte de Karen -, comenzó a exponer las muchas dudas que Blanca también compartía.
Internamente sentía mucha empatía por todos, de repente y ahora entendía el porqué, había sido por beber esa sangre, la sangre de todos ellos, eso les había, “unido”, como si todos fueran parte de una misma familia.
Compartiendo lazos, de sangre.
Todas las dudas y preguntas que ahora le hacían a Kathalho ahora le resultaban a Blanca imperiosamente importantes de cara a plantarse con sólidos conocimientos para poder moverse en esta nueva “vida” por la que ahora le tocaba transitar.
Decidió, pues, seguir en silencio por el momento.
Escuchando y aprendiendo.
Preparándose para lo que tuviera aun que llegar.
Aunque algo era cierto, toda aquella pseudo-religión-cultista y el Sabbath en si, no le "movían ni un pelo", los fanatismos religiosos no iban con ella, siempre había sido así y esperaba no cambiar ahora.
En cuanto la sangre toco mis labios supe que era algo especial, demasiado dulce, demasiado suave, tenía algo en ella que era infinitamente mejor que la sangre que había bebido antes y mientras daba el último sorbo me pregunte porque sería. ¿Era acaso porque aquella sangre venía de nuestras venas, de nosotros, que ahora habíamos cruzado a otro punto? no lo sabía, pero supe que era deliciosa y especial.
Y con su dulzura vino algo que no esperaba, al levantar los ojos y verlas de nuevo, sentí algo que no había sentido nunca antes, una sensación de unión, de afecto tal que no supe como describir, las quería, no era amor propiamente dicho, pero me sentí parte de ellas y eso me sorprendió como nunca, ¿Cómo era eso posible? Ni siquiera las conocía, no digamos ya quererlas, mi mente lucho por buscar una razón por encima de aquel sentimiento que en cierto modo me llenaba… entonces lo vi, al ver como Blanca bajaba la copa… “la sangre” y los muros se convirtieron en agua, como si de un espejismo se tratara y ante mis ojos apareció una nueva figura.
Un hombre que avanzo ante nosotros, un hombre que nunca había visto y por el que guardaba un afecto claro sin razón aparente y que tomo de la copa igual que lo habíamos hecho nosotros.
Me revolví en mi lugar, consciente de que ahora no podría irme, éramos uno solo y eso… eso… él desconocido empezó a hablar, explicando lo que nos había pasado, y presentándose como Kathalho, al tiempo que nos explicaba de nuestra naturaleza, diciéndonos de que seríamos capaces, nuestra naturaleza, nuestro deber, en sus palabras y asentí por reflejo, perdiéndome un poco en la información… en la supuesta libertad que proliferaba en su grupo, en la posibilidad de subir de posición, en todo lo demás… cuando dijo que volveríamos con quienes nos habían creado, supe que el asunto no era agradable en lo absoluto… recordé a la mujer y al gato, sus palabras, si no estaba loco ya me volvería loco muy pronto.
Pero sospeche que aquello no podía ser más falso, allí estaba la prueba, en su alma, en el afecto que sentía, eso no podía ser libertad, aunque él dijera que era un ritual y una tradición, aun así guarde silencio sensato, porque era lo mejor, por que no podía actuar sin lógica si la situación era así.
Entonces dio lugar a las preguntas y le miré un poco extrañado, yo había recibido suficiente información para una vida, pero era evidente que ellas no compartían mi opinión, Darla expreso sus dudas, preguntando por el Sabbat y acepte en silencio que era una duda bastante razonable, la explicación que el vampiro dio, porque era evidente que era un vampiro, fue digna de cuento épico, una guerra eterna, dominación mundial, sectas, fanatismo, tenía todo y eso era aterrador, era como el cuento del gato y los tres ratones.
Terrible.
Pero Darla continuaba teniendo dudas, parecía querer ordenar el rompecabezas en ese momento, y aunque a mi no me interesaba del todo la jerarquía, preste atención, con todo, había algo grande allá afuera, y si queríamos sobrevivir en esa nueva realidad, era buena idea poseer el máximo de información posible.
Después de beber de la copa aquella empecé a sentir la extraña unión con el grupo, me sobresalte cuando las paredes desaparecieron y apareció aquel hombre, por el que sentí un tremendo respeto.
Escuché muy atenta todo lo que decía, todas las explicaiones que nos estaba dando y al fin llego el momento de hacer las mil preguntas que tenía en mente, pero ¿por cual podría empezar? Mi compañera Darla se adelantó y preguntó por el Sabbat, si ahora formabamos parte de este extraño mundo, teníamos que saber mucho mas. Volví a escuchar al sacerdote dar su explicación, y a pesar de tener mil dudas me mantuve en silencio, viendo que Darla había empezado a preguntar y con ello, a resolver algunas de mis dudas. Quizás mas adelante pueda realizar alguna pregunta, pero por ahora no, no me salían las palabras, ni sabía por donde debía empezar...
Verás- dice con total tranquilidad- en el sabbat existen jerarquias, claro, pero no son tan marcadas, esas jerarquias estan dadas por méritos, nosotros en el sabbat aceptamos que somos parte de una red, pero no seguimos a quien no nos merece respeto, y hay ciertos lideres que cuidan de nosotros, de nuestros principios, yo soy un sacedote, lo he sido por algún tiempo, y mi papel es enseñar y unir a las personas de mi manada, que ahora son ustedes- explica- nos llamamos manada porqué sabemos que en el fondo somos bestias...
Hay algunos otros cargos, hay algunos que se llaman Obispos, son, personas que administran económica mente las ciudades. Sonrie, estamos en España y la totalidad de este pais es Sabbat, supongo que no lo sabian... pero es así
Hace una pausa, luego siguen los arzobispos, que son , podría decirse, una especie de alcaldes de las ciudades, es un cargo administrativo, y bueno, son personas que cuidan el dominio sabbat.
Cuando él habla de Arzopispo, es inmediato que recuerdan el discurso antes de vuestro abrazo, donde hablaban del Arzobispo, ¿De Alejandría era?... hablaban de él, entonces, ese hombre él aquel que tiene un cargo de poder... ahora lo entienden.
Muchas manadas pasan su vida haciendo lo suyo y no conocen al Arzobispo, básicamente no hay necesidad de presentarle respeto como en la camarilla donde tienen la ridicula tradicion de ir a visitar a su lider cada que llegan a su pais, aquí no es así...
Luego hay otros cargos, Los prici por ejemplo son consejeros de los Cardenales que son personas que administran zonas geograficas, por ejemplo el Cardenal de Europa...
Y esta el regente, el cargo más alto que supervisa a los hijos de Cain para cuando llegue el mismo Cain a controlarlos. Es como el presidente de los Sabbat y aunque no tiene autoridad absoluta se cumplen sus órdenes.
Hace una pausa y les dice
Sé que estan confundidos, y sé si sé preguntan si el sabbat es para ustedes, y la respuesta es SI, es su secta, cuando pase el tiempo entenderan más
Sonríe...
Creo que es hora de presentarlos a sus sirés para que comiencen su entrenamiento. Murmura. Me han pedido que una vez ellos les enseñen lo suficiente hable con ustedes, han sido escogidos para una misión, una misión que probará su valor y su lealtad...
Asentía con delicadeza, tratando de absorber toda la información que él ofrecía, tratando de mantener datos en mi cabeza, pero en cierto modo era bastante, le preguntaría de vuelta a otros al respecto, si en algún momento no me acordaba de todo, pero logré absorber lo más importante, al final mi rostro era una máscara completamente imperturbable, a causa de la concentración que bullía en mi interior.
Concentración que se vio turbada, cuando el hombre dijo “hijos de Caín” y “controlarlos” y lo miré de vuelta… De eso no había hablado, abrí la boca lista para interrumpirlo, pero callé.
Al final nos comentó que nos presentaría a nuestros sires de vuelta, lo que significaba una cosa... iban a separarnos.
Ni siquiera preste verdadera atención a lo de una misión, porque, siendo completamente sinceros... no teníamos opción.
Escuché muy atenta todo, y si respirara o mi corazón latiera, todo iría a tope, pero no era el caso, estaba mas bien petrificada intentando absorber la información que me desbordaba por todos lados. No lograba entender nada de nada, pero supongo que el tiempo me pondrá al día de que es todo esto, de que soy yo, de que debo hacer, todas esas cosas.
"¿Nuestros sires?¿que diantres es eso?" no tenía ni la mas remota idea de que hablaba, aunque por lo que dijo supuse que sería alguna clase de entrenadores personales o algo así, pero no estaba demasiado segura de nada.
-¿Valor? ¿lealtad? ¿hacia que?- era mas un pensamiento en voz alta que una pregunta, puesto que no tenía ni idea, ¿yo le debía lealtad al Sabbat ese? ¿porque? si yo nunca hice nada, simplemente estaba... ¡trabajando!, solo eso...
Las cosas no dejaban de enredarse y nuestras vidas, deseos e ilusiones se habían, de un plumazo, fusionado en un nudo Gordiano donde todo tenía que ver con todo y sin principio ni final.
Ahora formábamos una familia, unida por aquel “Rito de la Sangre” y aunque no podía siquiera comenzar a imaginar la forma en que esto funcionaba, salvo Karen – la cual era casi como una hermana -, ahora también me sentía fuertemente unida a los otros.
Incluso a aquel viejo maniático que no dejaba de hablarnos de su secta.
¡Su secta!, también era la nuestra ahora y no solo esto, habíamos sido elegido para llevar a cabo “una misión”, para probar nuestra valía.
Pero, antes de que estuviésemos listos para ello, debíamos pasar por un “entrenamiento” - ¿entrenamiento?, ¿De qué tipo? -, con nuestros Padres o Sires titulo honorifico esperaba porque yo tenía mis padres y esto era el presente no una maldita película medieval para que necesitase un “Señor”.
Blanca tenia mil y una dudas pero estaba profundamente confundida respecto a todo y no le era posible articular sus muchas incógnitas para formar preguntas acordes. Y aun si hubiese podido, estaba segura que nada cambiaria.
Ella seguiría siendo el monstruo y ya nada podía cambiar ese hecho.
Estaba seguro de que no haber sido por aquel afecto artificial –estaba seguro que solo podía llamarse así- que sentía hacía aquel desconocido no le habría prestado tanta atención… como en aquel momento.
Y mi inquietud no conocía límites, aun con lo que aquel hombre explicaba podía aceptar que aquella organización… secta del Sabbat no era muy parecida al común de lo que socialmente se conoce por sectas, para empezar no parecían tener, al menos en teoría, un gran control sobre sus miembros, lo que contradecía terriblemente lo que estaba ocurriendo en aquel instante, básicamente estaba seguro de que ninguno de los presentes había tenido opción de negar aquel “regalo” de una nueva existencia, y también parecía estar bastante… em… ¿desordenada? Por un lado, pero con el orden suficiente para no caerse a pedazos… lo que sinceramente no es que me agradara mucho, yo gustaba de las cosas ordenadas, bien… ordenadas.
Y luego estaba lo otro, aquella duda existencial que había empezado a nacer en mi mientras él hablaba, ¿Cuánto de las leyendas era cierto? ¿Temeríamos a las cruces? No era que yo fuera un fanático católico, pero me gustaba el ambiente calmado de las iglesias ó ¿Habría problemas con el ajo? ¿Podríamos comer o nuestra dieta sería solo sangre de hoy en adelante? En fín, muchas dudas y luego estaba el asunto del sol, no que yo amara el sol, lo detestaba, pero de todas formas.
En fin, demasiados círculos abiertos, aun cuando él aseguraba que aquella secta si era para nosotros yo dudaba al menos por mi, y lo peor de todo… que al parecer ya debíamos pensar en ir despidiéndonos, algo en mi interior pareció inquietarse ante eso, observe a las muchachas y pensé, seriamente.
“entrenamiento” “sires” “misión” las palabras se ordenaron como piezas de ajedrez mal colocadas en mi mente, de los sires entendía más bien poco, pero sinceramente si veía mi nueva existencia como un nacimiento existía alguien que había abierto el camino hacía ello, contuve el impulso de retroceder y huir, más que nada porque en el fondo sabía que no podía huir, y comencé a pensar si no habría cometido algún crimen fatal en alguna vida anterior a esa, lo de la misión… creí recordar que algo habían dicho en la fiesta.
-¿Valor? ¿lealtad? ¿hacia que?
Hacia vuestra sangre y hacia vuestros compañeros- dice el hombre mirando a la mujer rubia- es simple, todos son uno, si alguno muere, todos sufren...La lealtad es hacia ustedes mismos y hacia el sabbat, dado que si no sois fieles al sabbat sois entonces infieles, debereis comprender que los infieles son nuestros enemigos, y no hay nada peor que un traidor...
Busquen las respuestas como grupo, sean libres, no teman en ser lo que son, y un día de estos comprenderan su poder...
Dice el hombre mientras sonrie.
Deben creerme a mi, soy vuestro sacerdote y no les daria ninguna recomendación que no fuera válida para el grupo.
Crezcan dentro del sabbat y cumplan la misión... luego podran hacer lo que gusten, seran libres, como siempre.
Si bien la justificación del sabbat no les quedaba clara era obvio que él hombre les invitaba a ser grupo, y ser fieles por la secta (asunto que a este nivel era dificil de tragar, aunque, sin quererlo lo estaban comprendiendo, pues la sangre bebida era tambien la puerta a ser parte de algo, y en el sabbat eras uno de ellos, o eras un hombre muerto. Las reglas decian que todo aquél infiel debía ser muerto, y la muerte definitiva en este momento no parecía una buena opción.
Es hora que vean a sus sires, recuerden preguntar lo que consideren necesario y entrenarse, volveremos a vernos...
Y siendo así se miraron entre ustedes con sentimientos encontrados sobre volver a hablar con aquellos que les habian dado la inmortalidad y que son vuestros padres.
Cada uno de ustedes olvida por un momento el asunto de huir, ciertamente por el rito hecho y las palabras del sacerdote se sentian obligados a ir a donde sus sires, aunque no supieran muy bien si cuadraban o nó dentro del sabbat.
Pasamos de escena.