Partida Rol por web

[LS I] Huida de la Oscuridad

El viaje... [9]

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09/01/2016, 20:28
Director

Debes apresurarte, pues comprendes que es arriesgado permanecer entre los restos humeantes del derruido monasterio. Las bestias de alas negras pueden volver en cualquier momento.

Tienes que partir hacia Holmgard, la capital de Sommerlund, e informar al Rey de la situación: todos los guerreros más cualificados del Kai, a excepción de ti mismo, han perecido en una terrible matanza.

Sin los Señores del Kai para dirigir sus ejércitos, Sommerlund está a merced de sus antiguos enemigos, los Señores de la Oscuridad.

Conteniendo las lágrimas te despides de tus camaradas muertos. En silencio prometes que sus muertes serán vengadas.

Te alejas de las ruinas y precavidamente desciendes por la abrupta pendiente. Al pie de la colina, el sendero se divide en dos direcciones, pero ambas conducen a un gran bosque.

  1. Utilizas tu disciplina, si la posees, de sexto sentido.
  2. Tomas el camino de la derecha.
  3. Tomas el sendero de la izquierda.
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09/01/2016, 20:54
Aullido lejano
Sólo para el director

Opción 1

Decido detenerme un segundo y utilizar lo aprendido con el kai, esa suerte de sexto sentido para intuir adonde va cada camino.

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09/01/2016, 21:04
Director

Tu Sexto sentido te avisa de que algunas de las criaturas que atacaron el monasterio están registrando los dos caminos en busca de supervivientes de su ataque. Sin embargo, tú puedes evitar esos dos caminos atravesando la espesura del bosque o dando un rodeo.

  1. Decide entre encaminarte por uno de los dos caminos anteriores.
  2. Sigue rumbo al sur.
  3. Ataja a través del denso follaje.
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09/01/2016, 22:54
Aullido lejano

Opción 3

En mi condición actual prefiero evitar a las criaturas y me intero poco a poco y lo más silenciosamente que puedo entre el denso follaje, intentando camuflarme con el bosque

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09/01/2016, 23:30
Director

Cortando ramas con el hacha te has abierto camino a través  de la densa maleza durante casi media hora cuando oyes un aleteo por encima de los árboles. Miras hacia arriba y distingues la silueta de un kraan que se aproxima desde el norte. Es uno de los monstruos que han atacado el monasterio, y sobre su lomo van montadas dos criaturas de piel grisácea armadas con largas lanzas.

Esas criaturas son giaks de las montañas, malvados servidores de los Señores de la Oscuridad, llenos de odio y maldad. Hace muchos siglos, sus antepasados fueron empleados por los Seño- res de la Oscuridad en la construcción de la ciudad infernal de Helgedad, situada en las tierras volcánicas y desérticas del otro lado de la cordillera Durncrag. La construcción de la ciudad fue una larga tortura y sólo los más fuertes de los giaks sobrevivieron a la calurosa y venenosa atmósfera de Helgedad.

Oculto por los árboles, estás temblando y procuras quedarte completamente quieto mientras el kraan pasa volando sobre tu cabeza y desaparece hacia el sur. Cuando estás seguro de que se ha alejado, sigues avanzando a través del bosque...

Después de recorrer aproximadamente un cuarto de milla, oyes gritos y ruidos como truenos delante de ti. Al acercarte distingues un claro en el que reconoces las ruinas de Raumas, un antiguo templo en el bosque.

Un destacamento de giaks compuesto por unos veinte o treinta poderosos guerreros está atacando las ruinas desde todos los lados. La mayoría de los giaks están ya muertos o agonizan entre los restos de las columnas de mármol, pero los restantes aún asaltan a los que pueden esconderse en el interior. De repente, un rayo azul relampagueante desbarata la primera fila de giaks, dispersando en todas direcciones a los guerreros que se tambalean bajo el peso de sus armaduras. Un giak más alto que los demás y vestido con una malla negra de pies a cabeza maldice a sus soldados y los fustiga con un látigo de púas.

Aprestando tu arma avanzas hasta el borde del claro y, escondiéndote en el denso follaje, tratas de avistar a los defensores. Con gran asombro descubres que las ruinas son defendidas por un joven, más o menos de tu misma edad. Reconoces su túnica de color azul celeste, adornada de estrellas. Es un joven teúrgo del gremio de magos de Toran: un aprendiz de  brujo.

Cinco giaks cargan  contra el aprendiz  enarbolando sus lanzas y el joven retrocede con premura entre las ruinas. Luego se vuelve y levanta la mano izquierda, de cuyos dedos brota un rayo de llamas azules que bate a los rugientes giaks. Cerca de donde tú estás escondido pasa corriendo un giak que va a subirse a una de las columnas del templo. Lleva entre los  dientes una larga daga de hoja curvada y se dispone a saltar sobre el joven brujo, que permanece en pie de espaldas a él.

  1. Lanzas un grito para poner en guardia al joven hechicero.
  2. Sales de tu escondite y atacas al giak antes de que salte.
  3. Decides agarrar un trozo de mármol y arrojárselo a la cabeza al giak.
  4. Prefieres dar media vuelta y alejarte del campo de batalla retrocediendo hacia el interior del bosque.

 

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10/01/2016, 00:38
Aullido lejano

Opción 2

Sabía que si gritaba el hechicero no tendría tiempo para defenderse y si intentaba tirarle algo al giak corría el riesgo de fallar y darle a mi posible aliado. Sin pensarmelo dos veces salgo del follaje y me lazo encima de la criatura enarbolando mi arma.

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10/01/2016, 13:29
Director

En el momento mismo en que el giak salta, te abalanzas sobre él y le atacas con tu arma, apartándole de la espalda del joven hechicero.

De un salto vuelves a la carga golpeando al giak, que lucha con resolución pese a la sorpresa de tu ataque...

  • ¡A luchar!

 


 

Tienes un +4 a tu Destreza en Combate en esta pelea debido a que le has pillado con la guardia baja y cansado.

El Giak tiene Destreza en Combate 9 y Resistencia 9. 

Notas de juego

Si leíste el reglamento, es tan fácil como ir calculando los daños que haces y te hacen mediante tiradas. Hazlas, rolea la pelea hasta acabar con él, y seguimos si sobrevives :P

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10/01/2016, 15:30
Aullido lejano

Mi destreza de combate: 13 (+4=17)          Resistencia= 23

Destreza del giuk=9                                   Resistencia= 9

Puntuación en el combate= 8

Primer asalto

Mi resistencia= 19

Resistencia del giuk= 2

Segundo asalto

Mi resistencia= 19

Resistencia del giuk= 0

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Al lanzarme a por la criatura intento acabar con ella de un solo golpe aprovechando el factor sorpresa, pero el giuk está agil y consigue evitar casi por completo un golpe que habría sido mortal llegando a herirme en el proceso. Aunque su hoja curva apenas me ha rozado el  costado noto caer un hilo de sangre por mi cintura y mis pantalones hasta el suelo, no es una herida grave pero no quiero arriesgarme a sufrir otra. Mi rival está cansado, noto leves jadeos que escapan de su boca, también está sorprendido,casi enfadado, seguramente esperaban ocuparse todos facilmente del hechicero sin que este recibiese ayuda. Aprovecho estos dos factores y alzo mi hacha mientras me muevo hacía mi enemigo dispuesto a acabar el combate con este golpe, el giuk se lanza a por mi sin pensarselo dos veces mientras grita enfurecido pero su ataque es torpe y desesperado (la herida que le cause anteriormente debe estar nublandole el juicio), facilmente me aparto hacía un lado esquivando la hoja de mi enemigo mientras alzo mi hacha y lo descargo con todas mis fuerzas sobre su cabeza, cortandola como si fuese mantequilla, matando definitivamente a mi enemigo.

- Tiradas (2)

Motivo: Primer asalto

Tirada: 1d10

Resultado: 1

Motivo: Segundo asalto

Tirada: 1d10

Resultado: 9

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11/01/2016, 13:07
Director

Al verte salir del bosque y destrozar al soldado, el oficial giak grita a sus tropas que huyen acobardadas de las ruinas y corren a refugiarse en el bosque:

-¡Ogot! ¡Ogot!

Agitando en dirección hacia ti el puño cerrado, el giak de la negra cota de malla vocifera antes de escapar él también:

-¡Raneg rogag ok, orgadaka okak rogag gaj!

En el escenario de la batalla cuentas más de quince cadáveres giaks que yacen entre las derruidas columnas de Raumas.

El hechicero se enjuga la frente y va a tu encuentro tendiéndote la mano en señal de amistad. Es un joven rubio, de ojos profundos y melancólicos. Su rostro muestra señales de agotamiento y mugre de la batalla. Su larga túnica azul celeste también lleva las huellas de una vida muy dura a la intemperie. Te estrecha la mano y te hace una  reverencia.

-Permite que te exprese mi eterno agradecimiento, Señor del Kai. Mis poderes estaban a punto de agotarse. Si no hubieras acudido en mi ayuda, temo que habría acabado mis días ensartado por una lanza giak.

Se encuentra muy débil y le tiemblan las piernas. Le sostienes  del brazo y le ayudas a sentarse sobre una columna caída. Después escuchas atentamente lo que va a decirte.

-Me llamo Banedon. Soy oficial de la Hermandad de la Estrella de Cristal, el gremio de magos de Toran. El maestre de la hermandad me ha enviado a tu monasterio con este mensaje urgente.

Saca de debajo de su túnica un sobre y te lo tiende.

-Como ves, he abierto la carta y he leído su contenido. Cuando estalló la guerra, yo viajaba por el camino real con dos compañeros. Los kraans nos atacaron y al huir por el bosque los perdí. La carta avisa a los Señores del Kai que los Señores de la Oscuridad han juntado un gran ejército al otro lado de la cordillera Durncrag. El maestre de la hermandad urge al Kai para que  cancele las celebraciones de Fehmarn y se prepare para la  guerra.

-Me temo que hemos sido traicionados -sigue Banedon, con la cabeza agachada en actitud pesarosa-. Un miembro de mi hermandad, un hermano llamado Vonotar, había investigado los misterios prohibidos de la magia negra. Hace diez días denunció a la hermandad y mató a uno de nuestros jefes. Desde entonces ha desaparecido. Corre el rumor de que ahora ayuda a los Señores de la Oscuridad.

Le cuentas a Banedon lo que ha sucedido en el monasterio del Kai y tu propósito de avisar al Rey. En silencio Banedon se quita del cuello una cadena de oro y te la entrega. De la cadena cuelga un pequeño medallón de la Estrella de Cristal.

-Es el símbolo de nuestra hermandad y en esta hora aciaga tú y yo somos verdaderos hermanos. Es también un talismán de la buena suerte. Ojalá te proteja en lo que te queda de camino.

Le das las gracias, te pones la cadena alrededor del cuello y tapas el medallón de la Estrella de Cristal con el borde de tu jubón. Después, Banedon se despide de ti.

-Debemos alejarnos de este lugar, no sea que los giaks vuelvan con refuerzos y acaben con nosotros. Que la buena suerte y los dioses te acompañen.

Banedon te dice adiós agitando la mano y se aleja  de  las ruinas. Tú prosigues tu misión y continúas caminando a través de espesos bosques. No has avanzado mucho cuando adviertes que varios pares de ojos amarillentos te vigilan desde la maleza, a tu izquierda. De repente una negra flecha pasa rozándote la cabeza. Es una emboscada de giaks y debes salir corriendo lo más velozmente que puedas para escapar de ella...

Mientras corres entre los árboles oyes el horrible cacareo de los giaks que te pisan los talones. Pronto los árboles comienzan a estar más espaciados y frente a ti ves una colina rocosa.

  1. Sal a campo abierto para subir a la colina.
  2. Cambia de dirección y continúa corriendo a través del bosque.

Notas de juego

Anota en tu ficha, en objetos especiales, El Medallón de la Estrella de Cristal.

También recuperas 3 Puntos de Resistencia, así que pasas de 19 a 22.

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12/01/2016, 21:04
Aullido lejano
Sólo para el director

Opción 1

Mientras corro por el bosque distingo el fín de este, sigo corriendo intentando dejar atras a mis perseguidores buscando una forma de subir la colina.

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13/01/2016, 13:18
Director

La ladera de la colina es abrupta y la tierra movediza y resbaladiza. Miras de soslayo sobre tu hombro y ves a dos giaks que salen del bosque y empiezan a ascender en tu persecución. Cuando te encuentras a mitad de camino de la cima, descubres a tu derecha una cueva, casi completamente oculta por un corrimiento de tierras.

  1. Intenta camuflarte.
  2. Escóndete en la cueva.
  3. Evita la cueva y sigue subiendo por la ladera hasta la cumbre.
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17/01/2016, 15:59
Aullido lejano

Opción 3

La cueva es tentadora, pero no conozco esta zona demasiado bien y no me fio de lo que pueda encontrar por lo que prefiero seguir subiendo la colina.

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17/01/2016, 17:17
Director

Sin aliento y sudando, trepas hacia la cima de la colina. De pronto, una gran sombra alada cruza la ladera. Miras hacia arriba y ves un kraan que describe círculos en el aire sobre la cumbre. Detrás de ti los giaks están ganando terreno.

  1. ¿Te quedas donde estás y combates desde allí a los giaks, aprovechando la ventaja que te da el encontrarte en una posición más alta que ellos?
  2. ¿Rechinando los dientes, sigues ascendiendo hacia la cumbre de la colina?
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18/01/2016, 18:16
Aullido lejano

Opción 1

Creo que el kraan aun no me ha visto, estoy en un aprieto pero tengo más posibilidades de sobrevivir si me enfrento a los giaks así que saco mi arma y me preparo para la batalla.

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18/01/2016, 20:17
Director

Los giaks se van acercando y después se arrastran por el suelo como si se dispusieran a atacar súbitamente. Ves las afiladas puntas de sus lanzas y oyes su lenguaje grave y gutural. El más corpulento de los dos giaks grita:

-¡Orgadak taag! ¡Nogjat aga ok! - Y te ataca.


 

Debes luchar sucesivamente contra los dos giaks. Suma 1 punto a tu DESTREZA EN EL COMBATE durante esta pelea, ya que tienes a tu favor la ventaja de estar en una posición más elevada.

Giak 1:  Destreza en el Combate 13 y Resistencia 10 (puntuación en combate: 1)

Giak 2: Destreza en el Combate 12 y Resistencia 10 (puntuación en combate: 2)

Notas de juego

Ya sabes como va el combate, aquí son dos enemigos, primero uno y luego el otro, por separado, así que como antes, rolea el combate, y suerte!

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21/01/2016, 00:52
Aullido lejano

Combate

Giak 1

Primer asalto- Resistencia giak: 4/mi resistencia: 19

Segundo asalto- Resistencia giak: 0/mi resistencia: 17

Giak 2

Primer asalto- Resistencia giak: 0/ mi resistencia: 17


Mientras las criaturas terminan de subir preparo mi hacha para lanzarme al ataque, en cuanto el primero asoma la cabeza me lanzo con un grito alzando mi arma sobre mi cabeza. Si el giak hubiese sido más pequeño lo habría derribado y seguramente acabado con él en ese momento pero me doblaba en tamaño y consiguió apartarme de un golpe. Mientras me levantaba rapidamente del suelo me percaté de que le había dado un golpe bastante fuerte con el arma en el costado aunque estaba lejos de ser mortal, con un grito de furia el giak se sobre mí pero esta vez lo estoy esperando, me aparto del golpe evitandolo casi por completo y elimino a mi enemigo con un fuerte tajo en su costado.

El segundo giak acababa de subir para ver como acababa con su compañero, vaciló unos instantes que me valieron para lanzarme sobre el y rebanarle la cabeza de un solo tajo.

Parecía que no venían más, por un instante me paro y respiro tranquilamente por primera vez en todo el día, pero se qu eno debo relajarme, esta tranquilidad no durará mucho...

- Tiradas (3)

Motivo: Giak 1 primer asalto

Tirada: 1d10

Resultado: 3

Motivo: Giak 1 primer asalto

Tirada: 1d10

Resultado: 6

Motivo: Giak 2 primer asalto

Tirada: 1d10

Resultado: 10

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21/01/2016, 22:07
Director

Limpias tu arma quitando la fétida sangre del giak mientras tomas aire y te relajas durante unos instantes. Después, raudo, desciendes por la ladera de la colina antes de que el kraan descubra a sus jinetes muertos. A menudo resbalas en las rocas movedizas y ruedas por el suelo, pero al fin llegas al pie de  la  colina  y  corres  a  internarte  en  el  bosque. Al cabo de unos pocos minutos descubres un antiguo sendero forestal.

  1. Sigue el camino rumbo al norte.
  2. Ignóralo y encamina tus pasos al este.

Notas de juego

Pierdes 1 Punto de Resistencia más al bajar de la colina, así que esta ronda te quedas en 17/23

Cargando editor
26/01/2016, 13:37
Aullido lejano

Opción 2

Ignoro el sendero y me dirijo al Este, debo ir corriendo a informar del ataque.

Cargando editor
26/01/2016, 23:04
Director

Llevas andando más de una hora y durante todo ese tiempo te has mantenido vigilante por si descubrías alguna señal de kraans en el cielo. Dos veces has divisado en lo alto sombras sospechosas y en ambas ocasiones tus rápidos reflejos te han salvado de ser capturado. Ahora, hambriento y más tranquilo, decides detenerte a comer, acabando con tus exiguas raciones de viaje.

Al acabar recoges tus pertenencias y vuelves a ponerte en marcha, hasta que el sendero termina, de pronto, en un gran claro. En medio del este hay un árbol mucho más alto y más grueso que los que has visto en el bosque. Entre las frondosas ramas puedes ver una casita a una altura entre veinticinco y treinta pies. No hay ninguna escalera para subir a ella, pero el tronco nudoso del árbol te ofrece muchos salientes donde apoyar los pies...

  1. Trepa al árbol y explora la casa.
  2. Ignora el lugar y prosigue tu camino.

Notas de juego

Te he quitado ya la comida de la ficha :P

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31/01/2016, 02:03
Aullido lejano

Opción 1

Estoy sin comida y no se cuanto tardaré en llegar al próximo reducto de civilización así que esa casa en los arboles puede salvarme la vida, solo espero que sus dueños no sean hostiles, ya he peleado bastante por hoy...