Mike corrió callejon atras diriiendose por el mismo camino que habian ido. Llegando al bosque, retregandose por cada arbol que encontraba, quitandose el olor a vampiro..aunque siempre podia decir que habia estado peleando con uno de ellos.
Hasta entrar en su guarida...con los demas de la manada.
Cuando llegas a tu casa, una voz te sobresalta.
-¿Donde has estado?Estuve buscandote- john te miraba sentado en tu sofá con los brazos cruzados, con ceño fruncido.
Dio un respingo al escuchar la voz de John, se quitó los zapatos, dejándolos a la entrada y caminando descalza por dentro de la casa... Era extraño, era la primera vez que John entraba dentro de su casa.
Estuve por ahí con las amigas - respondió sonriéndole y sentándose a su lado, después de tapar todas las ventanas con las oscuras cortinas - Qué raro verte dentro de mi casa... ¿Te encuentras bien?
-No has estado con tus amigas,sabes que no puedes mentirme Angelica, se cuanta cosa ocurre en esta ciudad...todo
Le dijo remarcando esa ultima palabra, sabias que John podia intuirlo y saberlo todo, no sabias como, pero lo hacia. Ahora estabas contra la espada y la pared...o era una eta para que se lo contaras por remordimiento, o en realidad sabia que habias estado con Mike.
Un escalofrío recorrió su columna y notó cómo se ponía nerviosa. Carraspeó y sonrió levemente, encogiéndose de hombros.
Bueno, he estado con un chico de mi clase charlando.
Lo que más miedo le daba era cuando la llamaba por su nombre completo, significaba que John no estaba para bromas.
-Vampiro.....no...era un mortal
Por una vez dabas gracias de que Mike no oliera a chucho mojado. ¿Porqué él no oleria?
-La proxima vez, llamame y no me tengas tan preocupado, tu sabes lo que he penado pensando que podria pillarte el sol ahi fuera? pues ahora vas a tener que aguantar de que me quede a dormir.
Le dijo poniendose de pie,yendo a su tres cuartos y cogiendo una cajetilla de tabaco...cosa que no le hacia daño, pero tampoco le importaba demasiado. Era una entretenta mas.
Menos mal que no sabía que era un Hombre Lobo, asintió a sus palabras de que o le preocupara... Ella no le había dicho que era un mortal, lo había dicho él, así que no le había mentido.
Vale, perdona, la próxima vez te llamo... y no te preocupes, hay habitaciones de sobras - respondió haciendo un gesto de que no le importaba que él se quedara a dormir, tampoco sería la primera vez que le preguntaba si quería quedarse.
Se levantó del sofá y se estiró.
Bueno, pues voy a dormir, ¿si? - se acercó a él y le dio un beso en la mejilla, con una sonrisa juguetona - ¡Hasta mañana!