Montasteis en una lancha acuatica que os llevó hasta un enorme barco mercantil. No era primera clase, pero nadie registraria allí nada. El viaje seria largo, por lo que los dias los pasabas en el camarote, sin ninguna luz, descansando, mientras que Mike trabajaba para pagar vuestro viaje.
Los dias pasaban, las noche las pasabas con Mike, aunque poco rato, ya que durante el dia él trabaja y debia descansar en la noche.
Una noche Mike te llamó para que subieras a cubierta.
-Mira Angelica, Grecia....ya podremos tener nuestra vida, tranquilos, sin problemas.
Las luces hipnotizaban al moverse, ya que el contoneo del barco hacia que las vieras moviendose. El imperceptible aroma del mar, calaba en las fosas nasales del Garou a tu lado. Su brazo se posa sobre tus hombros, besando luego tu sien, y con un dedo hacer que girases tu rostro y lo besases con pasion. Te abraza, te aprieta hacia él.
-Me alegro de que hicieras este viaje conmigo
Angelica hacía lo que Mike le mandaba... Aunque le sabía mal que solo él tuviera que trabajar, y por qué mentir, se aburría como una ostra... Ni siquiera cuando ya había amanecido le entraba el sueño, y el no poder salir, hacía que siguiera dando vueltas y vueltas en la cama. Y quería compensárselo... Pero cada vez que estaba dispuesta a hacer algo que no había hecho en toda su vida de vampira, él respondía que estaba demasiado cansado y que necesitaba descansar.
Pero por fin llegaban a Grecia, y una vez en la cubierta, ella correspondía su beso con la misma pasión, con las mismas ganas.
Ya nadie nos va a molestar -le decía acariciando su mejilla y su cuello, mirando hacia las luces... Era como un paraíso.