Escudo Heráldico del Marquesado de Lyndbrooke
Historia del Marquesado
La historia de la familia empieza con un hombre, Arthur Brooke, que había salido de la nada en el siglo XV, a la par que empezaba la guerra con España, no se sabe bien como ni porque, aunque se tiene cierta sospecha de que debio ser un hombre fascinante, fue presentado ante la reina por uno de sus mas cercanos colaboradores, logrando ganarse, gracias a ciertos actos que la piedad no permite pronunciar, el favor de la reina.
En el siglo XV La reina Isabel de Inglaterra concedió en favor de Arthur Brooke el titulo de Conde Brooke, junto a unas tierras cercanas a la ciudad de Birmingham, donde el conde creció en favor y fortuna hasta lograr fundar una dinastía importante.
Durante el siglo siguiente los condes de Brooke mostraron gran lealtad y astucia para el servicio de la corona, lo que los hizo sino indispensables si muy necesarios y llegado el momento un peligro para las aspiraciones del Lord Protector.
Se sospecha, y nunca han aceptado ello, que intentaron ayudar a Carlos II en su huida de Inglaterra razón por la cual cierto noble decidió darles una lección: el incendio de la mansión Brooke en siglo XVI, provoco resentimientos entre los condes y el lord protector a quien nunca guardaron sincero afecto, abandonando rápidamente y mientras estuvo en el poder la arena política.
Tras abandonar el campo político en favor de sus tierras los condes de Brooke comenzaron a figurar como personas ricas más si mayor importancia social -aunque aun mantenían el titulo- hasta la llegada de la guerra Franco-india donde hicieron las pases con la corona -por un problema sin importancia- y aceptaron el papel de espías una vez más.
Extrañamente cumplieron su parte del trato -fuese cual fuese este- y Jorge II de Gran Bretaña cumplió con una promesa olvidada hacia un siglo.
El Marquesado de Lyndbrooke fue un título nobiliario ingles creado en el siglo XVIII por el rey Jorge II a favor de Benedic Brooke en honor de sus multiples y honrosos actos en favor a la corona.
Desde entonces la mayoría de los marqueses de Lyndbrooke han cumplido con su asiento en el parlamento y su papel activo en la diplomacia europea.
Tristán Brooke
Septimo Marques de Lyndbrooke
Tristán Brooke nació como el hijo del hermano menor del sexto Marques de Lyndbrooke, aunque nunca gozo de los grandes placeres cortesanos siendo joven, se sabe, por rumores vagos que el marques no guardaba gran afecto por su hermano e hizo cuanto estuvo en su mano por amargarle la existencia, hasta el punto de retirarse el y su familia a un pequeño poblado de Inglaterra, donde guardo silencioso exilio viviendo del dinero de la herencia paterna y procurando a su hijo una buena educación.
Tristán en cambio, nunca fue aficionado al exilio, y cuando tuvo la edad indicada, se enlisto en el regimiento al que iban todos los hombres de su familia, hasta que pasados tres años, decidio que la vida militar le imponía demasiadas restricciones y opto por hacerse explorador.
Abandono las armas, de manera honorable tras un efectivo desarrollo militar y a oposición de su padre que veía mal la idea de que su hijo se fuera por el mundo.
Al final, capitulando, el señor Brooke empezó su vida exploratoria, viajo por La India, lugar al que siempre le tuvo gran afecto, Paso por Malasia, donde se aficiono a la belleza de sus paisajes, flores exóticas y se dice que se trajo una hermosa mascota desde allí..
También pasó por Singapur, con su población china, la belleza de sus bahías y la vegetación de aquel lugar.
Tras ello, volvió a la India, donde se estableció en Ceilán, y continuo visitando variopintos lugares.
En todos aquellos lugares se supone pudo sostener breves y apasionados romances, aunque siempre cuido su reputación donde fuera, no por respeto al título que no ejercía, sino al amor que sentía por su familia.
Entonces, tras cinco años volvió a Inglaterra tras el comunicado de la muerte de sus padres, enloquecido -por el dolor, evidentemente-, acuso directamente al entonces marques de Lyndbrooke, escandalo que se detuvo apresuradamente para evitar rumores infundados, con 25 años quedo bajo el control del duque de Lyndbrooke y cuando este murió dos años después se hizo con el título como el familiar más cercano.
Convirtiéndose así en uno de los hombres más ricos de Inglaterra, y también uno de los más cínicos, quienes lo conocieran en el extranjero, desconocieron al noble en la tristeza y desesperación de sus ojos, mientras este continuaba con su vida como noble.
Gozo de favor de los nobles, gracias a su título y se sabe que tías y familiares ancianos comenzaron a exigirle que se casara cuando cruzo la treintena, que tomara matrimonio, como era apuesto e inteligente le ofrecieron varios puestos en la corte e incluso la misma reina Victoria intento contar con su presencia en su círculo, ninguna de dichas tentaciones llegaron a cuajar en la mente del noble que opto por pertenecer al círculo social del príncipe de Gales, con sus excesivas fiestas y sucesivos escándalos, aunque siempre cuidadosamente para impedir que su nombre se viese embarrado por ellos, los rumores respecto a sus romances con damas de la nobleza no era sorpresa aunque sí muy vagos.
Lo más excesivo que se decía de él eran sus viajes repentinos al extranjero y sus regresos que casi siempre derivaban en su encierro total en el Lynd, la mansión señorial de su familia.
Con su actual desaparición y falta de comunicación, la desesperación comienza a hacerse atente, puesto que habiendo desaparecido pero no declarado muerto, la situación del título podría derivar en su desaparición.