Partida Rol por web

Sam correspondió tu beso a pesar de no ser una persona muy amorosa… Pero algo en ti estaba penetrando en su corazón y poco a poco parecía soltarse para darte esas muestras de amor que tú también le dabas.

Al decir que habría perdido como 2000 calorías, ella sonrió, poniéndose de pie.

-No sé si tantas… Pero 1000 seguro –Dijo, siguiéndote a la ducha.

Desde que la viste, Sam parecía tener algo que te encantaba o que, al menos, te la ponía como una piedra. Pero el ver cómo se comportaba contigo y Esme, lo que compartíais, lo que se sinceraba… Eso hacía palpitar tu corazón… Y el suyo también palpitaba igual aunque no se atreviera a decirlo o demostrarlo aún.

-Va a ser un poco difícil que quepamos los dos. Pero apretados estaremos bien –Dijo la mujer, abriendo el agua para dejar que corriera y saliera caliente, esperando junto a la mampara, espléndida con ese cuerpo de infarto lleno de tatuajes…

Sam y el no dudaron en meterse en la ducha juntos, aunque ella no dudó en decir que a lo mejor era un poco difícil que cupieran los dos, pero apretados podrían caber bien.-No te preocupes…no me importa apretarme más a ti.-Dijo bromeando mientras la ayudaba a quitarse el traje de vaca y finalmente se metía junto a ella en la ducha.

No pudo evitar rodearla con los brazos y apretarla contra la pared de la susodicha mientras el agua caliente caía sobre ellos.

-Creo que tengo ganas de otro postre…-Susurró mirándola juguetón.-¿Qué me dices Sam?, ¿aprovechamos y lo hacemos por primera vez en tu ducha?, así puedes quitarlo también de tu lista.-Dijo cariñosamente mientras bajaba la cabeza para darle suaves besos en el cuello.     

Sam te sonrió encantadoramente cuando te pegaste a ella diciendo que tenías ganas de otro postre, ronroneando por tus besos.

-Puedes comer todo el postre que quieras. Tienes barra libre -Te aseguró, bajando las manos a tu trasero para acariciarlo y pegarte a ella, continuando algo más con esa sesión de sexo.

Como mínimo estuvisteis acostándoos cerca de tres horas, en distintos lugares de la casa, de distintas maneras y disfrutando por completo el uno del otro hasta que Esme os llamó para decir que habían salido del cine. Sam y tú os vestisteis y la ayudastes a recoger antes de encaminarte a un taxi que te llevara al lugar de encuentro con tu hermana y tu novia. Antes de irte, Sam no dudó en darte un beso cariñoso y decirte que os veríais para las pruebas de Esme. Siendo Domingo al día siguiente era posible que hubiera comida familiar en Villa Von Hellsing y era mejor que ya estuvierais allí y disfrutaras también un poco de Esme a solas.

Tras una despedida con besos más románticos que lujuriosos, te marchaste al punto de encuentro donde viste a Esme charlando animadamente con tu hermana. Tu novia, al verte bajar del taxi te saludó animadamente. Amber, por su parte, parecía más cortada.

-¡Hola, cielo! -exclamó Esme, dándote un beso y un abrazo- ¿Lo has pasado bien con Sam? -Preguntó con cariño, al menos hasta que Amber te miró, avergonzada, jugueteando con una cajita entre las manos hasta que te la dio.

-Lo siento… -Te dijo- No quería que pensaras que nos abandonaste… Sólo que no quería darte más problemas porque has tenido muchos… -Intentó explicar- T-te he comprado eso… P-porque te quiero, Nii…

Ash y Sam pasaron una tarde llena de “barra libre”. El chico trató de complacer a su novia lo mejor que pudo, llevándola al sofá, la encimera de la cocina, apoyada contra la ventana del salón…incluso en el suelo del susodicho…nuevamente contra la pared. Vamos, que estaban bien servidos y la asistente parecía realmente feliz con todo aquello, incluso más cariñosa que de costumbre, a lo mejor los encantos del vampiro le estaban haciendo finalmente mella.

Fuera como fuera…una vez llamó al taxi para reunirse con Esme y Amber, las cuales ya habían salido del cine, se despidió de la asistente y prometió llamarla o mandarle fotos durante esos días, al menos hasta la prueba, donde volverían a verse.

Tras subir al taxi y después de un rato, finalmente Ash llegó a donde su novia y su hermana, siendo la primera que se lanzó a darle un beso y un abrazo y de paso preguntar que tal con Sam.

-Muy bien, luego te cuento.-Sonrió levemente mientras correspondía a su abrazo. Pero pronto Amber se acercó con una cajita entre las manos y algo de vergüenza. No se lo pensó dos veces antes de decir que lo sentía y como simplemente no quería darle problemas a su hermano mayor, incluso le había comprado algo a modo de disculpa.

Ash miró unos segundos a su hermana y no tardó en acercarla a el para darle un fuerte abrazo.-Te quiero muchísimo Amber…no me gusta verte triste, enfadada o en una mala situación, por eso quiero ayudarte y…tal vez a veces sea muy pesado y brusco, lo siento por eso, pero soy así porque te quiero a ti y a las chicas…quiero veros bien, ¿me entiendes, verdad?-Dijo pero terminó negando.

-Mira, no importa…para mi como que no ha pasado nada, ¿de acuerdo?, ¿te has divertido hoy?.-Preguntó, casi obviando el tema del regalo, aunque no tardó en cogerlo.-No hace falta que me regales cosas…ya tengo de todo.

Esme aceptó que le contaras luego tu cita con Sam. Seguro que le encantaba saber los detalles. Tu novia tenía una cabecita muy pervertida a veces.

Ante la disculpa de Amber tú no tardaste en abrazarla, diciendo cuánto la querías y todo lo que sentías por tus hermanas. Amber se mantuvo abrazada a ti para tranquilizarse, contenta de que volvieras a quererla (según su punto de vista).

Tu hermana era lista y asintió cuando preguntaste si lo entendía, volviendo a musitar un “lo siento”, aunque insistió con el regalo y asintió a que se había divertido.

-Hemos comprado comics –Te dijo mientras tú abrías la pequeña cajita, encontrándote un zippo de acero con unos colmillos y la palabra “King” grabada.- He… pensado que si era útil… era un regalo mejor –Te dijo con rubor

-También la he convencido de volver a teñirse –Dijo Esme, sonriente- Ira la semana que viene –Informó y Esme asintió  

-¿Cómics?, ¿De esos de chicos con chicos?-Pregunto mientras abría la cajita fijándose en el mechero grabado que le había regalado.-Woah, que pasada Amber, es chulísimo.-Dijo sacándolo para verlo mejor. Tras probar que funcionaba no dudó en sacar el paquete de tabaco y el mechero de mierda que llevaba siempre encima tirándolo a un cubo de basura como un auténtico maestro del baloncesto.

-Util va a ser, que bueno, muchas gracias.-Dijo de corazón observándolo una última vez antes de guardarselo en el bolsillo. Aunque al escuchar que volvería a teñirse, Ash sonrió ampliamente.

-Eso si que me alegra...así no parecerás tan emo, te quedaba muy bien el pelo teñido y largo, ya lo echaba de menos.-Dijo pasandole un brazo por encima a ella y otro a Esme.

-Muy bien petardas...¿Os apetece que cenemos fuera y así rematamos el día?

Amber sonrió con circunstancia cuando le preguntaste si era un comic de chicos con chicos, sacándolo y enseñándotelo.

-Se llama “Murdering Watching”. Lo ha elegido Esme –Te explicó, volviendo a guardarlo.

Cuando viste el mechero y reaccionaste de forma tan sincera diciendo que era útil y te encantaba, Esme le hizo un signo de aprobación a tu hermana que sonrió realmente contenta.

-M-me alegro de que te guste. Es de gasolina –Te explicó más feliz y relajada. Parecía incluso haber olvidado que le desaparecieron los pantalones y algunas otras cosas; pero de eso te ocuparías en otra ocasión.

Cuando las atrajiste hacia ti, Esme te sonrió.

-Yo nunca digo que no a comer guarrerías –Te dijo, acariciándote la mano- ¿Os apetece un menú de hamburguesa y aros de cebolla?

-¿Con helado? –Preguntó tu hermanita con inocencia a ver si colaba

-¿Gasolina?, Como si es de pedales, es genial, seré la envidia de todos cuando salga de fiesta.-Bromeo dándole un apretón con el brazo.

La idea de comer fuera pareció atraer a ambas, las cuales hablaron de hamburguesa, aros de cebolla y helado.-¿Helado?, Que cuernos...me voy a comer dos helados, mi dieta al traste.-Bromeo.-y vosotras también, dos helados, estáis muy delgadas y me gustan las chicas con carne.-Bromeo para luego mordisquear la oreja de Esme.

La verdad es que se sentía muy animado, la tarde de sexo, el ver a su hermana bien...era lo único que necesitaba, sexo, hermanas felices y Esme contenta.