Silvia se acerca junto a Alvaro a donde se encuentran el resto esperando. Por suerte nadie les ha visto y pueden salir de allí sin tener que responder preguntas algo embarazosas.
La joven todavía está vestida con el camisón hospitalario. Una suave corriente que viene por el pasillo, le provoca un escalofrío. Siente un poco de frío y su piel se ha puesto de gallina.
- Salgamos de aquí, mejor me cambio en la planta de abajo y os explicamos lo que hemos averiguado - . Comenta mientras recoge su ropa y se acercan al ascensor. Una vez se cierran las puertas mira a sus amigos con los ojos entrecerrados. - A ver chicos, creemos que sabemos dónde pueden tener a Silvia, ¿qué hacemos? - Pregunta sin dar demasiados rodeos. Finalmente no ha esperado a estar abajo para decirlo. Con la mirada busca la de Alvaro, y una leve sonrisa asoma a sus labios cuando éstas se cruzan.
Salís sin problemas de la habitación. Silvia se cambia en otra planta para poder hablar con tranquilidad, ya vestida les indica al resto que sabe donde tienen a la otra Silvia.
Todos parecen nerviosos y Xabier lo está bastante, esa información le interesa mucho ya que por algo habrá servido "tontear" con una auxiliar...cosa que no le hace mucha gracia por Michi.
- ¿Dónde la tienen? - pregunta Xabier muy interesado - ...podríamos avisar a la policía aunque no se si nos harán caso...otra cosa es si echamos un vistazo por allí...y lo comprobamos...
Echar un vistazo por allí suponía volver a ponerse en peligro. A Álvaro no le hacía gracia y miró a Silvia, que tenía una leve sonrisa en la cara al preguntar cual era el siguiente paso a seguir. Todos sabían lo que arriesgaban pero también lo que se estaban jugando, su amiga posía estar viva y en manos de ese desalmado, Álvaro tenía ganas de volverlo a tener delante y explicarle un par de cosas, aunque también estaba muerto de miedo.
-Iremos, pero no podemos ir completamente desarmados, si vamos a hacerlo, hemos de equiparnos minimamente ... coger un par de linternas y algo con lo que poder defendernos ... Ya sabemos como se las gasta ese tipo ...-
- En casa tengo aún una de las escopetas y podríamos conseguir otra más...mi tío guarda las suyas en el sótano de mi edificio... - dice Xabier - ...sería conveniente coger algo más que las escopetas...pero tranquilos creo que me las arreglaré para lograrlo...voy ir a casa a buscar a Diego si me dejan sus padres sacarlo de allí...
Xabier se va pero promete recogeros en casa de Álvaro en una hora. La hora pasa rápido y en seguida aparece Xabier con Michi pero sin Diego, sus padres no le dejaron salir de casa aunque parece haber ayudado desencriptando el disquete.
- Nuestras sospechas se confirman...la casa es la de la meiga...la policía valoró que la tierra que se encontró en la zona procedía de esa zona pero no investigaron la casa ni nada...descartaron esa pista antes de examinarla bien...
Abre el maletero del coche y podéis ver que trae un auténtico arsenal.
- Mi tío posee una pequeña colección de armas en el sótano de mi casa, creo que me escuchó cuando entré en el sótano pero hizo caso omiso...sabe que la policía tiene las manos atadas...
Hay tres revólveres pequeños, una pistola automática, una escopeta de caza vieja y otra nueva, un rifle de caza bastante grande con mirilla, un hacha de cortar leña, seis linternas, tres cuchillos de caza y una especie de machete.
- El problema es que no hay balas para casi ningún arma salvo las escopetas que les valen los cartuchos que teníamos en la casa de Boqueixón...necesitaremos munición y solo la hay en la Armería Toribio...tendremos que hacer un allanamiento...
Mira para Álvaro y le dice:
- Iremos tú y yo...
La armería Toribio se encuentra en la plaza de Galicia, una zona céntrica. Tiene un acceso frontal y otro por la calle de atrás que se usa para traer la mercancía. Usaréis ese para entrar en ella y conseguir munición y puede que algún arma importante. Es un delito grave pero tenéis que hacerlo.
Tirada de Destreza + Seguridad, Dificultad 9.
Con una sorprendente facilidad Xabier logra abrir la puerta y de un golpe destroza la alarma antes de que empiece a sonar cortando los cables y seguramente la corriente con el hacha. Se le ve eléctrico como si tuviera adrenalina en vez de sangre.
Empezáis a registrar la armería y encontráis munición, aunque Xabier te dice que de paso miréis si encontráis algún arma más interesante. Álvaro empieza a rebuscar entre los estantes y encuentra una auténtica joya. Un viejo Zk-383 checoslovaco, un subfusil de la guerra fría pero que aún funciona. También encontráis más pistolas y escopetas nuevas. Cogéis todo lo necesario, Michi y Silvia cogen bastantes cosas y las meten en la parte trasera del coche. Lleváis de todo por si acaso luego tenéis que huir. Totalmente pertrechados acudís a la casa de la Meiga.
PASÁIS A LA ESCENA FINAL